Juan y Alicia se
miraron uno al otro, Alicia mirando más su aspecto, que extrañamente calculaba
con la mirada el trabajo que se debía hacer.
“…¿has usado
alguna vez pintalabios, Juan?”
“no es solo para
chicas!”
“hace que el besar
sea mucho más divertido!”
“Supongo que
podría intentarlo….”
Alicia se metió la
mano en su bolso, empujando a Juan hacia el espejo del baño para ponérselo.
Cuando regreso, un ligero color rosa en los labios. Alice estaba de pie al otro
lado de la habitación, antes de que los dos se encontraran a medio camino… Juan
sitio algo extraño que le golpeo la frente mientras se besaban.
“... Alicia,
¿tienes algo en el bolsillo?”
“no… estoy feliz
de verte!”
Juan cayó hacia atrás,
un poco en estado de shock, quedando sentando en el sofá.
“…Eres un hombre?”
“pensé que lo sabías
llegado a este punto!, todos de la hermandad lo somos.” Contesto
Alicia
“pero todas esas
chicas de ahí…¿no eran chicas?”
“ni una sola”
“pero… i…”
Juan no tenía ni
idea de lo que había delante de él. Miro a su camiseta, antes de que Alicia
volviera hablar.
“…y los vestidos,
ya sabes”
“… no, yo lo me
voy a vestir con vestidos!”
“tú mismo… te elegí,
en el centro comercial ese día. Te elegí, ya que estabas mirando aquellos
vestidos de aquella manera, incluso si no te lo quieres creer a ti mismo. Eres
como yo, Juan”
“N-no…”
“te da demasiado
miedo de hacerlo y decirlo…pero aquí estas salvo conmigo. También si quieres estarás
a salvo en la hermandad”.
“Yo no tengo miedo
a nada!”
“…Entonces ponte
la parte superior que traje conmigo. Si realmente no disfrutas de ello. .. Entonces
me iré, y no volverás a verme”
Juan se lo puso… y
Alice se la subió.
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