sábado, 12 de febrero de 2022

En la Boutique Fetiche.

 

Esta historia comienza hace unos meses… Hacía tiempo que me sentía atraído por lo fetichista sin saber realmente lo que quería, todavía era una fantasía y no pensaba que podía ir una día mas allá.

 

Visite un montón de sitios webs y foros sobre el tema y finalmente encontré una tienda que vendía todo tipo de accesorios en la ciudad donde yo trabajaba, la tienda estaba en un centro comercial a tres manzanas del trabajo.

 

Un día armándome de valor, decidí ir a ver lo como era, me pase un primer momento antes de entrar por el escaparate y hecho un ojo, dos minutos más tarde, pase una segunda vez y mire por dentro a través del cristal, solo pude ver algunos trajes de látex, esposas, botas y algunos arneses con consolador integrado, la tercera vez el comerciante de la tienda de enfrente vi como me miraba con una sonrisa, al ser de naturaleza tímida, decidí volver otro día…

 

Dos días después, hice lo mismo sin atreverme a cruzar la puerta, después del cuarto día, me decidí entrar, estaba en la entrada con miedo, me asegure más de diez minutos que nadie me viera y finalmente entre.

 

Dentro percibo que hay una persona, estoy un poco aliviado para ver que tengo la oportunidad de echar un vistazo a las diversas prendas, miro unos trajes de látex, capas, etc.. tanto artículos que había visto por internet, estando metido en mis pensamientos una voz me sobresalto.

 

"Puedo ayudarle en alguna cosa?"

 

Me sorprendí y farfulle un poco.

 

"Eh… primero me gustaría dar una vuelta para tener una idea"

 

La dependienta, de unos 30 años, muy guapa, con una falda de unos diez centímetros, con un suéter negro del cual se moldeaba su pecho dando una suficientes pistas de su talla, respondió.

 

"Usted mire como si estuviera en su casa y si tiene alguna pregunta no dude en decírmela"

 

Cinco minutos después, la chica regreso.

 

"Todo bien?"

 

Le conteste que era un poco novato en esto y que había muchas cosas que me interesaban, y que me gustaría probarme un traje de látex, una capucha y un par de elementos de bondage, como un gran guante de cuero para atar las manos juntas a la parte posterior.

 

"No hay ningún problema, buscare de su tamaño, también puede probarse esta traje, puede irse a los probadores que están arriba y le traeré todo lo que usted me a pedido de su talla"

 

Subí arriba, me desnude y me puse ese traje de lates, me dio una extraña sensación, como una segunda piel, había una cremallera en la entrepierna y en la espalda, sin saber que hacer me quede quieto hasta que la dependienta vino a ayudarme.

 

Me ayudo a subirme la cremallera y después me ato como un collar rígido de 5 cm de ancho en el cuello, una vez colocado me era imposible bajar mi barbilla, a continuación me puso una capucha que tenía dos aberturas para la nariz y otra para la boca, los ojos quedaban ciegos dentro de ella, cuando estuvo totalmente colocada me quede sin poder ver nada en total oscuridad, a continuación, me paso los guantes, me puso las manos detrás de la espalda y me las ato.

 

"Le voy a dejar con esto puesto durante un cuarto de hora, para que se pueda hacer a la idea de cómo funciona este equipo cuando lo está usando, si hay algún problema, solo tiene que llamarme, estaré abajo, no dude en gritar."

 

Allí estoy, solo y ciego en el probador, eso tiene el efecto de provocar mis fantasías, me pasan un montón de cosas por mi cabeza y empiezo a sentir que estoy teniendo una erección, en ese momento escucho como una fricción, el ruido es amortiguado por la capucha, aguanto la respiración y me concentro en escuchar si oigo alguna cosa, pero no oigo nada.

De repente siento que algo me está tirando del gancho del cuello, se oye un pequeño clic, trato de dar un paso hacia atrás, pero no puedo, algo me retiene por el cuello, sorprendido abro la boca para gritar, pero al momento una especie de mordaza se me introduce en la boca a presión, entonces oigo una voz de mujer.

 

"He oído como hablaba con la dependienta, eres un principiante en esto y deseas descubrir los placeres del látex y del BDSM, así que voy a darte tu primera lección, si estás de acuerdo y me prometes que estarás a mis pies, asiente con la cabeza, o te dejo aquí con la mordaza en la boca y tendrás que esperar a la dependienta cuando venga."

 

Mi corazón latía con fuerza, podía ser por el miedo o por la excitación, después de un momento de reflexión asentí con la cabeza.

 

"Perfecto, veras, como disfrutaras como nunca has disfrutado antes"

 

Siento que me coge pero el brazo, me arrastra, me coge por las ataduras y me hace doblar mi espalda, mis pies los une a una extraña barra de metal que hace que quede abierto de piernas aproximadamente un metro, entonces siento como abre la cremallera que hay entre mis piernas, un guante de látex pasar por la zona y me coge las pelotas, la acaricia un poco y luego lentamente se dirige hacia mi polla.

 

"Coge aire si quieres, pero sepas que esto solo es el principio, te prohíbo que disfrutes sin mi permiso"

 

El guante de látex ahora se pasea con suavidad por mi espalda, con el dedo se detiene en mi ano, me gustaría protestar, pero no puedo hacerlo a causa de la mordaza, no puedo decir nada más que un triste gemido.

 

"No protestes, has acordado dejarme que juegue a mi gusto hasta el final"

 

Siento la presión del dedo en el agujero, que va haciendo presión de dentro a fuera así sucesivamente, gimo, pero más de sorpresa que de miedo, lo que hace que el dedo se vaya hacia atrás para luego desaparecer, siento un liquido frio que quiere entrar dentro de mi culo.

 

"Tranquilo es vaselina, esto facilitara las cosas"

 

Siento realmente que entra un dedo enfundado de látex dentro de mi culo, un segundo dedo pronto viene a unirse a él, tengo una sensación extraña en mi cuerpo, un erección que se vuelve fuertemente, si continua así voy a correrme, un tercer dedo viene parar ampliar el pasaje, empiezo a disfrutar cuando de golpe quita los dedos.

 

"Veo que esto te hace efecto, pero está muy lejos de acabar aquí, ahora te voy a quitar la mordaza si gritas o dices algo te lo volveré a poner, ¿Entendido?"

 

Asiento con la cabeza y ella me retira la mordaza de la boca con la saliva viscosa, apenas la retira, me introduce lo que parece ser un consolador.

 

"Chupa, y chúpalo bien, porque de aquí pasar a tu culo rápidamente, ya sabes, si en efecto, hay algo que me gusta ver, que es un hombre chupar una polla aunque sea de plástico"

 

Completamente sumiso y atado, solo puedo hacer un movimiento de ida y vuelta de mi boca, cada movimiento siento que el consolador se hunde más profundamente en mi boca, se hunde hasta el momento en que me entran arcadas, después de unos minutos de hacerlo lo retira y solo hay que ponerlo en mi culo, una vez el liquido viscoso y frio me invade el culo, ya directamente me introduce los tres dedos lentamente, pronto siento el tacto del consolador contra mis nalgas, de repente, la dependienta llama.

 

"Todo bien?"

"Respóndele! dile que aun quieres disfrutar más"

"Si, puede esperar un poco, ya la llamare…"

 

No escucho que la dependienta suba y mi torturadora me sujeta firmemente, después de un rato, siento que mis pelotas me las aprietan, eso hace que suelte un gemido medio ahogado, ella pone el consolador en mi culo y dice.

 

"No te he permitido que disfrutes"

 

Descuelga mis brazos del techo, y siento como la sangre comienza a circular por mis brazos, pero no tengo tiempo para disfrutarlo porque enseguida me obliga a ponerme de rodillas y empuja mi cabeza al suelo.

 

"Lame!"

 

No la quiero cabrear, así que comienzo obedientemente, lamiendo su coño

 

"Hey!, empieza por mis botas"

 

Comienzo a lamer las botas empezando por la punta y continuando por el tacón son vertiginosos.

 

"Suficiente!, Date la vuelta!"

 

Me vuelvo y le ofrezco mi culo de nuevo, ya no hay consolador que se hunda dentro de mí, sino una forma cónica que se cierra al ano al mismo tiempo que mi esfínter se encoge.

 

"Te he puesto un plug, quiero que lo quedas puestos hasta esta noche, después me gustaría comprobar si todavía lo llevas puesto"

 

La sangre se me hiela, ¿Esta mujer me conoce?

 

"¿Te ha gusta?"

"Si"

"Si, ¿Qué?"

"No, se…"

"Si, Ama, me debes llamar Ama"

"Si, Ama"

 

Luego cerro la cremallera del traje y me dijo,

 

"En diez minutos vendrá la dependienta, no te olvides de no sacarte el plug, porque lo comprobare más tarde"

 

Los siguientes diez minutos me parecieron una eternidad, toda una serie de preguntas me pasaron por mi cabeza, ¿Quién era esa mujer?, ¿Qué sabia de mi?, etc. La dependienta finalmente me desato y retiro la capucha, necesite algo de tiempo para adaptarme a la luz, mientras me habría la cremallera me pregunto con una gran sonrisa como había ido.

 

Le dije que era prefecto y que me lo quedaba todo.

 

Baje con todo el equipo bajo el brazo, el plug me daba una extraña sensación que me hacia recordar los momentos que había vivido, pero pude prestar atención a la dependienta cuando me dijo,

 

"Quiere que lo empaquete todo?, la señora ya me ha pagado lo que lleva instalado en su trasero"

 

Me quedo parado sin saber que decir, al rato de estar paralizado cojo el paquete y salgo sin decir ni una sola palabra.

 

Continuara.

 

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