El domingo fue un día mas relajante, incluso para una criada, por supuesto que tuve que preparar el desayuno, servirlo y luego lavar los platos, pero después de eso me dejaron que me lo tomara con calma todo, yo estaba vestido con el uniforme, por supuesto, después de todo no tenía ninguna otra cosa que ponerme a la espera de que me llegara mi mujer con la ropa masculina, y todavía tenía que llevar a pasear a Bruno por el parque, ahora que me sentía mucho más confiado.
Alrededor
de la una de la tarde tuvimos las sobras de lo que cenaron la pasada noche,
luego mis dos jefes fueron a su habitación para una siesta, era un día muy
caluroso con la temperatura subiendo, así que decidí quedarme en mi habitación
y por primera vez en la semana podía tener un poco de tiempo para mi, así que
me puse a leer un poco, mirando ociosamente los periódicos del domingo, pero mi
mente estaba en otro lugar, estaba pensando que mañana mi esposa volvería a
buscarme y acabaría la semana más extraordinaria de mi vida, todavía pensaba en
la proposición que recibí de las dos señoritas para ir a trabajar con ellas,
pensaba que esas dos no sabían de mi persona masculina, que solo había conocido
a la sirvienta llamada Annie.
A
eso de las cuatro de la tarde, la pequeña campana eléctrica que hay en la habitación
zumbo de repente y me hizo saltar, esta medio dormido y el ruido me sobresalto,
entonces me acorde de la señora Melissa que me requería a su dormitorio, me
arregle lo más rápido posible, y subí las escaleras hacia el dormitorio
principal, llame cortésmente y espere, con suavidad, camine unos cuantos pasos
a dentro, hice una reverencia y pregunte educadamente, "¿Me llamaba
señora?"
Ambos
estaba acostados en la cama en una cómoda lectura y relajada en su habitación
con el aire acondicionado en marcha, la señora Melissa tardo al menos un par de
minutos para levantar los ojos del libro que estaba leyendo, yo estaba allí de
pie sintiéndome tonta y nerviosa jugando con el borde de mi delantal.
"Ah,
estas ahí, Annie!", Dijo ella imperiosamente. "Espero que vengas mas rápido
cuando te llame, probablemente estabas durmiendo, pero esta vez no lo tendré en
cuenta, solo porque es domingo y te he dado permiso para que te
ralentices"
Que
perra, pensé para mi, !Vaya... me encontré reaccionando como un verdadera sirviente
siendo amonestado por la señora
Ella
miro su reloj de pulsera y continuo, "Podrías hacer el favor de hacer un
poco de café y servirlo en la sala de estar en 20 minutos exactamente, Paul y
yo bajaremos en breve, gracias, ya te puedes retirar"
Me
despidió bruscamente, como siempre, me volví y me dirigí a la cocina.
Mientras
preparaba el café, pensaba que me estaba tratando con el método de la zanahoria
y el palo, en un momento ella es amable y educada y yo empiezo a relajarme,
entonces ella se convierte una perra arrogante y exigente.
Supongo
que siempre ha sido el destino del sirviente a través de los siglos, y me dije
en voz alta, "Déjate de ser pedante y termina este maldito café"
El
resto del día lo pase haciendo la colada, me permitió incluso después de la
cena que me sentara con ellos para ver la televisión, yo estaba sentado en una
simple silla con mi uniforme cuando la señora fue amable conmigo de nuevo!.
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