Robin se levantó a las 5 porque polla estaba
palpitando en su jaula, salió de la habitación en silencio para prepararse para
el día, entro en el baño de visitas y se sentó para orinar, se ducho y se aseguró
de que su cuerpo estuviera completamente depilado debajo de las cejas, aunque
entre el afeitado y la cera caliente, las ceremonias depilatorias que Sandra le
había hecho usar a lo largo de los años por lo general estaba complemente
suave, incluso entonces solo tenía que pasar una maquililla de afeitar
eléctrica sobre sus pelotas una vez al mes para eliminar la pelusa, se cepillo
los diente y fue a la cocina para preparar el desayuno.
A las 6:59 en punto se fue hasta el dormitorio
vestido con su jaula de castidad, bragas, el collarín y del delantal de
sirvienta, lamio suavemente ellos pies de su esposa y luego le dio besitos en
los muslos.
Cuando ella abrió los ojos, se estiro y dijo
“Oh, Richard”, abrió las piernas, él sabía lo que quería que hiciera, lamio suavemente
su clítoris y luego movió su lengua a los labios de su coño, olía a sexo, puso
toda su boca alrededor de él y chupo los labios, luego metió su lengua
profundamente dentro de ella, la dejo allí unos segundos y volvió a centrar
toda su atención en su clítoris, lamio y lamio, podía sentir su respiración acelerándose
entre jadeos mas y mas cortos, mas y mas rápidos, aunque no podía verlo sabia
que sus pechos estaban agitados y sus pezones estaban erectos.
Ella tuvo un orgasmo tremendo, se corrió y apretó
las piernas alrededor de la espalda de Richard presionando su cara con fuerza
contra ella, lo sostuvo allí y movió sus caderas apretando su coño contra su
cara, él permaneció en esa posición hasta que sintió que las piernas de ella se
aflojaban y se deslizaban por su espalda para liberarlo y luego retrocedía una
pulgada para recuperar el aliento.
“Oh, Richard” gimió Sandra “Ha sido excelente”
A lo que él contestó, “Gracias señora, y buenos
días, señora ¿Le preparo el desayuno ahora?”
Ella movió lentamente sus caderas sobre las
sabanas en un movimiento circular “No”, contestó, “Creo que me gustaría primero
un baño”.
Richard sabia que debía hacer, “Lo preparare
todo, señora” y lentamente se levanto de la cama para no molestar a su esposa
“Quiero un champú esta mañana”, dijo con los
ojos cerrados, “Y como regalo puedes depilarme las piernas”
Él fue rápidamente a la habitación de invitados
y se quito toda la ropa, sabía lo que implicaría la ceremonia del baño de
Sandra, luego entro en su baño para prepararse, abrió el agua para llenar la
bañera de mármol y agrego un poco de aceite perfumado en el agua, puso una
toallita, una barra de jabón y una pequeña
esponja vegetal en el borde de la bañera, junto con una botella de champú
se aseguro de tener su bata de felpa en la parte posterior de la puerta y la
cantidad necesaria de toallas, abrió un armario y saco una maquina de afeitar,
una brocha de afeitar y una pastilla de jabón. Coloco el cepillo de dientes de
Sandra una cantidad generosa de pasta en él y vertió en un pequeño baso un poco
de enjuague bucal, cuando estuvo todo listo volvió a entrar al dormitorio y se
arrodillo al lado de la cama.
“¿Esta lista la señora?” pregunto.
Abrió los ojos y paso las piernas por el borde
de la cama, él se puso de pie, ella le ofreció su mano derecha, se inclino y lo
beso suavemente, le ayudo a levantarse y ella camino desnuda hacia el baño.
Se cepillo los dientes, se enjuago con el
enjuague bucal y lo escupió en el fregadero, Richard volvió a ofrecer la mano y
la ayudo a meterse en la bañera, “Perfecto a la temperatura adecuada”, ronroneo
mientras se sumergía en el agua, “Eres el esposo perfecto y te voy a entrenar
para que seas mi doncella perfecta”
“Gracias, Señora” dijo Richard.
Él se sabia esta ceremonia de memoria, cuando
comenzaron su relación de dominación en serio, Sandra pensó que esta seria una
tarea que él debería aprender, le agrego pequeños matices pero al tercer año de
matrimonio, sabia exactamente que hacer, termino realizando esta ceremonia al
menos dos veces por semana, pero no generalmente cuando el Señor James estaba
en el apartamento, luego generalmente cuando el Señor James se única en la
ducha, donde él se arrodillaba ante él bajo el chorro de agua y le metía la
polla en la boca para hacer una manada antes del desayuno.
Mientras la señora se recostaba en la almohada
del baño y disfrutaba del calor de la aguda, sus pechos se asomaban por encima
de las burbujas, él cogió una toalla y el jabón, los sumergió en el agua y
comenzó a frotarlos suavemente sobre sus hombros, estiro el cuello y dijo, “Si,
oh, si, aquí mismo”.
Le paso la tela por los brazos y las manos,
Sandra movió los dedos y luego le lavo el cuello y paso la toalla por el pecho,
la ceremonia del baño era la única vez en que se le permitía tocar sus pechos,
a menos que estuviera lamiendo el semen que había caído en ellos, luego un escalofrió
recorrido todo su cuerpo, su polla se tenso dentro de la jaula, bajo hasta sus
pezones y pudo sentir como se erguían bajo ella y se detuvo, podía sentirlos
contra la palma de su mano.
“Richard” le reprendió Sandra, y rápidamente movió
la tela a los lados y parte inferior de sus senos, luego hacia la curva de su
vientre, ella se volvió hacia un lado y él le lavo la parte inferior de la
espalda y el trasero, tuvo que meter la mano profundamente en la bañera y el agua
lo salpico por todas partes del piso, lavo la V de sus piernas, luego cada
pierna y finalmente sus pies, cogió una pequeña esponja vegetal y haciendo
círculos diminutos, volvió sobre los pies y las piernas de Sandra.
Ella se recostó sobre la almohada y suspiro,
luego estiro una pierna bien formada sacándola del agua haciendo que colgara su
tobillo sobre el borde de la bañera que goteaba agua en el suelo, Richard cogió
jabón de afeitar y la brocha preparándola con una espesa espuma, le cubrió la
pierna con esa espuma y luego cogió su navaja para afeitarla, cuando Sandra
insistió en que le afeitara todo el vello corporal su practica había hecho que
fuese perfecto, y de hecho depilo cada una de las piernas de Sandra a la perfección.
Se los enjuago con el rociador de la bañera y
dijo, “¿Su champú ahora, señora?”
Sandra asintió, se incorporó en la bañera y se
inclino hacia adelante, sus pezones rozaban la superficie del agua, Richard se metió
en la tina y se paro detrás de ella usando el rociador para humedecer su pelo,
luego vertió un poco de champú en su mano y comenzó a masajearlo en su pelo,
ella tenia el pelo espeso y negro hasta los hombros y emitía pequeños maullidos
cuando él le pasaba los dedos por el pelo y le masajeaba el cuero cabelludo,
podía sentir su polla tensándose en su jaula en la parte posterior de su
cabeza, movió la cabeza un poco hacia atrás solo para aumentar la presión,
podía sentirlo erguirse un poco mas derecho, luego tomo el rociador y le
enjuago el pelo hasta que quedo libre de jabón dejándolo negro y brillante como
el ónice.
Richard salió de la tina y le tendió la mano,
ella la cogió y camino goteando agua, aceite de baño y pompas de jabón
corriendo por su delicioso cuerpo, fuera de la tina sobre la alfombra del baño,
el agua salpicaba y goteaba por todas partes donde entro en la cabina de la
ducha separada para enjuagarse, Richard se paro a la izquierda sosteniendo una
enorme toalla del baño, cuando ella salió de la ducha él sostuvo la toalla con
ambas manos y ella se dejo envolver por la toalla, Richard envolvió sus manos
alrededor de ella, estas ceremonias de baño eran las uncia en las que se le permitía
tocar a su esposa sin ordenes específicas, su polla latía contra su culo y
aunque él no podía verlo, Sandra lo sentía y tenia una sonrisa astuta de
satisfacción en su rostro.
Dejo caer la toalla a sus pies, cogió otra, se
arrodillo y comenzó a secarle los pies y las piernas, abrió las piernas y dejo
que él acariciara su vagina y luego se giro ligeramente para permitirle secar
cada nalga de su perfecto trasero, luego sus senos, hombros y espalda, dejo
caer esa toalla para coger otras y comenzar a secar el pelo, cuando ella le
quito la toalla se recogió el pelo húmedo en un turbante, él saco los botes de
crema del armario.
Le entrego la crema facial a ella quien comenzó
a aplicársela en la cara y cuello, Richard se arrodillo con el otro envase de
crema humectante y comenzó a aplicárselo en las piernas, ella se puso de pie
con las piernas a horcajadas y él le froto la crema sobre los muslos y nalgas, subió
por la espalda, los hombros y finalmente los senos, su cuerpo brillaba rosado
por el baño y sus pezones estaban erectos.
Mientras tanto Sandra se ocupaba de su cuello y
rostro, cuando arrojo el recipiente al suelo, extendió los brazos y Richard
aplico la crema humectante en cada brazo hasta las manos, y luego masajeo cada
palma y dedo, cuando termino llego el momento de buscar su bata, que mantuvo
abierta para ella.
Ella le dijo, “Búscame mis zapatos de tacón de
aguja, los que tienen plumas”.
Richard dijo un “Si, señora” y se fue al
dormitorio a buscarlas, regreso al baño y se arrodillo sosteniendo cada zapato,
lo que le permitió a ella poner un pie en el primero y luego, mientras se equilibraba
agarrándose a la parte superior de su cabeza, el otro, ella lo miro con una
ceja levantada.
Él se dio cuenta de su omisión y rápidamente se
inclino para besar la punta de cada zapato.
“Así esta mejor, sécate, vístete y prepárame el
desayuno, mientras haces eso me secare el pelo y comeremos, luego puedes
ayudarme a vestirme, si vas a ser mi sirvienta a partir de ahora en adelante
necesitaras aprender a servirme apropiadamente, sírveme bien y podrás terminar
con un orgasmo cada semana, ¿No te gustaría eso?”
Miro alrededor del baño, las toallas mojadas y
la tina con el agua de baño que ya estaba fría y una película de jabón mezclada
con aceite de baño, los recipientes de crema para el rostro y el cuerpo en el
piso, el lavabo verdoso con pequeñas gotas de enjuague bucal y dijo “Tendrás el
día ocupado, puedes limpiar todo esto mas tarde, después de que hayamos hecho
nuestros recados”
A lo que le contesto, “Si, señora” y volvió a la
habitación de invitados para cambiarse y ponerse las bragas, y el delantal se
sirvienta francesa, para preparar el desayuno a la señora Sandra.
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