Y así, Juan trato
de buscar unos pantalones vaqueros ajustados para un día, pero se encontró con
el problema de que los Bóxers se arrugaban y hacían tensión. Cada vez que se
los ponía, su primera impresión era que sentía un dolor muy fuerte en su culo.
Sin embargo, una vez que estaba en su cuerpo, Juan se sentía más cómodo. Era
algo más que comodidad. Era como un poco de placer en ese aspecto.
Era cuestión de
tiempo de que Juan pidiera a Alice una cita. Así que cuando se volvieron a ver,
ella entro en su casa, fueron a su habitación y ella se sentó en la cama,
llevaba un vestido simple de color verde con toques azul celeste.
“Así
que, lo has hecho?”
“lo he hecho….por
ti”
“Eres un encanto!
Pero me temo que no esta los suficiente bien para mi”
“¿Por qué no?”
“…los bóxers están
dejando líneas por toda la ropa”
“…si.”
“ven aquí….pruébate
esto”
Alicia rebusco en
su bolso y cogió unas bragas de color rosa, con encajes.
“De ninguna
manera!”
“…es todo lo que
tengo en este momento, te prometo que valdrá la pena!”
“…está bien”
Juan se las fue a
poner, mientras Alicia le observaba…. Totalmente inmóvil. Ella estaba
calculando cada movimiento, ya que sus bóxers se cayeron. A continuación, se
puso las bragas y los pantalones… y quedaba una pequeña línea casi invisible.
“muy bien, pero
que muy bien, Juan”. Fue entonces cuando Alicia,
empezó a ir y venir… como un encantador de serpientes en su trabajo. Juan no
podía hacer nada…. Y pronto, estaría atrapado.
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