sábado, 5 de noviembre de 2022

La presa

 

Sinopsis; Marie es una psicópata, impulsada por el deseo de capturar y destruir a los hombres que ella selecciona, completamente sin conciencia o misericordia, ella vive para infligir dolor.

 

Marie entro al club, mirando a su alrededor para evaluar el lugar, caliente, oscuro, abarrotado, la música sonaba demasiado fuerte para estar cómodo, perfecto, ella sintió la primera exclamación de emoción ante la idea de que la aventura estaba a punto de emprender, ella se consideraba una depredadora, y este era un sitio ideal para cazar.

 

No le faltaron las miradas mientras se dirigía al bar, como regla, Marie no se consideraba una mujer especialmente hermosa, no tenía nada de problema real en atraer a los hombres, pero no se necesitaba mucho para atraer el hombre medio, pero noches como esta era diferentes, cuando ella cazaba siempre sentía mas que su yo habitual, esta noche era un poco mejor en su vida, estaba más hermosa, más sexy, más atrevida tal vez era el estado mental de cazadora, pero sabía que ella lo llevaba a si misma de manera diferente en noches como esta, proyectaba confianza y sexualidad de una manera que ella normalmente es difícil que haga, su atiendo ayudaba, por supuesto, unos apretados pantalones cortos de cuero y un top a juego lo suficiente pequeño para que sus considerables atributos femeninos los pudiera contener, llevaba unas botas de cuero negro hasta la rodilla con unos tacones de grandes dimensiones, ella amaba el ruido que hacían al caminar, el chasquido de esos talones le hacía sentir como si estuviera conduciendo una daga por el suelo con cada paso, su corto cabello castaño estaba cubierto una larga peluca rubia que ella había comprado solo para esa noche, ciertamente, los patrones masculinos del club había funcionado, en los primeros minutos ya había rechazado tras invitaciones para bailar.

 

La presión de los cuerpos sudorosos en el bar era de diez, pero logro trabajar su manera y comprar una bebida, nada de alcohol, un refresco, como siempre en esas noches lo importante era que su cabeza permaneciera clara, paso unos veinte minutos haciendo un recorrido pausado por el club, tomando notas mentales de cuanta seguridad había y en atención de donde estaba ubicadas las cámaras de seguridad, los rincones oscuros donde la gente se iba emparejando, cosas así.

 

Cuando ella estuvo en disposición y había absorbido lo suficiente, ella escogió un buen lugar y comenzó a escañera casualmente a la multitud, rechazo varios posibles pretendientes en la próxima media hora, ella no tenía una razón real para la negativa, solo una vega sensación de incorrección, ella no tenía una imagen especifica de la presa en su mente, ella siempre elige mas por instinto que racional, pero siempre conocía sin ninguna duda cuando lo veía, sus miradas decepcionadas le dieron una diversión secreta, si solamente ellos sabían la noche que habían enviado…

 

Después de otros quince o veinte minutos, ella lo encontró, se abrió una momentánea brecha entre el revoltijo de cuerpo en la pista de baile y lo vio solo por un instante, Marie supo al instante que era él elegido.

 

Ella se fue a la pista y comenzó a bailar, caminando lentamente hacia él a través de la multitud de cuerpos, la pista era un alboroto de ruido y movimiento, pocas personas estaba prestando atención a nadie más que a su pareja y por todo su aspecto y la cantidad de piel que ella mostraba, apenas le dibujaban una mirada, sonrió mientras se acercaba a la presa, él estaba bailando con una pelirroja gordita, el tipo de mujer que los hombres se conforman cuando pueden llegar a mas, como mujeres como ella, simplemente se puso a su lado y comenzó a bailar con él, prácticamente empujando a la otra mujer fuera de su camino, su reacción fue cómica, abrió la boca para quejarse y de repente perdió el ritmo mientras sus ojos miraba el magnífico cuerpo de abajo hacia arriba. Marie podía sentir a la otra mujer como ella la había atropellado pero sabía que estaba superada y al mirar su cara de su compañero confirmo la derrota, no tenía más remedio que escabullirse entre la multitud.

 

Bailaron durante unos veinte minutos más o menos, sus movimientos cada vez eran más provocativos, Marie se entrego por completo a la música, dejándola correr, su mente era un torbellino de emoción, lleno de anticipación por la noche que se le avecinaba, finalmente él le sugirió que se fuesen a tomar una copa, ella le dejo que pagara y lo siguió en uno de aquellos rincones oscuros, siempre era prudente dejarlos pensar que ellos eran lo que dominan la situación.

 

- "¿Cuál es tu nombre?" Tuvo que gritar por culpa de la música.

- "Kara", Dijo mintiendo

- "Yo soy Robert", El contesto

 

Tuvieron una pequeña charla durante un rato, intercambiando los detalles de su vida, trabajaba en una empresa de informática, de nivel medio, cómodo pero no rico, ella le dijo que era una modelo independiente, solo una de las miles que intentaban hacerse hueco dentro del mundo de la moda, también le dijo que tenía un apartamento en la ciudad que compartía con otras dos chicas.

 

Ella empezaba a tejer la telaraña de mentiras haciendo que él se sumara a su emociona, sabiendo que no tenía idea que lo que estaba sucediendo gradualmente, ella se inclino hacia él para estar más cerca cuando hablaba, dando la apariencia de estar interesada de lo que decía.

 

Normalmente ella hacia el primer paso, pero esta noche decidió ver cuánto le tiempo le llevaría hacerlo a él mismo, hizo todo lo posible para animarlo, por supuesto, coqueteo, se rio de sus bromas, rozo sus dedos en el pecho, cuando finalmente se inclino para besarla ella le permitió y cuando puso su mano titubeante sobre su rodilla, la cubrió con la suya, y la deslizo a lo largo del muslo, la mirada de alegría en su rostro era un espectáculo para la vista, él debía penar que estaba de buena racha, finalmente, decidieron de mutuo acuerdo que ya era hora de irse del club.

 

Marie recogió su chaqueta de cuero y una pequeña mochila que tenía en ropero, la chica del mostrador apenas la miraba mientras se los entregaba, el aire nocturno se sentía deliciosamente en su piel sudada y se estiro lujosamente sabiendo que sus ojos estarían recorriendo todo su cuerpo.

 

La condijo por el parking hasta su coche, un BMW, Marie frunció el ceño cuando vio un grupo de personas, así que le dijo que entrasen al coche rápidamente, su voz ahora era dura, inflexible, el interior del automóvil los iluminaba mientras las puertas estaban abiertas, por lo que tenía que hacerse rápidamente antes de que pasara alguien y los viera, "Entra, o me voy!".

 

Él se quedo congelado y ella lo empujo hacia la puerta del coche, "!Dentro, ahora!" ella se inclino y le dijo mas fuerte esta vez, significaba un mayor riesgo de llamar la atención, pero ella tenía que conseguir que se moviera rápido, o si fuese descubierta todo esto se arruinaría, finalmente él comenzó a obedecer, ella lo siguió, literalmente un paso atrás mientras instaba que se sentara, cerró la puerta detrás de ella, la luz se apago de nuevo, trayendo la bienvenida oscuridad al coche, Robert se apretó contra la puerta del pasajero, mirando con sus ojos saltones muy abiertos a un cuchillo que ella había sacado.

 

"Quédate quiero", dijo manteniendo el tono dominante, "El cuchillo es muy real, y se exactamente cómo usarlo, podría matarte antes de que soltaras ni media palabra, y estar a cinco calles antes de que alguien pudiera encontrar tu cuerpo, resístete y eso es exactamente lo que sucederá, si haces exactamente lo que te dijo no pasara nada",  era la mayor mentira que había dicho esa noche hasta ahora, reflexiono… "¿Entendido?".

 

"Ahora vamos a dar un pequeño paseo", dijo agitando el cuchillo, "Bien necesito las llaves del coche y que te sientes en el asiento del acompañante" una vez sentado allí le ato las manos a la espalda, y después le puso unas gafas de sol, era una gafas que había estado trabajando en ellas, también era la primera vez que las usaba, eran totalmente oscuras él no podía ver nada con ellas puestas, así no sabría exactamente donde iban, en las anteriores presas le habían molestado saber donde lo llevaban o cuando ella estaba lejos del cuchillo, durante un tiempo había considerado usar una venda pero, era demasiado obvio para los otros conductores de los coches que se cruzaba, las gafas de solo estaban bien, había cubierto los cristales con varias capas de pintura negra brillante, convirtiéndolas en una simple venda, pero muy efectiva, cualquiera que mirara dentro del coche simplemente vería a un chico con gafas de sol, no tan inusual por la noche, entre la multitud de discotecas de allí, pero él sería incapaz de ver a donde iba o lo que estaba sucediendo en cualquier momento.

 

Tomo una ruta indirecta, girando con frecuencia al azar antes de establecerse la dirección correcta hacia casa, al cabo de unas treinta minutos se detuvo en el camino de entrada, cogió su mochila y manejo dentro del pequeño espacio antes de cerrarla.

 

Ella recupero el cuchillo y salió de coche, "Voy a quitarte tus ataduras y vas a salir del coche", le dijo para añadir seguidamente, "No pongas tus manos cerca de la cara, muévete muy despacio y cuidadosamente, haz un falso movimiento o repentino y te desangro aquí mismo".

 

"Por favor", dijo roncamente, "No tengo dinero, pero puedes coger todo lo que quieras, solo déjame marcharme"

 

Ella se inclino y le puso la punta del cuchillo debajo de su barbilla, forzando a que su cara se levantara.

 

Él hizo un ruido de sorpresa, más un chillido que un gruñido, "!Escúchame!", ella grito, "Vas a tener una oportunidad de sobrevivir, y para eso vas a tener que hacer exactamente lo que te diga, discúteme o falla en seguir mis instrucciones y te mato allí mismo, ¿Lo entiendes?"

 

"SI!" él grito, ella retrocedió de nuevo, "Fuera, pero lentamente".

 

Salió torpemente al no poder usar sus manos que seguían esposadas, a medida que emergía la cabeza, ella le puso el cuchillo en el cuello otra vez, estaba allí, sin posibilidades de hacer algo, lo acompaño hasta la cocina y lo inclino sobre la mesa, "Deja que te desate por un momento", dijo "Prueba cualquier cosa y te cortare", le susurro a la oreja"

 

"Ábrete de piernas" le dijo mientras le pasaba el cuchillo por la entrepierna, "No quiero convertirte en una soprano por el resto de tu vida", ella se giro cogió una barra separadora que había dejando con otras ataduras en la mesa, era de metal, gruesa, pesada y con unos gruesos puños de cuero en cada extremo unidos por pesados enlaces metálicos, ella tuvo que usar ambas manos para atarlo, pero era un riesgo razonable contra un hombre esposado, en un momento lo tenía atado, !Casi había terminado! Ella cogió un collar de cuero pesado y se lo puso alrededor de su cuello, trato de sujetarlo con una mano, antes de finalmente cerrarlo, había un anillo de metal en la parte delantera y atado a ella una cadena gruesa que hacía que se doblara hacia la barra separadora, tenso la cadena, "Arquea tu espalda, mas!, mas!" ella tiro de cadena tan fuerte como pudo y la aseguro con otro candado, luego ella lo tenso todo lo que pudo hasta que él grito de dolor en sus hombros, y volvió a poner otro candado, asegurando la cadena, por último, cogió una mordaza con una bola e intento forzarla en su boca, lucho contra ella, esto la hizo sonreír, espero hasta que se cansara de luchar, no importaba cuantas veces lo hiciera, constantemente la sorprendía lo mal que le afectaba el juicio de la presa.

 

Al ver que este no se cansaba tan rápido como los otros, saco el cuchillo, le puso en la mejilla, "O abres la boca o lo hago yo", dijo simplemente, una mirada a la expresión de sus ojos le llevo a estar bajo su control, ella abrocho la mordaza en su lugar.

 

Ella volvió a deslizar de nuevo el cuchillo dentro de la funda de la bota, ahora él no era ningún peligro para ella, era un total éxito, "!Abajo!", le ordeno, empujándolo delante de ella mientras se dirigía hacia el sótano, paso una eternidad para bajar las escaleras, sus ataduras limitaban su movimientos severamente, y ella tuvo que agarrarlo varias veces para que no se cayera.

 

El lugar estaba decorado de una manera que ella le llamaba la habitación de violar, había trabajado más de un año para equiparla, fregando, barnizando las paredes de ladrillo desnudo, limpiando las vigas de madera, repavimentando el piso, había atornillado una variedad de pernos y ganchos en la pared y colgado un bloque pesado y aparejos en una viga, una gran pantalla de televisión estaba en una esquina, con un DVD, al lado había una cámara de video con un trípode, una cama grande dominaba al final de la habitación, y una pesada mesa de madera en el otro extremo, ella lo empujo hacia abajo sobre la mesa, apretó la cadena en un pie, levantando sus piernas y haciendo que las ataduras sean aun más efectivas, dos tramos cortos de cadena bloquearon la barra separadora y el collar a la mesa, dejándolo con una suficiente holgura para moverse un poco, pero nada más.

 

Acto seguido cogió unas tijeras, y se paso unos cinco minutos cortando su ropa, su cuerpo desnudo no era nada especial, obviamente no era un hombre que usara el gimnasio, aun así, no tenía casi nada de grasa, al menos no todavía, Marie tiro los restantes trozos de ropa en una papelera en la esquina y uso el mando distancia para encender el televisor y poner en marcha el DVD, era una película casera que mostraba los resultados de la cacería del mes pasado, "Disfruta del espectáculo", ella le dijo, "Piensa en ello como anticipo de lo que te espera", y acto seguido lo dejo que él solo siguiera mirando la televisión.

 

Subió a la sala de estar, encendió la televisión y puso el canal que estaba conectado a las cámaras web del sótano, eran de muy mala calidad, pero por el precio tenía una imagen razonable, se acurruco en el sofá y lo observo.

 

El DVD no era del agrado de él, y apartaba la mirada, ella sabía que no había forma de obligarlo a mirarlo, lo había intentado en las anteriores presas, pero al menos que no grapara sus parpados su frente no había nada que fuese practico, aun así, ella apostaba que él miraría.

 

Ella lo dejo allí mientras se relajaba, lo había vuelto hacer, era razonablemente alto para ella, y a diferencia de los anteriores, pasaba más tiempo en el gimnasio, aun así, no tenia ilusiones en todo sobre su habilidad para enfrentarse incluso a un hombre que no fuese apto para una pelea, era mas débil, probablemente tenia reacciones más lentas, pero a pesar de todo ella lo había vencido, había pensando a través de sus ventajas, proponer un plan que lo niegue y ejecutarlo perfectamente, mientras lo pensaba se extendía sensualmente en el sofá, casi delirante de alegría, estaba contenta con todo esto.

 

Por primera vez esa noche, todo estaba funcionando bien para ella y no para él, cuando más tiempo pasaba, él mas agotado se sentía y más descansado ella estaría, le dio una hora completa, mirándolo cuidadosamente a través de la pantalla del televisor para asegurarse que no se metía en cualquier problema, las ovejas también pueden ser peligrosas, después de aquel tiempo ella fue hasta el sótano, asegurándose de que sus tacones sonasen tan fuerte como fuese posible para anunciar su llegada, apago el DVD y puso en marcha la cámara de video.

 

"¿Has pensado, en lo que te va a pasar esta noche?", ella le pregunto, él se retorció y hizo un amortiguado gruñido, dentro de toda su esclavitud y mordaza le permitían.

 

La cada estaba lo suficiente lejos de los vecinos para que él le fuera totalmente imposible pedir ayuda, ella solo usa realmente la mordaza para asustar a la víctima, eso también le serbia para que su mandíbula le doliera después de usarla un tiempo.

Marie siempre le había gustado ver como reaccionaba la presa cuando tuviera su primera oportunidad de hablar, a veces se intimidaba en silencio, a veces intentaba razonar con ella o ofrecerle dinero a cambio de dejar que se marchara, en ocasiones incluso intentaba amenazarla, estaba vez, suplico.

 

"Por favor, no me hagas daño", jadeo mientras quitaba la mordaza, su voz era ronca y se preguntaba porque estaba su boca tan seca a estas alturas, "Oh, dios, por favor no me hagas daño, por favor, hare cualquier cosa…"

 

"Solo hay una cosa que quiero que hagas por mi", dijo, inclinándose para que su boca se encontrara a escasos centímetros de la suya, su mirada lo mantuvo paralizado, ella sentía como si fuera drenándolo con sus ojos, y la sensación era gloriosa, "Quiero que sufras, y eso es exactamente lo que vas a hacer".

 

Ella le soltó la cadena que lo unía por el collar a la barra separadora y la arrojo aparte, él gimió cuando sus rígidas extremidades se estiraron y ella uso un candado para sujetar el espaciador a la barra de la mesa, cogió una vara de su equipo y azoto fuertemente la espalda de él, usando toda su fuerza, dejando una raya roja en donde lo había hecho, comenzó a brotar sobre su piel pálida y se sacudió contra sus ataduras gritando de dolor.

 

Él comenzó a suplicar, eso hizo que ella sonriera, sabiendo que la cámara lo estaba captando todo, siempre azotaba en el mismo punto, con mucha planificación y cuidado, forzando la paciencia, siempre había tenido una gran necesidad de soltarse, nunca contaba los golpes, simplemente golpeaba una y otra vez, tan fuerte y rápido como podía por el tiempo que podía, con una docena de golpes él ya estaba sollozando y gritando en agonía, pero los sonidos simplemente impulsaban su implacable ataque, incluso más que el secuestro en sí, el primer azote era una declaración de propiedad, una acto de posesión, con azote frenético ella le estaba declarando al universo que realmente le pertenecía que él era de su propiedad para que ella hiciera lo que quesera, ella lo trabajo desde su culo hacia sus muslos, las marcas brillantes cruzaban cada centímetro de la piel, haciendo una masa de sangre que rápidamente desarrollaba hematomas, con cada grieta ella mas cachonda se ponía, conduciéndola hacia el orgasmo, con una ráfaga final de golpes ella hizo explosivamente, temblando tan fuerte que prácticamente se desplomo sobre él, allí se quedo sintiendo el calor de su sangre y el frio sudor desnudo de su abdomen, ella podía sentir sus músculos temblar debajo de ella, cada movimiento comunicando como un amante da su abrazo.

 

Cuando se hubo recuperado, se movió hacia su cabeza, desnudando el cuero ajustado de sus pantalones, para seguir con sus bragas, ella tiro de su cabeza había arriba por el pelo y le abofeteo, diciéndole cogió sus bragas y le dijo "Lame" le susurro, "o, conseguirás mas furia encima de ti".

 

Acobardado por el miedo, lamio frenéticamente su coño, a él en realidad esto le gustaba, ella le ordeno, "Bésalo, lámelo, mas fuerte, arriba, no tan rápido, profundiza allí…" cada orden era seguida por un golpe en su espalda para animarlo hacerlo bien, ella lo trataba como a una maquina, un aparato diseñado para darle placer, este deseo de dominar había sido siempre muy fuerte en Marie, por lo que podía recordar, durante gran parte de su vida ella lo había reprimido luchando en una sociedad que dictaba como una mujer debía ser, pero sus oscuros deseos habían crecido y crecido, ejerciendo una terrible presión que finalmente fue imposible de resistirse.

 

Cuanto estuvo lista se volvió y separo las nalgas, presentando su culo, él vacilo y ella  camino por detrás y le azoto una docena de golpes, después de eso él fue prácticamente mendigando que se le permitiera deslizar su lengua por su culo, ella acaricio su clítoris mientras él trabaja cada vez mas y mas profundamente, hasta que llego al clímax violentamente de nuevo.

 

Ella había comenzado a entablar relaciones, tanto profesionales como personales, con sumisos, fue fácil y le daban unos buenos ingresos, pero ella se había desilusionado rápidamente con ellos, lo hombres que ella encontraba tenían muchos limites, reglas y exigencias, ellos querían negociar todo, ella encontró a si misma cada vez más molesta y enojada con todo, había abandonado ese estilo de vida, se había mudado lejos a un nuevo lugar donde nadie la conocía, y después de una cuidadosa reflexión se embarco en una nueva vida.

 

Camino lentamente arriba y debajo de la mesa, masajeándose la parte superior del brazo y del hombro mientras distraídamente inspeccionaba el daño que había causado, sus muslos y culo se había convertido rápidamente en un tono azul y morado, veía como algunos chorros de sangre bajaban por la mesa, secándose con el aire frio de la sala, él estaba ahora un poco más tranquilo aunque gemía en vez de llorar, de vez en cuando, un poderoso temblor le atravesaba su cuerpo mientras luchaba contra el daño que ella le había infligido, ella extendió la mano y lo rozo con los dedos en una de sus cicatrices de su piel y enseguida él chillo y salto hacia un lado, casi tirándose desde el borde de la mesa, ella rio viendo el miedo que había irradiado en él antes de que ella lo arrastrara nuevamente a su posición.

 

Marie movió la cámara posicionándola mas cerca de la mesa y cambiando el ángulo, se fue con él y le coloco el tacón de su bota por encima de su dolorida parte trasera, aprontando la punta del tacón contra su ano, "Es perfecto, es de tu talla, cariño", dijo, "Tu querías penetrar en mi agujero, y ahora seré yo quien lo haga contigo", empujo el tacón dentro del ano, haciendo que gritara de nuevo, lo movió adentro y afuera, follandolo con su bota mientras gemía. "Oooo, te gusta, ¿Verdad Cariño?", "Dios, no", grito, encontrando su voz nuevamente, "Oh dios por favor, no dios…." él murmuraba una y otra vez, sin entenderse lo que decía, ella bajo y recogió un correa de cuero de su equipamiento, ella apretó su culo a lo que él instintivamente grito.

 

"Por un momento…" dijo amablemente mientras tiraba de la correa de nuevo, dijo pensativa, "Pensé que me había contradicho, no has hecho eso, ¿Verdad?".

 

"Por dios, no….."

 

"¿Lo has pensado?", insistió, volviendo a tirar de la correa, su nalgas se estaban volviendo negras, "No puedo creerme que un jodido gusano con tu me contradiga, no cuando estás en la posición en la que estas, y siendo yo quien manda".

"!No!, por dios, no he dicho nada de malo,  haré lo que mandes, tú tienes la razón, haré todo lo que me digas, siempre…"

 

"Bien, me gusta este espíritu", ella levanto la cabeza por los pelos y se inclino prácticamente tocando las narices mientras lo miraba a los ojos, "Yo soy tu diosa ahora, si tienes que hacer alguna oración, rézame, por todo lo bueno que te tengo que hacer", ella cogió un arnés y un consolidar grande, se lo enseño para que él pudiera ver lo grande que era, lo miro aturdido sin apenas atreverse a creer lo que seguramente debía venir a continuación, ella derramo una gran cantidad de lubricante en el consolador, haciendo que brillara amenazante a la luz de la habitación.

 

"Ahora voy a violarte", le anuncio, las palabras le enviaron una emoción, "¿Ves lo grande que es?, lo voy a empujar dentro de tu culo y lo voy a sacar y meter dentro, fuera, dentro fuera… estas libre de luchar en contra, porque cuando mas pelees, más daño te voy hacer, y como ya sabes, me refiero al dolor, para cuando termine tu culo va a ser tan grande como un barco lleno de marineros que acaba de atracar".

 

Lo desato de la mesa, dejándolo esposado y con el espaciador y empujo su cuerpo, por lo que quedo inclinado sobre el borde, incluso con toda su fuerza no podía ser capaz de aguantar una gran pelea, ya que los esfuerzos de ella durante la noche lo habían dejado indefenso, ella podía hacer cualquier cosa con él, cualquier cosa, justo como debía ser.

 

Ella apunto el consolador en su ano y lo metió sin ningún preámbulo, poniendo toda su fuerza y peso detrás de ella, hubo un ruido distintivo cuando la cabeza del consolador irrumpió, dividendo su musculo del esfínter y enviando una lanza de nueva agonía mediante su cuerpo abusado, comenzó a empujar el enorme consolador dentro y fuera energéticamente disfrutando de la sensación de la base contra su clítoris, lucho todo lo que pudo, logrando patalear mientras ella lo atravesaba centímetro a centímetro, pero con lo debilitado como estaba con sus manos y las piernas atadas, sus esfuerzos no hicieron más que estimularla, ella podía ver sus nalgas como se apretaban mientras con todas sus fuerzas en un intento inútil de evitar la intrusión, ella realmente tuvo que trabajárselo para vencer la resistencia, pero solamente aumento la presión sobre su clítoris y lo hizo aun más placentero para ella, mantuvo el bombeo dentro y fuera, la emoción de sodomizarlo tan brutalmente enviando ondas a su coño y conducirla a un gran orgasmo.

 

"Lo mejor de ser mujer.." dijo mientras volvía a follarlo de nuevo, "Es que puedo seguir todo el tiempo que quiera, nada me detiene, nada del mundo, cuando tiempo puedes aguantar tu?, una hora… ¿dos?"

 

Ella acelero el ritmo, masturbándose contra la base del consolador mientras lo empujaba dentro de él, a ella realmente le encantaba enloquecer a un hombre con su arnés, la combinación de dolor y sexo era absolutamente deliciosa, ella era implacable, no había estado mintiendo, había pasado mucho tiempo en el gimnasio trabajando sus músculos precisamente para tener más aguante para esto, siguió conduciéndose al borde de otro orgasmo…. estaba tan cerca…. la presaba lloraba y gemina comenzando a mezclarse con sus propios gemidos de placer cuando empezaba a haber una serie devastadora de convulsiones, su orgasmo fue el más fuerte hasta el momento, ella empujo el consolador con toda su fuerza, metiéndolo hasta el ultimo milímetro en él mientras se corría ferozmente.

 

Ella saco el consolador, un chorrito espeso y oscuro de sangre salió, ella sonrió, parecía como si se hubiese corrido dentro de él, ella sostuvo el pesado consolador negro allí, descansando ligeramente contra su ano mientras se recuperaba, luego sin previo aviso lo introdujo de nuevo provocando de nuevo otro grito, bueno, ella le había prometido una hora después de todo, lo follo implacablemente, brutalmente, pensando que debía parecerle como si fuese su totalidad no era más que empujar y empujar.

 

Finalmente ella se retiro, jadeando por el esfuerzo, sonriendo mientras miraba la mierda y la sangre que había sobre el consolador, luego camino alrededor y le enseño diciéndole, "Mira, que desastre has hecho, límpialo!"

 

Él comenzó a llorar nuevamente, lo que envió otro pequeño escalofrió de placer a través suyo, pero no protesto, ya había aprendido esa lección, lamio la punta del consolador tentativamente, luego lo escupió en el piso con disgusto reflexivo.

 

"!Como te atreves!", ella le grito, agarro un puñado de pelo y embistió el consolador en su boca, "¿Has escupido en mi casa?, !Te atreves a escupir en mi casa!", ella lo deslizo en su garganta y él se atraganto, corriendo salvajemente contra su agarre, pero no sirvió de nada, sus músculos estaban demasiado doloridos por sus ataduras y las palizas que había recibido, apretó el consolador en la parte posterior de su garganta, sintiéndolo convulsionar mientras intentaba vomitar, sin prestar atención, ella lo empujo más profundo, girando su cabeza hacia un lado para que pudiera mirar como la garganta se hincaba cuando el gigantesco intruso entraba, ella lo folló por la garganta mientras veía su rostro ponerse rojo ya que se estaba quedando sin oxigeno, cuando ella juzgo que estaba a punto de desmayarse le saco el consolador, jadeo, prácticamente arrastrando el aire hacia sus pulmones en un aliento desigual, ella le dio apenas un momento antes de torcer la cabeza alrededor, presionando el consolador contra sus labios otra vez, "Ahora lámelo, y lo quiero bien limpio", grito, "Y te tragaras hasta el último pedacito de tu inmundicia o te hare cosas que no te puedes creer!".

 

Lamio el consolador, sacudiéndose una y otra vez pero demasiado aterrorizado para detenerse una vez ella pensó que realmente vomitaba, para pensar en obligarle a tragarse su propio vomito, se rio a carcajadas, le encantaba, cuando quedo satisfecha con sus esfuerzos se alejo, celándolo allí lloriqueando, ella camino hacia atrás lentamente tomándose su tiempo y disfrutando de su total terror.

 

"De rodillas", grito, él se dejo caer embarazosamente, ello admiraba su postura, la barra separador significaba que no podía cerrar sus rodillas del todo, y su escroto colgaba maravillosamente, sin ninguna palabra de advertencia ella le lanzo una patada es sus pelotas, él grito y se colapso, rodando una y otra vez incapaz de protegerse sus pelotas doloridas debido a sus ataduras que lo sostenía de forma segura, ella espero y luego señalo al suelo de delante de ella, "De rodillas".

 

Ella soltó una risita, se puso de nuevo en posición y le volvió a dar una patada, esta vez no se contuvo en absoluto, él se colapso de nuevo, ahora ella no le dio tiempo de recuperarse, siguió pataleándolo de nuevo mientras él trataba desesperadamente de girarse para protegerse, con sus manos detrás de su espalda y sus rodillas extendidas sin esperanza, ella lo siguió mientras él se revolvía por la habitación, lanzando patadas en su entre pierna, intento suplicar entre los gritos, pero nuevamente ella era inflexible, su escroto se estaba volviendo azul purpura, casi negro en alguna partes, para cuando ella había terminado él ni siquiera podía mantenerse en pie, simplemente se acostó acurrucado y tiro espasmódicamente a cada patada.

 

Ella trajo la cámara para hacer unas buenas tomas cercanas del lugar dañado saco las pelotas que estaba hinchadas con un tamaño impresionante, se preguntaba que sentiría si se corriese ahora.

 

Lo arrastro por el pelo hacia una pared, mientras él hacia una mueca de dolor creciente en sus extremidades, una pesada cadena colgaba de un perno incrustado en la pared y lo ato allí con un candado en el cuello y dio un paso hacia atrás cansada de los esfuerzos, un último detalle.. se paro delante de él y se puso en cuclillas a la mitad del camino, a horcajadas sobre su cabeza, extendió los labios de su coño con los dedos, y soltó un chorro de orina que lo golpeo en la cada, consigo que abriera la boca, amordazándolo de nuevo, sonrió con orgullo, estaba consiguiendo mejor que los otros días.

 

Ella recupero la mordaza y la abrocho en su lugar, no era probable que estuviera en condición de hacer mucho ruido esa noche, así que no tenía sentido correr riesgos ella dio un giro a la cámara y le dio un gran guiño teatral, "!Bueno, disfruta mucho!, Cómo ha ido?", le pregunto con una sonrisa de satisfacción.

 

Apago la cámara, sonrió a la víctima, su lujuria era completamente gastada, sintió una suave resplandor, una profunda sensación de satisfacción por lo que le había hecho a la víctima, apago las luces y se dirigió al piso de arriba.

 

Ambos necesitamos descansar, reflexión mientras se dirigía a tomarse una ducha caliente y  prepararse para ir a la cama, ya que mañana seria un día muy largo….

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