sábado, 21 de octubre de 2017

Jugando con la consola






Muchas veces he hecho lo mismo que estas fotografías y si queréis que os diga la verdad, nunca he acabado la partida, una vez jugando con el GTA, llevaba mi uniformes, mis zapatos de tacón, el cinturón de castidad y un masajeador prostático, a los 10 minutos de juego ya estaba muy caliente, a los quince casi no tenía la concentración que merecía el juego y a los veinte aprovechando que el coche había caído por un barranco y el mando temblaba, me lo puse cerca del cinturón de castidad y con la vibración me corrí, me corrí tan fuerte que manche el mando, la alfombra y creo que hasta el vecino oyó los gritos de placer.

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