Texto traducido de una página web
escrito por Ravenstrach
La conciencia me vuelve a la mente,
comienza a despejarse la bruma oscura que rodea mi cerebro, poco a poco empieza
a recordar los acontecimientos de la noche pasada.
Como la mayoría de las noches del
sábado, yo estaba en la ciudad con mi mejor amiga, Stacy, llego de arriba abajo
por varios clubs y bares. Nuestra universidad estaba justo en medio de una
enorme área metropolitana y siempre había numerosos lugares para ir i eventos
para asistir. Stacy tenía los ojos verdes brillantes te podía los podías mirar
fijamente durante horas y horas sin cansarte de verlos, el pelo era negro un
poco corto. Aunque de poco mas cinco pies de altura su falta de altura se contrarrestaba
con su amplio pecho. Yo mismo era solo un poco más alto que ella y me sentía
como un gigante cuando estaba a su lado.
“Jonathan”,
dijo sonriendo, “esta noche
quiero encontrar algo de diversión”
Yo sonreí y le cogí de la mano,
llevándola hacia abajo por las calles de la ciudad que cuando me di cuenta casi
nos habíamos perdido. No paso mucho rato hasta que llegamos algunos bares más
hardcore. Nosotros nos mezclamos con el resto de la multitud con su ropa de
colores brillantes y de estilo techo, tal vez por eso un joven elegantemente
vestido nos pido que parasemos.
“disculpad,
ustedes dos tienen la apariencia adecuada para mí. Mi nombre es Matthew
Richars, y soy el promotor para una fiesta que se hace esta noche a pocos metros
de distancia. Es el cumpleaños de una celebridad y queremos personas de un
cierto estilo que se mezclen con el resto de los famosos. ¿Estaríais
interesados en asistir? No os costaría nada entrar”
Stacy me miro con emoción. Era evidente
que este era el tipo de cosa que estaba buscando. El Sr. Richards nos llevo en
un minibús, donde muchos otros estaban subiendo. El conductor nos miro y cuando
las personas estuvieron dentro el Sr. Richards asintió con la cabeza.
“estos
son los dos últimos. Estamos llenos”
No podíamos creer la suerte que habíamos
tenido al entrar en lo que sin duda sería una locura de fiesta de forma
gratuita y codearse con las celebridades. Las puertas se cerraron y nos fuimos
calle abajo. Stacy y yo cogimos nuestros asientos y comenzamos a hablar con las
otras personas que nos rodeaban, pero poco a poco se hizo mas difícil, no solo
el hablar, sino el pensar con claridad. Mire al conductor que ahora llevaba una
especie de mascara de gas y entonces todo se volvió negro.
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