sábado, 5 de abril de 2025

Diosas

 







La criada

 

Si, bueno… ella me deja usar  lindos vestidos y me llama Susi.

 

Hoy es su turno en una ronda de anfitrionas de salón, así que después de hacer mis tareas, me cambio el vestido de estar en casa por mi traje de sirvienta, me dejo cinturón de castidad naturalmente, luego me pongo mi conjunto sexy de sujetador y bragas de satén rosa con encaje, a continuación unas suaves y deliciosas medias negras, ¡Son tan suaves!, una combinación de seda se siente tan sensual envuelta alrededor de mi cintura, mi vestido de sirvienta de terciopelo negro con encaje alrededor del cuello que el escote sea lo suficientemente lindo, su dobladillo esta justo por encima de mis rodillas, tiene las mangas abullonadas cortas mas adorables, como hoy es un día especial me pongo mis tacones negro de cuatro pulgadas, no aprueba ninguna joya excepto mis aretes de oro cuando soy su criada, pero hoy dice que puedo usar algo de maquillaje y pintalabios, conjuntamente con esmalte de uñas.

 

La primera en llegar como siempre, es la señora Ann, con su niña Kate.

 

“Bienvenida, señora, ¿Puedo coger su abrigo?”

 

Ella nunca me habla directamente solo se gira para que pueda quitarle su capa azul con el hermoso borde de piel gris de sus hombros para colgarla, entonces le acompaño a la sala, Kate la sigue obedientemente.

 

La siguiente es llegar es la señora Ellen, mientras cojo su sable ruso, lo abrazo a escondidas mientras lo cuelgo en el armario y dice, “Anthony, ¿No se ve hermosa Susi, hoy?”

 

Él dice, “Si, mama”· sin ser visto, pone los ojos en blanco, él es un cabron, solo porque es guapo y fuerte piensa que es mejor que el resto de nosotros pero al final es solo otro sirviente más.

 

Pronto llegan aquí las cinco que faltan, la chica de la señora Jean, Sandra que estará asignada a la barra conmigo.

 

¡Dios, Sandra! Si vuelvo a rencarnarme en chica quiero ser como ella, yo soy flaco pero ella es voluptuosa, tiene un hermoso pelo rubio largo y blanco, una piel perfecta y unas largas piernas bien formadas, sus caderas llenas se estrechan hasta una cintura delgada, tiene unos grandes pechos orgullosos, la maliciosa de Sharon dice que son de goma, pero a quien le importa en realidad.

 

Hoy lleva un vestido rejo muy corto y ceñido, con un dobladillo que solo cubre su bonito trasero, no tiene hombros, muestra esos enormes pechos marcando los pezones, ¡Dios verse así! Y que dulzura, casi me rio en voz alta cuando me da unas palmaditas en mi culo plano y flaco mientras me susurra, “Te veo divina hoy…”

 

La señora Tanya tenia un pedacito de pelusa, bueno por supuesto que lo tenía, ella siempre está cambiando de sirvientes, Billy, el juguete del amo Jayson dice que consigue chicos y chicas que tienen problemas y los entrena para otros dominadores por una pequeña comisión, pero como dice el presidente, “Quien sabe solo la gente habla”.

 

La señora Tanya es la reina del drama, hoy lleva un vestido ajustado de encaje blanco con cuello cruzado y mangas largas, su dobladillo barre el piso cubriendo sus tacones de aguja, ella lleva un collar de perlas alrededor de su cuello, anillos y pulseras de perlas con pendientes de lo mismo, todo muy exagerado.

 

Y su pequeña, Jill, y me refiero a pequeña por decir, pues mes más alto que yo, ella tiene el pelo rojo, largo y liso, lleva y no bromeo un bikini de hilo blanco con pequeños triángulos de piel blanca sobre sus pezones, y una correa de cuero blanco de la cual va de la mano de la señora Tanya.

 

Ahora le ha enviado a buscar una copa de vino para su ama y en el camino de regreso ha tropezado y la ha derramado por la alfombra, bueno!! La señora tanya se ha vuelto como loca! La ha agarrado por la correa y la ha llevado rápidamente al pasillo, ha sido horrible, podíamos escuchar los golpes y los llantos.

 

Sandra se acerca en silencio a su ama y le susurra algo al oído, luego la ama Jean se acerca a mi ama y los tres se dirigen al salón.

 

Hablan con tranquilidad, nadie ni siquiera respiro, luego ha vuelto al salón, la señora tanya sostiene a Jill con un brazo sobre su hombro y en su otra mamo a Jill el cual estaba llorando.

 

“Sandra cuéntales a todos lo que viste”

 

Ella susurra.

 

“Mas fuerte querida, que nadie puede oírte”

 

“Jill no tropezó, Anthony la hizo tropezar, vi como su pie salirse cuando ella pasaba”

 

“!Cabron mentiroso!”

 

“!Anthony!” grito la señora Ellen para luego decir, “Estoy tan humillada, ¿Cómo pudiste?”

 

Mi Ama hablo, “Cálmense todos, vayamos al garaje, Susi trae la llave”

 

El garaje es un viejo establo de ladrillo al otro lado del patio, donde estaba la puerta grande ahora hay una pared de ladrillo de vidrio que inundan la luz, pero brindan privacidad, ahora es el gimnasio y la casa de juegos de la señora.

 

“Ustedes, sirvientes, traigan esas sillas y colóquelas frente a la barra de ballet”, la barra esta a la altura de la cintura, montada frente a un espejo del piso al techo, mi Ama estaba a cargo.

 

“Anthony quítate la ropa y ponla sobre esa silla, Susi tráeme las esposas de cuero”.

 

Él se puso de pie alto y arrogante, tiene toda la “personalidad” colgando entre sus piernas.

 

“Susi, tráeme el látigo rojo trenzado”, oh dios ese es el más doloroso, créeme lo se

 

“”Esposa las muñecas de Anthony al frente, Anthony mírate al espejo y coge la barra, Jill, ¿Te gustaría azotarlo, ya que eres tú a quien hizo tropezar”

 

Jill negó con la cabeza y agarro el brazo de la señora tanya escondiendo su rostro en el hombro de su señora, se veía tan pequeña y frágil que solo quería abrazarla y decirle que todo estaba bien.

 

“En ese caso, señora Kendra, ¿podemos tomar prestado su Roberto?”

 

Roberto, porque si él fuera Sissy estará encima de él, pero por desgracia esos ojos color chocolate en ese cuerpo esculpido con esa piel bronceada y ese pelo negro espeso es cien por cien deprimentemente liso.

 

“Roberto dale a Anthony diez latigazos, no te detengas o hare que te los den a ti también, haz que cuente cada golpe, puedes empezar.

 

Cogió el látigo y lo golpeo, el rostro de Anthony se podía ver reflejado en el espejo, cada mueca, cada jadeo, lamentablemente sin gritos ni llantos.

 

“Anthony date la vuelta”

 

De nuevo se mantuvo alto y superior, chicho tonto, eso no era lo que la señora quería ver.

 

“Susi ven”

 

Naturalmente fui directamente, soy una chica, que sorpresa levanto el dobladillo de mi vestido y mi combinación, me dijo que los sostuviera, luego me bajo las bragas, abrió mi jaula, me giro que quedase mirando a lo largo de la pared hacia Anthony.

 

“No pareces estar tonándote esto en serio, Anthony”

 

“Lo siento señora….”zas!!, un movimiento completo de la palma de la mano golpeo su mejilla

 

“No te he dado permiso para hablar”, fría, tranquila y controlada, se acerco y se sentó con sus invitados, “Ponte de rodillas y chúpale la polla a Susi, ¡Ahora!”

 

Miro a la señora Ellen quien ella asintió, luego me dirige la mirada de puro odio, me marchite positivamente.

 

LA señora Ellen dijo “Anthony si no le das a Susi la mejor mamada que jamás haya tenido, chupar la polla será el único sexo que tendrás durante un mes”

 

Bajo, primero la beso tentativamente, luego lamio mi perilla, luego trago, creo que este fue su tiempo virgen, oo, me emociono como lo consiguió.

 

La señora dijo, “Susi agárrale de las orejas y follalo, así es, cariño, controla su boca”

 

Pronto estuve cerca de correrme, mi ama lo vio, “Susi, sal y córrete en cara”

 

Me corrí, acaricié mi eje lubricado con saliva hasta que mi semen goteaba en su rostro desde la línea del pelo hasta la barbilla.

 

“·Susi aquí” señalo la silla de su lado, Sandra ahora estaba usando una gran correa morada de Mistress, “Anthony, manos en la alfombra, Sandra” ella apunto.

 

Sandra tenia la sonrisa mas malvada que he visto en mi vida, se acerco y sin la menor vacilación con una mano en su hombre y la otra guiándolo empujo al intruso morado en el trasero de Anthony, ambas manos con un agarre de nudillos blancos en sus hombros comenzaron a golpearlo, el gimió, luego grito, luego lloro y finalmente suplico.

 

“Sandra, Sandra!! Detente, no te apartes, solo desatadle las manos y déjalo ahí, buena chica, ven con tu ama”

 

La señora Ellen fue a Anthony, el comenzó a levantarse pero ella lo empujo hacia abajo y luego se paro con un pie en su mano, “Señoras estoy muy avergonzada por favor perdóneme por traer a un sirviente tan malo y arruinar esta magnífica velada, créanme, será castigado cuando lo lleva a casa, Anthony gatea, Susy por favor trae su ropa”.

 

Ella lidero, él se arrastro por la nieve, rodea la casa hasta el camino de entrada, el semen mezclado con lágrimas goteaba por su rostro, su espalda con un patrón de rayas rojas y negras marcaban su trasero, ella le hizo subir en la parte trasera de su coche.

 

De regreso dentro de la casa, ayude a las Mistress con sus abrigos, la señora Tanya solo soltó a su Jill el tiempo suficiente para que se pusieran los abrigos.

 

Sostuve el pelaje de la señora Ellen para ella, todas las amas se besaron.

 

Sandra me dio un beso en la mejilla, “Hasta la próxima, cariño”

 

Esa noche la Ama me dejo usar mi muñequita rosa y me llevo a su cama, no dormimos hasta latas hora de la madrugada.

 

Soy una buena chica.