Después de haber
dormido toda la noche, se levanto excitado, pero ya no se encontraba en el
club, si no en su casa, y sin la ropa femenina ni el maquillaje, estaba un poco
aturdido, parecía que todo lo que había pasado en el club hubiera sido solo un
sueño, y así hubiera sido, si no es porque Alice le llamo. Quería ofrecerle un
puesto de trabajo en un pequeño negocio, cosa que acepto inmediatamente,
pensando que sería algo relacionado con el Club Sissy.
Por desgracia para
el solo era ser dependiente de una pequeña librería, el trabajo cada día ella,
con la esperanza de que eso solo fuera una prueba más de la hermandad para así
poder escalar posiciones.
Trabajo, día tras día,
Alicia algunos días le visitaba, pero casi siempre estaba solo, pasaron los
días hasta que solicito su adhesión en la hermandad formalmente.
Hasta un día harto
de no saber nada de su solicitud, no pudo más y hablo del club con un cliente
asiduo en la librería, resulto ser un miembro del club, explicar algo del club rompía
la primera regla, así que el mismo día recibo una llamada por teléfono al
trabajo “Juan, soy Alicia, has roto la primera regla, ya sabes que no podemos
hablar de eso, adiós”. Y colgó el teléfono, el se quedo allí de pie sin
saber que decir.
Pasaron los días y
Juan intento ponerse en contacto con ella, pero parecía que había desaparecido
sin dejar rastro, fue al local donde teóricamente había el Club Sissy, pero allí
solo había una Floristería y todo el personal que había decía que ese negocio
llevaba más de 5 años funcionando y que nunca se había traspasado.
El quedo muy
aturdido, pasaron los años y en su cabeza no pasaba un día que se acordara de
que una vez fue un Sissy y eso era lo más excitante que le había sucedido en la
vida.
Fin
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