Este blog está destinado a todas las Sissys de habla español para que puedan expresarse y contactar con tod@s
sábado, 30 de mayo de 2020
Mi esposa es una Mistress LA SOPRESA
Los
dos coches entraron en el jardín a las 19:45, cerraron la puerta y luego
bajaron con bolsas de ropa, me ordenaron que sirviera un pequeño aperitivo en
el salón. Sabiendo cuáles son sus gustos inmediatamente abrí una botella de
vino blanco y les traje a la sala de estar con las manos ocupadas con las copas
y la botella. Michelle me remitió de inmediato a la concia sin dejar que las
pusiera sobre la mesa, me dijo que para un buen servicio se debe poner encima
de una bandeja. Así que regrese con una bandeja para servirles con la mirada de
sus ojos sonrientes. Entonces mi esposa me dijo con una sonrisa radiante que tenían
un sorpresa para mí. Sus expresiones faciales indicaban claramente que la sorpresa
podía ser difícil de hacer y no estaba equivocado. Me ordenaron que me
desnudara, me quite la ropa, preguntándome que podía esperar de ellas. Mi mujer
abrí las bolsa, saco una bragas de encaje de color rosa que me las tenía que
poner inmediatamente. Se levanto cogiendo un sujetador a juego me lo puso
diciendo que iba a estar bien con eso. Yo preferiría estar desnudo, era menos
vergonzoso. Miriam luego saco una especia de corsé auto-ajustable, me dio unos
consejos para que me pusiera correctamente. Después de haberlo colocado, que
por cierto estaba ridículo, sacaron de la bolsa un vestido de color rosa. Yo
estaba furioso porque si que la ropa interior femenina siempre me había atraído,
pero no puesta en mi, además yo era como su espectáculo privado. El punto
culminante del espectáculo que mas me humillo fue que me colocaron una peluca
de cabello largo de color marrón. Rompieron como locas riendo y comentando lo
guapa que quedaba. Pedí permiso para servirme una copa, me dieron un poco de
102, me la bebí de golpe para ver si me daba coraje para no enviar todo eso a
la mierda.
Sin
duda sentí que estaba cerca de los limites cuando me invitaron a sentarse con
ellas. Sus manos tocaron traviesamente todo mi cuerpo, me acariciaron los
muslos, los pechos a través del
sujetador, tocando y besando, fusionando burlas por la situación, diciendo
cosas como "Esta noche, es noche de chicas", y cosas así, mi esposa añadió
que le gustaba bastante como estaba vestido. Sus manso no paraban, me estaba
volviendo loco, era como un juguete sexual en las manos de dos traviesas
mujeres.
Serví
la cena vestido de chica, no me molestaba, al contrario era divertido, un poco
menos cuando hablaban de buscar unos zapatos de tacón, para hacer mas chica. Después
de la cena, la noche se oriento de inmediato hacia los juegos y los mimos. Mi
esposa me envió hacia el cuarto de baño, lo cual hice no con mucho gusto porque
sabe que la lluvia dorada no es muy de mi agrado. Michelle dijo que quería
beber champan dorado mientras mi esposa jugaba con sus pezones mientras saboreaba
su coño. Ciertamente lo hice, pero parcialmente y estaba muy caliente, pero no
fue eso muy capaz de convencerme. Con unos cuantos tirones de pecho, asociados
a pellizcos de mis pezones me tiraron de rodillas a los pies de Michelle, mi
esposa estaba en un estado éxtasis y me obligo a beber toda la lluvia dorada de
Michelle. Luego fue el turno de mi esposa que hizo todas sus necesidades
delante de mis labios y con su consolador favorito lo introducía dentro de Michelle,
mientras con otra mano me pellizcaba mis pezones. Mi esposa es una mujer
fuerte, yo estaba inundado por unta tercera vez, pero esta vez me tome la convicción
de su fruto generosamente y disfrute.
Después
de esos momentos de éxtasis y de delirio, estábamos agotados. Nos dimos un baño
rápido los tres juntos y ellas me pusieron una camisola de satén antes de
ponerme el collar y atarlo a las patas de la cama, me tumbe en una manta en el
suelo. Lo que más me sorprendió y era que yo estaba feliz de estar junto a
ellas en el dormitorio, aunque estuviera en el suelo como un perro, estaba
feliz de que me dejaran dormir allí. Un sentimiento de pertenencia y de
bienestar me permitió rápidamente hundirme en los brazos de Morfeo.
Por
casualidad o para empeorar las cosas, Michelle encontró un trabajo al día
siguiente en Paris muy bien pagado y se fue dos días después. Guardo muy buen
recuerdo de esa sublime aventura. Ahora mi mujer me dice que quiere pasar 15 días
de vacaciones en verano juntos, no sé si tomármelo bien o mal, ya que no se qué
puede pasar.
viernes, 22 de mayo de 2020
Mi esposa es una Mistress
Durante
años hemos practicado el SM, en fiestas yo soy el esclavo de mi esposa que se
complace haciéndome sufrir a placer suyo (y como no el mío). Aparte de las
noches SM normalmente vivimos como todas las parejas convencionales llamadas
"Vainilla".
En
el sitio web www.fessestivite.com, mi esposa encontró a un sujeto que estaba
buscando a un Master o Mistress digna de ese nombre. Esta pobre chica era tan
bonita como agradable había estado con un hombre grosero que alegaba que era un
Master de BDSM, peo no conocía los conceptos del respeto. Su relación había ido
mal, con mi esposa Michelle encontró un oído comprensivo a sus problemas
maritales. Rápidamente comenzaron a hablar por teléfono durante horas.
Ella
con el tiempo venia a nuestra casa, la noche solía acabar alrededor de juegos
SM pero más verbales que físicos porque Michelle era relativamente tranquila.
La única persona que solía excitarse esas noches realmente era yo. Nació una
verdadera amistad entre nosotros.
Una
noche que me estaba poniendo cachondo con los juegos y los placeres del SM, me
estaba divirtiendo con su amiga sin vergüenza o sin pudor, ya que estábamos
entre compañeros de juego y fans de los juegos de dominación / Sumisión. Mi
esposa salió y me prometió que me daría una paliza, una promesa a la que respondí
diciendo "Promesas...promesas" y otras provocaciones pictóricas cuyos
objetivos era iniciar una pequeña fiesta SM.
Felices
de nuestra relación Michelle intervino destacando mis provocaciones. Y yo
hablaba felizmente y hablaba de nuestras ilusiones, añadí, bajándome para
mostrar mi trasero y diciendo que debía visitar el inodoro para eliminar los
aperitivos consumidos antes de la cena. Las chicas conspiraron en mi ausencia,
tan pronto como volví a la cocina, mi mujer me ordeno que me bajara los
pantalones y me acosara sobre su regazo para recibir la merecida paliza que me había
prometido. Un poco avergonzado, me puse en su regazo antes de ver como Michelle
se divertía. Las primeras bofetadas eran bastante fuertes y dolorosas, no tarde
en suplicar que parase, pero mis lamentaciones y suplicas apenas fueron
escuchadas. Mi culo estaba empezando a calentarse, en que mal momento comencé a
retar a mi esposa. Ella me hizo levantarme y coloco dos sillas frente a frente
como a veces lo había hecho para atormentar al sujeto o sujetos en fiestas SM.
Me ato a las sillas y en un pis plas las dos chicas me estaban azotando. Como de costumbre siempre soy un bocazas y no
pude contener mis pensamientos y así que les reproche, eso lo único que me valió
fue una promesa de severas represalias.
Fue
bajo las cuatro manos femeninas cuando me retorcía de dolor y sonaban las bófetas
descendiendo sobre mi trasero rojo entre otras razones como la vergüenza... Las
chicas estallaron de diversión y confesaron que las palizas también les dolían
a ellas en las manos. Michelle primero lo encontraba estimulante pero después
era un poco cansado, así que los golpes se detuvieron, y cuando intente
levantarme, me pusieron las manos encima y me obligaron a permanecer en sus
rodillas. Y luego, la sorpresa, mientras esperaba las chicas comenzaron a
besarme tiernamente el culo. Ciertamente ya me habían besado anteriormente en
ese sitio pero la duración fue lo que me sorprendió.
Mi
esposa cogió un cinturón de castidad y me dijo que me lo pusiera, pregunte si
esto sería el preludio de unos juegos SM. Para anticiparse a los problemas de erección por lo que es imposible con ese cinturón
puesto, me lo puse y dejando el toque final que fuese que mi esposa tuviera el
placer de cerrar el candado. Cuando llegue a la cocina, ellas estaban de pie entrelazadas
en un fuerte abrazo. Disfrute un momento mirando esas efusiones tiernas antes
que se dieran cuenta de que estaba allí de pie, cuando mi esposa me vio me reprendió
por haberlas molestado. Cerro la cerradura de mi cinturón de castidad y se
guardo la llave en el bolsillo, me ordeno que ordenara toda la cocina antes de
ir al salón con ellas. Tengo que decir que mi cinturón desviaba la atención de
mi culo ardiendo por los azotes, tenía otra cosa en que pensar.
Una
vez limpia la cocina y ordenada, me fui al salón y las encontré con las tetas
en el aire abrazadas otra vez, pero esta vez con más ansia. Mi presencia parecía
obstaculizar sus deseos, mi esposa sugirió que después se encargarían de mí,
eso hizo que me derritiera de alegría y excitación. Pensé que me retirarían el
dispositivo de castidad, me llevarían a la cama, yo yacería con una sonrisa y
el plátano tieso que iba a ser devorado por las dos mujeres.
EXCEPTO
QUE!!
Excepto
que en el cajón donde guarda los juguetes, saco unos pañales, unas bragas de plástico
y una camisa de fuerza. Bajo los ojos de diversión de Michelle, me cogió y me
dijo que me levantara. Tenía vergüenza de suponer que eso era para mí y que me
lo pusiera delante de nuestra amiga, ella ni se inmuto, al contrario cuando Michelle
dijo que le ayudara se alegro. Puso una cadena en mi cuello y ato mis pies al sofá.
Ella cerro el collar alrededor de mi cuello y me deseo buenas noches antes de
entrar con su amiga a nuestra habitación. Me gusta estar atado, la servidumbre,
los placeres de los juguetes, las restricciones, pero me hubiera gustado
participar en sus travesuras o al menos que me hubieran dejado mirar como se lo
montaban. Eso no sucedió, solo podía oír los suspiros, gemidos, ruidos, y
gritos de placer, no estaba disfrutando con eso, estaba allí solo en el sofá
sin poder incluso tocarme, me estaba volviendo loco...
Mi
esposa después de la fiesta que habían tenido vino a desarme las buenas noches
y me dijo en pocas palabras que había pasado un buen rato, incluso mejor de lo
que yo le daba, me beso y me dejo plantado allí. Salido del salón y apago la
luz, dejándome allí con una crisis de emoción en mi cinturón de castidad lleno
de deseo comprimido dentro del tubo de acero. Toda la noche fue poblada por
sueños eróticos locos con el agravante de la incomodidad del sofá.
Por
la mañana, Michelle vino a liberarme de la camisa de fuerza y me pido que les
trajera un café, lo hice con mis sueños eróticos todavía latentes mi cinturón parecía
que iba a explotar en cualquier momento, mis testículos se estiraban
fuertemente hiriéndome con gran dolor. Fuera de la molestia, yo me había puesto
mi bata pero se veían mis pañales que perturbaban grandemente mis delirios eróticos,
haciéndome pasar una gran vergüenza de entrar en la habitación para que otra
persona a parte de mi esposa, allí también había otra mujer. Abrí la puerta y sus palabras me sorprendieron y
truncaron todos mis pensamientos.
"Me
están dando muchas ideas, vas a comprar todo este equipo, eres tu quien me lo
pides, por supuesto, y la dominación a través del tiempo, sigue siendo quien ha
escribido el texto y los modos de trabajo que han hecho que pueda dominarte.
Has tenido la audacia de decir a nuestros amigos que soy demasiado blanda
contigo lo que me ha ido avergonzando dos razones. La primera, porque estás
hablando de nuestra intimidad sin antes hablar conmigo de antemano, la segunda
porque me tengo que aparecer como una Mistress cursi que no sabe dominar.
Cuando te dije que estaba buscando una Mistress que me ayudara a dominar, parecía
que por favor no es fácil... pues mira la encontré. En el momento que encuentre
un apartamento, ella me ayudara a reformarte. Ella tiene toda mi confianza y sé
que no va a tratar de romper nuestra relación. Tu queridas ser dominado todo el
tiempo, pues aquí lo tienes, pero será mejor que pongas de tu parte, ya no
quieres sufrir demasiado, ¿no?"
¿Que
podía responder a eso?
!Nada!
Me
quede sin palabras al pie de la pared de frente con mis delirios y fantasías.
Mi
esposa me pareció que hablaba muy en serio, yo podía rebelarme y poner fin a
este juego, pero mis emociones y placeres hacia el BDSM eran muy fuertes, más que la razón. Mis ojos cayeron
abatidos casi a pesar mío, sellando mi destino para una historia que superaría
cualquier cosa que yo hubiese podido imaginar, porque una mujer que quiere algo
de su marido lo suele conseguir, y dos aun es peor. Michelle se tomo su papel
muy seriamente me dijo que me pusiese de rodillas, aceptando su autoridad. Esa mañana
quedara grabada para siempre en mi memoria porque había sellado mi destino. También
estábamos embutidos en una atmosfera muy seria, casi pesada, nadie sonreía, la presión
era palpable.
Michelle
me ordeno que volviera a hacer mas café, mi luego ayudarla a vestirse para ir
al trabajo. Solicite poderme cambiar de atuendo pero se negó categóricamente.
Como borracho y en un sueño, me puse la bata para que se diera cuenta que obedecía
lo que me pedía. Cuando regrese, al intentar abrir la puerta me di cuenta que
la había cerrado por dentro. Sin saber qué hacer, me volví con nuestra amiga y
nos tomamos el café mientras ella se fumaba un cigarrillo. Ella salió desnuda
sin ningún tipo de molestias, le tuve que cerrar el sujetador y ayudarle a
ponerse un suéter. Se fueron al trabajo, dejándome una lista de cosas que debía
hacer, como limpiar la casa, hacer la cama y el almuerzo. Yo suelo trabajar en
casa desde mi ordenado, pero esa mañana mi trabajo se retraso, porque mi mente
estaba algo perturbada, emocionada y confusa. Mil preguntas cruzaban mi mente,
estaba feliz de vivir una de mis fantasías y también eso me preocupaba.
Llegaron
casi simultáneamente alrededor de las 12:30, yo ya había preparado la mesa, y
la comida. El almuerzo fue bastante rápido, se hablo de cosas tribales como si
nada hubiera sucedido. Miriam me dijo que llegarían mas tarde por la noche y
que no debería preocuparme si llegaban tarde. Paso la tarde lentamente a pesar
del trabajo extra que tenia. Alrededor de las 18 horas empecé en la cocina, y
alrededor de las 19h me tome una bebida y para matar el tiempo navegue un poco
por la red sin mucha convicción.
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