Este blog está destinado a todas las Sissys de habla español para que puedan expresarse y contactar con tod@s
sábado, 29 de septiembre de 2018
La Sissy es mala
Cuando
la señora llego a su casa guardo sus cosas y entro en la cocina, donde yo
estaba preparando la cena. Yo tenía su copa preparada para cuando llegase, se
la entrega con una cortes reverencia.
-
“¿has
hecho todas tus tareas que tenias que hacer hoy?” me pregunto mientras
tomaba un sobro de su bebida
-
“Si,
mi ama” le conteste en voz baja
La
mistress solo me miro, sonrió y se dirigió a la sala de estar para ver la
televisión. “llámame cuando este lista la cena”, dijo justo cuando ella
salió de la cocina. Termine de cocinar, poner la mesa. Comprobé que todo
estuviese en su sitio antes de decirle que estaba.
Estaba
vestido con una falda corta, bragas de satén de color negro con volantes, un
minúsculo delantal, una blusa semitransparente de color blanca, que se trasveía
el sujetador de encaje de color negro debajo, con unos zapatos de tacón de
charol negro de unos 6 centímetros de alto que sonaban en el suelo de madera
unos clic al andar hacia la sala de estar. Me acerque al sofá, la mistress
estaba recostada, le hice una reverencia y le informe que la cena estaba en la
mesa, “Ten”, dijo entregándome su bebida. “rellénala”.
-
“si
mi ama”, le
conteste con la cabeza bajada mientras se ponía de pie.
La
mistress llevaba un largo y floreado vestido con mucho color que se hinchaba
mientras ella se dirigía hacia el comedor. La seguí detrás de ella y miraba
como su culo se movía y el vestido como fluía a su alrededor. Sus zapatos
hacían un ligero clic cuando pisaba las baldosas del comedor.
-
“Date
prisa con mi bebida, sissy”, me dijo mientras se sentaba en la mesa.
Le
lleve un mojito fresco y lo puse suavemente sobre el mantel de la mesa, y me reuní
con ella en la mesa.
-
“¿Cómo
le fue el día, señora?”, le
pregunte educadamente con un tono suave.
-
“Agitado”,
respondió y
procedió a ponerme al tanto acerca de su día y todos los detalles mientras comía.
Escuche
atentamente, interponiendo una afirmación ocasional y espera con atención para
que pudiéramos terminar más o menos al mismo tiempo.
-
“no
llevas maquillaje, sissy”, dijo
la señora con naturalidad mientras comía su ultimo bocado.
-
“no
señora”, le respondí
tímidamente
-
“te
quiero totalmente maquillada, perfumada y con una peluca cada noche cuando
llegue a casa”, me
dijo en un tono severo. “también debes llevar un poco de joyería”, continuo.
“especialmente
pendientes de aro, aros colgantes grandes, no te perfore los oídos para nada!
¡tienes que se el ama de casa perfecta para mí cuando llegue a casa, vestida
para que yo si quiero follarte con un Strap-on!. No es que yo quiera, sino que
siempre debes estar disponible y presentable para mí, como si estuvieras
deseando que te follara!”.
-
“si,
mi ama”, afirme.
-
“ahora
me explicas acerca de las tareas que has hecho hoy, sissy. Lo has hecho todo,
¿verdad?”. Pregunto
-
“si,
ama”, respondí
tímidamente.
-
“¿la
colada?” la
mistress me interrogo.
-
“si,
Ama”, le respondí
de nuevo rápidamente, “todo lo que usted me ha mandado”.
-
“hmmm…”,
la mistress
comento mientras se terminaba su bebida. “hazme otro sissy”, dijo mientras
empujaba su vaso hacia mí.
La
Mistress me miro en silencio mientras yo le preparaba otra copa. Mis zapatos
hacían unos sonoros clics mientras me movía por la cocina, en seguida tuve
preparado otro mojito burbujeante en su vaso. Sosteniendo el vaso para que ella
lo cogiera, sintió un ligero temblor en mi mano, mientras sus dedos se cerraban
alrededor de los míos para coger el vaso.
-
“¿zorra,
estas excitada?”, me pregunto viendo como yo estaba mirando su escote
expuesto en el canalillo de su vestido.
-
“Nervioso
Mistress”, le respondí con un voz crepitante.
-
“Eres
muy linda Sissy”, sonrió. “anhelas mi grueso, largo strap-on, ¿no es así?”
Ella
puso la mano debajo de mi falda y la movió hasta mi muslo para poder acariciar
mi polla a trabes de mis bragas.
-
“oooh…”
dijo ella. “tan pequeña, suave y escondida, jajajaja. Ni siquiera está cerca de ser
un hombre de verdad, en absoluto, ¿verdad sissy?”
-
“No
señora”, le respondí
con un ligero estremecimiento mientras tocaba mas y mas firmemente.
-
“dime,”
la mistress me exigió.
-
“solo
soy un patético sissy a las ordenes de mi Mistress” le respondí
inclinando la cabeza con vergüenza. “con una pequeña polla y un agujero en el
culo al cual le gusta ser follado por usted, mi ama.”
-
“!eso
es!” rio la mistress mientras metódicamente acariciaba mis bragas
abultadas.
-
“Pero
Señora”, le dije excitándome con sus toqueteos. “yo soy un mal sissy”
-
“dímelo,
puta”, me exigió
mientras me exprimía uno de mis pezones.
-
“Ahhh,”
empecé a
reaccionar con sus apretones. “cuando hice la colada hoy ama”, hice
una pausa mientras sus dedos apretaban mas fuerte alrededor de mis pezones, así
que se podía ver mi cara haciendo muecas. “yo olí, lamí y chupe sus bragas antes de
lavarlas”.
Ella
apretó mis pezones aun mas, mientras con la otra mano comenzó apretar y
masajear sistemáticamente mis pelotas. “eres una pequeña zorra”
-
“Si,
mi ama”, le dije
en voz baja tratando de contener la respiración y controlar el dolor punzante
de mis bolas. “tengo que ser castigado, Mistress”, admití.
-
“Es
cierto, pedazo de mierda!”, la
mistress grito. “maldito, patético sissy! Debes ser castigado con fuerza y sin piedad
para que recuerdes tus deberes como puta sissy!”
La
mistress exprimió mis pelotas y los pezones tan fuerte que grite de dolor
acentuado por su palabras hacia mí.
-
“¿Qué
debo hacer para que no se me olvide de nuevo?” dijo la señora mientras
me soltaba.
Me
quede congelado de dolor, con la cabeza inclinada y en silencio.
-
“¿Qué
debo hacer?” dijo la mistress reafirmando mientras su mano apretaba mis
bolas mas fuerte que antes. “yo te lo estoy pidiendo, sissy y espero una
respuesta!”
Me
doblo por el dolor, por su apretón, me aferro a un lado de su silla. Con otro
apretón más fuerte, al soltarme caigo de rodillas a sus pies.
-
“Tengo
que ser castigado mi ama” doy un gripo ahogado de rodillas a sus pies.
Tomando varias respiraciones rápidas y levantando un poco la cabeza empiezo. “me
desnudare mientras se burla de mí y me humilla, mi ama”, hago una pausa para calmar mi respiración. “entonces
me inserta un plug anal corto pero gordo, con solo mi saliva de lubricante, me
lo inserta hasta la fondo hasta que grite de dolor”.
-
“hmmm,
y ¿Qué mas?” me apunta la mistress
-
“Ponga
algunas pinzas en mis pezones”, continúe.
“apretando
para que me duelan, luego se pone unos guantes de látex y frota mis pelotas. Lo
haga mucho rato, ya que con mi cinturón de castidad que llevo puesto, al no
poder tener una erección me va a doler mucho, no me lo quite durante toda una
semana señora, así que seguro que recordare mis deberes”
-
“¿Y?”
la mistress señalo.
-
“azóteme
el culo, hasta que esté totalmente rojo y me duela, para que me recuerde quien
manda mientras plancho toda su ropa interior. Después de que acabe vuelva a
azotarme, y me obliga a mirar cómo juega con su consolador hasta llegar al
orgasmo, para después limpiar todos sus fluidos bien limpios”.
-
“Ah,
eso se puede hacer”, dice la señora en voz baja. “pero que mas…”
-
“mantenerme
de esa manera y atarme con un collar al lado de su cama en el suelo para pasar
la noche. Así poder dormir como un perro a su lado en el suelo y para cuando
usted se despierte me podrá azotar duramente mientras le ruego que no lo haga
mas”
-
“ahora
estamos hablando claro, Sissy!” la
señora dice con alegría. “ese es un buen castigo por tu delito! Ahora
ruégame que te castigue! Pídeme que sea cruel y dura para que no olvides cuál
es tu lugar y tus responsabilidades de nuevo! Ruégame y dime lo inútil que eres
y cuanto vas a disfrutar de todo y cada doloroso recordatorio de lo que eres
para mí!”
viernes, 21 de septiembre de 2018
Rubber, rumbo a la diversión, SEGUNDA PARTE
Megan se animo un poco y
dijo, “¿Qué tipo de sorpresa?”
A lo que Sara se rio por
lo bajo y comento. “Una que todos vamos a disfrutar, seguramente”
Katie volvió a resoplar,
pero Megan parecía estar emocionada, incluso si eso significaba mas tiempo en
con el traje de látex y el corsé que la estaba torturando. Sara lidero el
camino, era un camino grande, sin luz, las linternas venían muy bien para saber
donde pisaban. “mmm…bueno…vale una pequeña pista”, Sara no pudo evitarlo. “ya
ves, mi padre hizo una máquina para esta tienda de aquí, es muy buena, si lo
que he oído es cierto, y me han dado la llave de repuesto!”. Esto no
pareció molestar a Megan, pero sí que Katie que replico, “estas bromeando, ¿verdad? Venimos
aquí a en medio de la noche, para mirar una maldita fabrica?”, Sara se
rio un poco, “si quieres irte, no hay problema. Diviértete encontrando el camino,
sola. “Sara y Megan siguieron caminando, y después de unos pasos, la
realidad hundió a Katie, y ella corrió al lado de ellas. “!Muy bien! Pero mas vale que sea
bueno, “ Megan sonrió, “no puedo esperar” enseguida se pudo
ver el edificio y unas pocas luces básicas encendidas, nada de manera
significativa, y era muy evidente que el lugar lo cerraban por la noche. Había
un cartel que tenía un pequeño centro de atención sobre él, pero antes de que
divisar las letras, un trió de siluetas se reflejaba en el cartel. Un pequeño protector
en el trecho hacia sombra sobre ellas, manteniéndolas completamente a oscuras,
incluso a la luz de la luna. Megan zumbaba con ansiedad, y Katie susurro con
una voz temblorosa, “Quien diablos es esa gente?”
Sara negó con la cabeza,
y enfoco su linterna a las figuras inmóviles, el resto hizo lo mismo, todos los
focos se pusieron sobre las tres figuras. “yo no sé! El lugar debía estar vacio!”. Susurro
Sara con voz de urgencia. Las dos chicas se aferraron a Sara mientras ella
comenzaba a cercarse, las tres figuras parecían brillar de nuevo intensamente,
lo cual era extraño. “¿Qué puede ser?” Sara pregunto en voz alta. Todas las
mandíbulas de las chicas se abrieron al darse cuenta de lo que estaban viendo,
al acercarse un poco más. Sara se rio, “!Aja! jajajaja!. Esto solo son maniquíes!
Muñecas!”
Una armonía de suspiros
de alivio surgió de las tres chicas, pero Katie de repente hablo. “¿Qué
están usando?”. Era una pregunta sincera, pero Sara simplemente sonrió.
Avanzaron por completo, acercándose a las figuras engalanadas, las tres estaban
recubiertas con unos trajes de látex sin fisuras, lo que hacía que la luz se
reflejara muy bien, con excepción de las bandas opacas, anchas y estrechas que
se envolvía alrededor de la parte superior del brazo, antebrazo, muslos y
tobillos. “¿Qué demonios es esto Sara?”, pregunto Katie con cierta
urgencia en su voz. “cuando se hizo el traje de Megan, yo tenía
hace mas de una semana para mi” Sara se rio, el temor a que vez
tuvieron ha simplemente ridículo ahora en ellas. Megan se animo, con algunas
preguntas sin respuesta, “pero, ¿llevan puesto?”
Sara miro por encima de
cada una de ellas antes de responder, el primer maniquí llevaba un uniforme
clásico de enfermera. Desde la cabeza, hasta los pies con unos zapatos de tacón
de aguja, estaba a camino de lo ridículo, los zapatos eran de color rojo
brillante, y el uniforme era de látex blanco. La capucha era blanca y lisa solo
tenía dos agujeros para la nariz, y una gran cruz roja en la cara, con las
líneas horizontales en donde tendrían que ser los ojos. La capucha se mezclaba
perfectamente con el resto del equipo, que era en la mayoría blanco, a
excepción de una cruz roja a juego y grande, donde estaba centrada entre dos
postizas tetas de gran tamaño, las líneas horizontales se cruzaban alrededor
del pezón. También había un mezclado de corsé de goma blanca, que estaba atado
apretando, y era de media taza, así que empujaba las tetas mucho mas arriba. En
la línea de la cintura, siendo sorprendentemente delgada, gracias al corsé.
Colgaba de las caderas un delantal rojo con borde blanco, que llegaba hasta las
rodillas, y también tenía una cruz roja de medio tamaño. Los guantes, de
alrededor de la muñeca hasta la punta de los dedos, se desvanecían desde el
blanco al rojo vivo, y sus brazos se envolvían alrededor de la parte trasera,
quedando atados.
El segundo, igualmente
al primero, con bandas negras apretadas, se encontraba vestido con un clásico
traje a rayas horizontales en blanco y negro. El traje era sencillo, la máscara
también tenía las rayas, y solo tenia agüeros para la nariz, así, que toda la
cabeza, el pelo y todo, estaba escondida bajo la apariencia del látex. En la parte
superior, sin embargo, había un pequeño sobrero vertical con rayas que coincidía
con el resto. Desde los hombros hacia abajo eran los pechos con un tamaño más
modesto, obviamente, no mejoraba o falseaba de ninguna manera, y las rayas
continuas lo envolvían todo alrededor del cuerpo, pero los pezones eran
claramente visibles a través del traje. Las manos sin embargo, o la falta de
ellas, estaban atadas firmemente en unos guantes sin dedos. Esencialmente
parecía un puño cerrado al final del guante, y debido a la opresión, era obvio
que ese traje requería la ayuda de otra persona para quitárselo, aunque no había
cierres o costuras visibles, unas botas de color blanco que llegaban hasta las
rodillas con un tacón de unos quince centímetros destacaba del vestido.
Buscando igualmente dolorosamente alto como la enfermera, pero el cuerpo
parecía más natural en general, sin un corsé o unos pechos inflados.
El tercero y último era una
alienígena, no daba miedo, pero el cuerpo era significativamente más alto que
el resto. La máscara era mas un tipo de casco-máscara de gas, tenía unos cuerpo
a ras de la máscara, en diagonal hacia atrás y curvados hacia arriba, luego
hacia abajo hacia el suelo, eran negros con rayas de color verde lima, toda la máscara
era mas bien estrecha, como una máscara de gas, las gafas eran completamente
opacas, de color verde lima, y un tubo salía de la máscara para poder
respirar. Además de la complejidad de la
gran mascara, era el traje, negro con un corsé, creando una gran figura de
reloj de arena, se veía que debía hacer daño ponerse eso, a demás se
incrementaba con unas grandes tetas. Envuelto abajo alrededor de la entrepierna
salía un consolador de grandes dimensiones, de color verde lima, colgaba hacia
abajo haciendo una ligera curva. Debajo de eso, llevaba unas extrañas botas de tacón,
en serio, parecía mas unos cascos de caballo, sin embargo no tenían tacón, pero
hacia la forma para obligar a ir de puntillas, iban de los muslos, hacia abajo
acabando con unas pezuñas, y eran muy dolorosas con solo mirarlas. “realmente
no estoy segura, creo que es una manera fácil de mantenerlos a la vista” respondió
finalmente Sara, realmente no sabía que hacían, pero había otros sitios para en
el suelo para meter mas muñecas, era como si estuvieran esperando que se creara
otras muñecas para ponerlas allí. Finalmente terminaron tocando las tres
figuras singulares y brillantes, poniendo a prueba la fortaleza de los lazos y
sintiendo el tacto del material, antes de leer el cartel “Bondage para la
diversión”, en negrita y debajo de eso, “customizadas, realistas, muñecas de
alta calidad, látex y ropa fetichista”, en una letra mas pequeña.
sábado, 15 de septiembre de 2018
Rubber, rumbo a la diversión.
Texto traducido del
autor Thelasdirewolf.
Los personajes de este
relato no existen, y no representan a nadie, fuera de esta historia. Esta
historia es pura ficción, y no bebe tomarse como un hecho. Si tienes menos de
18 años, entonces no deberías leer esto, esta historia está destinada a mayores
de edad, y profundiza en fetiches sexuales que no son apropiados para cualquier
persona menos de 18 años.
Has sido advertido. Si
no te gusta el Látex, caucho, o historias fetichistas, no leas esto.
“Ven Megan, hemos estado esperando
durante semanas para que veas tu traje, y la fiesta es tan solo dentro de unas
horas!”
Unos golpes suaves se oían,
a la derecha en la parte superior de las escaleras, y luego una puerta que se
abrió.
“ No pongas las bragas
en un montón… ya casi termino Sara!” se oyó un suave gruñido y una tercera chica
grito a las dos. “estoy tratando de ver la televisión, callaos!”
Todas ellas estaban
terminado de prepararse para una fiesta de Halloween donde habían sido
invitadas, a excepto Sara.
“Cállate Katie, que ni
siquiera tienes tu vestido!” grito Sara, ante la
indiferencia de Katie, que simplemente puso los ojos mas fijamente en la
televisión y subió el volumen mas fuerte. Finalmente, Megan bajo por la
escalera, y Sara corrió hasta ayudarla,
lo cual parecía lo apropiado, debido a lo que llevaba puesto ella.
Megan estaba vestida de
la cabeza a los pies con un brillante traje de látex negro; el pelo recogido
con una cola de caballo, y su cara se
ajustaba perfectamente con una capucha, el área de la cara estaba envuelta con
un plástico transparente, con agujeros para los ojos, la nariz y la boca. Tenía
un cuello bastante grande, es le permitía un gran movimiento de la cabeza, y
escondía muy bien las cremalleras, sus tetas quedaba acentuadas con un corsé,
atado estrechamente para acentuar los rasgos, pero no lo fuertemente atado para
aplastar sus entrañas. El corsé era de media taza, por lo que levantaba le
pecho de forma exagerada hacia arriba, pero sin acabar de cubrirlo, el traje de
látex ya por si solo lo hacía. También llevaba un cinturón de látex con piezas
sueltas colgando, como un látigo enrolladlo. El traje le ajustaba
perfectamente, ceñía apretadamente sus piernas,
sus pies estaba cubiertos hasta la rodilla con unas botas de tacón de
aguja. Todo era negro, y todo hacia juego, parecía totalmente que todo era de
una pieza, las cremalleras ocultas por varias piezas le daba un aspecto
ineludible. Sara había convencido a Megan para que se pusiera ese traje con la
esperanza de que le ayudaría a quitarse esa vergüenza que ella tenía, a pesar
de que le había costado más de un mes para convencerla.
“Ohh Megan! Te veo
increíble! Un poco asustadiza, pero estas increíble!”, dijo
Sara haciendo un gesto hacia el látigo. Ellas bajaron por las escaleras, Sara
se tomo un poco de tiempo para repasar el traje de Mega. Ella secretamente le
ponía un poco el látex, pero en realidad nunca lo había tenido tan cerca como
esa noche. “se que Sara, pero esta taaan fuerte! No se si puedo hacer que lleve
esto toda la noche!”. Sara ajusto algunas cosas, perfeccionando cada
pequeño matiz y finalmente terminando ayudando a Megan a bajar las escaleras, y
llevándola enfrente de Katie. La misma Sara, no se había vestido, sin embargo,
ella simplemente no podía decidir sobre lo que debe ser, pero tenía muchos
mejores planes sobre que ponerse y donde conseguirlo. Katie sonrió a las dos, “te
veo fantástica Megan, todavía no puedo creer que dejaras que Sara te
convenciera para llevar este traje!” Megan no podía creerlo, pero tardo
casi una hora para entrar en ese equipo, su rubor apenas se mostraba a través
de la cara de platico transparente de la máscara. “Gracias chicas… vamos a salir,
antes de que este corsé me mate!”
Sara llevo a Megan a la
puerta, Katie apago la TV, cerro con llave la puerta, y se aseguro de que la
casa estuviera cerrada a cal y canto, la noche de Halloween era genial para los
ladrones. Katie se había vestido de diablesa roja sexy, con unos pantalones
rojos de cuero, con una escasa camiseta sin mangas de color rojo, y unos
zapatos de tacón de aguja rojos. Una pequeña cola de diablo juguetona le
colgaba de la parte posterior levantando los pantalones ajustados. Sabía que
estaba sexy y que a más de alguno le podría cachondo. Sara tenía un SUV, el
único vehículo capaz de llevar a una Megan con un vestido rígido que apenas
podía doblar las piernas, ella tendría que subir en la parte trasera. Sara
subió, y después se cerraron todas las puertas, “solo tengo que hacer una parada
antes de llegar a la fiesta”.
Katie se quejo: “tu
eras la que tenias prisa, y ahora tenemos que parar en algún sitio?”. Megan
se quedo quieta en el asiento de atrás, era bastante típico de ellas. Ella era
una chica callada y reservada, a la que no le gustaban las peleas, generalmente
era agradable, incluso vistiendo el traje de látex negro. “yo sabía que tenía que hacer esta
parada, es por eso que os metía prisa!”. Sara acelero, y se puso rumbo
a un sitio desconocido. Pronto, sin embargo, Megan y Katie se dieron cuenta que
estaban en una zona mas forestal y Katie hablo de nuevo. “¿en serio? Estamos yendo en
dirección opuesta a la dirección donde tenemos ir! Mejor que sea rápido Sara!”.
A lo que Sara contesto. “para de quejarte es para llegar allí mas
rápido! Haz algo útil y busca unas linternas que tengo por allí detrás”.
Katie levanto los brazos
y soplo, así que Megan decidió seguir adelante y hacerlo ella, ya que Katie no
parecía moverse. Ella cogió tres grandes linternas y las puso a prueba, “funcionan
Sara.” Murmuro Megan en la parte
posterior. “Gracias Megan, vamos a necesitarlas dentro de poco, el lugar no está
muy bien iluminado.” Sara digo, llegando finalmente a un lugar donde
pudo aparcar a la luz de la luna, no era una luz artificial pero se podía ver.
Parecía una zona de un parque, pero no había bancos, barbacoas o columpios para
hablar de que tampoco ningún otro coche. Por lo menos el aparcamiento era
pavimentado. Sara agarro las dos linternas de Megan, y le dio la tercera a
Katie. “Vamos, vamos..” Clamo.
Todas ellas salieron del coche, y se pusieron detrás de Sara, que parecía que
era la única que tenía la idea de lo que estaban haciendo. Las linternas iluminaron alrededor de diversas
maneras en todos los sentidos, arboles, la tierra y el vacio. “¿Por
lo menos nos vas a decir que es lo que estamos haciendo?” pregunto
Katie. A lo que Sara negó con la cabeza. “es una sorpresa!”
sábado, 8 de septiembre de 2018
Esclavo por una noche Tercera parte
“bueno
como todo el mundo ha estado esperando ahora es el momento que los juegos
comiencen. Todos ustedes has pagado para poder seleccionar a un esclavo durante
esta noche.” Sus palabras sonaron claras cuando todo el mundo se quedo en
silencio, para mi sonaba a horror cuando el menciono “esclavo”. “estas –ladies- tienen entre 18 y 22 años y de buena forma
física, por lo que deberían aguantar toda la noche”. Ellos se reían con ganas y comenzaron a
mirarnos. “esta captura de esta noche ha
sido de 30 esclavos, 15 chicas y 15 chicos”. La multitud decían oh con gran
emoción. “no se les puede quitar sus
trajes de látex para que puede seguir siendo una sorpresa. Al final de la
noche, revelaremos para ver quien eligió a una chica o quien eligió un hombre.
“ esto provoco mas risas y ciertamente no parecía amortiguar sus espíritus.
“Si
no podemos desnudarlos, entonces, ¿Cómo se supone que vamos a tener toda la
diversión?”, pregunto un hombre.
“hay
una cremallera debajo del traje que cubre solo sus partes traseras, podéis
trabajar el trasero”, dijo el anfitrión con un guiño. Mire a algunos de los
otros y me di cuenta que él estaba en lo cierto. Yo, sin duda tenia uno
también, pero no lo había notado antes. La multitud se rio de la idea, pero los
“esclavos” empezaron a chillar de
horror ante lo que iba a ser nuestro destino. Esto hizo que el anfitrión no digiera.
“tranquilos,
esclavos. Hay algo también para vosotros, si todos soy buenas chicas, se les dará
a conocer mañana y se le darán quinientos dólares a cada uno. Sin embargo, si decidís
seguir así y portarnos mal, os quedareis aquí hasta que vuelva a haber una
nueva oferta, que no será una semana mas, os lo aseguro, y os costara de pasar
ese tiempo ya que será difícil.”
Tras estas palabras todo el mundo se
silencio, habían sido de gran eficacia. Si podíamos hacer frente a esa noche, a
la mañana siguiente seriamos puestos en libertad. De cualquier manera, todos
íbamos a ser follados por alguien, solo dependía de cuánto tiempo seria. Mire a
Stacy como diciéndole, “vamos a acabar
con esto de una vez”. Su ojos se llenaros de lagrimas, pero ella asintió en
respuesta.
“ahora”,
dijo el anfitrión, “este es el
numero de la suerte de esta noche”
“Este
soy yo”, dijo uno de los hombres cuando unos de los hombres levanto la mano.
Era un caballero con una suave piel bronceada y una bellísima rubia en su brazo
que debía ser unos diez años mas joven que él.
“ah,
señor greenley. Entonces usted tiene la primera selección”
La pareja paseo por nuestra fila acompañado
por uno de los gorilas. Ellos inspeccionaron cada potencial esclavo,
empujándolo y acariciándolo, pero se detuvieron en mí. Hice todo lo posible
para evitar sus ojos, pero él me agarro de un brazo y me empujo hacia su mujer.
“¿Qué
crees Vanessa?, y este?”
La rubia me miro durante unos segundos.
Solo podía aguantar la respiración. Si era elegido, existía la posibilidad de
que tal vez no tuviese que tener relaciones sexuales con nadie. Después de
todo, si estos dos estaban juntos, había veinticuatro posibles dueños de
esclavos, máximo, lo que dejaría seis esclavos de sobra.
“mmm,
una peluca roja. Me gusta, si!, ella será nuestra por esta noche.” El rubio
ronroneo algo al oído.
Me habían elegido el primero del grupo,
no había escapatoria. El gorila me agarro por el brazo y me tipo por encima de
su hombro. Gemí dentro de mi mordaza, un grito agudo de chica salió de mi boca
y mire a Stacy que solo podía observar con horror como se me llevaba lejos.
Muy brevemente, me revolvía en el hombre
de aquel bestia, expresando mi deseo que me dejaran, pero la única reacción fue
un azote en mi trasero mientras me transportaba, grite tanto de sorpresa como
de dolor.
“se
buena chica. De lo contrario, conseguirás quedarte aquí un tiempo y creo que esto
no te gustaría. Todos los esclavos que esta noche no los elijan se quedan
aquí”. Él se rio en voz baja y me empujo un poco. Me di cuenta que me estaba
sintiendo en su propia manera de medir mi genero, pero creo que él hubiera
salido con la suya conmigo, no importa cuál sea el caso. La pareja que me había
seleccionado parecía indiferente a este cambio ya que el marido solo me miraba
con ojos hambrientos inyectados en sangre como la esposa parecía estar subiendo
con toda clase de malas ideas para su desventurado esclavo.
Caminamos por una serie de pasillos que
todos parecían como un gran laberinto. Supongo que para ellos era fácil
encontrar la salida, pero para un esclavo fugitivo se rápidamente se habría
perdido y desorientado, incapaz de encontrar la salida. Mis pensamientos fueron
interrumpidos cuando entramos en una habitación grande. Era elegante y completamente
fuera del lugar de este almacén. El mobiliario era adornado y de aspecto
bastante caro. En el centro de todo había una gran cama con sabanas de seda,
pero luego empecé a ver algunos de los accesorios de la habitación. Había
ataduras con cadenas y cuero que se mostraba claramente en una mesa y un estante
de disfraces ambos diseñados para una personas normal o para un esclavo que estuviese
atado de la misma manera que yo, iba a ser una chica esa noche o tal vez una
colegiala. De cualquier manera, tendría que ajustarse sobre mi traje de látex.
Lo que yo había pensado primero en que los muebles habían dispositivos de
retención altamente estilizados que deberían estar diseñados para sostenerme en
las mas raras posiciones y por largos periodos de tiempo, la mayoría de los
cuales yo quedaba encorvado.
“esto
está muy bien, gracias”, dijo el marido. El gorila me puso inmediatamente
de pie, pero solo para unos segundos, tiempo suficiente para mirarme
directamente a los ojos.
“y
ahora no corras, si no quieres que esta buena gente seleccione otro esclavo y
pasara una noche conmigo”. Dijo el gorila con una sonrisa malévola. Mis
ojos se abrieron con horror y solo pude asentir con la cabeza mientras me
soltaba. No hice ningún intento de escapar. Esta situación había estado
planeada muy a fondo de todo y sabía que peleando con mis captores sería
inútil. Mis únicas opciones para sobrevivir a esa noche y la esperanza de que
esos sicópatas mantuviesen su palabra y me liberaran por la mañana.
La puerta de la habitación se abrió y se
cerró con la salida del gorila y la esposa rápidamente cerró la puerta con
llave detrás de él. “al fin solos”, dijo
ella con crueldad. En lugar de saltar sobre mí, sin embargo, se volvió hacia su
marido y se abrazaron apasionadamente besándose uno a otros con ímpetu. Me
sentí como una especie de voyeur, observándolos, pero mi vergüenza por este
giro de los acontecimientos no era nada en comparación con ser atado,
amordazado, vestido como una sexy mujer, y saber que estaba a punto de ser sodomizado.
Los ojos del marido cayeron sobre mí con una codicia sexual.
“¿Qué
pasa con ella?”, dijo cuando se separaron. Me deslice hacia atrás unos
centímetros, a sabiendas de lo que estaba por venir.
“¿Qué
tal si lo calientas mientras escojo la ropa” la esposa ronroneo antes de caminar
hacia el estante de la ropa. No perdiendo el tiempo al aprovechar mis brazos.
“esta
va a ser una noche que nunca olvidaras. Vamos a llevarte a un estado de ánimo
antes de cambiar mi equipo”. Agarrándome por la cintura, me atrajo hacia su
cuerpo mientras comenzaba a pasar sus manos por todo mi cuerpo. No era capaz de
detectar cualquier rastro de mi pene con aquel dispositivo que lo encerraba de
manera eficaz. No solo se daba la sensación de un coño, si no que añadía una suficiente
presión en mis genitales para hacer que mi voz tuviera una tonalidad femenina y
melosa. Si yo estuviera en su posición, seguramente habría sido igual que
ellos, una excitación total.
Gemí en parte por de miedo, pero también
de desesperación, tanto para mí como para Stacy que no podía evitarlo. Siendo
una joven encantadora, incluso a través de esos atavíos de cuero, que sin duda
seria recogido y tener que soportar una noche de tortura física a manos de dios
sabe quién. El marido intento besarme en el cuello, pero se sintió frustrado
como podía tocar solo el cuero de la máscara.
“¿no
podemos desenvolver nuestro regalito cariño” se quejo, pero su mujer lo
ignoro en gran medida porque estaba mirando la ropa que colgaba de las perchas.
“No,
no podemos. Si lo haces, te cobraran el triple por romper las reglas y nunca
podremos volver aquí otra vez”
“podríamos
siempre volver a vestirla”
“lo
sabrían. Han estado funcionando así mas de quince años”
¿Quince años?, mis ojos se abrieron ante
la idea de que tal cosa podría haber estado ocurriendo durante tanto tiempo en
esta ciudad. Pero, de nuevo, ¿Quién querría reportar algo como esto a las
autoridades cuando suena tan improbable y si fueran como yo casi no tenia pistas
para decirle donde se celebraba esto, incluso si me hubiesen tomado en serio.
“simplemente
ponle esto y átala a la mesa. “ dijo la mujer, lanzando un vestido con
grandes volantes hacia el hombre. Él sonrió felizmente y me dio la vuelta para
mirarlo. Cualquier sensación de riqueza o de decoro en su rostro se desvaneció
y solo lo veía como cualquier otro demonio depravado.
“vas
a estar encantadora con esto”, él dijo, poniendo el vestido por encima
de mi cabeza y atando firmemente un lazo en mi cintura encorsetada. El ajuste
del vestido era como si hubiera sido diseñado específicamente para mí y por
supuesto, ahora me parecía más a una chica, amordazada bajo una capucha de
cuero.
“voy
a la hora habitación para ver si nuestros trajes están listos,” dijo. “átala a la mesa, pero date prisa para que
podamos tener la máximo de tiempo de diversión con ella”.
Y con eso ella se fue a la otra habitación,
no la podía ver ya que el marido era la única cosa que veía. Puso un brazo
alrededor de mi cintura, como si fuese una cita con una chica, me acompaño a
una larga mesa de madera que tenía muchas correas que sobresalían por las
piernas y la parte superior en todas direcciones. Negué con la cabeza,
mirándolo con ojos suplicantes, chillando con mi voz aguda y amordazada.
“venga,
quien sabe, tal vez te guste” no hubo ninguna negociación el me obligo
a doblarme sobre la mesa en un ángulo de noventa grados, el pelo rojo rizado cayó
en mi cara. La primera atadura paso por encima de mi cuello, sosteniendo mi
cara hacia los lados, plano sobre la superficie, apenas logrando que no me
ahogara. Lo siguiente fueron varias correas que sujetaron mi cuerpo y
finalmente, me ato mis piernas en los extremos de la mesa, manteniéndolas
separadas, presentando a la perfección el trasero para quien pasara por detrás
de mí. Estaba asegurado ya que a pesar de mis mejores esfuerzos, no podía mover
ni un centímetro. Nunca me había sentido tan vulnerable en mi vida. Eso no fue
nada cuando un poco mas tarde, quito la tapa cuero, dejando al descubierto mis
nalgas. Yo siempre me había cuidado el trasero y a menudo mi novia decía que tenía
el culo perfecto, por eso que ahora deseaba no haber pasado tantas tardes en el
gimnasio y si haber ido a un restaurante de comida rápida que me hiciera menos
atractivo.
“mmm,
eres muy hermosa chica” me estremecí ante el tono de su voz. Debían de
haber afeitado mi trasero en previsión de esto para hacerlo mas atractivo para
la inserción. Separando los volantes del vestido a cada lado, él me golpeo
duramente varias veces en el culo, cada vez acompañado por mi gran chillido
agudo. Era solo cuestión de tiempo antes de ir a por todo, y por supuesto oí un
sonido de descompresión, así como sentir el calor corporal de él a menos de un
centímetro de distancia de mi, su esposa le llamo desde la habitación de al
lado.
“Estoy
lista, Derrick, ven aquí”
“Dame
unos minutos”
“sabes
que no juegues tu solo con su carne, así que n me culpes por estas listo mas
pronto”
El hombre estaba como loco, no paraba de
comprimir sus carnes con mi cuerpo, se inclino hacia mí, susurrando a mi oído
cubierto. “quédate aquí lista para mi,
voy a estar de vuelta muy pronto”. Me beso en la mejilla cubierta y entro
en la habitación de al lado. Desde donde yo estaba atado, podía ver como se
alejaba, aunque no podía ver mucho más. Por ahora, yo estaba a salvo, pero yo sabía
que no pasaría mucho tiempo antes de que los dos volvieran. La idea de escapar
se apodero de mi cuerpo feminizado y trate de soltarme de la mesa
violentamente, pero no podía. Desde la habitación de al lado sonaba como si la
pareja iban a toda velocidad haciendo el amor, mientras yo yacía inmóvil, un
hombre vestido de mujer con un vestido de volantes.
Los rizos rojos de mi cabeza lentamente
cayeron en mi cara mientras los ruidos sexuales cesaron y después de varios
minutos pasaron en silencio. Había ruidos sordos procedentes de la habitación
de al lado como si se estuviesen poniéndose ropa y hablando con complicidad.
Desee seriamente que hubiera un reloj en la habitación para que yo pudiese
contar cada segundo hasta el final de ese infierno que estaba pasando
terminase. Por fin alguien salió de la otra habitación, pero no era alguien que
estaba esperando.
Cuarta parte
Otra chica como yo, en término
vagamente, vestido y atado como yo tambaleándose, tratando de equilibrarse en
sus propios zapatos de tacón. Deslizándose sobre su torso con un vestido de
volantes idéntico al mío. De hecho, el único rasgo distintivo que se puede
decir era la larga melena de la capucha que era castaño con largos rizos.
Mientras se acercaba, yo podía ver con mis ojos como parecía estar avergonzado,
pero también traicionado por una sensación de emoción. Era de mi grupo? Una de
las que posiblemente hubiera sobrado? Si fuese así, me habría sido muy sorprendido
de hecho a causa de su extrema belleza. A decir verdad, en realidad empecé a
sentir que me ponía cachondo ante la visión de ella, o por lo menos lo parecía
la presión que sentía de mi polla encerrada. Entonces un pensamiento demasiado
familiar me rondo por mi cabeza: ¿era una mujer?
Ella me miro con cuidado, especialmente
el trozo de tapa de cuero que estaba levantado exponiendo mi trasero. Su andar
era cuidadoso y metódico mientras se acercaba detrás de mí y se frotaba contra
mi cuerpo. Yo temblaba y gemía con excitación hasta que se nos unió Vanesa, la
mujer que ahora llevaba un traje de cuero en forma de gato y se comportaba como
una verdadera dominatrix. Se volvió hacia mí y me sonrió con crueldad.
“lo
siento por haberte dejado sola tanto tiempo querida, pero ahora tienes un
pequeño amigo con quien jugar.” Dijo ella sonriendo, mirando a mi gemelo.
La potencial chica miro al suelo tímidamente y se alejo de mí, se puso de pie a
un lado de la mesa frente de mí, donde un segundo conjunto de correas estaban
esperando para ser utilizadas, y a juzgar por la conducta de la chica, por lo
que era.
“como
eres ¿ya quieres estar atado?, buen esclavo eres tan sumisa”. Estaba claro
que esa chica que había pasado bastante tiempo en situaciones como esta y sin
duda lo disfrutaba. A medada que Vanesa comienza el proceso de restricción de
la chica, ella comenzaba a gemir, pero no del mismo tono, como yo de protesta
por su situación.”
“Se
que estas queriendo liberarte querida, pero te lo dije cien veces, no se debe
jugar con su carne”. Los dos me miraron y todo quedo claro. Esa chica
que estaba a mi lado que ella lo estaba atando era, su marido. Ahora era uno
como yo, en las mismas circunstancias que yo.
“No
sois mujeres”, dijo Vanesa con un ultimo tirón de las correas,
garantizando que su maridito estuviese en las mismas condiciones que yo. “Ya
que tenemos un invitado esta noche, me temo que tendrás que esperar que de los
honores del destino”
Este fue sin duda; lo que me había
estado preparando para y por supuesto, después de un momento, la rubia se
coloco un cinturón del que salía un enorme consolador de por lo menos unos diez
centímetros de longitud y un considerable grosor. Ella se puso detrás de mí y
yo solo podía temblar bajo su mirada. Se arrodillo, inspecciono y lo investigo
de manera significativa.
“hmmm,
una chica muy fuerte, ¿no?, supongo que nunca has tenido un novio que te
follara por detrás, ¿eh? O eso es que tal vez eres un chico asustado que está a
punto de ser follado por primera vez.” Con esas últimas palabras se rio. “realmente no me importa de cualquier manera,
pero no podrás lagrimear esta noche. Estoy segura que esto va a sanar, aunque,
con el tiempo”
Sin pensarlo dos veces, metió de un
golpe el consolador hasta el fondo. Gracias a dios, que ella lo había untado
con algún tipo de lubricante, ya que con mi culo no estaba entrenado, ella era
capaz de deslizarse sin fuerza a dentro y fuera con mucho menos fricción. La
primera entrada fue puro dolor, pero luego cayó en un ritmo e incluso en medida
que me tocaba mi próstata, me daba una erección que el dispositivo de castidad
impedía que se notara por algún sitio.
“eso
es todo putilla…” me dijo ella con ironía y malicia. Grite con mi
voz aguda de chica y luego note como me miraba fijamente. Esa misma mirada hambrienta,
sexual de cuando yo he hecho el amor con alguna chica, observaba como me había
convertido en una muñeca al servicio de ella. Eso duro solo unos segundos antes
de que ella se fuera y se acercara a su marido.
Lo hacía con la misma brutalidad que yo
había experimentado. Pero a diferencia de mi, él reaccionaba como si fuera
perfectamente normal y a través de su mordaza se le notaba la felicidad y se veía
que lo follaban en varias ocasiones, que no era la primera vez. La única vez
que se quejo fue cuando ella decidió que había llegado el fin.
“no,no,no,
no esta noche tengo preparado algo diferente. Los dos van a ayudarme a
correrme, por eso tú tienes que sufrir”.
Ella tenía toda la razón, desde la mesa,
me pusieron al suelo y equipado con las correas y los complemento propios,
completamente superfluos teniendo en cuenta que los dos teníamos las piezas necesarias
para cumplir con sus necesidades físicas. Desde allí nos coloco unos hogties
muy estrictos y nos monto como si no hubiera un mañana. Tengo que admitir que
llore, varias veces esa noche, sintiendo como si me hubieran roto y que nunca
terminaría.
Esto se prologo durante bastante tiempo
y luego pasamos a ponernos unos nuevos trajes de sirvienta y quedamos al
servicio de ella, nos obligaba a esperar de rodillas, y después nos humillaba
como ella quería, nos follaba, nos azotaba, nos obligaba a lamer sus botas, etc.…
de golpe alguien llamo a la puerta.
“ya
ha pasado el tiempo”, una voz ronca dijo desde el otro lado de la
puerta. Suspire con alivio, como debe experimentar un preso cuando está en el
corredor de la muerte y recibe el perdón en el último minuto. Vanessa por su
parte se puso mucho menos alegre. Levantándose del sofá que estaba descansando,
ella puso una mano en mi mejilla enfundada en cuero y frunció el ceño.
“arggg,
has sido tan buena esclava y tan dulce mi pequeña niña. No quiero renunciar a
ti”, su tristeza era mi cielo mientras se quitaba lentamente tanto su
traje, como mi uniforme de criada. Su marido movió los brazos atados,
solicitando autorización para hacer lo mismo, pero en su lugar ella lo miro y
se limito a sonreír con malicia.
“tengo
una idea mucho mejor Derrick”. Se fue a la mesa donde los juguetes
sexuales estaban esparcidos, cogió dos correas y las unió a nuestros
collares del cuello. “vamos chicas.” Dijo tirando de las
correas mientras salía por la puerta y caminaba por el pasillo.
La pareja debía venir mucho a este lugar
ya que sabía el camino de regreso a la sala principal de memoria, nos guiaba
por todos esos estrechos pasillos muy rápidamente. Nuestro paseo se frenaba por
nuestro calzado que no estábamos asombrados los dos a ir con esos tacones tan
rápidamente, pero al final llegamos, a la última sala donde había todo el
grupo.
El anfitrión sonrió cuando entramos y
una vez más se puso en tono teatrero. “muy
bien damas y caballeros, vamos a averiguar de qué genero es el esclavo con el
que habéis pasado la noche. ¿Dónde estás el Sr. Greenley?”. Pregunto.
Vanessa empujo hacia fuera de la multitud sin durarlo un instante.
“aquí
esta”, dijo su esposa. Algunos de los miembros del grupo se echaron a reír,
“muy
buen trabajo. Ahora podéis quitar la capuchas de vuestra esclava”.
No necesitaba ningún incentivo para que
Vanessa se pusiera a trabajar, su marido estaba haciendo caso omiso de las
miradas lascivas de los otros hombres, una vez más, totalmente hacia mí.
Sacaron la capucha, el pelo largo de color rojo y una vez delante del espejo,
me vi otra vez de nuevo, pero con la boca amordazada y lleno de maquillaje.
“parece
que nuestra primera selección de esta noche era un hombre!”, dijo en anfitrión
con alegría. El resto de la multitud se maravillo de lo fácil que me pase por
una sexy esclava, mientras Vanessa me miraba con atención.
El resto de los esclavos fueron
revelados también. Al alrededor de la mitad de la gente salió Stacy, que había
sido propiedad de una mujer con un aspecto severo. “Por lo menos no le ha
tocado otro hombre, pensé, pero a juzgar por la mirada de sus ojos, podía ver
que había pasado un mal rato. De hecho, un buen numero parecía que estaban peor
que yo, y por el momento en que llegamos al esclavo que había estado con el
equipo de seguridad (todos hombres salvo por una mujer) parecía estar en un
estado catatónico.
“muchas
gracias, señoras y señores, pero creo que es la hora que nuestros esclavos se
tomen una pequeña siesta y luego vuelvan a sus casas.” El publico
finalmente se echo a reír, a excepción de Vanessa, quien se acerco al anfitrión
y le susurro a la oreja. Él asintió con la cabeza varias veces antes de mandar
que todo el mundo se fuera. Todo el mundo salió de la habitación y los
esclavos, pero cuando yo estaba a punto
de comenzar a ir en dirección a Stacy, fui agarrado por uno de los guardias y
me condujo fuera de la habitación.
Desde el otro lado de una gran ventana,
podía ver como todos los chicos en edad universitaria caían al suelo por el efecto
de algún tipo de gas. Esto fue solo momentáneamente cuando me llevaron a una
sala completamente nueva, una oficina, con el anfitrión, el marido (que seguía
vistiendo el traje de criada y estaba totalmente atado), Vanessa y uno de los
guardias. Al entrar, el marido y yo nos sentamos en un par de sillas con
respaldo alto y nos ataron con varios trozos de cuerda. Vanessa se sentó en una
silla junto a nosotros y al otro lado de la mesa se sentó el anfitrión.
“Entonces,
¿quería hablar conmigo sobre este esclavo señora Greenley?”, dijo el
anfitrión. “¿Qué pasa que no ha sido
satisfactorio?”
“todo
lo contrario, se lo aseguro… de hecho, me gustaría comprarlo”
Mis ojos se abrieron con horror ante
esas palabras. Esto no era posible. No se puede comprar y vender a la gente
como si fuesen animales domésticos.
“Bueno, usted sabe que la tarifa estándar es de un millón”
“si. Por desgracia, solo tengo acceso a setecientos cincuenta por el
momento”
“entonces me temo que no podemos hacerlo. Se necesita dinero para hacer
que alguien desaparezca simplemente”
Socorro, pensé para mí una vez más.
A pesar de que había estado lo suficiente asustando para mantener mi mente por
un momento, yo sabía que iba a reincorporarme a Stacy, una vez mas.
“¿y si le doy mi marido?” dijo rotundamente. Los ojos de él se
abrieron de horror. “seguramente vale lo
que falta, basta con mirarlo”
El anfitrión miro a su marido,
con gran escrutinio. “vestido así, si que
parece mona por cierto.”
“y se puede utilizar en cualquier forma que desee. Le entrene yo
misma”, dijo Vanessa con gran orgullo.
“hmmm, puedo hacer que desaparezca este esclavo, pero puedo hacer lo
mismo con tu marido?”
“Por supuesto. Por un lado, tengo todos sus activos y él últimamente ha
estado perdiendo un poco el trabajo últimamente. Sé que fue a causa de volar a Europa
para jugar un poco con prostitutas, pero no se qué paso que volvió como si
estuviera deprimido. Fue una pena, al tiempo se quito la vida”, ella sonrió.
Él se agitaba tan fuerte como
podía, luchando desesperadamente por liberarse. Con un sutil movimiento de
cabeza, el anfitrión hizo una señal al guardia que inmediatamente empapo un
trapo de cloroformo y lo puso furiosamente en la nariz del marido.
“Por lo tanto, siete cincuenta y su marido, por este esclavo entonces?” pregunto
el anfitrión con tanta claridad como si estuviera comprando un televisor.
“si esta es mi oferta”.
“señora Greenley, o debería decir señorita Greenley, tenemos un trato”
Ahora era mi turno quise
resistirme violentamente en mi silla. No podía ser la esclava sexual de esa
mujer. Yo era una persona que estaba en la universidad, con un pasado y unas
esperanzas para el futuro. Eso fue lo último que paso por mi mente antes de que
yo también fuera sometido al éter.
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