“ ¡Vamos Sal, por favor!”
A Jose siempre le había gustado cocinar y no lo ocultaba,
incluso se ofrecía a cocinar para amigos y familiares cuando había una ocasión
especial, a veces, bastaba con que la gente dijera “Me gustaría intentarlo”
cuando hablaba de este gran plato nuevo, que lo acababa de probar por primera
vez.
Esto era lo que había sucedido con Vanesa su nueva
secretaria, por supuesto el hecho de que fuera una hermosa jovencita que
siempre vestía faldas y vestidos con tacones y un pelo perfecto también hacia
su parte.
Le proporciono una lista de ingredientes y fue a su casa
para preparar un Curry taiwanés, fue un poco decepcionante para él descubrir
que no estaría solo cocinando para ella sino que también había su amiga, Ana,
no era la primera vez que cocinaba para ellas, Vanesa siempre preguntaba de una
manera que él no podía rechazar y le gustaba hacerlo de todos modos, incluso
desarrollo una especie de amistad y disfrute de la velada juntos, también
Vanesa ciertamente se merecía un regalo de vez en cuando por la forma en que
manejaba las cosas en el trabajo para él ya casi nada tenía que hacer por sí
mismo, en su mayoría firmaba papeles que ella le preparaba, los números de su
departamento eran excelentes todos los meses, incluso esperaba un aumento.
El problema era como había cambiado el arreglo de la cena
en el transcurso de un año, al principio le proporcionaba los ingredientes y
las bebidas que sugería, las chicas habían ayudado en la cocina y en general
era un experiencia agradable para todos, los cambios habían llegado lentamente,
ciertos platos no requerían mucha ayuda y simplemente se quedaban fuera de la
cocina haciendo otras cosas en su lugar, luego algunos ingredientes vitale3s
que necesitaban tener cierta calidad o corte, Jose los buscaba él mismo.
Llego el punto en una noche que lo trajo todo, lo
preparo, lo cocino y serifio mientras las chicas ni si quiera estaban
presentes, lo habían dejado solo y regresaron justo a tiempo para comer lo que
él había puesto.
Obviamente había estado comprando llevaba bolsas y ambas
vestían vestidos nuevos aparentemente sexys, obviamente estaban coqueteando
entre ellas y se reían mucho, dicho eso fue Ana quien se reía, era asombroso
como Vanesa siempre se las arreglaba para lucir como una dama en lo que fuera
vistiendo y como siempre se comportaba elegantemente, sin embargo, estaba claro
que ella también se estaba divirtiendo.
Antes de que Jose ni siquiera pudiera sentarse, entro en
la cocina y dejo claramente pero inequívocamente que le gustaría estar a solas
con Ana, cuando Jose intento argumentar que él había cocinado para todos ella
le prometido que llevaría las sobras al trabajo al día siguiente y se las
serviría personalmente para el almuerzo.
Vanesa fue bastante insistente hasta el punto de sentirse
molesto por la desgana de Jose y finalmente obedeció y se fue, comprendido a un
nivel racional, pero por dentro se sentía despreciado y excluido, en secreto
todavía deseaba ser él quien pasara la velada con Vanesa.
Ella era hermosa y tenía muchos talentos, era difícil
imaginar que hubiera algo que no hiciese perfectamente pero cuando le sirvió a
Jose las sobras como almuerzo al día siguiente se hizo evidente que Vanesa no
era cocinera, además del hecho de que solo quedaban rastros de carne en el
plato había puesto todo junto en un solo recipiente de plástico, incluso la
ensalada y lo había calentado en el microondas todo estaba empapado y blando,
con sabor a vinagre que había hecho que la salsa se había quedado como
transparente y con gotas gelatinosas, preferiría no comerlo cuando ella no
mirase, pero Vanesa se quedó allí y lo miraba mientras engullía ese asqueroso
desastre hasta la última cucharada.
“creo que eso debería compensar las molestias de ayer”,
le dijo cuando recogió el cuenco vacío con una sonrisa” Jose decidido que no
podía seguir así y eso fue lo que le dijo a Ana cuando ella le pido que
volviera a cocinar para una ocasión especial.
“Por favor Jose lo necesito, realmente necesito algo para
Vanesa, a ella le encanta como cocinas, solo una vez más, tampoco tendrás que
hacerlo todo tu, contratare a alguien para servir, habrá velas y todo, será muy
romántico y tú serás el chef”.
Ana tenía muchas ganas de ofrecer una cena de cumpleaños
especial para Vanesa, ella estaba tan entusiasmada con eso, Jose pensó que era
algo dulce, así que accedió a ayudar.
“Bien Ana, pero esta es la última vez, si vosotras
queréis que vuelva a cocinar después de eso, tendremos que encontrar nuevo
arreglo”.
Ella salto sobre él para abrazarlo fuertemente con sus
brazos y piernas, ¡“!Dios mío eres el mejor!, ¡Encontrare el mejor arreglo para
ti!”
El cumpleaños de Vanesa era un viernes y jose se sentía
bastante mal por dejar a Vanesa trabajar el día de su propio cumpleaños él
también estaba ocupado toda la mañana firmando papeles y contratos mientras
pensaba que preparar en la cena, reviso su agenda para asegurarse que ella
estuviera ocupada toda la tarde con varias reuniones mientras se marchaba para
preparar su sorpresa.
Cuando Jose llego al apartamento de Vanesa con todos los
ingredientes y elementos que necesitaba para elaborar la comida, Ana parecía
estar totalmente devastada, estaba sentada en el sofá con las manos abrazando
las rodillas con desesperación, era obvio que había llorado.
“¿Qué te pasa Ana?”
“Todo está arruinado, la chica que se suponía que iba a
servir lo ha cancelado y no puedo conseguir a nadie más”.
“Vamos Ana este no es el fin del mundo, si juntamos nuestras
cabezas y pensamos un poco estoy seguro de que podremos encontrar la manera de
obtener la comida de la cocina a la mesa”
“!Oh basta idiota!” su rostro se ilumino por un segundo
mientras hacia un movimiento de vete con la mano, “Esto es serio, realmente
necesito que esto sea perfecto, la forma en que Vanesa me lo dijo, si arruino
esto, pensara que no puedo hacer nada bien”.
“Ok, ¿Y cómo quiere ella que sea?”
“Todo perfecto, una comida de cinco platos, a la luz de
las velas y una criada para servirla”
“¿una criada?, ¿te refieres a una sirvienta? Suena a
pervertido”.
“¿Y que si ella quiero algo así? Es lo que a ella le
gusta, ¿Tienes idea de lo que necesito para sacarlo algo así?”
“Realmente no, pero si quieres, también puedo servir la
comida, de todos modos, estoy haciendo todo lo demás”.
“¿Tu harías eso? ¿De verdad? Quiero decir, tengo el
disfraz y todo….”
“oh wow! ¡Espera un minuto! Estoy hablando de llevar los
platos a la mesa no de correr con un disfraz de sirvienta francesa”
“Oh vamos!, ¿y por qué no? Seria perfecto, todos somos
amigos, ¿Verdad? Además, se algo de Vanesa me dijo sobre ti”.
“¿Qué?”
“¿Cómo crees que sería Jose si fuese una chica?”
“¿Ella dijo que?”
“¿No quieres saber cómo sería ser la tercera chica?”
“¿la tercera chica?, ¿Estás hablando de pasar la noche
juntos?”, Jose sintió escalofríos por su espalda en solo pensarlo
“Si hago esto, debes prometerme que no se lo dirás a
nadie”, dijo después de recobrarse
“!No te preocupes, ¡mis labios estarán sellados!, ¡Vamos
a vestirte!”
“¿Qué? ¿Ahora? Quiero decir…. ¿Ya?”
“Por supuesto, tenemos una agenda apretada, no habrá más
tiempo”
Ana insistió que Jose usara el conjunto completo,
incluido la ropa interior, tuvo que desvestirse por completo y ella le entrego
unas bragas, estaban hechas de un denso material, de color carne y era muy
justas.
“¿Qué es eso?”
“Lo que necesitas para mantener tu cosa escondida entre
tus piernas, no queremos que muestres un bulto, ¿verdad?”
“¿Por qué tienes algo así?”
“Solo póntelo para que pueda ayudarte con el resto”.
Una vez que jose estuvo metido, calzado, lavado y todo
ceñido a continuación, Ana ayudo y se aseguró de que las medias negras se
engancharan uniformemente a la faja a juego y que las costuras estuvieran
perfectamente rectas, después de ponerse el sostén lo relleno con ovillos de
lana. El vestido en si no se parecía en nada a los diminutos y con volantes
trajes de sirvienta francesa que jose conocía.
Era un sencillo vestido de tubo negro con una hilera de
botones simulados en el frente, un cuello muy almidonado y unos puños a juego,
el material era grueso y pesado, cuando Ana cerro la cremallera en la espalda y
algunos botones adicionales en su cuello también lo sintió apretado y caliente,
casi como si intentara moldear su cuerpo a su propia forma femenina en lugar de
igualar su figura, el dobladillo cónico que terminaba encima de las rodillas,
le restringía considerablemente su marcha, mientras Ana agregaba el delantal
enderezaba los volantes almidonados y ataba los bonitos lazos detrás de su
espalda, Jose sintió que empezaban a
doler lentamente por la áspera tela que los empujaba, los zapatos eran de
charol estilo mary Jane con unos moderados tacones y una correa ancha para
mantenerlos seguros en sus pies.
Todo el atuendo lo hacía sentir más como un sirviente
real que como parte de una agradable velada.
“Ok, terminado, te veo perfecto, ahora a cocinar, que
tengo que prepárame yo misma”
Antes de que Jose pudiera expresar sus preocupaciones,
Ana se había ido al baño y había cerrado la puerta tras ella, suspiro, recogió
las bolsas con los ingredientes y se dirigió a la cocina.
Mientras se dedicaba a preparar la cena de cinco platos
él solo, vio destellos de Ana como corría rápidamente entre habitaciones.
Mientras tanto Jose se sentía cada vez más incómodo con
su atuendo, el estrecho confinamiento de sus genitales era irritante, pero ni
siquiera podía ajustarlo un poco con todas las capas del uniforme cubriéndolo,
sus pezones estaba doloridos y la lana metida dentro del sostén le seguía
irritando, y a pesar de que los zapatos le quedaban bien, debido a la
inclinación de los tacones se sentía como si sus dedos fueran apastados dentro
de la punta con cada paso, después de unas dos horas, jose estaba a punto de
terminar de cocinar, Ana apareció de nuevo luciendo impresionante con un
vestido de tubo rojo con un cinturón negro ancho y tacones negros a juego,
joyas plateadas de esas caras y elegantes y mucho maquillaje, Jose nunca la
había visto así y por mucho que intentara recordarse a sí mismo que estaba
usando el uniforme de sirvienta como un favor, en realidad se sentía intimidado
por la enorme diferencia de estatus en sus atuendos, ella se sentó en el sofá e
hizo una seña a él, que estaba dentro de la cocina con la boca abierta.
“Ven aquí, casi me olvido de tu pelo”
“¿Mi pelo?” le picaba la curiosidad mientras andaba con
sus zapatos de tacón
“Voy a hacer que combine con el atuendo, agáchate de
espaldas a mí”.
“Eso no es muy cómodo”, dijo que después de unos minutos,
mientras Ana cepillaba todo su pelo hacia la parte posterior de cabeza y lo
arreglaba en su lugar con montones de horquillas y clips.
“bueno, no puedo dejar que te arrodilles, eso arruinaría
tus bonitos zapatos, ahora deja de quejarte que casi hemos terminado” fue su
respuesta mientras recortaba algo del tamaño y peso de una naranja en la parte
de atrás de su cabeza, lo cubría con una gorra blanca con volantes atado con
una cinta negra.
“!Perfecto! ahora parece que tienes un bonito moño”
Jose se levantó, le dolían las piernas de estar en
aquella tensa posición, además de todas las otras molestias ahora en su cabeza
se sentía como si estuviera usando una especie de gorra ajustada que lo
pinchaba por todas partes con pequeños alfileres de metal y el moño falso
tiraba al más mínimo movimiento.
“¿Qué es eso?” Ana pregunto mientras miraba el comedor
Jose se alegró de que ella se diera cuenta de que él ya
había puesto la mesa.
“¿Por qué hay tres cubiertos, Jose?”
“Pero pensé…” fue interrumpido bruscamente
“¿Cuántas veces tengo que decírtelo?, ¡Es una cena solo
para Vanesa y para mí, ¿No lo entiendes?”
El tono severo de su voz casi le obligo a responder, “SI,
señorita Ana”, pero antes de que pudiera decir algo, ella señalo el área de la
sala de estar.
“hay un pequeño paquete en la mesa del sofá, ve a
buscarlo”
Jose se acero y recogió una caja de anillos de terciopelo
rosa con un lazo de cinta en la parte superior, “Ábrelo”
Jose la abrió y había un gran anillo de plata dentro,
tenia aproximadamente una pulgada de ancho y estaba abovedado, casi como una
bola de metal brillante con un agujero en el interior, sobre la superficie
pulida estaban grabas las palabras, “Propiedad de Vanesa”.
“Me comprometo hoy, Jose, cuando le presente esto le
diré, querida Vanesa ahora me siento lista para asumir las responsabilidades de
las que hablamos mientras me pongo este anillo me comprometo con estas manos a
trabajar incansablemente por ti y mi propio beneficio, este anillo será un
símbolo de los deberes que esperas que asuma en nuestra relación y permanecerá
hasta que diga lo contrario, esto lo prometo solemnemente”.
“¡Esta noche es importante Jose! Quiero que sea una noche
perfecta para mi y Vanesa, lo que necesito que hagas es que sirvas la comida y
el vino en silencio, sin entrometerte de ninguna manera, no puedes sentarte en
la mesa con nosotros o charlar casualmente, ¿Lo entiendes?, ¿Puedes hacer eso
por mi o tengo que cancelar todo esto después de todo?”
“Ok, lo entiendo, solo pensé…”
“!Solo te pido esto, Jose!, no lo estropees, te prometo
que no te quedas fuera mas tarde esta noche, de hecho necesito que estés ahí
cuando presente el anillo, ¿De acuerdo?, después de limpiar los platos, sirve
el champan y prepara la caja, te daré una señal chasqueando los dedos, sacas el
anillo, pon tus manos encima de la otra, con las palmas hacia arriba y los
pulgares apuntando hacia adelante, así es como tienes que llevar la caja
abierta, te acercas a mí, te paras a mi lado izquierdo y sonríes, lo cogeré así,
¿Lo entiendes?”
“Entendido”
“Bueno ahora ven aquí, ponte delante de mí, agáchate”
Ella lo agarro por la barbilla y saco un tubo de lápiz
labial de su bolso
“¿ Qué es eso, An.?”
“!Silencio!, frunce los labios así, solo aplicare un poco
de brillo para que se vean bonitos, también es un poco pegajoso, por lo que
cada vez que intentes abrir la boca te recordara que no debes hablar, ahí todo
listo, ahora tus labios están sellados como se suele decir, vete a la cocina
Vanesa en cualquier momento puede venir”.
Ella le dio una juguetona palmada en el trasero cuando él
se dio la vuelta.
“Oh, ¿Y Jose?”
“hmm”
“llámame, Ana, en todo momento”
Fue una velada encantadora para las chicas, no tanto para
jose que cuando llego Vanesa, Ana hizo que se escondiera en la cocina hasta que
estuvieran listos para cenar.
Por supuesto, Vanesa insistió en cambiarse y vestirse
para la ocasión también cuando vio a Ana con su maravilloso vestido le costo
cas dos horas para prepararse mientras Jose sufría con su atuendo cada vez mas
agonizante, tuvo que estar parado en su incomodos zapatos todo el tiempo ya que
no había espacio para sentarse en la cocina, el calor del horno elevaba la
temperatura en la pequeña habitación y sentía aún más picazón, dolor y calor
dentro de sus prendas que lo confinaban, el pinta labios tampoco era solo un
“poco” pegajoso, tenia un sabor horrible y básicamente le pegaba los labios,
solo podía separarlo un poco con mucho esfuerzo y luego instantáneamente se
pegaban de nuevo con el más mínimo toque, incluso si quiera no podía hablar, y
menos comer, había esperado cenar con ellas, ahora ni siquiera podía comer un
bocado en la cocina mientras comían y tenía hambre.
Cuando finalmente llego el momento de comenzar a servir
el primer plato, Vanesa parecía menos sorprendida mas bien divertida por la
apariencia de Jose, ella sonrió y simplemente dijo “perfecto” antes de hacer
una foto con su teléfono, el destello le sorprendió y lo sobresalto, Jose
sintió un escalofrió que recorría su espina dorsal al darse cuenta que sería
humillante si alguien pudiera ver esta foto alguna vez, quería protestar, pero
sus labios al estar pegados le impidieron decir nada, Jose decidido que
hablaría del tema más tarde, además había una buena razón para no arruina la
velada de esa manera.
Vanesa se veía increíble con su vestido de tubo gris
plateado con un corpiño a juego y una chaqueta bolera, sus piernas enfundadas
en unas medias transparentes y los zapatos brillantes con las suelas rojas, su
cabello rubio con un peinado impecable y las joyas de plata en su cuello y
muñeca era impresionante.
Si los labios no se hubieran pegado, se habría quedado
allí con la boca abierta, el chasquido de los dedos de Ana lo saco de su
aturdimiento y le recordó que se suponía que debía poner la comida en la mesa y
volver a la cocina, su pene escondido se movió incómodamente durante el
proceso, recordó que Ana dijo sobre ser la tercera chica y cuando ella le
prometió que no se quedaría fuera mas tarde esa noche, todo lo que quería hacer
ahora era hacer que todo saliera bien.
A pesar de que sufría, ahora sonreiría mientras servía
los platos, no se entrometía, sino que se apartaba en silencio y observaba, se
apresuraba a servir mas vino mientras se levantaba una copa vacía, trato de
jugar a ser la mejor doncella y sirvienta que podía, esperaba que fuera como
Vanesa se lo había imaginado.
Entonces llego el momento de presentar el anillo, Jose lo
saco solemnemente tal como Ana le había dicho, Vanesa pareció conmovida por el
voto, justo cuando Ana dijo, “Mientras pongo este anillo…” tomo la mano de Jose
y se lo puso en el pulgar, antes de que él se diera cuenta de lo que estaba pasando,
ella ya lo había empujado más allá de su nudillo con poco de esfuerzo y termino
con “…. Permanecerá puesto hasta que diga lo contrario, esto lo prometo
solemnemente”.
Jose no tenia ni idea de lo que acaba de pasar cuando
Vanesa y Ana se abrazaron y se besaron frente a él
“Eso ha sido hermoso querida, pero debes saber que te
hare cumplir tu voto y todo lo que implica”
“No te voy a defraudar, Vanesa”
Jose estaba tratando de quitarse el pesado anillo, separo
los labios para pronunciar un “¿Qué demonios…?” pero Ana lo interrumpió
rápidamente con una bofetada en la cara.
“Cállate, nos ocuparemos de ti a su debido tiempo”, ella
grito y él instintivamente hizo una mueca
“No seas tan dura, Ana, simplemente esta confundido”,
dijo Vanesa, luego se volvió hacia Jose, “Creo que es hora de explicarte
algunas cosas”, Saco su maletín de debajo de la mesa y camino hacia el sofá de
la sala donde se sentó, dejo el maletín encima de la mesa y lo abrió.
Ana le golpeo en la mano a Jose cuando estaba intentado
sacarse el anillo que parecía imposible de pasar de nuevo por su nudillo sin
lastimarse. “!Deja de moverte, ¡ves allí y escucha a Vanesa!” ella lo agarro
del brazo y le hizo pararse en el lado opuesto de la mesita, Vanesa le entrego
un montón de papeles para que los mirara.
“Parece que últimamente has realizado algunos
acuerdos e inversiones bastante
arriesgadas, Jose, algunos de ellos son completamente ilegales, ahora estos
acuerdos te han hecho ganar mucho dinero a la compañía por lo que están
contentos con eso, sin embargo a pesar de que la participación delictiva no se
pude rastrear hasta ellos y no terminaría con nadie mas que tu en la cárcel,
han decidido que seria mejor terminar cualquier conexión contigo y eliminarte
de tu puesto en la empresa por completo, me han ofrecido reemplazarte debido a
mi profundo conocimiento de tu departamento, también estaré a cargo de mantener
los documentos originales bien asegurados”
Jose miro los papeles con incredulidad, todos llevaba su
firma y todos lo implicaban de alguna manera, “!Eso es ridículo!, ¡no recuerdo
haber firmado ninguno de estos!”
Ana se rio cuando Jose trato de sonar que estaba enojado,
porque para que sus labios no se pegaran tenia que mantenerlos abiertos y
fruncirlos como un pato cuando hablaba
Vanesa sonrió, “Oh, no tengo ninguna duda al respecto
casi nunca me preguntaste acerca de lo que te daba para firmar y mucho menos
leerlo, de todos modos, la empresa te ha despedido hoy y me ha dejado a cargo”
“!Imposible!” Jose trato de gritar, “!No soy idiota!,
tengo un contrato, no pueden despedirme así, ¡Si caigo yo ellos caen conmigo y
lo saben!”.,
“Tienes toda la razón, Jose, ¡No te pueden despedir! Pero
puedes renunciar, y lo has hecho esta mañana, rescindiste el contrato por tu
propia voluntad, aquí esta tu renuncia con tu firma” ella le entrego otro
papel, “Como te dije antes, realmente deberías haber leído todo lo que te daba
para firmar”.
“!Pero no!, ¡No pueden hacer eso!”, dijo Jose desesperado
mientras miraba las paginas que tenia en la mano y se le ocurría la grave
realidad de las cosas.
“!Tienes toda la razón!” Respondió Vanesa, “Eso es
exactamente lo que les dije, e insistí en que debería volver a contra tratarte
inmediatamente, de hecho, ya firmaste tu nuevo contrato de trabajo, que, por supuesto
recibirás el salario mínimo y se te incluirá en el grupo de secretarias
temporales, he movido algunos hilos para asegurarme de que estés asignado a mí,
la mayor parte del tiempo, por supuesto también tendré una secretaria
permanente que actuara como tu supervisora en mi oficina”.
“A partir de mañana por la mañana informaras a Inge, la
jefa del departamento de trabajo, creo que ya la conoces, recuerdo que tuviste
una pelea con ella por una de sus chicas una tal Tanya, o “Niña gorda estúpida”
como la llamaste, cuando una vez te derramo el café en tus pantalones, no fue
un incidente muy agradable para los involucrados, estoy segura de que se te ha
olvidado por completo”.
“De todos modos, Inge insiste en que debes someterte a un
entrenamiento de evaluación severo durante algunas semanas, eso requerirá que
llegues una hora mas temprano cada mañana por le momento, dado que serás el
único hombre del departamento ella ha decidido que vistas el mismo uniforme
estándar de la empresa que todas las demás, incluidas las blusas y las faldas.”
“Debido a tus antecedentes penales, has tenido que
aceptar un periodo de prueba de dos años durante el cual puedes ser despedido
en el acto sin indicar el motivo y no recibirás días de vacaciones, cualquier
día que yo este ausente, se te asignara otras tareas o departamentos a
discreción de Inge. Estoy segura de que te lo contara todo en detalle mañana
por la mañana a las 6:30, asegúrate de llegar temprano, una vez que te hayan
informado sobre tus nuevos deberes y horarios, informaras a Tanya, mi nueva
secretaria, Creo que es suficiente por ahora y me doy cuenta de que es un gran
cambio y hay mucho que asimilar, ahora esto es lo que vamos a hacer, ¿Ana?”
Vanesa levanto la mano y Ana se acerco y dejo caer la
llave del coche de Jose en su palma, “Entiendes que en tu nuevo puesto también
has privilegios ante este BMW que te dio la empresa, ahora es mío y he decidido
convertirlo en un símbolo para que tomes una decisión”.
Dejo la llave sobre la mesa, junto al maletín, “Ana y yo
iremos al dormitorio ahora para celebrar mi cumpleaños, te concederemos una
hora para tomar una decisión”, señalo el dormitorio, “Cuando salga por esa
puerta de nuevo, tendrás dos posibilidades… o has cogido la llave y te has ido,
a partir de ese momento estarás huyendo de las autoridades y de la ley…
posiblemente terminaras en la cárcel, o aceptaras todo lo que acabo de decir,
en ese caso todavía estarás aquí con ese atuendo con ese añillo en tu pulgar
que declara mi autoridad sobre ti y estarás limpiando detrás de nosotros”.
Cuando cerraron la puerta besándose, Jose cogió la llave
y la miro por un momento, luego suspiro y la dejó para irse a lavar los platos.
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