Sinopsis;
Marie es una psicópata, impulsada por el deseo de capturar y destruir a los
hombres que ella selecciona, completamente sin conciencia o misericordia, ella
vive para infligir dolor.
Marie
entro al club, mirando a su alrededor para evaluar el lugar, caliente, oscuro,
abarrotado, la música sonaba demasiado fuerte para estar cómodo, perfecto, ella
sintió la primera exclamación de emoción ante la idea de que la aventura estaba
a punto de emprender, ella se consideraba una depredadora, y este era un sitio
ideal para cazar.
No
le faltaron las miradas mientras se dirigía al bar, como regla, Marie no se
consideraba una mujer especialmente hermosa, no tenía nada de problema real en
atraer a los hombres, pero no se necesitaba mucho para atraer el hombre medio,
pero noches como esta era diferentes, cuando ella cazaba siempre sentía mas que
su yo habitual, esta noche era un poco mejor en su vida, estaba más hermosa, más
sexy, más atrevida tal vez era el estado mental de cazadora, pero sabía que
ella lo llevaba a si misma de manera diferente en noches como esta, proyectaba
confianza y sexualidad de una manera que ella normalmente es difícil que haga,
su atiendo ayudaba, por supuesto, unos apretados pantalones cortos de cuero y
un top a juego lo suficiente pequeño para que sus considerables atributos
femeninos los pudiera contener, llevaba unas botas de cuero negro hasta la
rodilla con unos tacones de grandes dimensiones, ella amaba el ruido que hacían
al caminar, el chasquido de esos talones le hacía sentir como si estuviera
conduciendo una daga por el suelo con cada paso, su corto cabello castaño
estaba cubierto una larga peluca rubia que ella había comprado solo para esa
noche, ciertamente, los patrones masculinos del club había funcionado, en los
primeros minutos ya había rechazado tras invitaciones para bailar.
La
presión de los cuerpos sudorosos en el bar era de diez, pero logro trabajar su
manera y comprar una bebida, nada de alcohol, un refresco, como siempre en esas
noches lo importante era que su cabeza permaneciera clara, paso unos veinte
minutos haciendo un recorrido pausado por el club, tomando notas mentales de
cuanta seguridad había y en atención de donde estaba ubicadas las cámaras de seguridad,
los rincones oscuros donde la gente se iba emparejando, cosas así.
Cuando
ella estuvo en disposición y había absorbido lo suficiente, ella escogió un
buen lugar y comenzó a escañera casualmente a la multitud, rechazo varios
posibles pretendientes en la próxima media hora, ella no tenía una razón real
para la negativa, solo una vega sensación de incorrección, ella no tenía una
imagen especifica de la presa en su mente, ella siempre elige mas por instinto
que racional, pero siempre conocía sin ninguna duda cuando lo veía, sus miradas
decepcionadas le dieron una diversión secreta, si solamente ellos sabían la
noche que habían enviado…
Después
de otros quince o veinte minutos, ella lo encontró, se abrió una momentánea
brecha entre el revoltijo de cuerpo en la pista de baile y lo vio solo por un
instante, Marie supo al instante que era él elegido.
Ella
se fue a la pista y comenzó a bailar, caminando lentamente hacia él a través de
la multitud de cuerpos, la pista era un alboroto de ruido y movimiento, pocas
personas estaba prestando atención a nadie más que a su pareja y por todo su
aspecto y la cantidad de piel que ella mostraba, apenas le dibujaban una
mirada, sonrió mientras se acercaba a la presa, él estaba bailando con una
pelirroja gordita, el tipo de mujer que los hombres se conforman cuando pueden
llegar a mas, como mujeres como ella, simplemente se puso a su lado y comenzó a
bailar con él, prácticamente empujando a la otra mujer fuera de su camino, su reacción
fue cómica, abrió la boca para quejarse y de repente perdió el ritmo mientras
sus ojos miraba el magnífico cuerpo de abajo hacia arriba. Marie podía sentir a
la otra mujer como ella la había atropellado pero sabía que estaba superada y
al mirar su cara de su compañero confirmo la derrota, no tenía más remedio que
escabullirse entre la multitud.
Bailaron
durante unos veinte minutos más o menos, sus movimientos cada vez eran más
provocativos, Marie se entrego por completo a la música, dejándola correr, su
mente era un torbellino de emoción, lleno de anticipación por la noche que se
le avecinaba, finalmente él le sugirió que se fuesen a tomar una copa, ella le
dejo que pagara y lo siguió en uno de aquellos rincones oscuros, siempre era
prudente dejarlos pensar que ellos eran lo que dominan la situación.
-
"¿Cuál es tu nombre?" Tuvo
que gritar por culpa de la música.
-
"Kara", Dijo mintiendo
-
"Yo soy Robert", El
contesto
Tuvieron
una pequeña charla durante un rato, intercambiando los detalles de su vida, trabajaba
en una empresa de informática, de nivel medio, cómodo pero no rico, ella le
dijo que era una modelo independiente, solo una de las miles que intentaban
hacerse hueco dentro del mundo de la moda, también le dijo que tenía un
apartamento en la ciudad que compartía con otras dos chicas.
Ella
empezaba a tejer la telaraña de mentiras haciendo que él se sumara a su
emociona, sabiendo que no tenía idea que lo que estaba sucediendo gradualmente,
ella se inclino hacia él para estar más cerca cuando hablaba, dando la
apariencia de estar interesada de lo que decía.
Normalmente
ella hacia el primer paso, pero esta noche decidió ver cuánto le tiempo le llevaría
hacerlo a él mismo, hizo todo lo posible para animarlo, por supuesto, coqueteo,
se rio de sus bromas, rozo sus dedos en el pecho, cuando finalmente se inclino
para besarla ella le permitió y cuando puso su mano titubeante sobre su
rodilla, la cubrió con la suya, y la deslizo a lo largo del muslo, la mirada de
alegría en su rostro era un espectáculo para la vista, él debía penar que
estaba de buena racha, finalmente, decidieron de mutuo acuerdo que ya era hora
de irse del club.
Marie
recogió su chaqueta de cuero y una pequeña mochila que tenía en ropero, la
chica del mostrador apenas la miraba mientras se los entregaba, el aire
nocturno se sentía deliciosamente en su piel sudada y se estiro lujosamente
sabiendo que sus ojos estarían recorriendo todo su cuerpo.
La
condijo por el parking hasta su coche, un BMW, Marie frunció el ceño cuando vio
un grupo de personas, así que le dijo que entrasen al coche rápidamente, su voz
ahora era dura, inflexible, el interior del automóvil los iluminaba mientras
las puertas estaban abiertas, por lo que tenía que hacerse rápidamente antes de
que pasara alguien y los viera, "Entra, o me voy!".
Él
se quedo congelado y ella lo empujo hacia la puerta del coche, "!Dentro,
ahora!" ella se inclino y le dijo mas fuerte esta vez, significaba un
mayor riesgo de llamar la atención, pero ella tenía que conseguir que se
moviera rápido, o si fuese descubierta todo esto se arruinaría, finalmente él comenzó
a obedecer, ella lo siguió, literalmente un paso atrás mientras instaba que se
sentara, cerró la puerta detrás de ella, la luz se apago de nuevo, trayendo la bienvenida
oscuridad al coche, Robert se apretó contra la puerta del pasajero, mirando con
sus ojos saltones muy abiertos a un cuchillo que ella había sacado.
"Quédate
quiero", dijo manteniendo el tono dominante, "El cuchillo es muy
real, y se exactamente cómo usarlo, podría matarte antes de que soltaras ni
media palabra, y estar a cinco calles antes de que alguien pudiera encontrar tu
cuerpo, resístete y eso es exactamente lo que sucederá, si haces exactamente lo
que te dijo no pasara nada", era la
mayor mentira que había dicho esa noche hasta ahora, reflexiono… "¿Entendido?".
"Ahora
vamos a dar un pequeño paseo", dijo agitando el cuchillo, "Bien
necesito las llaves del coche y que te sientes en el asiento del
acompañante" una vez sentado allí le ato las manos a la espalda, y después
le puso unas gafas de sol, era una gafas que había estado trabajando en ellas,
también era la primera vez que las usaba, eran totalmente oscuras él no podía
ver nada con ellas puestas, así no sabría exactamente donde iban, en las
anteriores presas le habían molestado saber donde lo llevaban o cuando ella
estaba lejos del cuchillo, durante un tiempo había considerado usar una venda
pero, era demasiado obvio para los otros conductores de los coches que se
cruzaba, las gafas de solo estaban bien, había cubierto los cristales con
varias capas de pintura negra brillante, convirtiéndolas en una simple venda,
pero muy efectiva, cualquiera que mirara dentro del coche simplemente vería a
un chico con gafas de sol, no tan inusual por la noche, entre la multitud de
discotecas de allí, pero él sería incapaz de ver a donde iba o lo que estaba
sucediendo en cualquier momento.
Tomo
una ruta indirecta, girando con frecuencia al azar antes de establecerse la dirección
correcta hacia casa, al cabo de unas treinta minutos se detuvo en el camino de
entrada, cogió su mochila y manejo dentro del pequeño espacio antes de
cerrarla.
Ella
recupero el cuchillo y salió de coche, "Voy a quitarte tus ataduras y vas
a salir del coche", le dijo para añadir seguidamente, "No pongas tus
manos cerca de la cara, muévete muy despacio y cuidadosamente, haz un falso
movimiento o repentino y te desangro aquí mismo".
"Por
favor", dijo roncamente, "No tengo dinero, pero puedes coger todo lo
que quieras, solo déjame marcharme"
Ella
se inclino y le puso la punta del cuchillo debajo de su barbilla, forzando a
que su cara se levantara.
Él
hizo un ruido de sorpresa, más un chillido que un gruñido, "!Escúchame!",
ella grito, "Vas a tener una oportunidad de sobrevivir, y para eso vas a
tener que hacer exactamente lo que te diga, discúteme o falla en seguir mis instrucciones
y te mato allí mismo, ¿Lo entiendes?"
"SI!"
él grito, ella retrocedió de nuevo, "Fuera, pero lentamente".
Salió
torpemente al no poder usar sus manos que seguían esposadas, a medida que emergía
la cabeza, ella le puso el cuchillo en el cuello otra vez, estaba allí, sin
posibilidades de hacer algo, lo acompaño hasta la cocina y lo inclino sobre la
mesa, "Deja que te desate por un momento", dijo "Prueba
cualquier cosa y te cortare", le susurro a la oreja"
"Ábrete
de piernas" le dijo mientras le pasaba el cuchillo por la entrepierna,
"No quiero convertirte en una soprano por el resto de tu vida", ella
se giro cogió una barra separadora que había dejando con otras ataduras en la
mesa, era de metal, gruesa, pesada y con unos gruesos puños de cuero en cada
extremo unidos por pesados enlaces metálicos, ella tuvo que usar ambas manos
para atarlo, pero era un riesgo razonable contra un hombre esposado, en un
momento lo tenía atado, !Casi había terminado! Ella cogió un collar de cuero
pesado y se lo puso alrededor de su cuello, trato de sujetarlo con una mano,
antes de finalmente cerrarlo, había un anillo de metal en la parte delantera y
atado a ella una cadena gruesa que hacía que se doblara hacia la barra
separadora, tenso la cadena, "Arquea tu espalda, mas!, mas!" ella
tiro de cadena tan fuerte como pudo y la aseguro con otro candado, luego ella
lo tenso todo lo que pudo hasta que él grito de dolor en sus hombros, y volvió
a poner otro candado, asegurando la cadena, por último, cogió una mordaza con
una bola e intento forzarla en su boca, lucho contra ella, esto la hizo sonreír,
espero hasta que se cansara de luchar, no importaba cuantas veces lo hiciera,
constantemente la sorprendía lo mal que le afectaba el juicio de la presa.
Al
ver que este no se cansaba tan rápido como los otros, saco el cuchillo, le puso
en la mejilla, "O abres la boca o lo hago yo", dijo simplemente, una
mirada a la expresión de sus ojos le llevo a estar bajo su control, ella
abrocho la mordaza en su lugar.
Ella
volvió a deslizar de nuevo el cuchillo dentro de la funda de la bota, ahora él
no era ningún peligro para ella, era un total éxito, "!Abajo!", le
ordeno, empujándolo delante de ella mientras se dirigía hacia el sótano, paso
una eternidad para bajar las escaleras, sus ataduras limitaban su movimientos
severamente, y ella tuvo que agarrarlo varias veces para que no se cayera.
El
lugar estaba decorado de una manera que ella le llamaba la habitación de
violar, había trabajado más de un año para equiparla, fregando, barnizando las
paredes de ladrillo desnudo, limpiando las vigas de madera, repavimentando el
piso, había atornillado una variedad de pernos y ganchos en la pared y colgado
un bloque pesado y aparejos en una viga, una gran pantalla de televisión estaba
en una esquina, con un DVD, al lado había una cámara de video con un trípode,
una cama grande dominaba al final de la habitación, y una pesada mesa de madera
en el otro extremo, ella lo empujo hacia abajo sobre la mesa, apretó la cadena
en un pie, levantando sus piernas y haciendo que las ataduras sean aun más
efectivas, dos tramos cortos de cadena bloquearon la barra separadora y el
collar a la mesa, dejándolo con una suficiente holgura para moverse un poco,
pero nada más.
Acto
seguido cogió unas tijeras, y se paso unos cinco minutos cortando su ropa, su
cuerpo desnudo no era nada especial, obviamente no era un hombre que usara el
gimnasio, aun así, no tenía casi nada de grasa, al menos no todavía, Marie tiro
los restantes trozos de ropa en una papelera en la esquina y uso el mando
distancia para encender el televisor y poner en marcha el DVD, era una película
casera que mostraba los resultados de la cacería del mes pasado, "Disfruta
del espectáculo", ella le dijo, "Piensa en ello como anticipo de lo
que te espera", y acto seguido lo dejo que él solo siguiera mirando la televisión.
Subió
a la sala de estar, encendió la televisión y puso el canal que estaba conectado
a las cámaras web del sótano, eran de muy mala calidad, pero por el precio tenía
una imagen razonable, se acurruco en el sofá y lo observo.
El
DVD no era del agrado de él, y apartaba la mirada, ella sabía que no había
forma de obligarlo a mirarlo, lo había intentado en las anteriores presas, pero
al menos que no grapara sus parpados su frente no había nada que fuese
practico, aun así, ella apostaba que él miraría.
Ella
lo dejo allí mientras se relajaba, lo había vuelto hacer, era razonablemente
alto para ella, y a diferencia de los anteriores, pasaba más tiempo en el
gimnasio, aun así, no tenia ilusiones en todo sobre su habilidad para
enfrentarse incluso a un hombre que no fuese apto para una pelea, era mas débil,
probablemente tenia reacciones más lentas, pero a pesar de todo ella lo había
vencido, había pensando a través de sus ventajas, proponer un plan que lo niegue
y ejecutarlo perfectamente, mientras lo pensaba se extendía sensualmente en el sofá,
casi delirante de alegría, estaba contenta con todo esto.
Por
primera vez esa noche, todo estaba funcionando bien para ella y no para él,
cuando más tiempo pasaba, él mas agotado se sentía y más descansado ella estaría,
le dio una hora completa, mirándolo cuidadosamente a través de la pantalla del
televisor para asegurarse que no se metía en cualquier problema, las ovejas también
pueden ser peligrosas, después de aquel tiempo ella fue hasta el sótano, asegurándose
de que sus tacones sonasen tan fuerte como fuese posible para anunciar su
llegada, apago el DVD y puso en marcha la cámara de video.
"¿Has
pensado, en lo que te va a pasar esta noche?", ella le pregunto, él se retorció
y hizo un amortiguado gruñido, dentro de toda su esclavitud y mordaza le permitían.
La
cada estaba lo suficiente lejos de los vecinos para que él le fuera totalmente
imposible pedir ayuda, ella solo usa realmente la mordaza para asustar a la víctima,
eso también le serbia para que su mandíbula le doliera después de usarla un
tiempo.
Marie
siempre le había gustado ver como reaccionaba la presa cuando tuviera su
primera oportunidad de hablar, a veces se intimidaba en silencio, a veces
intentaba razonar con ella o ofrecerle dinero a cambio de dejar que se
marchara, en ocasiones incluso intentaba amenazarla, estaba vez, suplico.
"Por
favor, no me hagas daño", jadeo mientras quitaba la mordaza, su voz era
ronca y se preguntaba porque estaba su boca tan seca a estas alturas, "Oh,
dios, por favor no me hagas daño, por favor, hare cualquier cosa…"
"Solo
hay una cosa que quiero que hagas por mi", dijo, inclinándose para que su
boca se encontrara a escasos centímetros de la suya, su mirada lo mantuvo
paralizado, ella sentía como si fuera drenándolo con sus ojos, y la sensación
era gloriosa, "Quiero que sufras, y eso es exactamente lo que vas a
hacer".
Ella
le soltó la cadena que lo unía por el collar a la barra separadora y la arrojo
aparte, él gimió cuando sus rígidas extremidades se estiraron y ella uso un
candado para sujetar el espaciador a la barra de la mesa, cogió una vara de su
equipo y azoto fuertemente la espalda de él, usando toda su fuerza, dejando una
raya roja en donde lo había hecho, comenzó a brotar sobre su piel pálida y se sacudió
contra sus ataduras gritando de dolor.
Él
comenzó a suplicar, eso hizo que ella sonriera, sabiendo que la cámara lo
estaba captando todo, siempre azotaba en el mismo punto, con mucha planificación
y cuidado, forzando la paciencia, siempre había tenido una gran necesidad de
soltarse, nunca contaba los golpes, simplemente golpeaba una y otra vez, tan
fuerte y rápido como podía por el tiempo que podía, con una docena de golpes él
ya estaba sollozando y gritando en agonía, pero los sonidos simplemente
impulsaban su implacable ataque, incluso más que el secuestro en sí, el primer
azote era una declaración de propiedad, una acto de posesión, con azote frenético
ella le estaba declarando al universo que realmente le pertenecía que él era de
su propiedad para que ella hiciera lo que quesera, ella lo trabajo desde su
culo hacia sus muslos, las marcas brillantes cruzaban cada centímetro de la
piel, haciendo una masa de sangre que rápidamente desarrollaba hematomas, con
cada grieta ella mas cachonda se ponía, conduciéndola hacia el orgasmo, con una
ráfaga final de golpes ella hizo explosivamente, temblando tan fuerte que prácticamente
se desplomo sobre él, allí se quedo sintiendo el calor de su sangre y el frio
sudor desnudo de su abdomen, ella podía sentir sus músculos temblar debajo de
ella, cada movimiento comunicando como un amante da su abrazo.
Cuando
se hubo recuperado, se movió hacia su cabeza, desnudando el cuero ajustado de
sus pantalones, para seguir con sus bragas, ella tiro de su cabeza había arriba
por el pelo y le abofeteo, diciéndole cogió sus bragas y le dijo
"Lame" le susurro, "o, conseguirás mas furia encima de ti".
Acobardado
por el miedo, lamio frenéticamente su coño, a él en realidad esto le gustaba,
ella le ordeno, "Bésalo, lámelo, mas fuerte, arriba, no tan rápido, profundiza
allí…" cada orden era seguida por un golpe en su espalda para animarlo
hacerlo bien, ella lo trataba como a una maquina, un aparato diseñado para
darle placer, este deseo de dominar había sido siempre muy fuerte en Marie, por
lo que podía recordar, durante gran parte de su vida ella lo había reprimido
luchando en una sociedad que dictaba como una mujer debía ser, pero sus oscuros
deseos habían crecido y crecido, ejerciendo una terrible presión que finalmente
fue imposible de resistirse.
Cuanto
estuvo lista se volvió y separo las nalgas, presentando su culo, él vacilo y
ella camino por detrás y le azoto una
docena de golpes, después de eso él fue prácticamente mendigando que se le
permitiera deslizar su lengua por su culo, ella acaricio su clítoris mientras
él trabaja cada vez mas y mas profundamente, hasta que llego al clímax
violentamente de nuevo.
Ella
había comenzado a entablar relaciones, tanto profesionales como personales, con
sumisos, fue fácil y le daban unos buenos ingresos, pero ella se había
desilusionado rápidamente con ellos, lo hombres que ella encontraba tenían
muchos limites, reglas y exigencias, ellos querían negociar todo, ella encontró
a si misma cada vez más molesta y enojada con todo, había abandonado ese estilo
de vida, se había mudado lejos a un nuevo lugar donde nadie la conocía, y después
de una cuidadosa reflexión se embarco en una nueva vida.
Camino
lentamente arriba y debajo de la mesa, masajeándose la parte superior del brazo
y del hombro mientras distraídamente inspeccionaba el daño que había causado,
sus muslos y culo se había convertido rápidamente en un tono azul y morado, veía
como algunos chorros de sangre bajaban por la mesa, secándose con el aire frio
de la sala, él estaba ahora un poco más tranquilo aunque gemía en vez de
llorar, de vez en cuando, un poderoso temblor le atravesaba su cuerpo mientras
luchaba contra el daño que ella le había infligido, ella extendió la mano y lo
rozo con los dedos en una de sus cicatrices de su piel y enseguida él chillo y
salto hacia un lado, casi tirándose desde el borde de la mesa, ella rio viendo
el miedo que había irradiado en él antes de que ella lo arrastrara nuevamente a
su posición.
Marie
movió la cámara posicionándola mas cerca de la mesa y cambiando el ángulo, se
fue con él y le coloco el tacón de su bota por encima de su dolorida parte
trasera, aprontando la punta del tacón contra su ano, "Es perfecto, es de
tu talla, cariño", dijo, "Tu querías penetrar en mi agujero, y ahora
seré yo quien lo haga contigo", empujo el tacón dentro del ano, haciendo
que gritara de nuevo, lo movió adentro y afuera, follandolo con su bota
mientras gemía. "Oooo, te gusta, ¿Verdad Cariño?", "Dios,
no", grito, encontrando su voz nuevamente, "Oh dios por favor, no
dios…." él murmuraba una y otra vez, sin entenderse lo que decía, ella
bajo y recogió un correa de cuero de su equipamiento, ella apretó su culo a lo
que él instintivamente grito.
"Por
un momento…" dijo amablemente mientras tiraba de la correa de nuevo, dijo
pensativa, "Pensé que me había contradicho, no has hecho eso,
¿Verdad?".
"Por
dios, no….."
"¿Lo
has pensado?", insistió, volviendo a tirar de la correa, su nalgas se
estaban volviendo negras, "No puedo creerme que un jodido gusano con tu me
contradiga, no cuando estás en la posición en la que estas, y siendo yo quien
manda".
"!No!,
por dios, no he dicho nada de malo, haré
lo que mandes, tú tienes la razón, haré todo lo que me digas, siempre…"
"Bien,
me gusta este espíritu", ella levanto la cabeza por los pelos y se inclino
prácticamente tocando las narices mientras lo miraba a los ojos, "Yo soy
tu diosa ahora, si tienes que hacer alguna oración, rézame, por todo lo bueno
que te tengo que hacer", ella cogió un arnés y un consolidar grande, se lo
enseño para que él pudiera ver lo grande que era, lo miro aturdido sin apenas
atreverse a creer lo que seguramente debía venir a continuación, ella derramo
una gran cantidad de lubricante en el consolador, haciendo que brillara
amenazante a la luz de la habitación.
"Ahora
voy a violarte", le anuncio, las palabras le enviaron una emoción,
"¿Ves lo grande que es?, lo voy a empujar dentro de tu culo y lo voy a
sacar y meter dentro, fuera, dentro fuera… estas libre de luchar en contra,
porque cuando mas pelees, más daño te voy hacer, y como ya sabes, me refiero al
dolor, para cuando termine tu culo va a ser tan grande como un barco lleno de
marineros que acaba de atracar".
Lo
desato de la mesa, dejándolo esposado y con el espaciador y empujo su cuerpo,
por lo que quedo inclinado sobre el borde, incluso con toda su fuerza no podía
ser capaz de aguantar una gran pelea, ya que los esfuerzos de ella durante la
noche lo habían dejado indefenso, ella podía hacer cualquier cosa con él,
cualquier cosa, justo como debía ser.
Ella
apunto el consolador en su ano y lo metió sin ningún preámbulo, poniendo toda
su fuerza y peso detrás de ella, hubo un ruido distintivo cuando la cabeza del
consolador irrumpió, dividendo su musculo del esfínter y enviando una lanza de
nueva agonía mediante su cuerpo abusado, comenzó a empujar el enorme consolador
dentro y fuera energéticamente disfrutando de la sensación de la base contra su
clítoris, lucho todo lo que pudo, logrando patalear mientras ella lo atravesaba
centímetro a centímetro, pero con lo debilitado como estaba con sus manos y las
piernas atadas, sus esfuerzos no hicieron más que estimularla, ella podía ver
sus nalgas como se apretaban mientras con todas sus fuerzas en un intento inútil
de evitar la intrusión, ella realmente tuvo que trabajárselo para vencer la
resistencia, pero solamente aumento la presión sobre su clítoris y lo hizo aun más
placentero para ella, mantuvo el bombeo dentro y fuera, la emoción de
sodomizarlo tan brutalmente enviando ondas a su coño y conducirla a un gran
orgasmo.
"Lo
mejor de ser mujer.." dijo mientras volvía a follarlo de nuevo, "Es
que puedo seguir todo el tiempo que quiera, nada me detiene, nada del mundo,
cuando tiempo puedes aguantar tu?, una hora… ¿dos?"
Ella
acelero el ritmo, masturbándose contra la base del consolador mientras lo
empujaba dentro de él, a ella realmente le encantaba enloquecer a un hombre con
su arnés, la combinación de dolor y sexo era absolutamente deliciosa, ella era
implacable, no había estado mintiendo, había pasado mucho tiempo en el gimnasio
trabajando sus músculos precisamente para tener más aguante para esto, siguió conduciéndose
al borde de otro orgasmo…. estaba tan cerca…. la presaba lloraba y gemina
comenzando a mezclarse con sus propios gemidos de placer cuando empezaba a
haber una serie devastadora de convulsiones, su orgasmo fue el más fuerte hasta
el momento, ella empujo el consolador con toda su fuerza, metiéndolo hasta el
ultimo milímetro en él mientras se corría ferozmente.
Ella
saco el consolador, un chorrito espeso y oscuro de sangre salió, ella sonrió, parecía
como si se hubiese corrido dentro de él, ella sostuvo el pesado consolador
negro allí, descansando ligeramente contra su ano mientras se recuperaba, luego
sin previo aviso lo introdujo de nuevo provocando de nuevo otro grito, bueno,
ella le había prometido una hora después de todo, lo follo implacablemente,
brutalmente, pensando que debía parecerle como si fuese su totalidad no era más
que empujar y empujar.
Finalmente
ella se retiro, jadeando por el esfuerzo, sonriendo mientras miraba la mierda y
la sangre que había sobre el consolador, luego camino alrededor y le enseño diciéndole,
"Mira, que desastre has hecho, límpialo!"
Él
comenzó a llorar nuevamente, lo que envió otro pequeño escalofrió de placer a través
suyo, pero no protesto, ya había aprendido esa lección, lamio la punta del
consolador tentativamente, luego lo escupió en el piso con disgusto reflexivo.
"!Como
te atreves!", ella le grito, agarro un puñado de pelo y embistió el
consolador en su boca, "¿Has escupido en mi casa?, !Te atreves a escupir
en mi casa!", ella lo deslizo en su garganta y él se atraganto, corriendo
salvajemente contra su agarre, pero no sirvió de nada, sus músculos estaban
demasiado doloridos por sus ataduras y las palizas que había recibido, apretó
el consolador en la parte posterior de su garganta, sintiéndolo convulsionar mientras
intentaba vomitar, sin prestar atención, ella lo empujo más profundo, girando
su cabeza hacia un lado para que pudiera mirar como la garganta se hincaba
cuando el gigantesco intruso entraba, ella lo folló por la garganta mientras veía
su rostro ponerse rojo ya que se estaba quedando sin oxigeno, cuando ella juzgo
que estaba a punto de desmayarse le saco el consolador, jadeo, prácticamente
arrastrando el aire hacia sus pulmones en un aliento desigual, ella le dio apenas
un momento antes de torcer la cabeza alrededor, presionando el consolador contra
sus labios otra vez, "Ahora lámelo, y lo quiero bien limpio", grito,
"Y te tragaras hasta el último pedacito de tu inmundicia o te hare cosas
que no te puedes creer!".
Lamio
el consolador, sacudiéndose una y otra vez pero demasiado aterrorizado para
detenerse una vez ella pensó que realmente vomitaba, para pensar en obligarle a
tragarse su propio vomito, se rio a carcajadas, le encantaba, cuando quedo
satisfecha con sus esfuerzos se alejo, celándolo allí lloriqueando, ella camino
hacia atrás lentamente tomándose su tiempo y disfrutando de su total terror.
"De
rodillas", grito, él se dejo caer embarazosamente, ello admiraba su
postura, la barra separador significaba que no podía cerrar sus rodillas del
todo, y su escroto colgaba maravillosamente, sin ninguna palabra de advertencia
ella le lanzo una patada es sus pelotas, él grito y se colapso, rodando una y otra
vez incapaz de protegerse sus pelotas doloridas debido a sus ataduras que lo sostenía
de forma segura, ella espero y luego señalo al suelo de delante de ella,
"De rodillas".
Ella
soltó una risita, se puso de nuevo en posición y le volvió a dar una patada,
esta vez no se contuvo en absoluto, él se colapso de nuevo, ahora ella no le
dio tiempo de recuperarse, siguió pataleándolo de nuevo mientras él trataba
desesperadamente de girarse para protegerse, con sus manos detrás de su espalda
y sus rodillas extendidas sin esperanza, ella lo siguió mientras él se revolvía
por la habitación, lanzando patadas en su entre pierna, intento suplicar entre
los gritos, pero nuevamente ella era inflexible, su escroto se estaba volviendo
azul purpura, casi negro en alguna partes, para cuando ella había terminado él
ni siquiera podía mantenerse en pie, simplemente se acostó acurrucado y tiro espasmódicamente
a cada patada.
Ella
trajo la cámara para hacer unas buenas tomas cercanas del lugar dañado saco las
pelotas que estaba hinchadas con un tamaño impresionante, se preguntaba que sentiría
si se corriese ahora.
Lo
arrastro por el pelo hacia una pared, mientras él hacia una mueca de dolor
creciente en sus extremidades, una pesada cadena colgaba de un perno incrustado
en la pared y lo ato allí con un candado en el cuello y dio un paso hacia atrás
cansada de los esfuerzos, un último detalle.. se paro delante de él y se puso
en cuclillas a la mitad del camino, a horcajadas sobre su cabeza, extendió los
labios de su coño con los dedos, y soltó un chorro de orina que lo golpeo en la
cada, consigo que abriera la boca, amordazándolo de nuevo, sonrió con orgullo,
estaba consiguiendo mejor que los otros días.
Ella
recupero la mordaza y la abrocho en su lugar, no era probable que estuviera en condición
de hacer mucho ruido esa noche, así que no tenía sentido correr riesgos ella
dio un giro a la cámara y le dio un gran guiño teatral, "!Bueno, disfruta mucho!,
Cómo ha ido?", le pregunto con una sonrisa de satisfacción.
Apago
la cámara, sonrió a la víctima, su lujuria era completamente gastada, sintió
una suave resplandor, una profunda sensación de satisfacción por lo que le había
hecho a la víctima, apago las luces y se dirigió al piso de arriba.
Ambos
necesitamos descansar, reflexión mientras se dirigía a tomarse una ducha
caliente y prepararse para ir a la cama,
ya que mañana seria un día muy largo….
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