La
puerta se abrió y dos oficiales entraron en la habitación. Una mujer que parecía
estar a cargo dio un paso hacia dentro de la habitación. Ella dio a Martin una
severa mirada.
"Señora
Vargos. Estoy aquí para informarle de las cargas que no se han hecho formales
que se presentaran en contra de usted en este momento, sin embargo, mientras está
siendo investigado usted permanecerá en la zona. Sera liberado, y es libre de
irse, sin embargo, a causa de su estado de Crossdressed deberá ir acompañado de
un adulto. Se le permitirá salir con él y volver directamente a su casa. Le están
esperando en la recepción". Ella
se dio la vuelta y se fue. Unos hombres uniformados le ayudaron a ponerse de
pie. Fue procesado por una joven que no podía evitar de sonreír en todo el
tiempo que ella permaneció en la comisaria.
"Está
bien señora Vargos. Vamos a ver. tenemos un bolso blanco y un mmm. algo que
parece ¿Cuello?" Dijo
mirando el collar y después miro a Martin mientras hacia una curiosa sonrisa y
deslizaba el collar en la bolsa. Se lo imagino llevándolo puesto y pensó que debía
ser algún tipo de juego de algo tipo Maestro / Esclavo con otros amigos
varones. "De acuerdo, un par de tijeras y una llave. También sesenta dólares en
efectivo que serán devueltos a la persona que los reclame." Empujo
todo esos elementos hacia delante frente a él. "oh, sí", Ella rio
mientras se agachaba y cogía los zapatos de tacón de aguja poniéndolos encima
del mostrador. "Y un par de zapatos de tacón blancos. Por
favor firme aquí conforme ha recibido estos artículos, por favor", Le
dijo mirando a ese hombre que llevaba una máscara y rulos. Martin se quedo mirándola
sin romper el contacto visual mientras cogía los zapatos y salía poniéndose uno
y luego otro, como si lo hubiera hecho todos los días. A continuación, salió de
allí con la cabeza bien alta no permitiendo a la chica que pudiese tener algún
efecto de dignidad contra sus opiniones y sonrisas, aunque en su mente estaba
buscando desesperadamente cualquier signo de dignidad y orgullo masculino para
ver si quedaba algo. Posteriormente, fue dirigida hacia la puerta y por el
pasillo donde dos hombres lo estaban esperando para llevarlo a casa. Eran los
mismos dos chicos que lo habían llevado a la boda. Cada uno lo cogió por el
brazo y lo escoltaron fuera del edificio.
"Habéis
tenido suficiente tiempo para llegar hasta aquí, venga rápido devolverme, ¿no sabéis
que tengo asuntos urgentes que atender en la casa?, como limpiar mis
consoladores", Dijo
Martin tratando de obtener alguna respuesta por parte de alguno de los dos. "¿Como,
no hay esposas?, Que decepcionado estoy con vosotros, mira, si vamos a ser
vistos en público juntos tengo que tener las joyas indicadas para mi equipo,
debo estar conjuntada". Dijo Martin sarcásticamente mientras era
escoltado rápidamente a la limusina, sintiendo las garras en sus brazos apretándolo,
Se abrió la puerta de atrás del coche y lo colocaron dentro y lo ataron al
asiento por la cintura como lo habían hecho antes. "¿Por qué? tenéis miedo?", Dijo
Martin de nuevo con sarcasmo al hombre más grande después de también atara las
piernas. Una correa fue puesta alrededor del pecho de Martin, apretando los
brazos muy fuertemente.
"Querido,
¿Estas seguro de que es lo suficientemente apretado?. Todavía puedo
respirar" Dijo
Martin burlándose. Los dos hombre cogieron el extremo de la correa, y apretaron
más fuerte,
"Aghhhh!"
Martin gimió
cuando lo hicieron con los tobillos.
"¿Así
está mejor?. Señora" Pregunto
el hombre con una sonrisa y luego cerró la puerta. Martin se quedo en silencio
jadeante por cómo le apretaban las correas. Sabía que iba a volver a la casa y
que habría un montón de gente cabreado en ella, y inevitablemente lo casarían.
Se quedo en silencio todo el trayecto, sabía que el barón de alguna manera lo castigaría,
por haber huido. Podía verse a sí mismo siendo azotado delante de todo el personal
para enseñar a los demás si no se cumplen las normas eso es lo que les puede
pasar. Recordó como Dorothy le había dicho en el jardín, que creía que sus
implantes de pecho eran un castigo por haber intentado huir una vez. Martin no podía
permitirse insistir en ese tema ahora, pero era difícil no pensar en ello.
Quiero decir que podríamos estar ante un gran par de tetas enormes en un futuro
próximo como consecuencia de su intento de fuga. El coche se paro y Martin fue
sacado del coche y le esposaron las manos a la espalda. Antes de que fuera
escoltado por la pasarela a través de los jardines de la finca, los tobillos
fueron también esposados con una cadena con pocos centímetros que se arrastraba
por el suelo.
"¿Es
esto realmente necesario?"
"Venga
ponte en marcha", Uno
de los chicos lo empujo hacia delante, haciendo que Martin se tambaleara encima
de sus zapatos de tacón mientras trataba de mantenerse de pie, los dos hombres
lo sujetaron por los brazos y tiraron fuertemente de él.
"¿Que
estáis haciendo, chicos?", Dijo
mientras se retorcía. "Escuchad, tengo dinero. Puedo os puedo hacer
muy ricos, nunca tendréis que volver a trabajar, si me ayudáis a salir de aquí",
Dijo Martin jadeando, por culpa del ritmo de la caminata era difícil de
tener una conversación y además intentar no caerse. Los hombres lo ignoraron y
lo dirigieron hacia dentro de la casa. Martin subió los escalones, entro y lo
dirigieron hacia un familiar pasillo que lo llevaba directo a los vestuarios.
La puerta del vestidor estaba abierta y de pie junto a una silla estaba Léanme
con un vestido corto y una capa por encima de su brazo. Ella tenía una gran
sonrisa en su cada mientras miraba a Martin.
"Que
tengas un buen viaje por la ciudad señora Vargos", Dijo uno de
ellos mientras lo miraba a los ojos. "Por favor chicos traerlo aquí", Dijo
Léanme, señalando con el dedo al centro de la habitación. En el centro de la
habitación colgaba una polea. Colocaron a Martin en el centro y ataron sus
manos a la polea, esta empezó a tirar hasta que sus manos estuvieron por encima
de su cabeza, después pusieron sus piernas juntas y ataron sus tobillos.
"Gracias
señores. Eso es todo por ahora. Les agradecería que esperaran fuera por si los
necesito." Ella
los acompaño hacia la puerta y cerro con llave.
Los
tacones de Leanne sonaban con un estruendo clic mientras caminaba de vuelta
hacia Martin y pasaba la mano por debajo de su vestido frotando la entrepierna.
Martin aprovecho el toque, ya que no era una manera simple de tocarlo por
ninguna razón. Ella camino casualmente hacia el mostrador y cogió algunos
pernos que estaban allí, inclino la cabeza y lo miro mientras caminaba hacia
él.
"Así
que la señora Vargos, necesitaba un paseo" Dijo ella levantando la parte trasera
de su vestido.
"Yo...."
"Es
suficiente. Yo realmente no necesito saberlo ni me importa", mientras elevaba y cubría con un
dobladillo su falda del vestido cubriéndolo a los hombros. "Si tu
eres tozuda tu mama también. No sabes lo mucho que me dolió que hicieras
eso", Dijo dejando caer las enaguas al suelo. "¿Es
eso lo que realmente piensas de las mujeres? ¿Que disfrutan tratando a personas
así?, tal vez por eso no estás casado con una mujer todavía, porque no sabes
tratarlas adecuadamente". Se le acerco y empujo la cabeza hacia
abajo de manera que quedo mirando al suelo y comenzó a quitarles los rulos del
pelo", No te muevas", Dijo mientras arrojaba los rulos al
mostrados, cuando estuvieron todos quitados, Martin sintió un gran alivio de buenaventura
cuando también finalmente la mascada fue quitada. Las correas se aflojaron y
luego se la aparto de su rostro. Quedaron las hendiduras en la cara de Martin
donde las correas había sido tensadas. Leanne cogió la cinta y la puso en la
boca de Martin, Martin movió la cabeza.
"Umm,
creo Sra. Vargos, que si fuera yo sería cooperativo tanto que fuese
posible", Dijo
seriamente, manteniendo mirada calmada. Martin volvió y dejo que su boca fuese
cerrada con cinta por Leanne. Ella fue bastante dura con el proceso de inmovilización
y utilizo mas cinta de la que realmente se necesitaba, tirando duramente de la
cinta en su cara. Martin observaba impotente cómo se acerco y cogió un pequeño
tablero del mostrador. "No te va a gustar eso", Dijo burlándose
de él mientras ponía otra cinta en su cerrada boca.
"Ahora
señora Vargos, lo que sí que vamos hacer es dar un poco mas de holgura a esta
cuerda", Dijo
tirando de ella hasta que sus brazos quedaron tensos, haciendo que los dedos de
los pies tocaran a penas el suelo, "¿Cómodo?, Ella pregunto mientras
Martin gruñía cuando lo levantaban. Le dijo, "Estoy pensando que lo mejor es
dar unos cuantos azotes por tener esa mala conducta", Dijo mirando
la paleta que sostenía en sus manos, "Tengo que admitir, que ha pasado mucho
tiempo desde la última vez que azote a alguien", Dijo sonriendo, "Pero
ahora que lo piensa eran azotes que les daba a las ex del barón... " Dejando
caer una sonrisa. Luego dijo, "Pero estoy hablando ahora de castigos
justificados." Hizo una pausa por un momento, "Sabes
que yo realmente no me gusta hacer esto. No me gusta ver la hombres jóvenes
como tu gritar y llorar por el dolor físico que administro yo. Sabes veo a
bastantes chicos que lloran al ser vestidos con bonitos trajes de novia". Entonces
ella levanto la justa y la movió por el contorno del cuerpo de Martin. Sus
dedos de los pies colgaban a pocos centímetros del suelo, con esfuerzo casi lo podía
tocar. Martin se balanceaba ligeramente cuando entonces comenzó el castigo.
"¿Estas listo?", le pregunto ella mientras acariciaba su
trasero con la paleta para marcar el objetivo.
(Zas!,
Zas!, Zas!) Leanne giro la pala que cayó duramente al culo descubierto y sin protección
de Martin.
"UMMMPHHH!"
Martin gimió
quedando totalmente suspendido. Le quemaba intensamente cada azote y el impacto
le causo pánico.
"No
me ha gustado nada lo que has hecho, ¿Quien te crees que eres?
(azotes
y mas azotes)
Martin
se sacudía después de cada golpe mientras su cuerpo se balanceaba suavemente en
el aire con los golpes de la paleta en su indefenso culo.
"Mi
cuerpo está fuera de tu alcance. Y has tocado mi cuerpo. Y yo..."
Ella
acentuó cada palabra con un duro golpe en su trasero
"Y"
"A
Mi"
"NADIE
ME TOCA"
"SIN
MI PERMISO"
(Azotes
y azotes)
"NUUUMMM! UMMMPPPHHH!!" Martin giro alrededor de sus ataduras
y intento mover las piernas que estaban atadas juntas por los tobillos, pero no
podía hacer anda contra la paliza que le estaba administrando Leanne. Grito
dentro de la cinta, su rostro se inundo de lagrimas. Leanne le había golpeado
muy duramente, mientras él se oscilaba.
Los
hombres de fuera podían oír a la paleta dar los azotes, cuando golpeaba el
trasero de Martin cada vez, pero sus gritos ahogados era menos audibles.
"Quiero
plena cooperación de ti para el resto de esta noche y mañana. ¿Me entiendes?.
Me importa muy poco lo mucho que tu culo esta hinchado en este punto. Tenemos
mucho que hacer. Y, sobre todo, me importa un bledo lo que pienses"
(Azotes)
"¿Estas
listo para ser parte de todo esto, señora Vargos?"
(Azotes)
"UMMMPHHH",
Martin sacudía la
cabeza frenéticamente para que se detuviera.
"Estas
listo para que te suelte", dijo
mientras le daba un poco de giro a la cuerda.
"UMMPHHH",
Martin resoplo
agitando la cabeza.
(Azotes)
"¿Estas
dispuesto a cooperar plenamente conmigo de aquí a delante?. Podemos hacer esto
de nuevo mañana ya sabes. Puede que decida hacer esto de nuevo, simplemente
porque no me siente satisfecha todavía"
"UMMPHHH",
Se meneo,
tratando de apartarse de ella, pero no sirvió de nada.
(Azotes
y mas azotes)
"UMMPPHH!!"
Martin volvió a
gritar cuando Leanne lo movió lentamente torciendo la cuerda en una dirección.
La cuerda se apretó y le dio un duro golpe a su cuerpo enrollado en ella,
Martin comenzó a girar cada vez mas y mas rápido. Él intento mirar pero estaba
desorientado y suplicaba que se detuviera, pero cada vez giraba mas y mas rápido,
de golpe le puso una capucha en la cabeza y dejo que los dos hombre entraran en
la habitación.
"Me
gustaría que los desvistierais totalmente", Dijo Leanne a los dos chicos. Todos
sus ropajes fueron quedaos y lo colocaron en la silla. Ataron sus brazos y las
piernas a los lados de la silla dejando su entrepierna totalmente expuesto. Su
pecho y la cintura estaba fuertemente atadas y la cabeza se movía de lado a lado
sin control. Luego cuando los dos gorilas hubieron terminado salieron de la habitación
de nuevo.
"Así
para que lo sepas, tu culo se ve como si estuviera un poco magullado en este
momento. No estoy muy contenta con eso, ya que no quiero lastimarte, pero vamos
a ver cómo te vas a comportar ahora en adelante. Espero que hayas disfrutado de
esto. Después de todo, esto solo es por culpa de tus acciones". Dijo ella mientras daba una rápida
vuelta a la silla. "Voy a salir, pero enseguida estoy de vuelta.
me voy a tomar una ducha y después de voy a preparar para esta noche", Leanne
se agacho y le sacudió el pene, diciéndole. "Bueno, quiero que cuelgue así y
tus pelotas también. Se te ve muy bien, ¿Sabes porque te estoy tocando en todo
momento?, Porque puedo hacerlo. Ahora bien, aunque estaré fuera una chica te dará
un masaje testicular y un buen pulido de pene".
Martin
sacudía la cabeza. Prefería no tener que pasar por las manos de esas sádicas
chicas de nuevo. No podía cambiar su situación, y lo sabía. Así que se quedo
quieto, aunque tenso y espero a la chica que entrara en la sala.
"Hola
de nuevo. Ya veo que está todo listo para su masaje", Dijo la chica mientras se ponía un
guante de plástico. La otra chica que había entrado se rio. "Así
que usted desea un masaje de testículos profundos junto a un pulido. Pues ahora
señora, antes de empezar, ¿Tiene alguna preferencia en quien de nosotras le de
el masaje testicular y la otra le haga el pulido?" . Martin no
dijo ninguna palabra mientras esperaba que la tortura empezara. Oyó el
chasquido de mas guantes que se ponían. Algunas cosas que se movían por el
mostrador, y luego sintió que su pene y los testículos los agarraban esas
chicas mientras le ponían un poco de aceite por la zona de la ingle. Mientras
trabajaban, le explicaban que forma le gusta hacer esto, y lo que era más
popular entre las mujeres que reciben esos tipos de masajes, primero sería más
lento, aliviando lentamente las tensiones, para dar paso un pequeño pulido del
pene con un cepillo de pelo con puntas duras. Entonces el masaje testicular se reanudaría,
para ser mas intentos, por supuesto, el cepillado se convertiría más vigoroso.
"¿Tiene
alguna pregunta antes de empezar?", Dijo una de las chicas mientras ponía aceite abajo.
Martin no dijo nada. Gemidos ahogados se escucharon a través de la puerta,
cuando Martin le tensaron las pelotas con los dedos de las manos. Los hombres
de detrás de la puerta sonrieron, ya que no sabían lo que estaban haciendo,
pero sabina que esas dos jóvenes estaban haciendo que ese hombre se sintiera
incomodo de alguna manera. A continuación, un tono alto frenético con un grito
ahogado continuó se escucho cuando el pene de Martin fue pulido vigorosamente
con el cepillo, con esas púas duras. El proceso continuo de ida y vuelta por un
rato, finalmente terminaron haciendo las técnicas a la vez.
Martin
lucho violentamente contra sus ataduras al recibir la parte más profunda de su
masaje.
"Oh,
sí señora. Esta es la parte de las mujeres como la mayoría, cuando ambas
hacemos la hacemos juntas", le
dijeron mientras le estaban dando a Martin su tratamiento, Ella movía los testículos
vigorosamente yendo y viniendo entre sus palmas y la otra chica puliendo la
polla, fregando la punta del pene con el cepillo rápidamente.
Martin
lucho contra sus restricciones, y grito sin control dentro su mordaza. Después
las dos chicas salieron dejado a Martin sentado gruñendo por el dolor de su
ingle. Leanne entro en la habitación y acerco una silla a su lado.
"Es
hora de dejar de jugar y tomarse las cosas en serio. Nos guste o no, tú tienes
el deber y la obligación de cumplir esta noche en el dormitorio con tu
marido." Dijo
Leanne calmadamente mientras levantaba el pene de Martin y miraba la punta roja
que acaba de ser cepillada. "Habrá mucha gente que trabaja aquí estaba
mañana para la preparación de la ceremonia. Vas a ser cooperativo, y nos permitirás
hacer lo que tenemos que hacer para que estés listo lo más rápido
posible", Ahora le cogía las pelotas y le estrujaba estremeciendo
de dolor. "La señora Vargos, no dudara en hacer esto esta mañana", dijo
ella dejando caer el pene de golpe. "¿Entiendes lo que te estoy diciendo? Tus
pelotas y pene solamente son buenos para una cosa en este momento por lo que a mí
respecta. Tu masculinidad debemos persuadirla lo mejor que podamos para que
podamos feminizarte".
La
capucha de color rojo sobre los hombros de Martin asintió.
"Bien.
Ahora no tenemos mucho tiempo después de tus pequeñas escapadas de hoy, así que
voy a lavarte el pelo, y poner un poco de color a los rulos. Puedes dormir con
los rulos esta noche. No te harán daño y estoy segura de que tu marido lo entenderá.
Dios sabe que mi madre dormía con los rulos casi todos las noches"
Martin
fue atado a la silla y le pusieron el pelo lleno de rulos, antes Leanne le
aplico el maquillaje para la noche. Luego le puso un liguero blanco y unas
medias de encaje blancas. No llevaba bragas y su pene y pelotas colgaban
abiertamente, y se tambaleaban mientras caminaba, dolorido por el masaje que
acababa de recibir. Llevaba en los pies unos zapatos de tacón de aguja blancos,
y un sujetador blanco con relleno, con una camiseta blanca.
"Por
favor, agáchate y agárrate a los tobillos" Dijo Leanne mientras se ponía un
guante de plástico y cogía un tubo de lubricante. Martin no dijo nada y lo hizo
agarrándose a los tobillos firmemente mientras ella lubricaba su culo dolorido
con el dedo enguantado. Las rodillas de Martin estaban un poco dobladas al
principio, pero después las puso rectas y le permitió terminar, "Ok,
ahora podrás soportar lo que venga con seguridad", Leanne le puso
los pendientes. Eran diferentes a los de antes, manos eran grandes con un gran
diamante de imitación de color rojo en oro. Ella los miro y dijo "Por
cierto, mañana tendremos que ir a perforarte los oídos". Ella lo
miro a los ojos y él cayo la mirada sin mostrar signos de discusión. "¿Algún
comentario?" Ella saco otra piedra que se parecía a las de los
pendientes pero no tenia presión en él "Quédate quieto", dijo
mientras se lubricaba la joya y trabajaba el ombligo de Martin. Era incomodo, y
se retorcía mientras trabajaba en ello, pero él trato de cooperar tanto que le
fue posible. Dio un paso atrás y miro la joya, "Hay que acostumbrarse a ella. Eso
va ser un accesorio cotidiano para ti a partir de ahora. Tu marido le gustan
las joyas en el ombligo".
Leanne
lo miro una vez más, "¿Como te sientes?" Le pregunto
"Bien",
Dijo ella en voz
baja
"¿Te
sientes sexy?" Ella
le pregunto con una sonrisa en su rostro, Martin aparto la mirada de ella
"Si"
"Bien.
Ya es la hora. Tu marido te está esperando en la cama". Leanne se acerco a la puerta y la abrió.
Sonrió y le hizo un gesto para que saliera. "Vas a tener una velada
encantadora, te veré mañana por la mañana"
Martin
entro por la puerta sin hacer ruido y vio al barón apoyado sobre unas
almohadas, se acerco a la cama, puso su mano en un borde de la cama donde antes
sus manos habían sido atadas en la primera noche.
"Así
que, ¿Que vas hacer conmigo primero?" pregunto sin ninguna emoción en su
voz, consciente de como se veía su masculinidad colgando.
"Ahí,
cariño, estoy muy cansado esta noche. Ven, quédate a mi lado", Dijo palmeando la cama. Martin lo miro
por un momento y luego camino lentamente con sus tacones al lado de la cama sin
quitar los ojos del barón. Se detuvo por un momento y luego a regañadientes se
deslizo en la cama junto a él. El barón le dio un beso y sonrió mientras miraba
los rulos del pelo de Martin.
"Ha
pasado tanto tiempo de placer durante nuestra consumación", dijo el barón, "Me gustaría
tener una noche tranquila contigo", Dijo mientras empujaba la
cabeza de Martin hacia abajo de manera que quedara encima del estomago del barón.
Martin cogió el pene sin circuncidar del barón en su mano y comenzó a masajearlo,
trabajándolo con las dos manos. El barón dio un leve gemido de satisfacción
mientras yacía con la cabeza en las almohadas, cogió una revista y hojeo las páginas
de mujeres desnudas, mientras Martin lo estimulaba. La erección del barón creció
mas y mas, ahora Martin estaba acariciando plenamente la erección en un intento
de masturbarlo, antes de que él tuviera otras ideas.
"Oh,
sí, Marcia, que bueno", Dijo
palmeando los rulos de Martin. Después de media hora Martin se estaba cansando,
y estaba intentando cosas diferentes a él. Cuando el barón de golpe le puso la
mano en la parte posterior del cuello de Martin y presiono la cabeza de él
hacia abajo, él se resistió, por lo menos inicialmente. La gran cabeza purpura
de su prepucio estaba delante de la boca en estos momento.
"Maldita
sea, " Martin
susurro en voz baja, donde solo él podía oír, luego abrió su boca lo mas que
pudo y dejo que la gran erección del barón entrara en su boca. Su cabeza fue
empujada hasta la mitad de la polla y luego el barón dejo su mano hacia arriba
y permitió que Martin pudiera levantar la cabeza arriba y abajo acariciando con
sus labios toda la polla, Martin fue dando una vez más placer a su marido.
"Oh,
qué bien", Dijo
el barón mientras cambiaba de revistas y abría otra con mujeres desnudas. El barón
miro las paginas para ver cuál era la más sexy mientras gemina ante los
placeres extremos de los labios de Martin que se entregaba a su erección.
Martin se sintió aun más degradado, como estaba siendo utilizado. No tenía
sentido para él, pero el barón no le prestaba ninguna atención a lo que él
estaba haciendo e incluso para mayor desesperación para Martin seguía empujando
la cabeza para que él cogiera mas ritmo. Él respiraba con dificultad por culpa
de la enorme polla. Sentía como el Barón se le acercaba el orgasmo. Lo sintió
alrededor, él suspiro y gimió mas fuerte agarrando la cabeza de Martin arqueo
la espalda, cogió la cabeza de Martin fuertemente, haciendo que la polla
entrara totalmente dentro de la garganta de él y se quedo allí.
"Gawwk!!!
Awk!!! Ack!!! Gawwk!!" Eran
los sonidos embarazosos, pero totalmente involuntarios que hacia Martin en cada
embestida. Sus ojos se entrecerraron y su rostro se volvió de un rojo
brillante, incluso con tonos azules cuando el pene entraba totalmente dentro de
su garganta. Las lagrimas corrían por los lados de sus ojos. No podía de dejar
de pensar en lo que le estaban haciendo. El barón luego lo agarro por lo rulos
y tiro la cabeza hacia abajo mientras empujaba sus caderas hacia adelante al
mismo tiempo. Martin pensó que podía morir, cuando el semen exploto en la su
garganta, haciendo que se atragantara. Vio como el orgasmo era completo y
lentamente levanto la cabeza. Martin se dio la vuelta y le vio la tos, saliendo
algunos trozos de semen del barón por el lado de su boca. Martin se dio la
vuelta y no dijo nada mientras por dentro se gritaba a sí mismo.
Por
la noche Martin fue despertado de repente por el barón. Tenía una furiosa erección,
y Martin tenía que darse la vuelta para atenderlo. Primero él dio un poco de
resistencia pasiva, pero pronto tenía un cara en la cama mordiendo la almohada.
Sus uñas rojas arañaban las sabanas y las puntas de los pies rojos se cerraban
con fuerza, mientras intentaba con todas sus fuerzas tratar de no gritar, el
gran pene erecto del barón entraba y salía de dentro de su agujero del culo. No
se decían nada entre los dos. El sexo era largo y duro, finalmente la
resistencia de Martin se rompió y lleno de lagrimas una súplica broto de sus
labios, pero en un gemido silencioso.
"Para,
por favor, detente", Dijo
Martin llorando. El barón continuo ejerciendo sus derechos maritales por el
agujero trasero de Martin hasta que tuvo un orgasmo muy satisfactorio en el
interior de él. Martin grito con fuerza del empuje durante el orgasmo pero no
dijo nada. El barón quito la polla de dentro y se dio la vuelta. Dio a Martin
un rápido beso en la mejilla antes de irse a dormir. Martin se quedo con la
mirada perdida. No sabía qué hacer. No importo lo mucho que lucho, él tuvo que
hacerlo de todos modos. "Tal vez tenga que hacer esto", él
negó con la cabeza ante la idea. La ceremonia seria mañana y Leanne podía tener
incluso que ablandarle antes de empezar. Sus pensamientos estaban empezando a
tener conflictos. "No quiero que esto sea el papel de mi vida. ¿ser una esposa de un
chicho?", Se dio la vuelta sobre su espalda, "Pero
tal vez no tenga otra opción. Voy a tener que ser su esposa, después de
todo". Las lagrimas de nuevo rodaron por su rostro mientras
sollozaba suavemente en la oscuridad.
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