La primavera finalmente había llegado, y yo estaba feliz
de ver a las chicas con una vestimenta más ligera, los pechos casi
transparentes en sus suéteres, los brazos lisos y desnudos sin mangas, mientras
mis ojos vagaban inquietos alrededor de mi oficina, inevitablemente fui atraído
por la mirada de Pamela, era una hermosa chica que trabajaba cerca de mi puesto
de trabajo, llevaba una atrevido atuendo, que mostraba un poco mas de escote de
lo normal y una mini falda, por el modo en que sus grandes pechos se movían, no
debía llevar sujetador, un tema que mantenía a todos los chicos de la oficina
hablando de ello durante meses, ella me miro con un intenso anhelo mientras
chismeaba con una chica que tenia sentada a su lado.
El jefe de estaba fuera de la oficina por un momento y
todo el mundo estaba charlando, pero solo yo tenía los ojos fijados en Pamela,
entonces por alguna extraña razón, se volvió y me engancho que la estaba
mirando como siempre, antes de que yo pudiera apartar la vista, con un
presumido triunfante, sonrió, se volvió y luego rio con su amiga.
¿Siempre me tiene que atrapar? me pregunto a mí mismo,
ella es conocida en la empresa por ser una perra arrogante y un poco salida,
cuando sale con algún chico parece que los cambia, se vuelven más humildes de algún
modo, la palabra seria una rompedora de huevos, sin embargo me encantaría salir
con ella.
La puerta de la oficina se abrió y entro una encargada que
podía interrumpir la atención que yo tenía puesto en Pamela, era la Sra. Brawn
la encargada de contabilidad.
La señora Brawn entro con mala cara y llevando una
carpeta en la mano, odio todo el alboroto de los nosotros desde su oficina,
incluso con la cara de mala leche, su rostro parecía encantador, ella tenía
alrededor de unos cuarenta i tantos, rubia y buena presencia, su vestimenta
siempre había sido bastante atrevida para la posición donde estaba, pero ella
parecía no importarle, su falda era larga y llevaba un sostén grande para su
enormes pechos, que parecían dos grandes globos dentro de una blusa a punto de
explotar, todos se callaron de inmediato, por no solo era la encargada de
contabilidad, si no la mano derecha del jefe, ella podía decidir quién era
despedido o quién podía tener un aumento.
Yo alguna veces me sentía mareado cosa que hacía que
pareciera ausente en mi puesto de trabajo, la normas de la empresa decían que
tenias tres avisos y al ultimo debías rendir cuentas, desafortunadamente he
estado pasando una mala temporada con problemas familiares, mis padres se ha
divorciado y últimamente ya me habían avisado un par de veces, los chicos decían
que la señora Braun era la que te recibía que decidía que acto disciplinario debías
recibir.
Todo los que habían pasado por su despacho nunca habían
comentado nada nunca, pero sí que puedo decir que algo raro pasaba ya que se volvían
mucho mas sumisos, yo en esa época era un poco rebelde, y entre las chicas de
la oficina todo el mundo pensaba que era borde.
Cuando acabamos nuestra jornada laboral y estaba a punto
de marcharme la Sra. Brown me dijo que si me podía quedar un poco mas ya que quería
hablar conmigo.
"Por favor podrás venir a mi despacho…" dijo
con una sonrisa, "Me gustaría hablar contigo"
MI corazón latía furiosamente, lo único que posiblemente había
hecho para que ella quisiera hablarle era sentarse en la mesa de Pamela mirándole
el escote pero fue un momento y pensaba que nadie se había dado cuenta, pero la
señora Brown ni siquiera estaba en la sala, así que no podía saberlo.
Todos sus compañeros de trabajo se fueron a excepción de
él y la señora Brown, se levanto de su puesto de trabajo, cerró la puerta y la siguió
podía ver como aquellos pechos se movían alegremente mientras caminaba,
entonces llegaron a su despacho, ella se sentó y me quede de pie miradora esa situación
me obligaba a mirar hacia abajo viendo totalmente todo su escote.
"Seguramente te esta preguntado el porqué estas
aquí", dijo, "Bueno, he oído algunas cosas muy inquietantes sobre
ti"
"Opps", trague saliva, "¿Y de que se
trata?"
"Se trata de tu bajo rendimiento, el otro día
mirando los números compare el rendimiento de tus compañeros con el tuyo, y es
muy malo" Agrego significativamente, "Es el peor de la empresa",
me di cuenta de que estaba francamente cabreada, y trate de sacar leña del
fuego.
"Lo lamento señora Brown", no sabía que mas
decir.
"Tu compañera Pamela debes saber que es mi becaria,
y ella me ha dicho cosas que no me han gustado sobre ti"
No tenía ni idea que lo fuese y me horrorizo y también de
alguna manera me excito, atrapado por esa perra, tenía que intentar conseguir
algo de crebilidad.
"Bien, he estado como ausente en mi puesto de
trabajo, pero es que he tenido problemas familiares" exclame.
La señora Brown hizo una pausa, frunció sus labios,
"Pero hay algo mas, Pamela me ha dicho que las has mirado de forma
grosera, hasta el punto de haciendo que se sienta incomoda, ¿Es cierto?"
Sus pechos parecían expandirse hacia fuera mientras hacia esa pregunta, haciendo que yo desviara
la mirada hacia abajo.
"No estoy seguro…., supongo que a veces la he mirado
fijamente pero realmente no pensé que le incomodara tanto"
"Bueno, creo que deberías subir a mi despacho que
tengo en el piso octavo, para arreglar esto" Ella sonrió y se levanto, y
agrego, "Pamela también estará allí esperándote"
En mi mente me pasaba la idea de salir corriendo de allí,
se había oído muchas cosas de ese piso, y nadie que había subido, lo había
comentado lo que pasaba allí, pero la idea de estar con las dos a solas también
le excitaba en cierto modo, también sabía que tenía que ir porque en esta
sociedad que vivimos una denuncia por machismo o acoso sexual seria mi perdición
laboral y no tendría futuro en la zona y además, había esa extraña fascinación
por saber que sucedía en esa planta, eso hacía que mi entre pierna hardara de
calor, pensando en Pamela que estaría allí.
Fui a su oficina que estaba en la ala oeste del edificio,
el despacho estaba aislado a propósito de las principales áreas de la empresa,
todo el mundo sabía que era una habitación sin ventanas, además de su oficina
la gente decía que se habían escuchados gritos a través de las paredes de hormigón,
dude si alguien lo había escuchado ya que había un letrero que decía no pasar
en ambos extremos del pasillo, cuando llegue a la puerta ponía un letrero bien
grande MS BROWN, estaba delante de la puerta a punto de tocar, pero hice una
pausa, y puse la oreja en la puerta porque oía unas voces que venían de dentro,
me pregunte si Pamela estaba allí, por la débil risita que se oía creía que si,
encontraba la idea enormemente erótica, finalmente llame a la puerta, humo un
momento de silencian, alguien murmuro y entonces una voz autoritaria dijo
"!Adelante!", esto me hizo tragar saliva.
Entre vacilante, la señora Brown se puso de pie junto a
su escritorio, alisando su falda y Pamela estaba sentada en un diván, tocándose
un botón de su blusa, pero mostrando mucha escisión de todos modos, parecía
tener una sonrisa de satisfacción en su rostro, la Sra. Brown me indico que me
sentara enfrente de la mesa y cogió un papel, saco un bolígrafo y me lo dio.
"Quisiera que firmaras este papel", dijo
mientras me lo daba, "Simplote reafirma lo que hemos hablado antes y me
das tu consentimiento para que actué en consecuencia, si no lo firmas, aquí
tengo otro papel donde hay tu finiquito y el despido"
Trato de concentrarse en leer la declaración, mirando de
no mirar a Pamela que tenía una expresión triunfante en su cara, él había
admitido muchas cosas, pensó, pero no todo era cierto, en la letra pequeña en
la parte inferior decía que acordaba tomar cualquier tipo de castigo por parte
de la Sra. Brown, mire a ambas mujeres, Pamela arrogantemente sonreía, me sentí
impulsado a firmar el documento, la Sra. Browm sonrió mientras cogía el papel.
"Eso está bien," sonrió, "Es tan tedioso
cuando los chicos lo niegan y solo
prolonga lo inevitable, creo que admitir la culpa es el primer paso para hacer
un progreso, ahora solo tenemos que decidir que hacer con usted, no lo he
disciplinado personalmente antes y lo tomare con consideración ese hecho, estas
calificado para un castigo de cuerpo completo porque esto es una gran ofensa,
¿Lo entiendes?", pregunto.
"SI, señora"
"¿Y sabes lo
que significa eso?" pregunto con una sonrisa
"Bueno, exactamente no", admití
"Entonces," dijo, "Creo que deberías estar
a atento a Pamela, ella responderá para ti, ¿Pamela, le puedes decir?"
"Encantada se lo diré," dijo dulcemente y cito
casi de memoria, "El castigo se simplifica con unos azotes u otros métodos
dolorosos efectuados sobre tu cuerpo," hizo una pausa y sonrió",
incluye golpes en los genitales, que son muy graciosos, pero no sabes lo que
eso significa realmente, significa que el pene está completamente erguido antes
de azotarlo con un pequeño látigo o fusta, y los testículos también son
castigados, con instrumento especiales, ¿Lo he dicho bien, señora Browm?"
"Prefecto querida", dijo riéndose, "Pero
lo principal es que lo entiendas, John, este castigo es totalmente discreto y
si sale de esta sala lo que haremos aquí nunca encontraras más trabajo en esta
ciudad, y yo decidiré cuando se ha terminado el castigo"
Se detuvo, estudiando mi reacción, y continuo, "O
debo decir hasta que decidamos las dos, ella no es solo mi asistente sino un
factor en tu caso, lo que pienso que sería bueno para ambos de compartir la
experiencia, una vez que decidamos lo que se tiene que hacer"
Pamela se levanto de su diván, y se movió hacia delante mía
para descansar sus exuberantes nalgas en el escritorio, cruzo sus piernas bien
formadas, su corta falda aun se acorto mas al sentarse, pensé que incluso se podían
ver sus bragas y sonriéndome me dijo, "Espero que no te importa que
participe en esto, porque tenía que explicar tu comportamiento a la señora
Brown, es mi deber." yo moví la cabeza negándome.
Se inclino hacia delante, mientras sentía que mi erección
iba a explotar dentro de mis pantalones mientras escuchaba lo que decía, cruzo
las manos en su regazo, su blusa parcialmente se desabrocho exponiendo sus
grandes tetas, ahora presionaba sus brazos hacia ellas, continuo, "Me
estás haciendo sentir incomoda con tu mirada, todo el día, sabes que esto es
una forma de acoso sexual"
El asintió con la cabeza, y ella suspiro mientras su
hendidura se elevaba y caía con su respiración.
La Señora Brown apoyo su mano en el muslo desnudo de
Pamela, acariciándola ligeramente "Tengo una idea para los dos, ¿Por qué
no dejo que el castigo lo decidas tu Pamela?, Después de todo te incumbe a ti,
decidirás si obtiene una corrección a medida o un castigo de cuerpo entero y lo
que necesite mas", haciendo una pausa con una sonrisa mientras me miraba,
"A menos que tengas alguna objeción, John…"
Enojado por la declaración, entendí correctamente el
termino, significaba que su objeción no iba a hacerle ningún bien de todos
modos probablemente perjudicara su historial a largo plazo, y objetar algo
probablemente irritaría a las dos, "Um, no, no me importa" dije.
Pamela sonrió presumiendo de su absoluto poder, separo
sus muslos un poco exponiendo su entrepierna, ahora podía ver lo corta de su
falda, "No estoy realmente segura" dijo suavemente, con su pequeña
lengua humedeciendo sus labios rojos, sus pechos sin brillo se movieron
mientras ella apretaba sus brazos juntamente, sus pezones visiblemente
turgentes, sacaba el material escarpado como mármoles, no quiero parecer
mezquino, pero supongo que debía ser firme.
La Sra. Brown le preguntó si había tomado una decisión,
Pamela asintió, mirándome directamente, "Si", dijo con un suspiro,
"Mi decisión es que se le aplique un castigo de cuerpo entero, lo siento
John, pero creo que debes ser castigado severamente por lo que has hecho,"
La Sra. Brown le dio las gracias y le toco un muslo, diciendo que estaba de
acuerdo, dándole un beso en su mejilla.
Ella recogió su portapapeles y comprobó la lista de
castigos, y Pamela le pregunto, "¿Tienes más castigos que se le puedan
hacer, querida?"
Pamela asintió con la cabeza, medio sonriente, mientras
su lengua lamia el labio superior.
"Oh, sí, quiero pegarle sus genitales yo
misma!", Mi boca se abrió del shock mientras la señora Brown reía
suavemente en aprobación.
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