Este blog está destinado a todas las Sissys de habla español para que puedan expresarse y contactar con tod@s
sábado, 29 de enero de 2022
Un hombre se impacienta con su mujer cuando va de compras capitulo 3
Ambos nos sentamos en el sofá
de cuero, Martia y Malvina hablaban, reían de vez en cuando con un aire de
complicidad, en cada uno de sus movimientos se extendía el látex chillando en
el cuero, y parecían estar bastante tranquilas y relajadas.
En cuanto a la realidad ya
me veo con una voz un poco mas aguda y con una tez más viva que comienza a
excitarme, el traje ajustado me acaricia en cada movimiento, los cuerpos
comienzan a calentarse dentro del látex mediante el desarrollo de perfumes
discretos pero insistentes… y probamente los juegos empezaran a pensar por
ellas y para mí, no todos los elaborados ingredientes hacer que me ponga más
nervioso.
Estoy a su disposición, de
pie delante de ellas, que me parece que me ignoran, me quedo prácticamente inmóvil
tanto como sea posible con estos zapatos de tacón alto que intento mantenerme
en equilibrio, incluso inactivamente, me siento apretado por este equipo que me
obliga a controlar mi respiración.
Con cada respiración, siento
que el látex me aprieta el pecho y este material que era frio a partir de ahora
me mantiene muy caliente, debo decir que cada centímetro de mi piel está
cubierta y se moldea, Martia y Malvina me dicen que quien tomar alguna copa, así
que me envían al otro extremo de la habitación a buscarlas.
Ella me dice que si me tiene
que salir bien el servicio con toda la técnica en conjunto y con un correcto
estilo, con los veinte centímetros de tacón miro si lo puedo hacer, el otro
extremo de la habitación parece ser todo un mundo para recorrer, no me atrevo a
tratar de caminar mas rápido o hacer mas progresos, es peor, tengo miedo a caer
y por lo menos a hacer un enfoque ridículo, soy demasiado torpe y demasiado
forzado.
Sé que estoy estrechamente
seguido por ellas y miro de no cometer nada extraño, ellas seguramente
encontraran bastantes razones para castigarme y también me gustaría
satisfacerlas, así que miro de tranquilizarme y hacerlo mejor.
Finalmente llego al otro
extremo donde están la bebidas, cojo un poco de oporto y lo pongo en unos vasos
de cristal, lo coloco todo en una pequeña bandeja de plata y regreso al sofá,
que aun es mas peligros que la ida, tengo cuidado con la bandeja, voy poco a
poco, al final me doy cuenta que es mas fácil si no miro mis pies, finalmente
llego a ellas, aliviado de que las bebidas están intactas y no me he caído.
Malvina me señala que ella
quiere el Oporto con hielo
"Te recuerdo que estas
aquí para servirnos en todo y no tienes que pasar por alto nada, puedes
encontrar hielo en la cocina y te advierto que no tiene que pasar horas en irlo
a buscar, mejor aprende a obedecer más rápidamente"
Me voy con mi bandeja a la
cocina intentando acelerar mi progreso, eso tiene un aire de diversión.
"Venga cariño, que
tienes miedo a perder algún tren o tienes alguna cita urgente?"
"Eso o que has robado
alguna cosa en la ciudad?
Deje la habitación, seguí un
pasillo que parecía no tener fin y al fin logre llegar a la cocina, mientras
caminaba intente mejorar la técnica de caminar con esos tacones.
Cualquiera que sea la altura
de los tacones siempre la punta del pie tiene que tocar primero el suelo, no es
solo que sea elegante sino que además evita deslizamientos estúpidos cuando
pisas algo distinto de una alfombra.
Cuando los tacones son tan
altos como lo que ahora llevo, se estira mucho las piernas, pero se suaviza con
un poco de perseverancia, y sé que si solo falta la perseverancia otros tienen más
que suficiente que yo, entre tanto me apoyo en la nevera para recuperar el
aliento y el equilibrio, la abro para coger hielo.
Cuando me agacho para coger
el hielo, siento como el vestido se opone a mis movimientos, pongo el hielo en
un vaso y reanudo el camino hacia la sala de estar.
El pasillo se hace lago con
mi marcha lenta, me pegunto si va a quedar hielo cuando llegue a mi destino,
especialmente en lo que moldea el látex, me estoy poniendo caliente y tengo la
impresión de que estoy caldeando el ambiente.
Por otra parte, por culpa
del hielo, el nivel de liquido en los vasos aumenta y tengo que aplicarme aun
mas para evitar derrames, en un primer momento va bastante bien, lo que
demuestra que con buena voluntad y unos buenos maestros que saben cómo motivar
a que… pero rápidamente, tengo más problemas para mantener la concentración.
De hecho, mis piernas de
enfundadas en lates tiran de mi vestido en cada paso que doy y mi sexo comienza
a responderá a dicho estiramiento, trabajo duro para calmarme y tengo que reducir
la velocidad acortando mis pasos para detener mi emoción, cuando finalmente
llego delante de las damas, fácilmente adivinan el estado en que me encuentro
con solo escuchar mi respiración.
De todos modos, este
ajustado látex no termina de ocultar gran parte de mi erección, incluso lo frustra
a medias, además, por supuesto, unas gotas de Oporto están vertidas en el plato
y he tardado mucho más tiempo de lo que quería.
"¿Crees que es una
aceptable forma para presentarte delante de nosotras?, con esa respiración, y además
no siendo capaz de servir adecuadamente las bebidas, la bandeja es repugnante,
me vas a volver a empezar y presentarte lo más rápidamente posible ante
nosotras, con la vestimenta adecuada, y las bebidas correctamente servidas y
sin estar tan excitado, o tendrás que rendirme cuentas y asumir el castigo, así
que ten cuidado!"
Ella me mira imitando reía y
comienza a sonreír, pero su sonrisa me hace pensar con la expresión de un gato
cuando mira un ratón.
"No sé si es la forma
correcta de darme la lección, siento que te pueda excitar cuando te hablo así y
no estoy segura de que alienta a que tengas cuidado, pero en tu lugar piénsalo
dos veces, los castigos más sutiles pueden ser difíciles de soportar y tengo
mucha imaginación, créeme."
"Esta vez pon un poco
mas de atención, el servicio es bueno y finalmente a llegado de una pieza, pero
le falta un poco mas de profesionalidad, esta vez traer una botella de champan
con tres copas, quiero que te tomes una copa con nosotras, también eres un
invitado, y tienes derecho, vamos muéstrame que eres un buen Sissy Maid y que
sabes hacerlo", me dice Martia.
Me voy a buscar el Champan y
las tres copas, una vez que lo tengo todo preparado vuelvo a la sala de estar,
lo pongo todo sobre la mesa que está a un lado del sofá y abro la botella, lo
vierto en las copas, miro a Martia para ver que lo aprueba.
"Empiezas a valerte sabientemente
bien, a medida que avanzas tu estilo y tu enfoque, vamos a ponértelo un poco
mas difícil para ti, con el fin de que mejores, pero francamente, no eres malo
y me pregunto si no tienes practica usando este tipo de vestimenta y zapatos.
Al decir esto Malvina sonríe
y añade.
"En cuanto a mí, creía
que todos los hombres aprenden a llevar ropa femenina naturalmente y tacones
altos, a las mujeres se le han impuesto y se les pide que vayan con ellos, creo
que ahora sería el turno de que los hombres sepan lo que es este tipo de ropa y
calzado, son muy bonitas, y te veo bien pero creo que debes mejorar y te vamos
a ayudar en ello"
Nos fuimos los tres a una habitación
y Martia selecciono dos accesorios del armario, me que me pusiera en primer
lugar, una cadena que ataba los tobillos, de esta colgaba dos correas de cuero
con hebillas que se cerraban, la cadena era ajustable en longitud y Martia dejo
aproximadamente unos veinte centímetro, creyendo que esto era lo que más me convenía
a mí para dar un enfoque más femenino, ella entonces me ato alrededor de la
cintura un cinturón ancho de cuero, ato fuertemente después de que me ordenara
que cogiera aire.
"Esto te ira mejor para
tu figura, pero aun no hemos terminado"
En los laterales unidos al
ese cinturón había unos mosquetones con dos brazaletes de cuero, los abrió y
los cerro cada uno en mi brazo por encima del codo, y cerrándolos con un
candado, cuando hubo terminado, mis brazos se mantenían hasta el codo por mi
pecho y solo mis antebrazos conservaban la libertad, que limitaba seriamente mi libertad, aunque Martia dejo un
rato, era imposible de quitármelo todo o incluso de libérame de las cadenas de
los tobillos, cada vez estaña mas a su merced y parecía un juegue en sus manos.
"Bueno, de todas formas
te queda suficiente libertad más de lo que esperaba para ti, pero la contra,
empiezas a estar muy atractiva y pareces una dama presentable, lo suficiente
para ir al salón, venga anda que te seguimos"
Deje la habitación y cuando
di los primeros pasos note como la cadena limitaba mi capacidad de caminar,
pero ahora entendía que debía ajustar cuidadosamente la longitud de los pasos,
cuando lo hice la cosa comenzó a mejorar.
"No está mal,
finalmente dijo Martia detrás de mí, creo que vamos a estar aquí un tiempo para
hacerle llevar tacones altos, ¿Qué opinas Malvina?"
"Lo está haciendo bien,
pero creo que si queremos que funcione perfectamente con los clásicos tacones
altos, será necesarios que lo entrenemos mas con unos zapatos más altos que
estos, obviamente tiene talento y sería una pena no poder cultivar ese
talento"
Después de hacerme dar unas
cuantas vueltas por las habitación, se sentaron las dos y me pidieron que les
sirviera, con los codos firmemente atados la operación era más difícil y tenía
que considerar bajar lo suficiente, cosa que el uniforme tampoco me ayudaba a
dejarme doblar demasiado, obviamente ellas no tenían ninguna intención de
facilitarme las cosas y como me temía el vaso de Martia se derramaron alguna
gotas, lo que por supuesto , no tardo mucho en gritarme.
"Pero!, ¿Qué crees que estás
haciendo?, no estamos en una tasca!"
Como no reacciono con la
suficiente rapidez a su gusto y empiezo a balbucear con excusas que siguieron
"Esto no es para
disculparte, sino para ponerte de rodillas inmediatamente y limpiarlo todo rápidamente!"
De alguna manera me sentía
avergonzado, me puse a sus pies inmediatamente sintiéndome un poco tonto
tratando de limpiar sus botas con mis manos enguantadas, limpiar las botas de
látex con un mismo material no es que sea muy eficaz.
"Idiota, es que no
saber hacer nada bien!, te lo tengo que explicar todo con detalle?, con la
lengua, lame las botas, criada y haz que brillen!"
Me encorve, cogí con mis
manos el pie de Martia y empecé a lamer el látex salpicado por champan, me
aplique, impulsado por sus ordenes y promesas de darme un duro castigo si no
todo queda como el oro, graduablemente subí hacia la rodilla y termine con las últimas
gotas, pensando en dejar mi trabajo por el momento, pero Martia, sonriente y mirándome
se inclina ligeramente con el vaso, vertiendo por su largo muslo, haciendo que
vaya hasta la parte inferior del zapato.
"¿Es esto lo que llamas
hacer un buen trabajo?, Perra, no lo has completado, hay por todas partes, así
que ahora esmérate y quiero sentir un poco mas de energía y entusiasmo en tus
lametones.
Parto de la parte inferior
de la bota y voy a lo largo del tallo, sin herirme en mis esfuerzos, limpio el látex
y acaricio su pierna de una pieza, siento que empieza a apreciar mi trabajo,
paso ahora por la parte superior del tallo de su muslo y inicia, por supuesto,
para guiar la cabeza entre sus muslos, me insta a subir hacia su sexo.
Ella extiende sus piernas
para que pueda pasar a su posición y me aprieta con ellas, estoy atrapado, no
tengo prácticamente ninguna libertad de movimiento, y sobre todo no hay oportunidad
de echarme atrás, también debo decir que no tengo ninguna intención en absoluto
por hacerlo, mientras me acaricia la cabeza con sus manos enfundadas en sus
guantes y con la capucha tan ceñida siento sus caricias aun mejor que si la
tuviera descubierta.
Comienzo a moverse con mi
lamidas, sus botas frotan mi vientre y la polla, no hay nada que me sostenga en
esa posición, ella coge su capa de látex y la pone encima de mí, me acaricia
sujetando la capa con las dos manos sobre la cabeza, es sofocante, a veces, no
me deja ni tomar aire lo mas mínimo, en todos los movimientos que hago es para
buscar fragmentos de aire entre gemidos de placer.
Ella me sostiene apretando
la boca que está pegada a su sexo, a pesar de mis gestos salvajes en todo lo
que hago mantenido en mi posición, mientras escucho el sonido del látex
permanentemente, con el tiempo los movimientos son mas sueltos y aprieta las
piernas para que no me mueva, lo hace con tanta fuerza que me empiezo a marear…
finalmente termino disfrutando también, siento que viene un chorro de semen que
se esparce por el látex dejándolo pegajoso y no puedo contener un grito de
placer incluso sabiendo que puedo ser castigado por eso.
sábado, 22 de enero de 2022
Un hombre se impacienta con su mujer cuando va de compras capitulo 2
Tan pronto como nos encontramos
en el apartamento, Martia se vuelve a Malvina y explica que si puedo asumir el
papel de criada por esta noche, así que no hay duda que no llevo una vestimenta
adecuada, Malvina está muy de acuerdo, ella tiene muchas razones para estar
feliz con las opciones que le ha dado Martia, añade que también no hay que
dudar en hacer que me ponga una vestimenta
más estricta que recuerde que necesito disciplina y que debo obedecer, así que
me ordenan que las siga.
Martia abre un armario lleno de
ropa de todos los materiales posibles, a medida que me dan la espalda, no veo
que es lo que cogen para mí, pero por las risas creo que será algo difícil de
llevar, incluso en comparación de lo que llevo actualmente, me llevan al baño y
me hacen desnudarme, Martia se lleva las ropa para doblarla adecuadamente.
"No queremos que se arrugué,
es mejor mostrar cuidado si se quiere evitar un duro desgaste"
Malvina me da una caja de talco
y me aconseja que me lo ponga por todo el cuerpo, y que sea generoso con la
cantidad, obedezco sin saber qué utilidad tienen tanto talco, empiezo a
entenderlo cuando Martia me entrega la primera parte del equipo y trato de
entrar en esa prenda, son unos ajustados leotardos de látex negro, que se pegan
a mis piernas y me las tengo que arreglar para subirlas centímetro a centímetro.
Está claro que sin ese talco,
sería inútil, me moldean la parte superior de la cintura esos leotardos, el
látex con el contacto de mi cuerpo al principio es frio, cuando ya está todo
puesto es mucho mas cálido, el esfuerzo que he tenido que hacer para ponérmelo
me ha hecho sudar y tengo que limpiar los polvos de talco otra vez, luego me
traen un sujetado también de látex que lleva incorporado unos falsos pechos, el
tacto es suave y flexible, una vez mas es como una batalla ponérmelos.
Martia me advierte que tengo que
dejar el látex perfectamente alisado, y que no admitirá ningún pliegue, miro
que todo este perfecto y completamente adherido a mi piel, me llevo una supresa
cuando Maldiva esta de tras de mí, y me pone sin que me de cuenta una capucha
de látex, este accesorio también es muy apretado y mientras me lo pone unos
agujeros me caen delante de la boca, ojos y nariz, durante una segundo estoy
ciego y privado de aliento.
Por último, veo la última pieza
del equipo, es un vestido de látex de criada, las mangas son cortas y
abombadas, es largo hasta las rodillas, súper ajustado a mi cuerpo y equipado
por un delantal blanco, está hecho de un látex que francamente parece de grueso
y caminar con él francamente no es fácil.
Obviamente es de mal colocar en
mis piernas y realmente necesito apretar mucho para ponérmelo, una vez pasado
los brazos, Malvina cierra una cremallera que hay detrás de mí, queda una
holgura en la zona del pecho, por lo que ajusta el vestido gradualmente subiéndolo
hacia arriba.
Finalmente se cerró por completo
hasta que el collar que venía cerca del cuello, ese vestido era muy apretado y
hacia que me quedara muy recto, en realidad era más un instrumento de bondage
que ropa, finalmente y por supuesto se completaba el uniforme con unos zapatos
de tacón alto.
Este es el momento donde los
zapatos de charol una vez colocados me veo muy estilizado, Martia me toca la
parte interior de las piernas para que el látex quedara perfecto, una vez que
el látex esta todo es su sitio me siento mas cómodo, mejor que sea así ya que
creo que los voy a llevar bastante.
Al caminar por la sala me vienen
un montón de sentimientos contradictorios, los sonidos producidos por el
material cuando me muevo, mostrando como cada parte de mi cuerpo esta moldeado
en látex, el material no solo da algo de molestia, sino que también me
emociona, el hecho de sentir cada movimiento de él como me sostiene y limita mi
libertad, me recuerda con cada gesto que ahora soy un juguete para las dos
mujeres.
Al mismo tiempo estoy guardado
en una especie de capullo a presión que presiona con látex todo mi cuerpo y también
me acaricia permanentemente, no es de extrañar que al mismo tiempo que intimida
y me perturbar el uso de ese equipo.
Tanto la realización anterior
que había impuesto para mi Martia y Malvina me habían confundido con su
feminidad y su lado provocador, por lo que era interesante de llevar y hacerme
capaz de aceptar todas las ofertas.
"Ahora estas lo
suficientemente uniformado para que no puedas olvidar que estas a nuestro
servicio"
Martia me llevó de nuevo a la habitación
y me ordeno que me quedara en frente de un escritorio.
"Malvia, creo que no le
importa que haga elegido para tu primer equipo esto, por supuesto, que puedes
opinar sobre el tema, pero quiero que me dejes a mi elegirlo por ahora, ya que
creo que este será mejor para adaptarse a tu estilo. Cuando vea lo ocupado que estés,
y pueda confiar contigo, estoy segura que disfrutaremos mutuamente."
Así que me quedo de pie al lado
de Martia, mientras sacaba ropa de los armarios y de los estantes, no había rastro de zapatos ya que los
almacenaba en otro armario, finalmente me pidió que la ayudara a cambiarse, se
desnudo rápidamente y aunque estaba sonriendo, se podía notar mi nerviosismo.
No era de extrañar ya que la situación
no era desagradable, era un tanto interesante e inusual, Martia obviamente, le
gustaba el látex, ya que era la materia que había elegido para Malvina, aplique
polvos de talco en todo el traje para que fuera mas fácil ponerlo.
El catsuit se cerraba con una
cremallera en la parte posterior y terminaba con un collar, después se
complementaba con una larga falda, siempre de Látex, bajaba hasta los tobillos
y tenía un corte muy recto, pero era evidente que una vez cerrada era muy cómoda.
Por ahora y a petición suya, cerré
la cremallera solo en la parte hasta la parte superior de los muslos, porque lo
que se él ajustaba maravillosamente a sus nalgas y vientre, luego venían unos
largos guantes y una larga túnica con mangas anchas, para completarlo.
Martia se va a buscar unos
zapatos adecuados para Malvina, después de preguntarle su talla.
"Me parece que estas muy
hermosa con todo eso puesto querida"
"Pues yo creo que eres muy
impertinente, en lugar de aprovecharte de la ausencia de Martia para hablar
conmigo sin respeto, quiero que te pongas de rodillas delante de mis pies,
mientras me acabo de vestir, y quiero que la cabeza estaba baja en todo momento
si no quieres lamentarlo de inmediato, esta brecha en la disciplina ya
hablaremos del castigo que te mereces para corregir tu mala educación".
Martia entro en ese momento con
si no hubiera escuchado nada, pero creo que ella había seguido lejanamente la reflexión
de Malvina y tenía muchas razones para estar satisfecha, me dio los zapatos que
traía y que eran unas maravillas, eran unas botas de cuero de color rojo
brillante que llegaban hasta las rodillas y se cerraban con una cremallera.
Tenían unos tacones muy altos,
pero lo compensaban con una suela muy gruesa, Malvina se elevaba mas que yo,
los zapatos le daban una gracia femenina, se puso una bata de baño y la cerró
con un cinturón, cuando se movía un susurro suave de látex le acompañaba.
"Quédate de rodillas hasta
que yo te autorice a levantarte, pero nada impide que me puedas mirar… y mucho
menos admirarme"
Ella me mira, lentamente gira
sobre sí misma y poco a poco se acerca a mí, termina estando tan cerca de mí
que su vientre moldeado de látex entra en contacto con mi cara enmascarada, es
sensual, pone sus manos detrás de mi cabeza y frota mi rostro contra ella,
acariciando mi cuello, ella sabe que este gesto me encanta.
Con la cabeza enterrada en los
pliegues de su vestido de Látex, tenía problemas para respirar, pero esa dulce
asfixia añadido a la presión de sus manos comenzaban a excitarme y comencé a acariciar
su piernas, tan pronto como la toque, reacciono con unas palmadas en mis manos.
"¿Quién te ha dado permiso,
para tocarme?"
Ahora viene Martia que quiere
que le ayude a vestirse, también es un equipo de látex, muy parecido al de
Malvina, muy ajustado, también pasa por debajo de la barbilla, pro este además
tiene la mangas cortas, cuenta con tres pequeñas aberturas que dejan más libres
la punta de sus pechos y del sexo.
Martia quiere mantener toda su
libertad y me muestra que podemos amarla con el uso de esa ropa en todas las circunstancias
y sin prohibir cualquier improvisación erótica… y finalmente, como ser
desnudada, entonces pongo sus bellos guantes de látex negro que llegan hasta lo
alto de sus brazos uniendo las mangas del vestido.
Aprieto totalmente el vestido y
todo con mucho esfuerzo y con cuidado de no dejar ninguna arruga, no hace falta
decir que Martina no le gustan los fallos, entonces le pongo un corsé negro,
muy ajustado y se lo ato, por delante estoy de pie ante ella, poco a poco y con
cuidado apretando los cordones, mientras ella se burla de mi suavemente.
"Así, criada, te gusta
ponerme el corsé?"
Dado que no contesto, y tampoco
tengo interés en hacerlo, insiste, acariciando mis caderas y intencionadamente
rozando mi sexo con sus guantes de látex.
"Te queda muy bien este
equipo de látex, pero siento que también me gustaría unirme, notas como mi respiración
se acelera que parece que comience a volar y va creciendo mas y mas, sin dejar
de acariciarte, con la palma de la mano, las manos se deslizan sobre tu traje
mientras el material cruje y hace más ruido cuando se detiene, haciendo hincapié
en el lugar donde esta mi mano. ¿Te gustaría verme con una larga polla de látex
entre las piernas y tú con las brazos atados pidiendo que te liberara?, te lo
imaginas? atado y amordazado en el suelo, con una combinación de látex, pasando
en vano un intento de liberarte mientras te retuerces, el movimiento
innecesario en tu prisión de caucho daría como resultado una excitación que bombearía
tus ultimas energías"
A medida que continuaba atando
el corsé ella todavía insistía
"Harías eso por mi?, bueno
en principio no la idea por ahora, pero perra, ahora te vas a poner de rodillas
mientras te pongo un pie encima, veo que estas empezando a entender quien manda
aquí, pero no te relajes, se que tienes que hacer más que obedecer, incluso si
las cosa que te digo te excitan y debes ser cuidadoso con el látex que
llevas"
Voy subiendo por la parte
superior de sus muslos y me quedo cerca del corsé, ahora somos tres en esa
pequeña sala de estar completamente vestidos de látex y nuestro movimiento,
nuestros calores liberados en el aire, los aromas característicos de aquel
material ya empiezan a asociarse con situaciones particularmente interesantes.
Martia me pregunta por preguntar
sobre como están sus hombros sobre la capa de látex, si quedan muy largos, como
queda la franja roja que contrasta con su color negro y el cuello, ese cuello
se cierra por dos correas y hay un cierre en su hombros, luego se sienta el
borde de la cama y me ordena que le ponga las botas, unas hermosas botas de
color rojo con una impresionantes tacones y una suela delgada.
Comienzo aplicando polvos de
talco en sus pies para conseguir que entren bien estas hermosas botas y
requiere un gran esfuerzo por mi parte, las medias de látex le molestan cuando
se resbala el pie, luego cuando ya están puestas subo las cremalleras en ambas
piernas, hasta que finalmente alcanzo el final dejando unas hermosas piernas
cerradas en esas botas, no está mal, pero todavía se tienen que ajustar un poco
mejor y se debe darle brillo.
Me entrega un aerosol y un paño
de algodón, después de manjar las botas de látex para eliminar cualquier arruga
que puedan tener, comienzo a sentirme realmente caliente dentro de mi vestido y
bastante sudado, veo a Martia que también le pasa lo mismo.
Comienzo a frotar suavemente la
parte inferior del muslo con el paño, con ese producto queda todo pulido, lo
deslizo lentamente y da una excelente tono brillante al látex, mejorando su
color y dándole un toque más suave, poco a poco subo por la rodilla delante de
ella, vuelvo a lo largo de sus piernas haciendo un trabajo cuidadoso.
Cuando llego a la parte superior
de los muslos, me pongo sobre ella, una de sus rodillas me aprisiona el pecho,
a medida que continua suavemente puliendo el eje su muslo, siento que le gusta
acariciarme con la punta de su bota, se ríe cuando ve que se me acelera la respiración.
"Continua tu trabajo y
hazlo todo correctamente, tienes que aprender a no dejar que te perturbe una
peque distracción, además, una vez que hayas terminado con las botas, no
olvides que tienes que hacer lo mismo con mis guantes y mi capa, también creo
que Malvina le molesta."
Así que voy terminando con
Martia cuidado de hacer que todo brille, la primera vez que veo el brillo de
sus botas al completo, me permite que admire sus piernas una vez que se ven
bien pero las puedo ver desnudas, le separo la falda justo para ver un poco de
su cuerpo y pulirlo, ni que decir que como apreciaría todos esos abrazos con su
traje brillante de látex, todas esas prendas son muy emocionantes de esa manera
y todavía mejor cuando se ve el relieve de las formas que las moldean.
Marita me pone la mano bajo la
barbilla y dice.
"Así, ahora te estas comportando
como una buena chica, me gustaría que tu equipo no fuera menos cuidado que el
nuestro, nosotros nos ocuparemos de ti, pero no creas que se están invirtiendo
los papeles"
Martia coge el tejido, pule mis
guantes y luego la parte trasera de mi equipo, en contraste con su tono de
autoridad, sus manos son suaves y delicadas en sus gestos, siempre muy
sensuales, a ella le encanta simplemente acariciar un cuerpo moldeado en látex,
a continuación, pasa detrás de mí y Malvina termina el trabajo, frota las
medias para obtener un brillo hermoso y se encarga de mi parte delantera.
Martia sigue detrás de mi
espalda y antes de que tuviera tiempo a reaccionar agarra mi brazo y lo pone
detrás de mí, me quedo inmóvil ella entonces me coge la cabeza y me la tria
atrás, consciente que tiene un gran tamaño, obviamente, acentuado por la altura
de sus tacones, Malvina sonríe y sigue puliendo el vestido, se divierte al
verme completamente inmóvil y reaccionando bajo sus caricias.
"bueno, entonces dijo
Martia, ahora sí que estás listo para el servicio"
sábado, 15 de enero de 2022
Un hombre entra en una tienda con su mujer.
Texto sacado de un blog tmbrl llamado Latex69, me ha gustado y lo he traducido para el disfrute de todo el mundo Latino para que lo puedan leer.
Compras
Hoy
Malvinas quiere irse de compras, llega el otoño y con el cambio de estación
quiere renovar su armario, le gusta comprarse vestidos elegantes a veces, y a
veces quieren que sean sexys, es el momento para mí para seguirla en sus
compras, incluso yendo a tiendas que no son mi pasión. Vamos a una de su
distrito favorito, hay cantidad de tiendas de diferentes estilos, de manera muy
general, Malvinas cuenta rápidamente de que la moda de este invierno no le
gusta tanto, ella ama los tacones altos y lo que solo ve es suelas gruesas y
materiales tales como colores, en lugar de retro, que no son en absoluto de su
agrado.
A
medida que nos acercábamos al final de la tarde, se empezó a impacientarse y
maldecir esa nueva moda, cuando finalmente vio un escaparate prometedor, aquí se
vendían zapatos del estilo de ella, entramos a echar un vistazo y pregunto si
se podía probar algunos, selecciono unos cuantos y unas cuantas faldas, la
vendedora le pregunto si quería seguir eligiendo, porque ya no quería coger a ningún
cliente mas, así que cerró la puerta y bajo la persiana, mas tarde, mientras yo
miraba el reloj, la vendedora me llama la atención, tomándome por el codo
mientras Maldiva me dirigiré una mirada
llena de reproche.
Un
poco decepcionada, ella pasa un traje de cuero negro con una falda tipo tubo y
encaje, un par de botas de charol negras con unos tacones altos, sin embargo,
lo más destacable no es su ritmo, son sus ojos que expresan su ira.
"Te
he dicho que vinieras para que me dieras tu opinión para este conjunto y no
oigo nada de ti, solo veo que miras tu reloj, ¿Te aburres?, creo que sea
parcialmente podrías poner un poco mas de atención, obviamente se que piensas
que siempre llevo pantalones vaqueros y camisetas, pero debes entender que una
mujer necesita más ropa para vestirse y prepararse."
Trato
de disculparme, pero supongo que esto aun le cabrea mas según parece.
"Ah,
¿Qué te lo imaginas? bien, pero si realmente me lo probase, verías que no es
tan simple y que no tendrías que mirar ese estúpido reloj.
En
ese momento, la vendedora interviene para apoyar a Malvinas, señalando que su
elegancia merece un poco mas de respeto y consideración de su marido, añadiendo
que en efecto, si lo que realmente sé lo que se siente al vestirse y
prepararse, debería manifestar menos impaciencia.
Además,
añade, si Malvinas quisiera poner inmediatamente en práctica esta lección a su marido,
es muy posible y se pueda contar con el apoyo activo del vendedor.
Apenas
se había calmado ya tenía una sonrisa malévola en su cara, Malvina me ordeno
que me desnudara y me dijo que tenía curiosidad de ver cuánto tiempo tardaría
en hacerme una mujer un poco aceptable, por encima de todo, no había duda que aceptaría
un traje sencillo y relajado, tenía que mostrar que podía pasar por una mujer
lo mas femenina posible.
Primero
me pusieron unas bragas y un sujetador de satén negros, las copas del sujetador
se rellenaron rápidamente con algunos papeles de unas cajas de embalar, bien
doblados para hacer una semblanza a unos pechos, y las bragas se buscaron unas
que fueran ajustadas y reforzadas para que hacer que mi pene se redujera lo más
posible, y no se notara.
Malvina
eligió un corsé de satén que con la ayuda de la vendedora, me lo pusieron, apretándolo
lo máximo que podían, aprovechaban cada respiración para tirar un poco mas de
los cordones, cuando se sintieron satisfechas de que mi cintura se había
reducido a lo máximo, lo ataron, en ese momento, me era imposible doblarme.
"Deberíamos
poder depilar las piernas, pero aquí no es un buen lugar para hacer esto"
Así
que encontraron una medias oscuras de color negro brillante y las enfundaron en
mis piernas, con unas ligas las sujetaron al corsé, dan un buen toque de la
manera que me molestan al igual me sorprenden, al ver mi cara ruborizada, sonríen,
ya que ambas entienden que ahora estaré un poco mas dócil, Malvina entonces me
pone una falda de cuero negro, larga y recta que no me agrada mucho, la
vendedora interviene diciendo que esta
falda es suficiente amplia y no restriñe al andar, por lo que parece bastante cómoda.
Ella
insiste en que, en su opinión yo soy un descarado que necesito una lección y
que no tengo necesidad de confort, solo disciplina, ella me encuentra otra
falda de cuero más gruesa y más restrictiva.
Me
deslizo dentro de ella, al principio la siento muy suave, y cómoda, las dos
mujeres me dicen que es perfecta y es inútil tratar de pensar otras historias.
Al
moverme me doy cuenta que las falda es mas rígida de lo que pensaba, hace que
sea complicado andar rápido o con grandes zancadas, complicando mi movimiento
de las piernas, que juntamente con mi torso atado por el corsé mis movimientos
sean limitados, otra cosa que hace el corsé es hacer que mi culo sea más
voluminoso de lo normal haciendo que el trasero de la falda este más completo.
Malvina
me mira críticamente, argumentando que podría pasar como cualquier mujer, ella
entonces me hace subirme a unos zapatos de tacón con los que caminar es una
gran dificultad, ella le pregunta a la vendedora si los tacones con menos tacón
no serian más apropiados, pero no está de acuerdo en absoluto.
"Y,
por que tienen que usar los hombres zapatos planos!, no, los hombres pueden
usar tacones altos como estos, pero no hay voluntad, está bien, posiblemente
estos no sean los adecuados para empezar, pero creo que detrás hay algunos que
le pueden ir mejor para empezar.
Ella
se va a la trastienda y vuelve con un par de zapatos de charol negros con unos
tacones de vértigo, lo único que parece ser que compensa un poco es que son de
plataforma única, pero todavía así me parecen excesivamente altos, me los pongo
en los pies en lo que parece ser mas una trampa que zapatos y ella me aprieta
cuidadosamente los cordones y las correas que se cierran por encima del
tobillo.
Absolutamente
convencido de que nunca podre caminar sobre eso, me levanto y me sorprendo que
me siento relativamente cómodo, las correas mantienen los tobillos firmemente
sujetos a los zapatos y no parecen que sean tan altos para mi, Malvina dice que
incluso podría llevar siempre zapatos con tacón alto, y ahora que lo pienso no
es tan mala idea.
"Camina
un poco, no te quedes ahí como un jarrón!"
Cuando
trato de dar un paso, no es exactamente lo mismo, inicialmente vacilo y soy
torpe, lo que les hace reír un rato, entiendo rápidamente que la falda limita más
de lo que pensaba y solo consigo dar pequeños pasitos de nada.
Una
vez que entiendo esto, camino despacio pero correctamente, la vendedora me
explica cómo debo pone el pie y me lo muestra, me corrige hasta que parece que
camine de forma natural y no torpe.
Soy
el primer sorprendido de con el poco rato que los llevo puestos me siento bien
y me gusta llevarlos.
"Se
ve que con un poco de entrenamiento podrás caminar con tacones de 18 centímetros,
los hombres se os ve muy guapos con tacones altos a veces estoy celosa, pero sé
cómo evitar que sean tan orgullosos. Obviamente, aun no se le ve mujer le falta
un toque"
"Esto
está empezando a tener forma, siéntate aquí que voy a darte un pequeño
toque"
La
vendedora, fue a buscar su kit de maquillaje de bolsillo y primero me pasa por
toda la cada una crema, después me pinta los labios mas rojos y hace que mis
mejillas tengan más color, luego rímel, para completar la vestimenta me hace
ponerme una blusa y unos guantes de cuero negro.
Es
para ocultar mis manos, me dijo, no son muy femeninas y así no se notaran
tanto, ahora estaba completo, me miraron sonrientemente y comentaron sobre mi
aspecto de mujer fatal, el progreso que tenía que hacer para comportarme de una
manera más natural me lo explicaron, la vendedora me dijo que me mirara en un
gran espejo que había al otro lado de la tienda.
Cruzo
la pequeña tienda, mis prendas de cuero se mueven ligeramente sonando en el
aire un ruido característico, me sorprende mi imagen, lo que veo me agrada
mucho más de lo que me podía imaginar, y además de la mirada provocativa y
sexy, me encanta la sensación dada por ese ceñido vestido, y ese sentimiento de
vulnerabilidad.
"Incluso
con nuestra ayuda, has tardado mucho tiempo en vestirte, y casi pierdo la
paciencia, espero que sigas avanzando con firmeza para hacerlo tú mismo sin
ayuda y mas rápidamente en el futuro, si no aprendes rápidamente y no has
perfeccionado el maquillaje, a continuación serás castigado seriamente,
Malvina, quiero que me mantengas informada de su progreso y de su aplicación, también
espero que me envíes cualquier negligencia o rebelión por su parte y ahora os daré
la cuenta de lo que vale todo".
No
entiendo esas palabras de la vendedora, ¿Qué quiere decir?, ¿Sabia alguna cosa
que yo no sé?, ¿No querrán que salga a la calle así vestido?, ¿Qué está pasando
aquí?, estoy un poco aturdido en muy poco tiempo, mi apariencia ha sido
cambiado de golpe, Malvina se aleja de mi con la vendedora, oigo como le dice
que si la podemos acompañar a su casa ya que no está lejos de la tienda y en el
apartamento de ella tomar alguna copa.
Malvina
paga la cuenta y empiezo a entender que no hay duda que no podre cambiarme de
ropa tendré que salir a la calle así vestido, al no encontrar mi adecuada
manera de acompañarlos la vendedora me acerca un impermeable de vinilo ajustado
a la cintura con un cinturón y un sombre que lleva un poco de velo ocultado mi
cara parcialmente, de esta manera incluso si no estoy seguro de que alguien
pueda ver quién soy, al menos tendré la seguridad de no ser identificado.
Salimos
a la calle, mi corazón late a toda velocidad, camino junto a las dos mujeres y
realmente siento que todo el mundo me mira, razono a mi mismo diciendo que después
de todo no es de extrañar que una mujer con esta falda y estos tacones camine
tan lentamente, y no necesariamente porque sea un hombre sino por sus
limitaciones es imposible andar mas rápido, tampoco el sombrero es de ayuda a
pasar desapercibido.
Algunas
mujeres que pasan por mi lado parecen sonreír como si supieran de verdad quien
soy y por lo que estoy pasado, no se pierden detalles de la situación, debo
decir que no me siento muy cómodo con todo el atuendo, más bien empiezo a sentirme
humillado, tengo la sensación de que todo el mundo se ha dado cuenta de quién
soy en verdad, además, la dependienta y Malvinas hablan alegremente y empiezan
a distanciarse, cosa que la verdad no es muy difícil, comienzo a preocuparme en
serio, porque no quiero encontrarme solo, con esto puesto, la falda me
obstaculiza, me esfuerzo para acelerar el paso, por suerte llegamos y me están
esperando en la puerta del edificio.
Entramos
en el vestíbulo y nos cruzamos con el conserje que se presenta y le da las
buenas noches a la dependienta diciéndole señorita Martia, ella me presenta
como Andrea y veo que me mira inmediatamente para ver quién es esa mujer que se
esconde detrás de ese sombrero, confirmando que nuestra anfitriona esta acostumbrada
a llevar a invitados a su casa, incluso se permite tocarme el culo mientras sonríen
Martia y Malvinas.
"Andrea
ya estás haciendo de las tuyas conquistando corazones?"
Los
tres se ríen, cosa que a mí no me hace ninguna gracia, nos dirigimos hacia el
ascensor, al igual que muchos edificios antiguos, es pequeño, lo que a menudo
es una desventaja pero también muy emocionante, con estas ropas apretadas, no
puedo oponerme al asalto de las dos mujeres que se aprovechan en el trayecto
para acariciarme mis partes, haciendo crujir todo, cuando llegamos a la puerta
del apartamento de la vendedora, no hace falta decir que estoy sin aliento.
Sin
embargo, mis sorpresas están lejos de terminar.