sábado, 1 de marzo de 2025

Cuidado con lo que dices

 

Érase una vez un sissy demasiado ansioso, este chico sissy amaba a su Mistress tanto que trato de anticipar todos sus caprichos antes de que necesitara pronunciar las palabras, un día, el chico afeminado estaba pasando la aspiradora quitando el polvo y limpiando en general, mientras se lamentaba abiertamente de cómo su patética polla era tan excesivamente grande que se interponía en su camino, como se asomaba entre sus bragas y se enredaba en el elástico, ella se rio diciendo que a la mayoría de los hombres les encantaría tener su situación, decía esto todo el tiempo sin saber que su ama había instalado una pequeña cámara y podía escuchar y verlo todo, no hace falta decir que mas tarde ese mismo día ella recibiría un buen regalo y castigo.

 

La señora llego a casa y paso rápidamente junto a su sissy hasta el dormitorio y cerro la puerta, el sissy estaba ocupado preparándole un trago y esperando su glorioso regreso a la sala de estar, paso un rato que pareció una eternidad, se puso ansioso y llamo a la puerta del dormitorio, un resonante “Fuera “ se hizo resonar en el pasillo, él volvió corriendo a la sala de estar y se sentó en el suelo, con la cabeza gacha, el sissy estaba casi dormido cuando la puerta del dormitorio se abrió y lo sobresalto, se levanto y espero a su ama, la mistress se sentó en el sofá y el sissy le quito los zapatos, comenzó a masajear los pies mientras ella bebida, la mistress tenia una mirada severa en su rostro, eso en si mismo no era una buena señal, así que comenzó a preocuparse.

 

Allí esta la mistres fría como una piedra y en silencio, el pobre sissy espero el castigo que sabía que venía por algo que había hecho mal, la Mistress siguió con su rutina general y el sissy hizo todo lo posible para mantenerse al día, se había ido a la cama esa noche con malestar estomacal y una sensación de pavor, si tan solo supiera lo malo que sería… esa noche el sissy le inundo varias pesadillas que hizo que se despertara varias veces, termino sin poder conciliar el sueño, así que decidió tomarse algunas pastillas para dormir, después de un tiempo se quedo dormido, a la mañana siguiente la alarma no lo despertó fácilmente, quería presionar el botón de repetición, pero sabía que mejor era levantarse.

 

El sissy se levanto de la cama, se vistió y fue a la cocina a preparar el desayuno de la mistress, ella salió de su habitación, se sentó y comenzó a leer el periódico justo cuando el sissy se sentaba mimosamente cerca de ella, justo cuando se levanto la mistress capto su mirada, la miro con una mirada malvada y caprichosa, él fue rápidamente a la habitación para pasar la aspiradora y enderezar la cama, se estaba empezando a preocupar seriamente, parecía que su Mistress disfrutara con esta tortura silenciosa, termino en el dormitorio y volvió a la cocina para lavar los platos.

 

La Mistress se levanto de la mesa y fue al dormitorio a vestirse como era su rutina habitual para un sábado por la mañana, el sissy se puso a limpiar los platos y la cocina tratando de no dejar que las cosas le preocuparan, pero era difícil… con su polla que se estaba poniendo dura, lo cual era algo muy malo, la mistress salió del dormitorio, se detuvo en la puerta de la cocina, se le acerco y puso sus manos debajo del traje de sirvienta, sintió el bulto que empezaba a crecer, hizo una mueca, luego le dijo que se preparara que hoy lo acompañaría.

 

Él se fue al baño y se preparó, luego salió de la casa y subió al coche de la Mistress como de costumbre, se sentó en la parte de atrás ya que nunca se le permite conducir el coche de la mistress, esto puede parecer extraño para algunos pero es como la Mistress deseaba que fuese, se sentó en silencio en la parte de atrás y miro por la venta mientras la gente y los perros parecían pasar zumbando en una neblina rápida, no tardo mucho en llegar a su destino o eso le pareció a él, salió y dejo que saliera el sissy por la puerta trasera que estaba bloqueada con un seguro de niños.

 

Él miro el lugar al que acaban de llegar, un estudio donde se hacían tatuajes y piercings, de repente se asustó, la Mistress lo empujo con fuerza hacia la puerta y entro, ella le pidió a la persona del escritorio que hablara con Matt, un hombre de aspecto salvaje salió a la recepción, tenia muchos tatuajes y piercings, el sissy se pregunto que tenia en mente su Mistress, a decir verdad quería irse a casa y olvidar lo que fuera pero sabía que no tenía más remedio que quedarse.

 

La mistress le dijo al sissy que fuera a sentarse, continuo hablando con el chico, él se rio y le dijo que lo acompañara, el sissy se levantó rápidamente y corrió detrás de la mistress a una habitación cercana, le dijeron al sissy que se sentara en la mesa, cosa que hizo, la mistress se inclinó y comenzó a poner los tobillos en unos bloqueos que había cerca de la mesa, también cerro las manos sobre su cabeza.

 

Con unas correas de cuero le sujetaron las piernas para que no las pudiese mover ni una sola pulgada, el pobre sissy comenzó a preocuparse más y más, saltaron lágrimas de sus ojos, la mistress vio estoy y sonrió asegurándole que todo estaría bien, de alguna manera él no tuvo la sensación de que todo estaba verdaderamente bien.

 

Después de un rato, Matt volvió a la habitación con una mascara quirúrgica y tirando de una bandeja detrás de él, el sissy se esforzó para ver que había en ese carrito pero no pudo, supuso que era para hacer un tatuaje o un piercing, ninguno de los cuales él realmente quería.

 

Matt le mostro a la Mistress un gráfico de algún tipo, ella señalo dos cosas en él, cosa que tatuador le dijo que no le tomaría menos de media hora hacer ambas cosas, la mistress sonrió y miro al sissy cuyo rostro se estaba poniendo rojo, ella le levanto el vestido y luego corto sus bragas con unas tijeras, el sissy se puso de color rojo cuando su patética polla quedo a la vista de Matt.

 

Se puso un par de guantes de látex, y le dijo al sissy lo que iba a pasar, él gimió como un cachorro despreciado, la mistress acaricio su pelo mientras Matt agarraba una aguja y un piercing…. Un ligero ardor, luego una punzada y aparentemente todo había terminado…. Pero aun no, eso solo fue uno de los que dijo Matt, un minuto después, la mistress volvió a acariciar el pelo del sissy mientras Matt agarraba otra aguja y un piercing, mas escozor y dolor, por fin estaba hecho, al menos por ahora de todos modos.

 

Matt dijo que esperara unas 8 semanas para sanar, entonces sería útil, él se preguntó que le habían hecho exactamente, de camino a casa le resulto muy difícil quedarse quieto en el coche, le dolía y tenia miedo de decir algo, una vez en casa la Mistress le dijo al sissy lo que acaba de hacerle, ella también le el porqué, le explico que era un piercing de castidad para ayudarla a controlar su diminuta polla una vez que se curara un pequeño candado uniría los dos aros y no tendría que preocuparse de que se le escapara de las bragas nunca más, también la mistress dijo que esto era solo una parte de su castigo por pensar que su polla era tan grande.

 

Hasta ese momento el sissy no tenia ni idea de por que estaba siendo castigado luego volvió la mistress y le mostro el video, se sintió terrible, fue enviado a su habitación para acostarse temprano y reflexionar sobre sus acciones, solo podía esperar que el resto de su castigo no fuese tan malo como este, mientras se dormía lentamente oyó como sus mistress estaba al teléfono riéndose.

No hay comentarios:

Publicar un comentario