sábado, 4 de enero de 2020

Salir del armario del BDSM - Observaciones y emociones de un novato que sale a la comunidad del BDSM en público.


¿Que es lo que realmente te gusta, ser atado, estar indefenso y en las manos de otro? Otra pregunta más importante es lo que se siente al estar obligado indefenso por alguien que tiene experiencia, y sabe lo que está haciendo y lo que es el BDSM en realidad
Estas son preguntas a las que estoy empezando a obtener respuestas. Me puedes llamar novato cuando se trata de las cuestiones de mas adelante. Soy un sumiso BI, pero con el rol de chica. Mis primeras experiencias con la esclavitud llegaron a mis manos a una temprana edad de unos diez años. Para entonces yo fingía que estaba enfermo para no ir a la escuela y me vestía con la ropa de mi madre. Uno de esos días que estaba fingiendo, decidí probar algo diferente y me puse una vieja muleta entre mis tobillos y me la ate. Unas grandes emociones llegaron rápidamente. A medida que pasaron los años, fui descubriendo y experimentando  y por supuesto con etapas de gratificación sexual, me fui encontrándome a mí mismo, a veces fingía que era secuestrado o cualquier escena me inventaba. Lo máximo emocional que recibí de aquellos tiempos era pensar de cómo montar la próxima escena siendo atado y obligado a llevar una falda y tacones.
Mi primera vez que fui obligado por alguien me asusto más que ninguna otra cosa. En parte debido a que no era de mi elección (esa es otra historia), y en parte porque estaba ya estaba indefenso.
Como he crecido hasta tener la edad adulta he tenido un par de relaciones con lo que ahora solo puedo describir como amateurs con Dominas, Puedo decir que ahora, después de experimente de la mano de un profesional (con conocimientos). Mis experiencias variaron en reuniones privadas en el interior de una casa semi privada situada fuera de los límites de la ciudad, fui dominado y obligado a extender mis propios límites personales. Cada una de estas relaciones me trajo una gran cantidad de disfrute erótico, excitación y gratificación en apaciguar a este deseo que tenia dentro de mí, pero al final lo que realmente nunca cumplí fue esa necesidad que surgía dentro de mí de alguna manera.
Si, ha habido la excitación erótica sobre la posibilidad de ser descubierto, por ejemplo, cuando me llevaron a un parque de la ciudad en un viernes a la hora del almuerzo vestido como una niña de una escuela y tuve que representar que la Maestra que había llevado allí. O cuando yo tenía mis manos atadas detrás de la espalda, con un abola en mi boca y vestido con tacones, medias, ligas, corsé y sujetador y caminar a través de un amplio parking de un complejo industrial en el momento que salía la gente del trabajo. Estos fueron intentos de empujar mis limites, pero al mismo tiempo me causaron una gran cantidad de estrés, miedo, emoción y disfrute de manera extraña. A pesar de esas experiencias hicieron las cosas que menciono, todavía no se puede acercar a los sentimientos de euforia total que experimente en mi primera vez con una amante real.
Había algo mucho más que eso. Inicialmente pensé en la conversación yo estaba realmente muy a gusto y confiado con la señora. Los otros invitados de esa noche también era muy agradables y me hacían sentir cómodo y aceptado. Esta sensación de comodidad, creo que la señora lo reconoció fácilmente y sabía exactamente cuando mi guardia bajaba y como se suele decir, que el control de la situación está controlado.
Yo llevaba un collar, de él salía una corra que ataba mis manos y tobillos, en ese momento yo sé lo que se esperaba de mí sin que nadie me digiera una palabra. Me llevaron a una mesa, me ataron hasta el punto que no podía moverme otra cosa que mis dedos. La cosa es, que era la primera vez en mis 20 años de juegos de esclavitud que me sentía de verdad seguro. Aunque mi corazón y mente daban carreras repitiendo seguro, seguro. Con esta sensación de estar a salvo y en buenas manos me pareció que me abría a la experiencia de una manera que nunca había imaginado posiblemente... me encontraba respondiendo a la preguntas de la señora sin vacilación, en total honestidad y sin miedo a exponer algo de mí mismo, que yo no quería revelar nunca a nadie. Aunque estaba tranquilo encontré mi corazón acelerado, mi respiración entre cortada, las carreras de emoción me pensaba todavía aun así, era como si estuviera flotando. Con cada golpe de látigo de la señora en mi trasero era como una seducción. Su voz haciéndome preguntas profundamente personales con cada golpe era como si las puertas de mi alma se abrieran. Cada grieta de la piel a través de mi carne no era dolor si no placer por primera vez en mi vida. Si, el aguijón estaba allí, el salto con el contacto estaba allí y la previsión de cuando ocurriría la próxima grieta estaba allí, pero mi mente y mi alma parecía estar en diferentes zonas del planeta. Mi atención estaba en la voz de la señora, sus preguntas, amaban y cuidaban el tono en el que se me entregaba las preguntas me flexibilización mas profundamente en la euforia y después el sonido del látigo en el fondo.
Al final, cuando todo se quedo quieto, volví a la tierra y sentí cada terminación nerviosa de mi cuerpo un cosquilleo como si mi Ama me hubiera liberado de mis obligaciones, me di cuenta de una cosa importante, la voluntad, bien quizás dos. En primer lugar, toda la gente que había estado en algún momento en el pasado podían en modo alguno ponerse a modo de Master o Mistress después de esa noche. En segundo lugar, se que con cada fibra de mi alma me gustaría seguir trabajando duramente en los verdaderos miembros de la comunidad BDSM y aprender mas sobre mí mismo y en el que podría estar dirigida.
La próxima vez informare de mis continuos esfuerzos para mejorar lo que soy como sumiso y los esfuerzos que tengo que tomar para que esto suceda con mis preocupaciones con la familia y amigos descubriendo que hay mas sobre mí, y sobre mi otro lado siendo simplemente un chica.
Besos

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