viernes, 17 de enero de 2020

Parte 2: La transformación continua:


A veces es difícil para mi recordar cuando yo era un varón, antes de que regresar Rhonda... En aquellos días yo tenía el control de mi vida, mis cosas y mi cuerpo o al menos eso es lo que pensaba. Resulta que era el control y la responsabilidad que llevo todo el estrés de mi vida.
Hoy mi enfoque es mucho menos complejo. Con el favor de mi ama, hago lo que me ha instruido con la mejor capacidad mía. Es así de simple. Nunca se cuando me despierto por la mañana lo que podría pasar ese día. Rhonda se ha convertido en mi Dueña y señora, cada noche me dice lo que me tengo que poner al día siguiente. Tengo una rutina y siempre comienza de la misma manera. Me levanto, me ducho, me afeito, me maquillo y me visto como ella me ha dado las instrucciones.
Algunos días tiene reservado para mi formación y la instrucción en cuanto como se debe comportar una dama. Por lo general, en estos días me viste como una colegiala con falda a cuadros corta, blusa blanca y un conjunto de zapatitos de charol negros. He avanzado mucho en mis estudios. En estos días mi pelo suele llevar coletas y me siento muy normal a actuar como una adolescente porque en realidad eso es lo que soy.
Otros días hago las tareas del hogar como, cocinar, limpiar, lavar y planchar, etc. En estos días voy vestido como una doncella con mi uniforme de color rosa corto, bragas de volantes, delantal blanco, un montón de enaguas y zapatos de tacón alto. Me ocupo de que la vida de Rhonda sea lo más agradable posible y me ocupo de ella y de sus amigos o amigas como mejor les parezca.
Cuando mi ama se pone bastante cachonda, ella me viste como una puta lesbiana, usando y abusando de mi como mejor le parezca. En estos días me viste con medias, sostén y un grave corsé. Mis tacones los ata a mis pies y me maquillo exageradamente y me coloco una peluca de color estridente. Por lo general, mi falda suele ser corta y apretada o llevo un minúsculo vestido que apenas tapa mi pequeña polla que siempre esta enjaulada en el dispositivo de castidad.
Cuando he sido particularmente bueno, ella me da un día libre en la que puedo ir vestido con camisón de volantes y medias. En estos días me puedo relajar al sol, leer un libro, disfrutar de un masaje, estar sin el dispositivo de castidad o acurrucarme con ella como si fuéramos dos chicas en una fiesta de pijamas.
Cuando no cumplo sus expectativas, las cosas se ponen muy difíciles. Entonces me convierto en su esclavo, me viste de látex hasta que demuestre suficientemente a ella que puede confiar en mí para llevar a cabo mis deberes de una manera aceptable. En estos días comienza con las medias de látex y guantes de látex largos. Están atados con tirantes a un corsé muy apretado (tanto que me cuesta respirar). Antes de ponerme el corsé me pone un sujetador de látex con los pechos cortados. Esto, junto con el corsé empuja mis pechos hacia arriba y afuera. Mis pezones se han perforado con un amillo en cada uno. En cada anillo cuelga una pequeña campana de plata que vibra. Abrocha el corsé a un arnés con las correas entre la entrepierna. Utiliza un plug inflable con control remoto en mi culo. El plug no se puede extraer una vez que ha sido inflado con el tamaño apropiado. En la parte delantera de la silla hay un agujero a través del cual queda lo poco que me queda de hombre colgando expuesto a los tormentos que mi ama crea conveniente.
Mis oídos están tapados con pequeños tapones, lo que hace que no pueda oír nada. Mi cabeza está tapada con una capucha de látex delgada, con agujeros en la boca y en la nariz. Un collar rígido que está bloqueado alrededor de mi cuello me impide bajar la cabeza o girarla de lado a lado. Unas botas altas hasta el muslo con un tacón de más de 6 pulgadas, hacen que mis rodillas tampoco las pueda doblar, manteniendo mis pantorrillas apretadas y forzando mas mi pecho saliendo más hacia fuera. La tensión en esta postura es extrema. Sobre todo si tira un vestido de látex muy ajustado de mangas largas y cuello alto. El culo y los pechos se cortan del vestido dejándolos expuestos. El vestido es largo hasta los tobillos impidiendo tomar medidas de cualquier longitud. Antes de pasar vestirme en el vestido, ella me ha puesto muñequeras y en las botas unas tobilleras todas ellas con candados para bloquearlos como se le antoje, un cinturón ancho esta alrededor de mi cintura estrangulada por el corsé. Unas cortas cadenas tienen mis muñecas atadas a la cintura a cada lado y se juntan con los tobillos.
La pieza final es un gaga en forma de pene inflable que lo introduce en la boca y lo infla llenado la boca por todos sitios. Esto se abrocha en el lugar y una peluca con una cola de caballo larga en la parte trasera la coloca en la cabeza. Esa peluca es como un casco pesado que me permite ver solo un pequeño espacio justo en frente de mi. La cola de caballo se balancea en la parte superior del casco.
"Ahora puta, limpia!". Me die ella mientras con un látigo azota mi culo expuesto. Las pinzas de los pezones comienzan a vibrar. El sudor empieza a rodar por mi cuerpo en fundado dentro de ese vestido de látex implacablemente. Los tacones altos hacen que me tambalee alrededor de la casa mientras paso la aspiradora y quito el polvo. Temo caerme y que después no me pueda levantar. Mi cuerpo se mantiene absolutamente erguido y solo puedo ver lo que hay delante de mí mismo. "¿Te acuerdas por que estas en esta situación?" Me grita mientras me azota con un látigo. Así puede seguir durante todo el día hasta que ella se haya satisfecho su venganza contra mí por la infracción. Es un fuerte contraste de mis días de descanso. Una pequeña cremallera en la parte delantera del vestido le permite comprobar si su juguete se despierta con toda esta estimulación erótica. El mundo se vuelve insoportable si su esclavo no puede mantener el control de si mismo durante esta terrible experiencia.
Creo que después de todos estos meses he encontrado por fin paz en mi nueva vida. Haz lo que te dicen. Pide por favor a mi ama. Esperas un poco y vendrán muchas recompensas. Esta es ahora mi nueva vida y humildemente la agradezco cada día.

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