Muchas veces he hecho lo mismo que estas fotografías y si
queréis que os diga la verdad, nunca he acabado la partida, una vez jugando con
el GTA, llevaba mi uniformes, mis zapatos de tacón, el cinturón de castidad y
un masajeador prostático, a los 10 minutos de juego ya estaba muy caliente, a
los quince casi no tenía la concentración que merecía el juego y a los veinte
aprovechando que el coche había caído por un barranco y el mando temblaba, me
lo puse cerca del cinturón de castidad y con la vibración me corrí, me corrí
tan fuerte que manche el mando, la alfombra y creo que hasta el vecino oyó los
gritos de placer.
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