sábado, 3 de diciembre de 2022

La señora Sue

 

Después de graduarme en la universidad, viví en un apartamento durante unos cincos años, no me gustaba viven en el debido a la falta de privacidad, la falta de estacionamiento y otras pequeñas cosas, así que tan pronto como pude, me compre una pequeña casa en los suburbio, la casa estaba ubicada en un vecindario seguro y bien iluminado, como estaba a las afueras, apartada de las carreteras principales, no había mucho tráfico.

 

Mis vecinos eran realmente amistosos, y pude conocerlos a todos, había una señora que vivía dos casas más debajo de mi que realmente me gustaba, ella siempre estaba en casa durante el día, así que tenia algún paquete que me tenían que enviar ella podía recogerlo por mí.

 

No sabía cómo pagaba su hipoteca y los gastos, pero ella siempre era amable conmigo, pronto descubrí su nombre se llamaba Sue, Susan, era unos diez años mayor que yo, siempre estaba atareada con su jardín, la veía fuera cuidándolo.

 

Un día, ella se fue de vacaciones durante una semana, ella tenía que recibir unas cajas así que le dije que si estaba en casa las podía recoger yo, cuando llegaron una de las cajas estaba deteriorada y se podía ver el contenido, eran dos paletas de madera, una tenía dos hileras de agujeros y la otra se parecía mas a una pala de ping pong, tenia curiosidad por que había comprado esas paletas, le dije al servicio de entrega que debía revisar el contenido de la caja para ver que si faltaba algo o estaba dañado.

 

Las paletas me recordaban a las que usaban los maestros con los estudiantes cuando era yo pequeño, el castigo corporal fue ampliamente utilizado en las escuelas y era respaldado por todos los padres, no siempre fui un alumno brillante de la clase y me gustaba molestas a las chicas, así que de vez en cuando recibí unos buenos azotes con esas palas, mirando hacia atrás en mis años escolares, sentía que esas zurras me mantuvieron en línea y me ayudo a concentrarme en mis tareas escolares.

 

Sue llego a casa como se esperaba el sábado por la noche, así que el domingo por la tarde, cogí sus cajas y se las lleve, toque el timbre, Sue vio que tenía muchas cajas, así que me invito a su sala de estar.

 

"Gracias por recogerlas", me dijo, "Las estaba esperando antes de irme"

 

"Pero una caja está dañada", le señale el roto, "Me di cuenta de lo que contiene, le dije al servicio de entrega que quiera inspeccionar la caja para asegurarme de que todo estuviera bien, y los llamaría si había algún problema".

 

"Déjame mirar para asegúrame que de este el pedido completo", dijo mientras comenzaba a abrir las otras cajas, "Espero que estas paletas no te avergüencen".

 

"No, no " le respondí, "Me han recordado a las paletas que usaban cuando era un colegiado travieso, solía burlarme de las chicas durante las clases y a menudo las usaban contra mí los profesores o el director".

 

Cuando abrió las otras cajas, vi que contenían una fusta de montar, un bastón de escuela con un mago curvo y algunas otras paletas.

 

"Así que eras un niño travieso en la escuela, ¿Encuentras a faltar esos días de escuela?", me pregunto.

 

"En realidad un poco", respondí, "Creo que esos azotes realmente ayudaron a mi comportamiento".

 

"Nunca te has preguntado cómo me gano la vida?, como veo que te gustan estas paletas, déjame decirte, algunos hombres le gusta hacer realidad sus fantasías infantiles, muchos, como tú, les gusta revivir esos años escolares cuando los azotaban en la escuela, es un juego de roles donde ellos son los alumnos y yo la profesora, por supuesto son traviesos y los tengo que azotar".

 

"Suena muy interesante, cuéntame mas", le dije.

 

"Mejor aun, déjame mostrarte una habitación especial que tengo en el sótano, sígueme".

 

La seguí hacia un sótano, cuando abrió la puerta, aquello parecía un pequeño salón de una aula, en dos paredes había una gran pizarra, la habitación tenía un gran escritorio de madera con alguna paletas colgando de él, y había tres pupitres de madera en el centro.

 

"Esto me recuerda a mis tiempos en la escuela" le dije

 

"Si te gustara revivir tus viejos días de escuela, podría ayudarte, normalmente cobro dinero por esto, pero como eres mi vecino y me has ayudado con estos paquetes, te permitiré revivir tus días de escuela gratis, ¿Te interesaría?", me pregunto Sue.

 

Nunca pensé que ella tuviera una habitación como esta en su sótano y me sobre cogió lo que me estaba sucediendo, pero le dije "Claro que me interesa".

 

Sue camino hacia el fondo de la habitación hasta un armario, "¿En tu escuela te hacían llevar uniforme?"

 

"Si, teníamos que usar pantalones cortos, una camisa blanca y corbata", le respondí.

 

"Es bueno saberlo, porque esta escuela tiene el mismo código de uniforme, ¿Cuál es el tamaño de tu cintura", me pregunto.

 

"Creo que es la 34" respondí.

 

Busco en el armario y saco unos pantalones cortos, una camisa blanca y un pequeña corbata, se acerco y me las entrego diciendo, "Pruébatelas, deben quedarte bien, de lo contrario, hay otros tamaños en el armario, pliega tu ropa y colócala bien en el armario, también los calcetines y tu ropa interior, siéntate en el pupitre después de que estés vestido, yo ahora vuelvo, tengo muchas gantes de usar algunos de mis nuevos útiles escolares contigo"

 

Rápidamente salió de la habitación y cerró la puerta detrás de ella, sorprendentemente, todo me quedaba bien, los pantalones cortos de escuela estaban hechos de un material muy delgado y me sentí vulnerable sin ropa interior debajo de ellos, me recordó al uniforme que usaba cuando estaba en la escuela, doble mi ropa normal y la puse en el armario, luego me senté en uno de los pupitres.

En unos pocos minutos, ella volvió a entrar vistiendo una larga túnica negra, como la que usaban los antiguos maestros y llevando gafas, tenía un largo puntero de madera y una cara muy seria.

 

"Clase, mi nombre es Señorita Smith y será vuestra nueva profesora, ahora revisaremos los últimos deberes, señor Clyde ¿Puede decirme los nombres de los tres primeros presidentes de los Estados unidos?"

 

Siempre fui malo con la historia, así que honestamente respondí, "No lo sé"

 

"Entonces veo que no has hecho los deberes, en mi clase los estudiantes que no completan sus tareas deben ser castigados", saco la silla de debajo de su escritorio y se sentó, "Ven aquí para poder aplicar tu castigo".

 

Sentí que no tenía más remedio que seguir sus instrucciones e ir a su lado, una vez a su lado, ella abrió su bata para revelar unas buenas piernas, llevaba un corsé negro, unas bragas negras, un liguero a juego, y unas medias de seda, cuando ella puso su manos sobre mi espalda para guiarme sobre su regazo, separo un poco los muslos, para mi supresa y vergüenza, sentí que tenía una erección, entonces sentí sus muslos moverse juntos y mi pene duro.

 

"Ahora recibirás un azote con la mano por no hacer tus deberes", entonces mi zurra comenzó, me sentí como un niño pequeño de nuevo, siendo azotado sobre el regazo de mi maestra, los pantalones delgados me daban poco protección, y me moví un poco mientras me daba una palmada, "Quédate quieto, o tus azotes duraran aun mas", así que me quede tan quieto como pude mientras me azotaba".

 

Sue dejo de darme azotes y me dijo, "Levántate y luego siéntate en tu escritorio, nuestro próximo tema serán las matemáticas", cuando me puse de pie, mis pantalones cortos formaron una carpa debido a mi erección, pero Sue actuó como  si no se diera cuenta, rápidamente me senté en el pupitre pero tuve que sentarme lentamente debido a que el culo de ardía.

 

Ella escribió tres problemas matemáticos muy complicados en la pizarra, "Clyde, por favor ven a la pizarra y resuelve estos problemas, si has estudiado deberías ser capaz de resolverlos en dos minutos, si no lo resuelves recibirás otros azotes pero esta vez de una paleta sobre mi escritorio, los dos minutos comienzan a partir de ahora."

 

Si tuviese una calculador, probablemente habría podido resolverlo en dos minutos, pero no la tenía, ni si quiera sabia donde empezar, pronto dijo ella, "Tus dos minutos acaban de terminar, ven y dóblate sobre el extremo de mi escritorio para tu próxima paliza".

 

Ella despejo su escritorio y enseguida estuve inclinado sobre su escritorio, entonces para mi asombro, sentí sus uñas en la cintura elástica de mis pantalones cortos, ella los bajo hasta las rodillas, mi culo quedo completamente denudo y totalmente expuesto, puso tres paletas en el escritorio junto a mi cara, una tenia agujeros, una era como una pala de ping-pong y la otra era una paleta de madera larga y delgada.

 

Cogió la que parecía una paleta de ping-pong y me dijo, "Empezare con veinte golpes de esta paleta, por favor cuéntalos en voz alta".

 

Luego sentí su mano acariciando mi trasera, enseguida un SWAT! me sorprendió y lo que dije fue un "Ouch"

 

"Te has olvidado de contar ese golpe, por lo que se tiene que repetir, ¿Estas listo para contarlo en voz alta?", ella pregunto.

 

"!Supongo que sí!, Sue" respondí, SWAT! SWAT!

 

Sentí dos palmadas rápidas y duras, ella dijo, "Siempre dirígete a mí como señorita Smith, y esos dos golpes tampoco contaran, ¿Estas listo?"

 

"Si, señorita Smith" Respondí.

 

"Así mucho mejor, vamos ahora con veinte azotes", entonces la sesión de remo comenzó, me dio veinte azotes con la pala de ping-pong, con la pala fina y con la paleta de los agujeros, ese último realmente fue el que me hizo daño en mi trasero, tuve que contar todos los azotes en voz alta.

 

Al final de los azotes, ella dijo, "Levántate, no te subas los pantalones y camina hasta la esquina con las manos en la parte superior de tu cabeza, vas a estar ahora cinco minutos en la esquina".

 

Mientras estaba en la esquina, sentí sus manos como frotaban mi trasero, "Tu culo se ha vuelto de un bonito color rojo, probablemente lo sentirías dolorido durante unos días, cuando estabas en la escuela, ¿Alguna vez te dieron latigazos?"

 

"Solo una vez, señorita Smith, cuando fui enviado a la oficina del director por hacer un grafiti en la pared de la escuela".

 

"En esos paquetes había un nuevo bastón que quiero probarlo contigo, esta vez quiero que te inclines sobre mi silla y te agarres al asiento de la silla, por favor asume esa posición".

 

Recordé que el bastón me pico mucho en el culo, así que no estaba esperando se azotado, pero asumí el puesto y me incline sobre la silla, luego sentí sus uñas en la pretina de mis pantalones, estaba vez los tenia bajados, "Por favor abre tus piernas".

 

Me sentí muy avergonzado porque era consciente de que esto hacia que mi pene y mis pelotas colgaran completamente expuestos, entre mis piernas, así que no separe mucho las piernas, "Puedes hacerlo mejor, extiende tus piernas aun mas", sentí el golpeteo del bastón en mis muslos mientras separaba mis piernas", recibirás seis golpes de bastón, por favor cuéntalos en voz alta y di -Gracias, señorita Smith-  después de cada golpe, ¿Lo has entendió, Clyde?"

 

"Si, señorita Smith" le respondí.

 

Creo que estaba en sexto grado cuando recibí los latigazos, así que no estaba seguro de que esperar, sentí un golpe en mi culo ya dolorido, escuche un silbido, luego WHACK, sentí como si una línea recta de fuego atravesara mis nalgas, sacudió todo mi cuerpo.

 

"¿Qué tienes que decir?", ella me pregunto.

 

"Uno… gracias señorita Smtih", no recordaba que el bastón doliera tanto.

 

Un silbido y otro WHACK.

 

"Dos, gracias, señorita Smith"

 

"Estas tomando tu Canign muy bien", me dijo ella, luego golpeo mi pene y mis pelotas con la punta del bastón, esto hizo que fuera muy consciente de que estaba desnudo de cintura para abajo, inclinado sobre una silla con las piernas separadas, además, estaba permitiendo que mi vecina me viera de esa manera y me azotara, inmediatamente me excite y la erección regreso.

 

Otro silbido y otro WHACK

 

"Tres, gracias, señorita Smith".

 

Otro silbido y otro WHACK

 

"Cuatro, gracias, señorita Smith", ahora sentía que tenía cuatro quemaduras paralelas en línea recta en mi culo.

 

"Lo estás haciendo muy bien, solo quedan dos golpes".

 

Ella toca mis pelotas colgantes y mi pene, luego se oyó otro silbido y otro WHACK.

 

"Cinco, gracias, señorita Smith"

 

"Este será el ultimo, asegúrate de mantenerte en posición y no te frotes el trasero hasta que te lo diga".

 

Aunque el bastón me pico en la parte inferior, todavía tenía una erección, el calor de los azotes me mantenía sexualmente excitado.

 

Otro silbido y otro WHACK

 

"Seis, gracias, señorita Smith" Mantuve mi posición encorvada cuando ella busco algo en su mesa y saco un tarro de crema.

 

Mientras ella aplicaba la crema mi trasero lo sentía caliente y dolorido, me sentía bien, sus manos también alcanzaron mis piernas y acariciaron mi pene erecto, "Quédate inclinado, pero pon tus manos detrás de tu espalda", lo hice y volvió a meter la mano en el cajón sacando estaba vez unas esposas, me ato las manos detrás de mí, "Ahora ponte de pie y mírame con las piernas separadas".

 

Con mis manos esposadas detrás de mí, hacia que mi erección se destacara mas delante de mí, "Cuidémonos de esto", dijo mientras acariciaba mi pene erecto, busco en el cajón de nuevo, y esta vez saco un condón, me lo puso y me acaricio hasta que mi semen disparo dentro del condón, de hecho, me sentí maravillosamente bien, a pesar de que me acababan de azotar.

 

"Date la vuelta, para poder quitarte las esposas, luego ya podrás frotar tu trasero y limpiarlo", me dijo.

 

Ella me las quito, me mostro el baño que estaba al final de un pasillo, tenía un espejo de cuerpo entero y pude ver seis líneas rojas paralelas del bastón sobre un fondo rojo, me levante y fui a la aula donde me cambie con mi ropa normal.

 

"Déjame mostrarte otras dos salas de fantasía que están aquí abajo", me dijo Sue.

 

Una de las salas parecía  una sala de una consulta médica, estaba equipada con una mesa camilla y muchos instrumentos médicos, la otra sala tenía una pared llena de paletas y otros complementos para azotar, tenía una gran X de madera en una pared y muchos diferentes equipos en el medio.

 

Subimos al piso de arriba y hablamos sobre mi experiencia, le dije que lo había disfrutado y que estaría interesado en conocer las otras estancias, ella dijo que tal vez podríamos hablarlo si le ayudaba a hacer cosas en su casa, desde que acababa de llegar tenía muchas cosas que hacer y lo hablaríamos mas tarde.

 

Cuando le entregue las cajas nunca hubiera esperado lo que realmente me paso ese domingo por la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario