La noche del detective

Escrito por TJ Ryder y saca un pequeño extracto de la página www.sissytrain.com

El detective mas experto de Bay City suspiro mientras cogía sus chaqueta en la sala de la brigada y se sentaba detrás de su escritorio, con sus 45 años de edad, con un bonito cuerpo y musculoso, puso sus pies encima de la mesa para descansar sus piernas. Lon, con exceso de peso, que era su compañero fue allí, y se rio mientras dejo caer unos papeles sobre el escritorio.

"Dime Frank, realmente quieres seguir adelante con la acusación de violación contra Tyrone Bloson?"

"Claro, ¿Por qué no habría de hacerlo?"

"Bueno, por un lado, la denominada menor, que supuestamente ha sido violada ha chupado la mitad del recinto!"

"La mitad del recinto son unos animales!" el respondió con disgusto.

"Y Tyrone era solo un mes antes de cumplir los 18 años!"

"Mala suerte! Un pandillero menos en las calles!"

"No tiene antecedentes penales!"

"Solo es cuestión de tiempo!", Gruño. Empujo a su compañero, ya que era demasiado lento y siempre era lento de respuestas. Ahora nadie quería ser su compañero y a él le gustaba de esa manera

"Ahora que recuerdo, hay una señora mayor que te espera en la habitación de al lado y quiere que le prestes un poco de tu tiempo"

"¿Quien es?, ¿Una testigo?"

"No sé, dice que tiene información que necesitas para este caso"

"Mierda, ¿Es algún pariente que me pide que lo deje?"

"Bueno, ella es negra y vieja como las montañas"

"Que la follen"

Lonnie se inclino sobre la mesa, sonriendo a su compañero, "¿Por qué odias a la gente de color, Fank?"

"Mira la calle y me preguntas eso?"

"Te dije que Bolson no tiene antecedentes penales!"

"Si, porque todavía no lo han pillado con las manos en la masa!", se encogió de hombros.

"Eres demasiado cabezota, Frank, ¿Quieres hablar con la señora?"

"Dile que voy en cinco minutos"

Frank miro el reloj, su turno se acaba dentro de 20 minutos. No me pagan las horas extras pensó. Cuando entro en la habitación se quedo asombrado de los pequeña, arrugada, de color marrón oscuro, que era, la mujer se dirigió cojeando hacia él, llevaba un trapo atado alrededor de su pelo blanco, que contrataba con su piel brillante oscura.

Él no le ofreció ninguna silla, ella se quedo de pie junto a la mesa, y lo miro, tenía un brillo desconcertante en su ojos, no de ira, si no más bien de perplejidad, como de lastima, él le dio una mirada dura que perturbaba un poco.

"Dígame, señora"

"Es usted el Sr. Steele, el Señor Frank Steele!" dijo ella con una afirmación, y no como una pregunta"

"Si, señora, ¿en qué puedo ayudarle?"

"Usted acaba de dejar libre a Hearin. Un grande, y feo hombre blanco?, cada alma de la calla e incluso los piojos de la calle lo dicen", el se encogió de hombros, y se dirigió a fuera. "ah ya lo ve bien ahora! y es que no necesita nada!, es que lo han sobornado?"

"Mire señora, si esto es todo lo que tiene que decirme..."

"Mi, querido sobrino Tyrone se enfrenta a penas de cárcel, porque tiene una debilidad. Usted sabe cual debilidad ¿verdad?"

"Bien finalmente llegamos a esto!, la ley es clara, señora..."

"Mi nombre es Mah la gran Tata!" dijo con dignidad haciendo que su artrítica espalda se pusiera recta por un segundo, "Practico una magina negra, muy antigua!"

"Oh! bien" jajaja se rio, "Ya ha salido esto. Adelante abuelita! haga su último esfuerzo!. Ya he sido maldecido antes!"

"Seguramente, pero no lo he hecho yo, y seguro que no ha funcionado, usted no necesita ninguna maldición. Yo le voy hacer un regalo!. Un regalo oscuro, un regalo con mucha fuerza, un regalo para que usted se ponga en la piel de mi sobrino, yo sé cual son las necesidades de ahora, hágase mi voluntad! Quiero que cuando se mire al espejo se vea, alto, feo, fuerte y duro. Pero por la noches usted se transformara en algo suave y bonito". Ella asintió con la cabeza y busco dentro de su bolso, él se puso tenso, puso su mano en su pistola sabia, pero sabía que antes de hacer nada debía ver primero la arma. "Ahora tu suerte esta echada, dentro de esta maldición, caminaras cuando se oscuro, tu chica ahora serás cuando la noche caiga, tendrás una necesidad oscura de carne!"

Él se rio, pensando que era una broma de una loca, no se lo tomo en serio. Ella arqueo una ceja y luego puso una tarjeta encima de una mesa. Abrió un pequeño cuaderno que saco de su bolso.

"Aquí está mi dirección cuando haya pensado lo de mi sobrino, me viene a ver"

"Solo un minuto señora", Miro un calendario de la pared, "Treinta días!"

"Creo que va ser antes, con mi regalo creo que usted me va a venir a ver antes de tiempo"

Frank se rio hasta que las lagrimas saltaron de sus ojos, "no se va creer que yo me creo todo esto?, Abuelita?, que esta maldición va a ser eterna si no es que dejo el caso y la voy a ver?"

Ella que estaba de pie mirándolo, resoplo, sacudió la cabeza y dijo "Usted ría tanto como quiera pero, pronto nos vamos a ver", y le dio la tarjeta con la dirección

Él cogió la tarjeta y miro como aquella mujer se iba, de camino hacia fuera le dio la tarjeta al de recepción, y diciéndole que la podía usar si algún día la necesitara. y se fue a casa.

Después de cenar y ver un poco la televisión se fue a dormir. Paso toda la noche con pesadillas y mal estar. Por la mañana cuando se levanto se notaba raro, se miro al espejo y su reflejo lo asusto, era un reflejo de una chica rubia, con ojos azules y largo pelo liso rubio, unos labios carnosos, y unos grandes pechos, se toco abajo, y aun era peor de lo que pensaba, tenía una gran polla, más incluso que antes, era horroroso, no era ni una mujer, ni un hombre, era terrible. Miro al armario y no sabía que ponerse, la ropa que tenia no le iba bien, toda la ropa que se probaba en la parte de arriba se le veían las enormes tetas que salían de las camisas o jerséis, y en la parte de abajo la polla abultaba demasiado, enseguida pensó en la maldición de la vieja, y pensó que debía ir en busca de la tarjeta y la dirección para ir hablar con ella.

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