1º parte
De camino a casa en bicicleta
paso por una calle lateral donde enfrente estaba un letrero donde se podía leer
“Sex-shop” y una flecha que apuntaba hacia dentro del callejón.
Llevaba un tiempo pensado en ir y
hoy armándome de valor fui, paso un rato hasta que llegué frente al escaparate,
el típico escaparate con algunos trajes de látex y cuero en algunos maniquíes,
me detuve fijándome en una jaula de castidad que había expuesta.
Yo ya había leído un poco al
respecto sobre este tipo de dispositivos y visto algunas fotos como también
videos, pero de alguna manera nunca había llegado a pedir ninguna para mí.
Mi interés se despertó y así que
ate la bicicleta en un soporte para ellas, y entre en la tienda, inmediatamente
me saludaron con un amistoso “Hola” una persona que había detrás del mostrador,
como soy un poco tímido y no me atreví a mir, así que solo dije “Hola” y
desaparecí entre los estantes.
Después de unos minutos mirando
encontré los cinturones de castidad, todos embalado en bonitas cajas y frente a
ellas una vitrina donde los modelos individuales estaban perfectamente
alineados, debajo de la vitrina había algo de información en un papel impreso,
como medir correctamente, como empezar, que hace la castidad en una relación….
En medio de la lectura me interrumpieron.
“¿Estas interesado en esto?” Era
la vendedora que había salido de detrás de su mostrador y estaba de pie detrás
de mí.
Me sobresalte y me di la vuelta,
ahora la veía bien, era una mujer pequeña, con una chaqueta de cuero casual,
pelo negro a media altura enmarcando su rostro sonriente y con una mirada
traviesa, debía tener entre 40 y 50 años, pero su edad no le hacía justicia
pues era realmente un festín para los ojos.
De nuevo se dirigió a mi “¿Te
gustaría compara un cinturón de castidad o echar un vistazo de más cerca?, te
puedo abrir la vitrina”,
Tenía un nudo en la garganta y de alguna manera no pida hacer
ningún sonido, encontré mi discurso de nuevo y balbucee, “HE visto algo así
antes en una película porno y quería probarlo”.
“¿Y tu novia o esposa?” la
vendedora me pregunto de inmediato.
“!No tengo ni novia ni esposa en
este momento!”
“Ops! ¡Problema!”, dijo con una
sonrisa
Asombrado pregunte, “¿Qué
problema hay?”
“Bueno, encerrándote a tu mismo”,
respondió la vendedora y abrió la vitrina e inmediatamente saco un modelo de
acero y me lo dio. “Este debería estar bien para empezar, tiene una jaula más
grande, un anillo ergonómico y la cerradura es un candado de los de siempre,
que siempre esto es bueno”.
“¿Por qué es bueno un candado?”
“Oh, veras, si quieres tener el
cinturón razonablemente seguro”, respondió ella, ¿“Ya has tomado las medidas?”
“¿Medidas?”
“Si, tu pene, la circunferencia
de los testículos”
Me puso rojo de vergüenza.
“Oye, tranquilo, eso es parte, no
tiene sentido comprar algo así si no encaja o aprieta todo el tiempo, entonces
no te diviertes y no hice bien mi trabajo correctamente y tampoco te he
asesorado bien”.
“!¡No, no lo he hecho! En realidad,
quería ver las jaulas en la vida real y no en videos o imágenes de Internet”.
“Ah veo ¿Y comprar?”
“Bueno, me gustaría probarlo”
“Entonces necesito tus medidas”,
y ella desapareció detrás del mostrador.
Pensé, ¿Qué está haciendo ahora? Seguí
de pie en el pasillo con esa jaula en la mano frente a la vitrina abierta con
todos los diferentes modelos de cinturones de castidad.
“Un momento”, escuche desde la
entrada del sex shop y la puerta se cerró. Cuando volvió llevaba una cinta métrica
en la mano. “Te puedo tomar las medidas por ti, también tomamos medidas para
nuestros trajes de látex, así que no te preocupes se cómo es un hombre
desnudo”, con esta frase y riendo, se arrodillo frente a mí y me señalo los
pantalones, “Tienes que quitarte eso para que pueda tomar las medidas”.
Paso por mi m mente de nuevo y de
alguna manera no pude pensar en un sí o en un no y finalmente recuperé mis
sentidos, “Espera un minuto”.
La dependienta levanto la vista y
me tendió la mano “Ayúdame a levantarme” y lo hice.
“Si quieres llevarte una jaula
sin medirla, corres el riesgo de que no te quede bien y estos juguetes están
excluidos del intercambio, por supuesto puedes llevarte un modelo con
diferentes tamaños de anillos, pero si lo intentas la frustración es casi garantizada”,
sonrió de nuevo “¿Así que prefieres?”
Respiré hondo y abrí mis
pantalones. “Ahí lo tienes…” y ella se volvió a poner de rodillas de nuevo,
colocando rápidamente la cintra métrica alrededor de mis testículos y pene.
“Maravilloso, todavía esta flácido y unos 14,1 cm de circunferencia, eso sería
un anillo de 4,5 cm. o para los modelos ingleses y americanos un anillo de 1,77
pulgadas”.
“La longitud del pene cuando esta
flácido es de unos 9 cm”, de nuevo me tendió la mano para que la ayudara a
levantarse, “La jaula que estas sosteniendo tiene una longitud de 5,5 y un
anillo de 4,5 cn. Por lo tanto, te cabria, pero estaría muy apretada, si tienes
una erección, tiraría muy fuerte de tus testículos, podría ser incómodo”. Busco
en una vitrina y saco otro modelo con una jaula más grande. “Te recomiendo
esta, con un diámetro de aro 4,5 y una longitud de 10 cm. Te queda un poco de
espacio, las barras sirven para que te puedas ducharte y además tiene candado”.
“¿Tanas jaulas vendes aquí?”
comencé a preguntar.
“No, no aquí si no en web, hoy en
día difícilmente se puede sobrevivir en el comercio minorista estacionario”, respondió
y se dirigió al mostrador con una jaula recién empaquetada, “¿Algo más, aparte
del candado, si no es que tienes?”.
Mi mente estaba dando vueltas,
ella no me pregunto si quería comprarlo, simplemente lo asumió, tomado
completamente por sorpresa me puse los pantalones y fui al mostrador con la
jaula del principio todavía en mi mano.
“Puedes poner la otra jaula aquí,
ya la guardare yo en un minuto, ¿Quieres un candado?”
“Si, por favor” y de nuevo tuve
que mirar a la mujer frente a mí, en mi mente tenía que admitir que nunca había
conocido a una mujer tan asertiva y directa, realmente no tenía ningún problema
en venderle algo a una persona.
Metió la jaula y el candado en una
bolsa neutra y me pregunto si quería para en efectivo o con tarjeta, le di mi
tarjeta y ella hizo una pausa.
“Hay algún problema” le pregunte
sorprendido.
“¿Quién se encargará de guardar
las llaves?” pregunto con una voz coqueta. “Debes entender que este juego es
solo la mitad de bueno si lo organizas tú mismo”
“Realmente no lo había pensado en
eso”
Se dio la vuelta y cogió un
segundo candado del aparador y abrió el pequeño paquete, “Clic”, la cerradura se
abrió, rápidamente agarro el dispensador de cinta y pego una tira sobre el
agujero ahora abierto del candado.
“¿De qué se trata todo esto?”
pregunte con asombro.
“!Simple!, tienes tu cerradura
con las llaves, la otra cerradura está abierta y se puede usar si encuentras
que la jaula y el anillo encajan bien, estas llaves del otro candado se quedan
conmigo”.
Con esas palabras cogió las tres
llaves y las metió en su chaqueta de cuero.
“¿Pero si quiero o necesito
quitármelo?”
“Entonces supongo que tendrás que
venir aquí” y ella comenzó a sonreír, “Solo entonces este juego se vuelve
interesante”
“Y si quiero desbloquearlo, ¿Tendré
que pagar o qué?”
“Eso puede pasar” coqueteo la
vendedora y me dirigió a la puerta, la abrió…
“Pero…”
Ella me empujo fuera de la puerta
y me dijo “No hagas tantas preguntas, pruébalo”
LA VENDEDORA PARTE II
Con la bolsa en la mano, me pare
en la puerta y me di la vuelta, con lo que ella antes de que cerrara la puerta
me dijo, “Que tengas un buen viaje a casa” y desapareció de nuevo en su tienda.
Cogí la bolsa, la puse en mis
alforjas y pedaleé hasta casa, al llegar quiete los precintos de la caja, la abrí,
con toallitas desinfectante, unas pequeñas instrucciones de cómo colocarlo, un
paquete de muestra de lubricante y los dos candados era lo que contenía el
paquete, uno con jugo de llaves y el otro sin. Limpie la jaula y el anillo, me
frote las pelotas y el pene con lubricante, al rato el cual pareció una
eternidad logre colocar el anillo sobre mis testículos y pene, para asegurar la
jaula en su lugar.
Busqué el candado para cerrarlo y
sentí el bloqueo de la cinta
“Uf” pensé, ¡Por eso ha hecho ese
ruido!, rápidamente agarré el otro candado y si, la jaula estaba asegurada.
Pasaron los días, rápidamente me
di cuenta de que también se podía hacer trampa con ella puesta, con un poco de
practica podía sacar el pene hacia atrás o estimularlo con vibradores hasta el
punto de correrte, usar la jaula todo el tiempo también mejoro mi
comportamiento, los compañeros de la empresa no se dieron cuenta, excepto la
chica de la recepción.
Ella solo dijo que últimamente
estaba muy amable, creo que estaba equivocada porque en realidad estar
encerrado en esa jaula me ponía cachondo
Sin embargo no podía quitarme de
la cabeza a esa vendedora cada vez, no sabía nada de ella, excepto como era y
donde trabajaba, cada vez que pensaba en ella, pensaba también en poner “su”
candado en la jaula, la mayoría de las veces sin embargo la sensación de opresión
y confinamiento para ponerme cachondo y retrasar un poco el orgasmo, después de
2 semanas volví a ver una película porno por la noche, mi polla apretó los
barrotes de la jaula y en algún momento decidí sacar las llaves del cajón y
masturbarme.
La mujer del porno se parecía a
la vendedora, era un video de provocación, negación y masturbación, yo estaba
fascinado y me hundí en la película, pero en realidad mis pensamientos estaban
en “ella” la vendedora desconocida, el video duro una media hora y termino
cerrando la jaula nuevamente y lo hice, siguiendo las instrucciones no me había
corrido, era hora de volver a poner la jaula, pero esta vez tomé “su” candado.
Retire la cinta y “clic” ¿Qué
estoy haciendo? Todavía puedo sacar el pene hacia atrás, pero no puedo sacar el
anillo de los testículos. Me fui a la cama todo cachondo y caliente, toda mi
noche mi polla latió exigente y dolorosamente en su jaula hasta que en algún
momento caí en un sueño inquieto, cuando me desperté a la mañana siguiente la
calentura y el encierro de la jaula había hecho su trabajo las pelotas estaban
azules y sin embargo había logrado perder tanto liquido prese minal que me
desperté con gotas de semen.
Era emocionante vivir así, así
que me fui a trabajar totalmente excitado, era lunes y pensé que aguantaría
hasta el viernes, pero ya en el jueves me fui al pequeño sexo shop, puse mi
bicicleta en el soporte y la bloquee, la vendedora estaba a pie de la puerta,
la desconocida, fumando un cigarrillo de manera relajada.
“Mira por donde, estas aquí por
fin” ella me gorjeo alegremente
“Si, estoy aquí” respondí.
“¿Te has puesto mi candado?”
Asentí y ella apago su cigarrillo
y entro en la tienda conmigo
“¿Desde cuándo?” me pregunto,
sonriendo un poco
“Desde hace cuatro días”
Rio y resoplo, “Has descubierto
como sacar tu pene de la jaula”
Me sonrojé, me sentí que me había
atrapado
“No te preocupes, eso ya lo sabía”,
se aplaco de inmediato y se dirigió al mostrador “Este tipo de jaula solo es
segura condicionalmente, solo son seguros los cinturones completos,
perforaciones o si te gusta el dolor, el de pinchos”.
“Oh, tal vez, pero no estoy tan
familiarizado con eso”, le respondí, “¿Pero ¿cómo lo has sabido?”
“No pareces alguien que no ha
tenido su placer durante cuatro días”.
Nuevamente mi cara se puso roja y
me pare frente al mostrador como un niño al que habían pillado robando.
Saco un catálogo y me mostro
cinturones completos, todos parecían construidos de manera similar, básicamente
como un pantalón corto, todos con una abertura en la parte trasera, algunos con
plugs anales y otros que solo tenían la abertura.
“Un cinturón así es mucho más
seguro que una simple jaula de castidad, para que una jaula sea segura habría
que aguantarla con un piercing”, mientras ella explicaba esto se me cortaba el
aliento en la garganta, tanto por la idea de no poder escapar como por el hecho
de que los precios eran bastante altos
“Calmante, hay una manera más
fácil de probar esto” me dijo y cogió una cadena de los aparadores de bondage,
de repente me ordeno que me bajara los pantalones, sin pensarlo y siguiendo la
imperiosidad de su voz hice lo que me ordeno, en ese momento entro una pareja
joven en la tienda y trate de subírmelos.
El sonido del timbre no pareció
molestarla ni un poco, en lugar de eso inmediatamente noto que me había subido
los pantalones de manera improvisada, en cambio se limitó a mirar a la joven
pareja que había entrado en la tienda y me ordeno de nuevo con mucha firmeza
que me los bajara, inmediatamente después de la orden saludo a la pareja con un
alegre “Hola Silke y Frank” para volverse inmediatamente hacia mí y decir con
descaro “Bájate los pantalones ¡Ya!”
No sé qué me agarro en ese momento,
pero mis dedos soltaron la cintura y mis pantalones se bajaron hasta el suelo,
ahí estaba yo con mi culo desnudo y mi polla en su brillante prisión, en medio
de una tienda con 3 personas desconocidas, la chica se volvió hacia mí y miro
directamente a la jaula, “¿Un recién llegado?” pregunto y la vendedora
simplemente dijo “Si, lo está probando”
Escucho mi pulso latiendo en mi
arteria carótida y mi mente se acelera, siento que la jaula bloquea mi erección
y por primera vez hay un tirón tan fuerte de mis pelotas que me duele, casi
inmediatamente mi pene comienza a gotear y antes de que pueda reaccionar, la
vendedora pone un trozo de tela debajo del pene que gotea y atrapa las gotas.
“No en la alfombra” dice ella,
“Las manchas son difíciles de quitar”.
Mi mundo simplemente se derrumba
cuando las dos mujeres se ríen y bromean diciendo que todos los hombres son
iguales, todavía atrapado en ese momento que parece completamente surrealista,
mientras tanto la vendedora abre el candado de mi jaula y coloca la cadena de
acero alrededor de mi vientre, luego vuelve a cerrar la jaula, pero de tal
manera que el grillete del candado ahora asegura la jaula y la cadena, un breve
clic y la jaula queda firmemente sujeta por una cadena, todo este sucede tan
rápido y ensayado que no tuve oportunidad de objetar nada, había terminado y en
ese momento me había detenido lo suficiente como para agacharme, inmediatamente
me di cuenta de lo que había hecho, no podía alejar la jaula de mi cuero ni un
milímetro, se me inundaron los pensamientos y vi que ya no podía sacar el pene.
“Así es mucho más seguro, ¿No?”
la vendedora coqueteo y sonrió, en ese momento Silke me hablo y me tendió la
mano, “Por cierto, me llamo Silke y ven aquí Frank, este es Frank, así no te avergonzaras
tanto ahora ya nos conocemos….!Frank pantalones abajo!” Frank hizo lo que le
dijo y frente a mi tenía otro hombre con su polla atrapada en una jaula, no
pude evitar ver que su pene estaba perforado.
LA VENDEDORA 3º PARTE
Finalmente comencé a recuperar mi
aliento y salude a las dos personas que tenía frente a mí con un amistoso
“Hola, soy Jose Maria”
Silke sonrió e inmediatamente le
dijo a Frank que se subiera los pantalones, él siguió las instrucciones “Iremos
a la parte de atrás Angelica” y con esas palabras ambos desaparecieron por la
puerta, donde encima de ella había un cartel que ponía “Cabinas”.
Entonces el nombre de Angelica me
vino a la mente y me volví hacia la dependienta, “¿Así que ese es tu nombre,
Angelica?”
“Si, en algún momento mis padres
me llamaron así” dijo mientras se guardaba la llave en su chaqueta de cuero, “Súbete
los pantalones y da unos pasos por la tienda, debes comprobar cómo te sientes y
si todo encaja bien”.
Me agaché, me subí los pantalones
e hice lo que me indico, la cadena rozaba un poco mis caderas y cuando caminaba
podía escuchar distintos sonidos, pero todo estaba bien, después del recorrido
por la tienda volví al mostrador.
“Si, parece que es mucho mejor”
“Te lo dije, pero esta es solo
una solución temporal deberíamos conseguir un cinturón completo adecuado,
¡Estos suelen ser cómodos y seguros” Hojeo el catálogo de nuevo con ella y en
algún momento señalo un modelo que tiene correas de retención delgadas y una
jaula que abarca el pene y los testículos!
“Ese se ve bien, ¿no?”
“Si, puedes comprarlo” me dijo e
inmediatamente saco su cinta métrica de nuevo, “Pues entonces vamos a medir
para que el cinturón quede finalmente bien”
“Creo que tendré que bajarme los
pantalones otra vez ¿No?”
“Por supuesto”
Con estas palabras sale de detrás
del mostrador y se para frente a mí, hoy lleva una chaqueta, pero se ha puesto
una faldita de cuero, se ve genial, pienso para mí.
“!¡Bueno, vamos!”
Con estas palabras me bajo los
pantalones y ella comienza a tomar medidas, a diferencia de la primera vez esta
es diferente, es estimulante y desafortunadamente ella también pudo ver que me
emocionaba, con el dedo saca unas gotas de líquido presi minal de la jaula y me
lo pone delante de mi cara.
“Lame”
“Pero ¿Por qué, yo…?”
“!Te he dicho que lames!”
Ella simplemente no discute
conmigo si no me ordena, cosa que hace que siga sus instrucciones, sabe amargo
pienso para mí mismo, ella continúa midiendo y de nuevo se acerca para ayudarme
arriba “Necesitas un cinturón de talla S-M, tenemos que reducirlo alrededor de
1 – 2 cm cuando llegue esto tardara alrededor de 5 a 10 días”.
“Está bien” respondo y con eso lo
registra todo en la caja y amablemente me pregunta si quiero pagar con tarjeta
o en efectivo, madre mía me digo a mí mismo ahora ya son 329 euros en total,
319 por el nuevo cinturón y la cadena que Valia 10 euros.
Pago y ella me da el recibo, pero
escribe algo en la parte de atrás antes
“!Este es mi número de teléfono
móvil! Solo me llamaras si hay una emergencia” ¿Lo entiendes?”
“¿Emergencia?” pregunto extrañado
“Si, si necesitas ir al médico,
que sangres, que tengas llagas que supura, etc.…”
“Bien”
“Bueno entonces nos vemos dentro
de 7 días, veremos si ya ha llegado el cinturón, y si es así concertaremos una
cita”.
Quería decir algo más, pero ella
se volvió hacia su ordenador, me subí los pantalones y Sali de la tienda, en el
camino a casa pensé en lo que había experimentado y todavía no podía creerlo,
sin embargo, el recuerdo de la experiencia me excitaba tanto que tuve que parar
un par de veces porque mi polla comenzaba a presionar sin piedad contra los
barrotes de la jaula.
LA VENDEDORA 4 PARTE
Maldita sea pensé, cuando
finalmente llegue a casa, me apresure a subir a mi apartamento, tan pronto como
cerré la puerta detrás de mi corrí al baño para mirar mi pene que estaba
hinchado en su jaula, tire y tire de ella, pero la cadena lo mantenía en su lugar
sin piedad. No lo podía alcanzar, lo intente desesperadamente durante unos
minutos más y finalmente me rendir.
Esa noche me acosté en mi cama y
no pude descansar, el pene seguía hincándose y era como si tratara de liberarse
de la jaula que lo tenía prisionero, alrededor de las 3 de la mañana finalmente
me decidí a probar con un vibrador, pero al contrario de las anteriores veces
simplemente no pude alcanzar el orgasmo, el pene estaba apretado tan fuerte
contra los barrotes de la jaula que la estimulación de la vibración era
dolorosa, sin embargo recordé el porno que había visto antes e intente poner el
vibrador en el culo, dios mío pensé, que me había pasado nunca antes había
considera este tipo de estimulación, pero este vibrador claramente no estaba hecho
para el culo, demasiado corto e inapropiado no tuve más remedio que parar justo
antes de que sonara la alarma de mi teléfono móvil, durante más de 3 horas lo
intente y fracase miserablemente.
Lo que “gane” sin embargo fueron
que mis pelotas se pusieran de color azul profundo y una calentura que difícilmente
podría describirse con palabras, me di una ducha rápida y me vestí, pero tan
pronto como me puse la ropa interior note unos hilos de líquido prese minal que
se marcaban en mis pantalones, en plena confusión todo lo que me quedaba por
hacer era doblar algunas horas de papel higiénico y ponerlas en mi pantalones.
En el trabajo no podía en
absoluto concentrarme, una y otra vez me venían imágenes por mi mente y en
intervalos irregulares mi polla trataba de escapar de su prisión, cosa que hacía
que notara un ligero dolor en mis pelotas.
En nuestra empresa hemos
instalado un sistema de horario flexible, poco después de la hora del almuerzo revisé
mis horas y me sentí aliviado al descubrir que había acumulado unas buenas 40
horas, ¡Necesitaba algo para liberar la presión, eso era seguro!
Me despedí y seguí mi camino,
pero no hacía casa, sino al pequeño sex shop, cuando llegue Angelica estaba
allí y tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando entre por la puerta.
“Bueno, ¿Problemas?” dijo cuando
me pare frente a ella y le mire suplicante.
“!Angelica, esto es diferente no
he podido casi dormir!”
“Al no dormir quieres decir que
no podías masturbarte ¿no?”
Inmediatamente me di cuenta de
que ella podía ver fácilmente a través de mí, después de solo unas pocas
visitas con ella, sabía exactamente lo que quería decir.
“Si…” respondí y continúe
“Incluso trate de poner un vibrador en mi culo, pero de alguna manera no
funciono”
Se rio a carcajadas, salido de
detrás de su mostrador y me dijo que la siguiera, paramos frente a un estante
lleno de juguetes sexuales para sexo anal “¿Por qué tienes un vibrados en
casa?”
“!De mi última novia! Cuando se
fue se quedó allí en mi casa”
“Está bien, entonces…veamos que
te gustaría” Se inclino para buscar una caja con más cantidad de juguetes de
diferentes tamaños mientras lo hacía podía ver debajo de su corta falda.
“Unas pequeñas y lindas bragas”,
mierda acaba de decir lo que pensaba en voz alta.
Ella se apresuró, con una caja de
pulgs anales en la mano.
“Así no querido” me amonesto y se
rio un poco, este es un conjunto de prácticas para los juegos anales, los pulgs
comienzan con un diámetro más pequeño para luego hacer con los grandes en
etapas, notaras que pronto necesitaras una circunferencia extra, ella paso a un
puesto donde había lubricantes e inmediatamente cogió uno de la estantería
mientras decía “También necesitaras esto” fue a la caja y me llamo para que me
acercara a ella, “¿Te gusta esto?” al principio no entendí lo que quería decir
y comencé a contarle sobre mi calentura y tratar de satisfacerme por la noche
cuando ella me interrumpió “No eso no, lo que has visto debajo de mi falda?”,
estaba sin palabras solo solté un “Lo siento… no era mi intención”.
“Cállate, ponte debajo del
mostrador”
Me puse a cuatro patas y me
arrastré debajo del mostrador, se puso con las piernas abiertas frente al
mostrador y cogió mis dos artículos de la caja, “Dame tu tarjeta para pagar”
Allí agachado debajo del
mostrador tuve que intentar coger la billetera cosa que finalmente lo logre y
le entregue la tarjeta.
“!Así no, ¡más cerca!” grito
ella, así que me deslice hacia delante justo antes de que agachara para poder
coger la tarjeta, “!Mas cerca!” grito mientras la cogía, “Pon tu cabeza debajo
de mi falda, pero no me toques”
Puse mi cabeza entre sus muslos y
comencé a respirar aquel olor, no lo entendía era extraño solo me ponía más
cachondo, a pesar de que solo estaba entre sus piernas y no las tocaba, solo el
olor y la situación me volvían loco y mi polla se hincho hasta que de repente
solo pude decir, ¡“!Por favor, Angelica, ¡tira de mis pelotas!”
Sonó un pitido y ella sin decir
palabra me facturo 49 euros, me acerco el aparato para poner el pin, lo puse y
le entregue el dispositivo, todavía allí entre sus piernas escuche otro cliente
entrar a la tienda, probablemente él también había sido cliente de aquí durante
un tiempo, ya que Angelica inmediatamente le ofreció conversación, mientras
tanto yo seguía entre sus piernas, dirigió hábilmente mi cabeza de izquierda a
derecha con las rodillas para darle unos folletos, después de que el hombre
saliera de la tienda, me hablo de nuevo.
“¿Te diviertes?”
“Si”
“¿Quieres más?”
“Si”
“!Entonces aguanta!”
Con estas palabras dio un paso
atrás y me soltó la cabeza “Aquí esta tu compra”
LA VENDEDORA 5º PARTE
Salgo de debajo del mostrador y
cojo la bolsa, mi polla late en su jaula y ella comienza a reírse a carcajadas.
“¿Qué ocurre?”
“!Mira abajo!”
Mi mirada se desvía hacia abajo e
inmediatamente siento el calor dispararse en mi rostro cuando veo la gran
mancha en mis pantalones, dejo la bolsa y palpo dentro de mí, todo es pegajoso
y huele a liquido presiminal y semen, tuve tanta descarga en los minutos entre
sus piernas que parecía que me había hecho orinado dentro de los pantalones.
“!No puedo ir a casa así!”
Ella se sentó en su taburete y
empezó a sonreír, “Supongo que tendrás que pasar por eso ahora, o tal vez
quieras comprar unos pantalones de cuero y unos calzoncillos de látex”
Mi cabeza daba vueltas cuando alguien
que conozca me vea así por la ciudad en mi bici, o el vecino estúpido que
siempre está en la ventana mirando a todo el mundo me vea…maldita sea se me escapa
un suspiro.
“Pantalones y calzoncillos, por
favor”
Ella se ríe y se levanta de
nuevo, “Realmente hay mucho que hacer contigo”, al llegar al departamento de
cuero, Angelica coge rápidamente unos pantalones del perchero y los sostiene
contra mi cadera, “Estos te irán bien”, luego literalmente me arrastra a la
esquina donde hay prendas de látex, miro a mi alrededor y veo máscaras, tops y
antes de que pueda seguir mirando, escucho su voz.
“¿Quieres ir a casa divirtiéndote
o simplemente ir a casa?”
“¿Qué quieres decir?”
“Solo dime si quieres diversión o
simplemente quiere algo para salir”
Lo pienso unos segundos y digo, “Diversión”
ojalá no hubiera dicho eso, saca una caja con pantalones cortos de látex y
camina hacia la caja conmigo.
“Antes de pagar, puedes cambiar
los pantalones de cuero, pero los calzoncillos no”
Nuevamente me pide el pin de la
tarjeta, ¡Dios mío no lo creo! De nuevo a pagar y esta vez son 169€, pago y
ella me lleva a un probador, me da unas toallas de papel y unas toallitas
húmedas, “Límpiate todo esto primero!” con estas palabras vuelve a desaparecer
y me desvisto, empiezo a limpiarme las piernas, luego los testículos y así
todo, dios mío siento como si no saliera del todo y mientras tanto noto ese
olor que cuelga en el aire como una campana pesada, finalmente me cambio, abro
la caja de los calzoncillos de látex y… espera un minuto, “ANGELICA” llamo en
voz alta, la cortina se abre sin previo aviso y me mira allí de pie con los
calzoncillos en la mano y sin nada puesto.
“¿Qué ocurre?” ella pregunta con
aire de suficiencia.
“Los calzoncillos, ¿A esto tres referías
con diversión para ir a casa?”
“!Si! hay un pequeño paquete con
una muestra de lubricante en la caja, frótalo por todas partes y aquí tienes
otra muestra por si te quedas corto”
Sin más preámbulos cierra la
cortina y me deja allí, los calzoncillos tienen un pequeño consolador adjunto
en la parte posterior, firmemente fijo y no hay forma de quitarlo, me lo pruebo
y después de frotar todo con lubricante, necesito la otra muestra.
El material era ajustado me
quedaba como una segunda piel, después de algunos intentos, finalmente conseguí
guardar la jaula de castidad y la cadena de alguna manera, pero el consolador
seguía deslizándose por mi ano, con mis dedos llenos de lubricante, no podía
agarrar bien nada, de nuevo solté un suspiro y comencé a llamar a Angelica,
pero ella no estaba lejos y se estaba divirtiendo porque me había oído maldecir
desde el vestuario.
Nuevamente la cortina se deslizo
a un lado y ella me miro, “No puedes ¿Verdad?”
“No, así que dame otros después
de todo”
“No tienes que hacerlo”, y con
estas palabras prácticamente a través de mi entrepierna desde atrás y con
algunos movimientos, ¡Dios mío! El consolador de introduce sin piedad y con
firmeza en mi culo, debido que es apretado el lates y había tanta tensión en el
material el consolador solo tuvo que ser empujado hacia atrás y colocarse
frente del agujero del culo, porque ella lo hizo rápidamente y sin fuerza, el
resto lo hizo la tensión del látex.
A medida que el consolador
penetra dejo escapar un gemido e inmediatamente siento que mi polla presiona
liquido prese minal a través de los barrotes de la jaula y dentro de los
calzoncillos de látex, guau por detrás y por delante así es como se podría resumir,
pero eso era solo la mitad de las sensaciones.
Los primeros pasos fuera del
vestuario ya me enseñaron que el camino a casa sería realmente una experiencia,
los calzoncillos de látex sujetaba la jaula apretándola aún más y el líquido presi
minal apretado comenzó a acumularse en el pequeño bulto de los calzoncillos.
“Deberías ponerte los pantalones
de cuero” coqueteo Angelica y regrese al probador para ponerme los pantalones
recién adquiridos, la presión adicional del cuero apretado también abarco a los
calzoncillos ajustándolos más, el consolador ya no tenía ninguna posibilidad de
deslizarse fuera de mi culo, un poco como si caminara sobre zancos, Sali del
vestidos y Angelica metió mi ropa que desprendía un fuerte olor en otra bolsa.
“No puedo con esto ir hasta casa,
Angelica vivo a más de dos kilómetros de aquí”
Ella coqueteo con su apariencia y
dijo tranquila y relajadamente, ¡“!Realmente se te be un buen culo con estos
pantalones, estarás bien”
Una vez más ella no tenía ganas
de discutir conmigo y me acompaño hasta
la salida
“Diviértete de camino a casa” me
dijo con un tono de voz un poco desagradable, volví a meter todo en las bolsas
de la bicicleta y seguí mi camino.
LA VENDEDORA – 6 PARTE
La pequeña calle lateral del sex
shop estaba construida con adoquines, el pueblo donde vivo había crecido y el
centro constaba de muchos callejones y pequeños caminos que a menudo no estaba
pavimentados con asfalto, empuje mi bici, pero cada paso causaba ondas dentro
de mí y tenía que detenerme para contenerme, rece para que no tuviese un
orgasmo en público.
Al llegar a la zona peatonal me
subí a mi bicicleta como siempre lo hacía, para salir poco después de la zona y
regresar a casa a lo largo del antiguo estanque a través de unos espacios
verdes.
Incluso subirme a la bici es
totalmente diferente a lo que estaba acostumbrados, montar el sillín clava el
consolador aún más fuertemente en mi culo, al principio solo podía aguantar
unos segundos, mi primer pensamiento fue…hasta aquí he llegado, una ola de
semen caliente se derramo en los calzoncillos de látex, no puedo con esto, fue
mi segundo pensamiento.
Me arriesgué y comencé a caminar
junto a la bici solo para volver a ponerme en el sillín unos metros más tarde y
decidir pararme en una farmacia que tenia de paso, como quien compra condones
por primera vez en su vida, entre en la sección de higiene femenina para
comprar compresas.
“¿Por qué las cosas baratas
siempre tienen que estar en el fondo?” maldije en voz baja y en ese momento
escuche la voz de una mujer joven detrás de mí, “Hay compresas masculinas si es
lo que necesitas, ¿O tienes que llevárselas a tu novia?”
Creo que mi cabeza se ilumino en
rojo como una bombilla roja
“No se preocupe” dijo la amable
vendedora “Los hombres suelen comprar con bastante frecuencia”, en la plaquita
ponía su nombre y su estatus “Kerstin, subdirectora de la tienda”.
“Entonces, Herstin para los
hombres podrías ser mejor”, se adelantó y al final del estante también había compresas
para hombres, “Me pregunto si tiene una infección de la vejiga”
Ella me indico que bajara y viera
lo que ofrecía, pensé en mis adentro que no volvería a caer como en el sex shop
y me incline, cada movimiento desencadenaba un estimo que me hacía hacer
pequeñas efusiones, “Estos se ven bien” y ella me entrego el paquete, “Gracias
por la ayuda”.
Al subir se me acerco bastante y
e inhalo profundamente, oh dios mío, ¿Podía olerlo? Me vino a la cabeza de
repente, y ella me dijo al oído “Recuerda, la cistitis es contagiosas, ¿Tal vez
unos condones?”.
Me sentí abrumado, ella debía
haberlo olido, “¿Por qué lo preguntas?”
Se paro frente a mí,
relajadamente me explico que debe señalar a los clientes los síntomas que lo
acompañan y que varias enfermedades pueden transmitirse a través de según qué
actividades.
Completamente abrumado por esta
declaración, me vendió un paquete de condones.
Pague y Sali de la tienda, la
dependienta salió conmigo, “¿Fumas?”
Me di la vuelta mientras llenaba
mis alforjas con la compra y le respondí, “A veces”
“¿Te apetece fumarte uno
conmigo?”
Por qué no pensé, de esa manera
podría hacer una pausa de unos minutos, “¿Has estado comprando en la tienda de
Angelica?”, de repente mi cabeza se llenó de fantasías, desde que tenía visión
de rayos X hasta la supernariz e inmediatamente le conteste, “¿Cómo lo
sabes...?”
Ella me hizo un gesto con la
mano, “Conozco esas bolsas del pequeño Sex shop de Angelica que tiene en el callejón,
yo también voy de compras allí de vez en cuando, tiene zapatos geniales en la
tienda”
Me sentí aliviado y respondí,
“Así es, los pantalones de cuero los compre allí”, ambos nos terminamos nuestros
cigarrillos y ella volvió a su tienda, “Tal vez te vuelva a ver” me quede
asombrado y tuve que sonreír mientras le decía, ¡“!Me encantaría!”
Aún tenía camino por delante para
llegar a casa, así que me subí a la bici, para una distancia que normalmente lo
hacía en 15 minutos, tarde más de una hora, sentía que iba a tener orgasmos
varias veces, pero sin llegar a correrme, cuando llegue a casa puse todas las bolsas en el suelo y cerré la
puerta detrás de mí como si fuese una persona que huye de algo.
LA VENDEDORA 7 PARTE
Tan pronto como la puerta se cerró
detrás de mí, me quite los pantalones de cuero y trate de bajarme los
calzoncillos de látex, cuando el consolador salió de mi culo, me volví a correr
y derrame encima del calzoncillo, el consolador estaba por fin fuera, mire en
el interior de los calzoncillos de látex, en el hueco destinado para el pene y
los testículos había acumulado una cantidad considerable de líquido prese minal,
me los quite totalmente y lo primero que busque fueron utensilios de limpieza
para limpiarlo todo.
Luego me fui al baño para
ducharme, estaba agotado, me dolí el culo y mis pelotas palpitaban, pero
todavía no había tenido un orgasmo, tire de la jaula, pero no pude hacer nada,
la cadena lo sujetaba firmemente y por lo tanto envolvía a mi pene, volví
desnudo al pasillo, cogí la bolsa de ropa empapada, olía un poco como si
hubiera pescado podrido en ella, metí todo en
la lavadora y saque el paquete del pasillo.
Volví a intentar alcanzar un
orgasmo de alguna manera en el sofá, mirando de meterme alguna algún plug de
los que me había dado Angelica que eran de diferentes tamaños, pero mi trasero
ya sea porque que todavía estaba tan irritado por el paseo en bici con el
consolador metido o simplemente eran demasiado grandes, ya no podía ponerme
ninguno hoy.
Estaba super cansado, tenía que dormir,
pero aún estaba lo suficiente despierto como para ponerme unos calzoncillos
limpios y ponerme un protegeslip de ropa interior inmediatamente.
A la mañana siguiente estaba
claro que la idea del protegeslip había sido buena, los calzoncillos estaban
secos, pero el forro estaba mojado por varias gotas de la calentura de la
noche, me preparé para ir en bici al trabajo, pero mientras me vestía me acorde
de ayer así que cogí una muda de recambio en las alforjas y también me atreví a
coger los calzoncillos de látex que ahora ya estaban secos y limpios.
Debo estar loco, pensé, para
querer ir a trabaja con ellos, en el momento en que el consolador entro en mi
culo, inmediatamente me invadió una sensación de una descarga cálida que no era
semen.
Pedalee todo el camino al trabajo
con rapidez, no tan rápidamente como de costumbre, pero más rápido que el público
en general, también había decidido volver a ponerme los pantalones de cuero,
Angelica realmente tenía buen gusto porque mi trasero se veía muy firme y
apretado en los pantalones.
Cuando llegue al trabajo lo
primero que hice fue ir al baño para limpiarme todo, de alguna manera logre
terminar la jornada laboral, pero mi único objetivo después del trabajo era
llegar con Angelica, tan pronto como llegue a la tienda, fui directamente a su
mostrador.
“Angelica yo…”
Se volvió hacia mi e
inmediatamente me quede en silencio
“Tu…. ¿Qué quieres?”
“¿Podemos desbloquearlo?”
“¿Ya… pero si solo ha pasado un
día?” Angelica saco las llaves de un cajón de debajo del mostrador. “¿Qué me
ofreces a cambio de las llaves?”
“No sé qué podría ofrecerte,
¿Dinero tal vez?”
Ella negó con la cabeza, “No hay
mucho que hacer hoy de todos modos, día típico de despilfarro inútil de
electricidad y tiempo”, se levantó y cerro la tienda girando el cartel de la
puerta para que dijera cerrado, se volvió y me miro, ¡“!No estas mal!”, alce
los ojos y le pregunte, “¿Qué quieres decir con eso?”
¡Ella se apoyó en uno de los
estantes de exhibición y dijo con tono autoritario, “!Desnúdate totalmente!”
Empecé a desvestirme y ella
sonrió cuando vio los calzoncillos de látex, gritando “DETENTE”
¡Hice una pausa cuando estaba a
punto de bajármelos “!Se ven increíbles!”
“No estoy aquí para lucirme para
ti” le respondí
“!Si que lo estas y vas a hacer
cualquier cosa que tenga ganas de que hagas!”
Mi respuesta se atascó en mi
garganta, ella tenía razón, no podía quitarme la jaula y básicamente ella
mandaba ahora.
“Lo veo en tus ojos, ¿Finalmente
lo entiendes?”
Solo asentí y luego la miré,
“¿Por favor?”
Ella parecía estar disfrutando
del momento, me di cuenta por su mirada y su respiración que estabas
emocionada.
LA VENDEDORA 8 PARTE
“Bájate los calzoncillos”
Hice lo que me indico, no tenía
ninguna otra opción
“¿Sabes lo que es gracioso?”
“No”
“Que ha llegado tu nuevo cinturón
completo!”
Pensé que se estaba haciendo la graciosa,
pero con esas palabras entro en el almacén y volvió con el cinturón ya
desenvuelto.
“Ya lo he ajustado en base a tus
medidas”, Nuevamente me entrego unas toallitas húmedas y lave mi polla, seque
las pelotas, mientras hacía esto, Angelica desapareció y volvió con un par de
esposas de cuero, sin cerradura solo un simple mosquetón que las mantenía
juntas.
“¿Estas listo?”
“Si, pero ¿Qué vas a hacer
ahora?”
Ella agarro uno de mis brazos y
puso la primera esposa luego cambio el segundo brazo, no había duda de que esto
me puso cachondo, la jaula y mis gemidos me delataron de todos modos, tan
pronto como me puso la segunda esposa las conecto con el mosquetón a mi espalda,
finalmente cogió la llave en su mano y “wow” la presión desapareció, mi pene
podía desplegarse libremente.
“!No podemos bajar el anillo así!”,
dijo Angelica desapareciendo en la trastienda y volviendo con una toalla,
inmediatamente sentí el frio helado recorrer mis testículos y mi pene cuando la
toalla que estaba humedecida y llena de hielo toco mis testículos.
Funciono, tanto la hinchazón de
los testículos como la del pene desaparecieron, y me quito el anillo, ella
disfruto del momento y jugo con mis pezones, solo para tener el hielo para
sofocar inmediatamente cualquier hinchazón.
Después de divertirse cogió el
cinturón completo en la mano y puso mi polla en el tubo, se puso la banda de la
cintura y cerro todo el sistema, un sentimiento extraño, por un lado, mi pene
ahora podía expandirse y estaba bloqueado, por otro lado, inmediatamente note
lo apretado que estaba el cinturón en mí, había una abertura en el trasero para
poder ir al baño, pero en la parte delantera ni siquiera podía tocarme las
pelotas.
“Daté la vuelta”, dijo Angelica e
hice lo que me pidió, ¡“!Es perfecto!” con estas palabras volvió a desaparecer
entre el estante para reaparecer un poco después con otro plug anal, “Te lo daré
a ti y a mi” desempaco el dispositivo, un plug anal eso estaba claro, pero con
un mando a distancia como los que tiene los mandos para abrir las puertas de
los coches.
“Bueno, ¿A dónde va eso?”
“Tú lo sabes…”
“!Cállate y gírate!”
Me di la vuelta y pronto sentí un
firme agarre en la parte posterior de mi cuello
“!Agáchate y levanta el culo!”
Sentí gotas de lubricante golpear
mi trasero y luego sentí el vibrador penetrar, ¡Ay era demasiado grande!
“Angelica por favor esto es aún
demasiado grande…” mi voz se apagó cuando la parte más gruesa del vibrados se hundió
en mi trasero, un breve dolor acompaño de inmediato una firme estimulación de
mi próstata.
“Eso es un buen ajuste”.
Después saca la placa que todavía
estaba con el cinturón y la sujeto sobre el vibrador y bloquearlo todo, no
podía sacar el vibrador y mucho menos ir al baño si no me deja ella.
“Vuelve a subirte todo y vístete”
“Angelica no puedes hacer eso
todo el tiempo, ¿Cómo se supone que voy a ir al baño?”
Ella me sonrió y encendió el
interruptor del control remoto, casi de inmediato sentí un pequeño pulso
eléctrico en mi trasero, haciendo que mis músculos se contrajeran, el vibrador
se deslizo en mi culo como si alguien lo estuviera moviendo de ida y vuelta a
la vez.
Se me escapo un gemido y al mismo
tiempo me estremecí.
“!¡No preguntes, inténtalo ya te
lo he dicho un par de veces!”
“¿Tienes compresas? Los míos
están en casa” ella cogió su bolso y divertidamente me entrego un protector de
pantys, me vestí como me ordeno.
“!Bien hecho, déjame que vaya a
buscar la chaqueta!”, ella regreso, me cogió de los brazos y me acompaño hasta
la puerta, abrió la tienda salimos y la volvió a cerrar. “Hoy me vas a invitar
a cenar”
Paseamos por la calle y mientras
lo hacíamos ella no pudo resistirse, sentía una vibración comenzando en mi
trasero, tenía que parar cuando la sentía pues se me acercaba un orgasmo, ella observaba
de cerca mi lenguaje corporal y probablemente presionaba el segundo interruptor
del control remoto, inmediatamente ocurría una dolorosa descarga eléctrica.
“Ay”
Ella sonríe y dice, “Practiquemos
el autocontrol no queremos correr el riesgo de un incidente en la cena o en una
zona peatonal”
Doblamos en la zona peatonal y
fuimos a un pequeño restaurante griego, después de encontrar los asientos ambos
pedimos nuestras bebidas, pero de nuevo ella inmediatamente tomo el control
“Vino tinto para mí y un agua grande para él”
Luego pedimos nuestra comida,
nuevamente Angelica dicto lo que deberías tener, después de que la camarera
hubo desaparecido, volvió a conectar las vibraciones, me sacudo, ella sube de
nivel, mi respiración se vuelve pesada y “Bang” otra descarga eléctrica termina
con todo y yo dando un pequeño gemido, claramente está disfrutando de este
juego.
Las mesas colindantes estaban
ocupadas, nadie parecía haber notado nada aun, pelo para que nadie se diera
cuenta y espero que Angelica se apiade, finalmente llega nuestra comida, para
ella una parrillada de pescado y verduras, para mi carne con salsa de queso,
comemos y hablamos sobre su pasado y el mío, la conversación fue genial,
abierta y honesta por parte de los dos, también se supe que Angelica una vez había
trabajado como prostituta.
Parecía un poco frustrada cuando
dijo que con este perfil de trabajo era difícil encontrar un hombre para toda
la vida, durante la conversación ella siempre activaba el vibrador a veces
fuertemente a veces suave, de vez en cuando una corriente eléctrica suave y
otras con fuertes descargas eléctricas.
Entendí rápidamente que Palabra =
Dolor, escuchar = a recompensa, aunque era genial hablar con ella tan
abiertamente era una tortura no poder caer en la lujuria de esa manera, siempre
tenía que preocuparme que alguna persona del restaurante pudiera notarlo.
En algún momento como tenía que
llegar, Angelica bebió de su tercer vaso de vino tinto y yo bebi me segundo
vaso grande de agua, cosa que hizo que tuviera que ir al baño.
“!Angelica, necesito ir al baño!”
“¿Cómo se pide?”
“Por favor, ¿Puedo ir al baño?”
“¿Cómo se pide?” y una nueva
descarga eléctrica me sacudió todo mi cuerpo, tenía problemas de mantenerme
quieto.
“Puedo ir al baño por favor..” y
con voz baja dije “¿Ama?”
“!Vete!”
Angelica hizo señas a la camarera
y le dijo que me diera la cuenta, Pagare no me importa el precio, tengo que ir
al baño maldita sea, nos levantamos y ella pregunto donde estaban los baños,
bajo las escaleras conmigo y cuando llegamos al sótano, instintivamente me
dirigí al baño de caballeros, ella me detuvo y señala el baño de mujeres.
“No querrás que tenga que estar
entre los caballeros; ¿Verdad?”
No me importa tengo que ir, tengo
que ir con urgencia, abrí la puerta y maldita sea, había una mujer en el baño.
“!Oye que es el otro lado!
Angelica intervino, “Tu novio o
esposo no tiene modales para abrirte la puerta ¿Verdad?” la mujer se quedó en
silencio y confundida salió de baño.
“No, no encuentras caballeros en
estos días”
La mujer desapareció escaleras
arriba y Angelica me arrastro al cuarto y abrió una de las puertas del baño.
“!¡Pantalones abajo, Ya!”
Lo hago rápidamente, me doy la
vuelta y escucho el “Clic” cuando se cierra el pestillo de la parte interior,
rápidamente me saco el vibrador del culo, no me importa el dolor, ¡Tengo que
hacer ahora!, estoy listo, me doy cuenta de que es mucho más hacerlo con el arnés
completo, me limpio y me subo los pantalones, quiero abrir la puerta y en ese
momento entra otra persona al baño, rápidamente cierro la puerta de nuevo y
espero hasta que se haya ido, Angelica dirige hábilmente la conversación que
termina rápidamente.
LA VENDEDORA 8º PARTE
Regresamos a la tienda, ella no
me pidió que volviera a usar el vibrador, miramos los escapares de algunas
tiendas en el camino de regreso y nos reímos con ganas, en la farmacia
encontramos a Jerstin, estaba parada afuera otra vez fumándose un cigarrillo.
“!¡Hola, estas de nuevo aquí!”
Angelica se detuvo abruptamente,
“¿Os conocéis?”
Le dije en voz baja, “Aquí compré
las compresas”
Ella sonrió y camino hacia
Kerstin, “Hola Kerstin, ¿Conoces a Thorsten?”
“Si estaba un poco perdido
comprando el otro día y le ayude, luego nos fumamos un cigarro juntos, pero no sabía
que se llamaba Thorsten”
“Por cierto, tus zapatos han
llegado, aquellos negros con unos lindos brillantes”
“Oh, genial, iré a recogerlos uno
de estos días”
Ellas rápidamente se
intercambiaron algunos chismes y ambos continuamos nuestro camino., al llegar a
la tienda, abrió la puerta y ambos entramos, después cerró la puerta tras pasar
por ella.
“Es la primera vez que has tenido
que decir ama, ¿No?”
La miro y le contesto “Si lo ha
sido”
“¿Ha sido extraño para ti?”
“Si”
“¿Cómo lo llevas lo del
cinturón?”
“Mientras estuvimos fuera no tuve
problemas”
Ella sonríe “Déjame verlo”
Vuelvo a bajarme los pantalones y
revisa el ajuste del cinturón, mira con atención todo para ver si hay
enrojecimiento o marcas de rozaduras en él.
“Encaja perfectamente, ¡Se que
puede dejas pues!”
“Pero todavía no he tenido ningún
orgasmo Angelica”, digo preocupado.
“Es cierto y estas goteando como un
alce en celo, tus compresas están empapadas, realmente rezuman”, vuelve a abrir
su bolso y pone un protector de panty en uno de los estantes, “Los vas a necesitar
ahora cuando te vayas a casa”.
“Pero desbloquearlo y…..”
“Shh” dice ella. “Estas aquí casi
todos los días de todos modos”
Suspiro y cojo el protector de
bragas del estante, cuando ella abruptamente me golpea los dedos.
“¿Crees que el pequeño paseo, la
comida y un poco de diversión es suficiente pago?”
“No lo sé…”
Angelica se levanta la falda,
debajo de ella unas bragas las cuales se veía una mancha de humedad, “¿Cres que
no me excitaría si hiciera algo así?”
“Aparentemente sí”, le dijo sin
poder retirar la mirada de las bragas mojadas.
“¿Tengo que hacer estoy yo
mismo?”, Angelica levanta una de sus piernas y la coloca en el estante del
medio.
“!No!” No tengo mas remedio que
ponerme de rodillas y deslizarme entre sus piernas, huelo de nuevo ese olor que
pone totalmente cachondo, el nuevo cinturón permite más hinchazón, pero yo
siento rápidamente que esta bloqueado, el tubo del pene agarra firmemente mi
pene y lo fuerza había abajo, No puedo evitar ponerme cachondo, aun así, no es
tan doloroso como solía ser porque ya nada tira de mis testículos y puedo
concentrarme en mis pensamientos hacia ella, ¿Mi mistress?, ¡No se!, tentativamente
me acerco a las bragas puestas y las beso suavemente.
“!Tíralas hacia abajo!”, la
siento decir.
Hago lo que me dice, ella esta
totalmente depilada y su vagina esta mojada, quiero decir muy mojada, he tenido
algunas mujeres en mi vida pero nunca había visto a una tan mojada ahí abajo,
con mi última novia el problema era que a menudo teníamos que usar mucho
lubricante, cosa que aquí claramente no era necesario, con su vagina en mi boca
empieza a chupar y lamer, ella me da instrucciones, me guía y conduce mi
cabeza, en algún momento llega el orgasmo, ¿Un momento esta meandose en mi
boca?, o dios mío, ella presiona mi cabeza contra ella, haciendo que sea
inevitable que trague todo aquello, ella respira con dificultad y yo vuelvo a
gotear, siento mi polla palpitar en su prisión.
“!Bien hecho!”, me dice, “Lo has
entendido a la primera”
“¿Eso era orina?”
Ella se ríe, “No, eso son los
chorros de una mujer, ¿Nunca has experimentado eso antes?”
Niego con la cabeza.
“Es una pena porque cuando pasa algo
así, es que el orgasmo es bueno”, quiero levantarme, pero ella presiona mi
cabeza hacia abajo, ¡“!He dicho que ha sido bueno, ¡no perfecto!”
Cojo aire y quiero empezar a
lamer de nuevo, “!NO!” me dice, “!Ahora es demasiado irritable!”, busca uno de
los paquetes y lo abre, un arnés cae al suelo, “Ponte esto” y empieza a meterme
en una maraña de correas y hebillas, ella revisa los asientos por un momento
pero noto que esta apurada, me ofrece un consolador, “!Sostén esto!” me dice y
tengo otra cosa enorme en mi mano, dios mío pienso en mis adentros nadie podría
tener una cosa tan grande entre las piernas, el consolador tenia unos buenos 8
cm de diámetro y casi tan largo como todo mi codo.
La mano de Angelica sobre y me
arrebata el consolador y con unos pocos movimientos está en su lugar del arnés,
me arrastra detrás de ella en una de las cabinas, una vez allí nos trasladamos
al asiento, un asiento que está construido de tal manera que se asemeja a una
cama, pero son adecuados para sentarse, ella se acuesta y me mira, ¡“!Follame!”
Subo un poco torpemente entre sus
piernas y deslizo el consolador, después de eso estaba claro que hacer,
funciona como si yo mismo la estuviera follando, en algún momento ella
experimento su próximo orgasmo, nuevamente un chorro sale disparado de su vagina,
pero casi de inmediato cambia de posición de perrito y continua.
Después de haber experimentado
este sexo, estaba cachondo y muy caliente mi liquido presiminal se mezclo con
su liquido de orgasmo varias veces en el asiento que era de plástico y no era
absorbente dejando todo muy resbaladizo,
Angelica me miro visiblemente mas relajada y luego dijo, “Me gustan grandes,
largos, duros y persistentes, vosotros solo podéis hacerlos unos minutos luego
ya está… pero con el consolador, podéis satisfacerme”.
Me quedo callado no se me ocurre
nada que decir, ¿Acaba de decir que todos los hombres no la pueden satisfacer?
Antes de que pueda terminar de
pensar en ello, me da la mano, la ayudo a levantarse, se para frente a mí y yo
también quiero levantarme, pero ella me tiende el pie, “Ahí esta mi chorro y tu
liquido presminal, ¿Crees que debería ir a casa así?”
“Que debería…”
Ella me interrumpe, “Lame hasta
que no quede ni una gota”
Seguí sus instrucciones y lamí
sus piernas, su vagina y sus pies mirando de no dejar rastro de nada, ahora su
olor y sabor estaban sobre mí y quería sentarme, mientras tanto ella presionaba
con sus dedos en la mezcla de su semen y mi liquido presiminal en el sofá.
“Lame esto también” me ordeno
Me rindo a esto y me alejo para
lamerlo todo, ella pasa el dedo por delante de mi boca para mostrarme donde me
he perdido algo.
“Ahora se ve bien”, ella tira de
mi cinturón hacia atrás, ¡“!Vamos!”
Salimos de la cabina y ella se
detiene a mitad de camino y abre una puerta, “Artículos de limpieza, toallitas
y otras cosas, ¡límpiate mientras yo me visto!”
¿Qué vaya solo?, ¿Habla en serio,
pienso para mi mismo? Esta bien, por que no y agarro los utensilios de limpieza
y me pongo a trabajar, mi polla todavía palpita, pero concentrarme en limpiarme
me ayuda a despejarme, pero el olor en el lugar me pone cachondo nuevamente,
¿Soy tan pervertido?, se me viene a la cabeza cuando me termino de limpiar.
Pongo los artículos usados en una
bolsa de basura y devuelvo todo a la habitación de limpieza.
LA VENDEDORA 9º PARTE
Entre en la tienda, Angelica
estaba parada allí y se había vuelto a poner la ropa, sus bragas estaban sobre
el mostrador y se había retocado el maquillaje.
“¿Listo?”
“Si, soy un…”
“¿listo?”
“Si, señora”
Angelica sonríe y señala un libro
que esta sobre el mostrador, RDM está escrito en la portada, sabia por lo que había
visto por internet lo que querían decir esas silabas RDM = Relación dirigida
por mujeres, pero realmente no podía entenderlo.
“Parece que te has divertido”
dijo sonriendo ella.
“¿Eso ya era RDM?”
“Un poco de eso y ahora vístete, realmente
te has ganado tu salvaslip”
Un poco desairado, me visto y
coloco el salvaslip, antes de acabar de vestirme miro suplicantemente a Angelica.
“¿Qué?” ella pregunta
“Esta mojado y apesta ahí abajo”
“Si lo está, así que cuando
llegues a casa deberías ducharte”
“!Pero mi orgasmo!”
Ella se sentó en su silla y me
miro, “Pasaste mas de tres horas con un vibrador en el culo, antes usabas unos
calzoncillos con un consolador, si eso no es suficiente supongo que tendrás que
aguantarte unos días más, ¡Al final funcionara!”
Suspiro y me pongo los calzoncillos,
ella se levanta y coge otro pequeño consolador de los estantes, “Ten coge estoy
y hagamos un trato”
“¿Qué clase de trato Ang… Ama?”
“!Una semana! Pruébalo durante
una semana y si no funciona, veremos que podemos hacer, ¿Te parece bien?”
“!Si, señora!, ¿Has tenido antes
una relación RDM anteriormente o es la primera vez?” parecía un poco perturbada
por esa pregunta y se detuvo por unos segundos.
“!Es una buena pregunta!, no,
nunca he tenido una relación así ni he sido la Mistress de nadie antes, ya sea
que tengamos una relación, no lo creo, para mi ha sido mas como una aventura de
una noche con perspectiva de más reuniones”
Tuve que
respirar profundamente
“¿Te
sientes usado?”
“Si”
Angelica
se paró frente de mí, me beso el cuello y luego me susurro al oído, “A pesar de
lo cachondo que estabas, te gusta que te usen”.
De
repente se establece mis pensamientos indicándome que realmente no se que es lo
que me pone caliente o que tipo de sexo quiero experimentar.
“Indeciso”,
ella interrumpe mis pensamientos.
“No estoy
seguro de lo que quiero en absoluto, acabo de pensar”.
“Es por
eso por lo que necesitas ir a casa y alejarte un poco, realmente no deberíamos
volver a vernos hasta dentro de 7 días, dame tu número de teléfono móvil”, ella
me pasa su numero y yo lo introduzco en mi agenda, le envió un mensaje de texto
al contacto y lo guardo, ella sonríe, abre su agenda y pone el nombre al
contacto de esclavo.
“Se
ajusta mejor”, coquetea.
Mientras
tanto ya ha vuelto a empaquetar el consolador, pero esta vez me despide sin que
yo tenga que volver a pagar, al llegar a la puerta me vuelve a besar y me dice
“Oye, ha sido el mejor sexo que he tenido en años”
Abre la
puerta y me deja salir, ya era de noche serian alrededor de las 11 y tenía que volver
a casa en bici.
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