Traducido
de un texto de un escritor que se llama Imarran
“Muchachos relajaros,
podemos salir del lio, no hay problema”, dijo John.
Todos
los ojos se volvieron de pronto a John y lo miraron con entusiasmo, las caras
les brillaba. Los doce se fueron frenéticamente a tratar de preparar la
despedida de soltero de uno de sus mejores amigos para que todo fuese bien,
para pasar una gran noche. Todos estaban pensando qué tipo de entretenimiento sería
el mejor. Todos los muchachos decidieron ir a buscar una chica para ver un estriptis seria lo mejor, así todos podrían disfrutar.
La única pregunta era que sin embargo como podrían pagarle ya que no podían
permitirse a una chica.
John
ya se lamentaba de haber dicho esas palabras. Él sabía que no encontraría
ninguna chica que estuviese dispuesta a ir a una despedida de soltero para un
grupo de chicos de veinte años, sin dinero, pero ahora la tenía que encontrar y
todo a su bocaza.
“entonces, ¿Quién va ser la chica, John?” le
pregunto Steve con una mirada inquisitiva en su cara.
“yo, conozco a una chica rubia que estará
encantada de estar rodeada de una gran cantidad de hombres.” John respondió
rápidamente haciendo las cosas sobre la marcha y tratando de sonar convincente.
Steve
fue el que comenzó con la idea de que los chicos se juntaran para una buena
despedida de soltero y los otros le gusto la idea. Pronto el balón fue rodando
por una gran escapada juntos y John sabia que quería ir a la moda con el resto
de los otros. John siempre había sido un poco excluido del grupo. Él no era ni
muy alto, ni tenía un marco más pequeño que el resto, por lo que se esforzó
para encajar, por lo general haciendo grandes alardes y promesas que hasta el
momento era incapaz de lograr. Esta promesa, sin embargo, no tenía ni idea de
cómo cumplirla.
“¿es una Puta?” pregunto Steve otra vez
con lo que los otros chicos miraron fijamente a John.
“No”, John dijo tratando de no sonar
nervioso, “la conocí hace un par de años
en otro sitio”.
“¿es guapa?” uno de los chicos le pregunto, de detrás
de Steve, claramente estaba emocionado con la noticia.
“oh, sí!” dijo John con la cara
iluminada, “la chica es preciosa! Ella
sin duda será un gran entretenimiento para todos nosotros!”
John
podía oír los murmullos de los excitados chicos, ya que empezó a darse cuenta
de que la fiesta podría suceder realmente, esto hizo que John sonriese
levemente, acariciando mentalmente a sí mismo para obtener que los chicos le creyeran.
En
seguida la fecha de la fiesta fue creada, seria dentro de dos semanas, John
pensaba que será el suficiente tiempo para encontrar a una chica para el
entretenimiento. Tan pronto como llego a casa después de la reunión con los
chicos, John comenzó a pensar con todas las chicas que él tenía cierta amistad.
A él le gustaba encontrar secretos ocultos en las personas que lo rodean. Él sabía
que tener esos secretos significaba que tenía el control sobre la personas y
que podría hacer mas o menos presión sobre quien quisiera o dejaría que ese
secreto saliera a la luz. Hizo un par de enemigos con eso, y también tuvo
alguna que otra situación que le fue mal. Para él, chantajear a alguien era
solo un medio para hacer que se sintiera superior a los demás y aceptarlo. Había
usado su poco talento para ayudar a ser aceptado en este nuevo círculo de
amigos.
Ahora,
John iba a usar su talento para el entretenimiento de la fiesta que necesitaba.
Al instante pensó en una chica que sabía que tenía un pequeño secreto muy
jugoso que él le había “prometido” no decirle a nadie sobre ello. Recordó lo
angustiada que estaba y que él, como su amigo mas intimo “le dijo”, la consoló
hasta que ella se lo conto todo lo que había pasado. Se había quedado embarazada
de una noche loca con un chico que había conocido en un concierto, y después de
que el chico se negara a ayudarla, ella termino abortando. Le había dicho a
John que si sus padres, que eran profundamente religiosos, no lo sabían y que
si se enteraran la podrían echar de casa y no querer saber nada de ella, y no
podía soporta esa idea.
John
sonrió mientras empezaba a formular un buen plan para conseguir a la chica para
la fiesta, a cambio de su prolongado silencio. Después de unos diez minutos,
cogió el teléfono y la llamo. La chica del otro extremo de la línea después de
la quinta llamada, descolgó el teléfono y empezó a conversar con ella de manera
amistosa y agradable. Después de unos minutos de preguntar cómo le iba la vida,
John le pregunto si podía venir a hablar con él para ofrecerle una cosa muy
emocionante. Por supuesto, la chica le pregunto que era, pero John le dijo que
solo se lo diría de cara a cara. La chica del otro extremo del aparato estuvo
de acuerdo y luego ambos colgaron, John sonriendo alegremente pensó que su plan
estaba funcionando perfectamente y limpiamente.
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