sábado, 18 de octubre de 2025

Mishi 2

 

Mis zapatos negro de tacón hicieron un sonido hueco sobre los desgastados escalones de mármol mientras subía las escaleras con la ornamentada barandilla de hierro, si bien mis zapatos parecían de cuero eran de una tienda de low cost y la etiqueta dentro de la parte superior decía que todos eran materiales hechos a mano, eso no me molesto porque calzaban bien y eran cómodos, los tacones median tres pulgadas y media de alto, lo que siempre considero una buena altura para que una mujer los use en la oficina, lo suficientemente altos como para ser sexys pero no tan altos como para parecer una zorra.

 

El disfraz de sirvienta que usaba era otra historia, ciertamente parecía una putilla con satén rosa y ribete de volantes blancos, demasiado revelador, pero estaba hecho a b ajo a costo y comenzaba a desmoronarse, de hecho algunas reparaciones de emergencia en el piso de abajo hace unos momentos y esperaba que la mistress no se diera cuenta, ahora que tenia un par de zapatos decentes, era hora de conseguir otro uniforme de sirvienta.

 

En lo alto de las escaleras abrí la puerta de la sala principal de su espacio de juego, la mistress estaba sentada en su trono, Missy a su lado manejando un ordenador portátil sobre una pequeña mesa con ruedas, estaban discutiendo el horario de hoy, me detuve justo dentro de la puerta con la mirada baja y espere a que me atendieran por lo que escuche hoy seria un día muy ocupado, la Mistress es una dominatriz profesional y realiza sesiones por encargo principalmente para clientes masculinos adinerados, soy un hombre de ingresos modestos y pude llegar a un acuerdo con ella para obtener sesiones con descuento a cambio de trabajar como su sirvienta cada dos sábados.

 

“Sissy, ¿Estas listo para trabajar?” me pregunto la mistress

 

“Si, mistress” le respondí mientras me acercaba a su trono y hacia una modesta reverencia.

 

Ella es una mujer corpulenta y hoy llevaba su pelo fino rubio en una sola trenza larga, vestidos con mallas negras ajustados que parecían de cuero y botas de cuero negras hasta los muslos con cordones en la parte delantera, tacones de probablemente cinco pulgadas de alto, sin embargo lo mas impresionante era el corsé de cuero negro con tachuelas cromadas, que daba forma a sus grandes pechos de manera increíblemente perfectos, habría sido fácil mirarlos durante mucho tiempo lo que me habría metido en problemas.

 

“Mi agenda hoy esta llena pero es posible que pueda programar una corta sesión si hay alguna cancelación, ¿Estas interesado?” ella me pregunto, estaba emocionado ya que había pasado mas de un mes desde que ella estuvo disponible para una sesión.

 

“Si, Mistress, seria un honor tener una sesión con usted” le respondí humildemente.

 

Me dijo que hoy necesitaba que hiciera una limpieza a fondo de la gran oficina del segundo piso, había estado vacía durante mucho tiempo y un inquilino había firmado recientemente un contrato de arrendamiento y pronto se mudaría allí.

“Missy tiene una lista de tareas y te acompañará abajo”, explico, “Ahora veo que tienes unos nuevos zapatos pero hoy usaras una escalera para la parte de tu trabajo así que ella te pedirá que te pongas unos de planos”

 

Tenia muchas ganas de usar mi nuevos zapatos de tacón así que me decepciono escuchar eso.

 

“Ahora muéstrame que estas seguro y luego ponte a trabajar” me ordeno.

 

Levante mi delantal y la parte delantera de mi vestido, luego baje brevemente la parte delantera de mis bragas para su inspección, mi polla estaba asegurada en un dispositivo de castidad cerrado con llave, como sissy maid normalmente trabajaba sin supervisión y la mi stress no quería que me masturbara en ese tiempo, por lo que debía usarlo cuando servía.

 

“Muy bien” dijo con aprobación, “Señorita, lleva a sissy abajo y bríndele un poco de inspiración razonable para que haga un buen trabajo”

 

“Si, mistress” dijo con tono sumiso, y luego se dirigió ansiosamente hacia la puerta.

 

Mientras al seguía escaleras abajo nuestros tacones resonaban con fuerza por el huevo de la escalera, siempre llevaba el mismo par de botines negros de charol con un par corto de cordones en la parte delantera, tenían plataformas altas y tacones de al menos quince centímetros de alto, como los que podría usar una stripper.

 

Su sexy trasero mostraba con orgullo un tanga de PVC negro brillante y sus modestos pechos también quedaba expuestos con un sujetador de copa abierta de PVC a juego, ella era unos años mas joven que yo en cierto modo guapa, siempre pensé que podría verse mas sexy si se dejara crecer el pelo y se quitara algunos pricing del cuerpo, pero claro tenia demasiado tatuajes para mi gusto.

 

Missy era una asistente personal sumisa de la mistress así como una dominatriz en entrenamiento también descubrí accidentalmente la ultima vez que serví a la mistress que podría ser su interés amoroso o al menos ser requerida para satisfacer sus necesidades sexuales, se suponía que debía obedecer a missy aunque normalmente estaba supervisada por la mistress y no estaba inmune a castigos.

 

Ella llevaba su habitual cinturón utilitario estilo policía de cuero negro ancho, con dos filas de grandes ojales cromados y varias bolsas de cuero con broches, tenia unas esposas brillantes en el cinturón encima de una cadera y una pequeña paleta de gola redonda colgada del otro lado.

 

En el pasado siempre había tenido una fusta rechoncha colgando de su cinturón pero hoy ese pequeño mosquetón cromado colgaba vacío, la ultima vez que serví a la mistress a misssy le había dado una dura paliza con su pequeña fusta, eso había sido descubierto por la mistress quien debió haberle quitado su tesoro por ahora, la seguí hasta el segundo piso y hacia lo que yo consideraba el vestuario, era una habitación pequeña y estrecha al final del pasillo cerca de los baños y la salida de incendios, un grupo de casilleros de metal a lo largo de una pared y una silla plegable de metal eran los únicos muebles, esta habitación era donde me ponía mi traje de sirvienta, también era el lugar donde los hombres que acudían a las sesiones se desnudaban y guardaban su ropa bajo llave.

 

En ese momento no había cerraduras en los otros casilleros y no había clientes esperando, así que supuse que Miss tenia que cambiarse de ropa arriba, un privilegio de su posición,

 

“Esos lindos tacones nuevos, sissy, se que estas decepcionada por tener que quitártelos, ¿Vas a llorar?” se burlo

 

Simplemente busque a tientas mi cerradura de combinación en silencio, se suponía que ella y yo no debíamos hablarnos a menos que estuviera relacionado con una tareas o sesión y ella lo sabía.

 

Hay una ventana estrecha en un extremo del vestuario, da a un callejón de abajo y missy abrió esa venta mientras yo me ponía unos zapatos planos, me sorprendió cuando saco un paquete de cigarrillos y un encendedor de una bolsa que llevaba en su cinturón de herramientas.

 

“Ven aquí y lame mis botas mientras leo tu lista de tareas, perra sissy” me ordeno mientras encendía el cigarrillo y luego giro la cabeza para expulsar una columna de humo por la ventana.

 

Asumí que no estaba permitido fumar en el edificio pero no me correspondía decir nada al respecto, simplemente me puse de rodillas y me arrastre hacia ella para lamerle los botines, el acabado de charol negro estaba rayado en varios lugares y tenia grietas en otros, si fuera míos los tiraría y compraría unos nuevos, creo que este era el único par de botas que le había visto usar.

 

Continúo fumando su cigarrillo y leyendo en voz alta mi lista de tareas, en realidad solo estaba trabajando en la gran suite de la oficina vacía en este piso, lo habitual es pasar la aspiradora y quitar el polvo pero también tuve que subir a unas escaleras para limpiar lámparas y las molduras de madera.

 

Sorprendentemente no me pidieron que levara las ventajas pero mientras lamia lentamente el talón de una de las botas, la punta de goma se desprendió por el uso intenso, pensé que limpiaría las ventanas si tuviera tiempo, luego ella arrojo la colilla de su cigarro por la ventana, la cerro y dejo caer la lista de tareas al suelo.

 

“Ahora vayamos a esa oficina” dijo Missy quitando la paleta de su cinturón de herramientas.

 

Abrió el camino por el pasillo golpeando periódicamente con al zona redonda de goma de la paleta en la palma de su mano, estaba bastante seguro de que estaba deseando azotarme y eso me ponía nervioso, cada pala tiene su propio sabor único de dolor, a falta de un termino mejor, se que missy me habría azotado con esa pala en el pasado pero no pida recordar que malo había sido ya que ella prefería usar una fusta, el remo tendría que ser más fácil de soportar que la vara.

 

Dentro de la oficina la sala principal todavía tenia un escritorio de secretaria en forma de L, junto con una silla de madera de aspecto incomodo, me ordeno que me dejara las bragas en los tobillos, luego me subiera el vestido y me inclinara sobre el escritorio.

 

Puso una mano en la parte baja de mi espalda sosteniendo el dobladillo de mi vestido y comenzó a golpear mi trasero desnudo con su paleta, no hubo pausas para burlarse de mí, ni caricias arremolinadas de la paleta en mis nalgas, solo firmes golpes en mis nalgas, me dolió mas de lo esperado pero para mi sorpresa me dio una paliza larga.

 

“!Ponte a trabajar perra!” dijo volviendo a colocar la pala en su cinturón, “La mistress puede pedirme que te controle, así que no seas perezoso” con eso salió de la oficina y momentos después escuche sus tacones subiendo las escaleras.

 

Después de subirme las bragas, mire a través de la oficina y en cierto sentido Sali de mis azotes era parte de mi trabajo habitual de sirvienta sissy quitar el polvo y pasar la aspiradora en las oficinas vacías, por lo que realmente el lugar estaba lo suficientemente limpio para el inquilino promedio.

 

Al encender las luces de cada habitación vi que la mayoría de las lámparas tenían telarañas o una mosca muerta en su interior, pensé que podría limpiar primero las lámparas ya que eso se notaria fácilmente, luego tal vez la moldura que era toda de manera teñida y barnizada, un bonito aspecto clásico en este antiguo edificio ubicado en el distrito histórico.

 

La mistress era la propietaria del edificio desde hacia varios años, el primer piso tenia dos espacios de alquiler que eran pequeñas boutiques y se accedía desde la calle, nunca tuve que trabajar al, se accede a los pisos superiores del edificio a través de una puerta cerrada con llave a la calla en el primer piso del hueco de la escalera.

 

Tiene un timbre y un intercomunicador en el piso de arriba y puede dejar entrar a los clientes al edificio discretamente y cuando estaba en el pasillo del segundo piso para recoger mis artículos de limpieza, escuche a alguien entrar y comenzar a subir las escaleras.

 

En el segundo piso había varias oficinas de alquiler, en ese momento solo dos de las oficinas mas pequeñas que estaban ocupadas y nunca había visto a los inquilinos, uno de ellos era un arquitecto o ingeniero en su mayoría jubilado que supuestamente solo trabajaba cuando estaba aburrido, el otro era un contable privado que también tenia horarios impares, no era responsable de limpiar sus espacios y nunca los había conocido, podría haber sido uno de los inquilinos que subiera por las escaleras, pero pensé que lo mas probable era que fuera el primer cliente del día de la mistress.

 

Me habían indicado que si alguna vez me encontraba con uno de los inquilinos o clientes, debía evitar el contacto visual y no se me permitía hablar con ellos, si algún tipo me viera vestido con mi vestido de sirvienta con volantes aquí en el edificio de la mistress realmente no me importaría, sin embargo si se trataba de un cliente asumí que querría discreción y preferiría no ver a nadie mas que a la mistress.

 

Entre al pequeño armario del conserje junto a los baños, deje la luz apagada y cerré la puerta, se escucho el sonido de pasos que se acercaban si bien esperaba que la persona entrara al vestuario en su lugar fue al baño de hombres, así que tal vez era un inquilino.

 

Estuvo allí durante mucho tiempo y a medida que pasaba el tiempo me sentía más incómodo parado allí en el armario, comencé a transpirar ligeramente y aunque anees no me importaba si alguien me veía vestido con ropa de mujer ahora me sentía avergonzado, no había ninguna razón para que este extraño abriera el armario pero deseaba que la puerta tuviera una cerradura que pudiera cerrar lentamente.

 

Por fin oí el suave ruido de la cisterna del inodoro y luego oí al hombre entrar en el vestuario, pensé que podía tomar todas mis cosas de limpieza e ir por el pasillo pero no sabia cuanto tiempo le tomaría a ese tipo desvestirse, los casilleros vacíos tienen albornoces, se requiere que el cliente este desnudo pero se le permite usar la bata cuando camina hacia los espacios de juego en el piso superior, a este tipo le tomo un tiempo angustiosamente largo desnudarse y ponerse la bata, finalmente me pareció oír el sonido de metal contra metal de la puerta de un casillero cerrándose, no mucho después escuche que se abría la puerta del vestuario.

 

Sabiendo que le hombre caminaría descalzo y que no lo escucharía en las escaleras espere en la oscuridad unos minutos más, me llevo varios viajes llevar todo lo que necesitaba a la oficina, esta suite de oficina era la única que tenia una pequeña alcoba con espacio para un pequeño refrigerador y un microondas, además de un fregadero, así al menos no estaría caminando por el pasillo toda la mañana llenando y tirando mi cubeta al gran fregadero del conserje.

 

Sentí que había perdido mucho tiempo escondiéndome en el armario y esperando a ese cliente, luche contra el impulso de apresurarme a hacer mi trabajo y comencé a un ritmo razonable, tratando de ser minucioso sin apresurarme, trabajar solo y en silencio vestido con ropa de mujer es una experiencia muy tranquila, mi vida puede ser a veces agitada venir a trabajar para la mistress es un escape del mundo real, si bien a veces es doloroso y tiene su propio estrés pasar un día aquí en su edificio me aclara la mente.

 

Pasaron varias horas y progrese mejor de lo esperado, la puerta de la suite se abrió cuando estaba limpiando los zócalos de una pequeña oficina privada.

 

“Sissy, infórmame, ¡Ahora!” escuche a Missy ordenándome, deje el trapo en el borde del cubo entre a la oficina principal

 

“La cita de la mistress no se presentó” explico, “Ella te dará una breve sesión ahora, llevemos tu pequeño trasero con volantes arriba”

 

Missy me acompaño hasta el último piso, originalmente aquí había dos apartamientos pero ahora se había convertido parcialmente en el espacio de juegos, me di cuenta de inmediato de que la mistress se había puesto una camiseta sin mangas de látex y encaje negro, que probablemente era mas cómoda después de una mañana de sesiones, pero no pensé que le quedara tan favorecedora, un mueble bondage que parecía un caballee acolchado de gran tamaño estaba en el medio de la sala y me dijo que ocupara mi posición, mi incline sobre un extremo del caballete y aunque estaba equipado con puntos de anclaje para sujetar a un sumiso en su lugar no me ato ni me esposo ya que no estaba en esclavitud.

 

“Tenemos tiempo ara una corta sesión, sissy, ya llegaremos a eso” dijo la mistess, luego le dijo a missy que le trajera la paleta de ping pong

 

Mientras se acercaba a un gabinete abierto donde se exhibía una increíble colección de diferentes paletas, la mistress levanto la parte de atrás de mi vestido de sirvienta y me bajo las bragas, sentí que estaba inspeccionando mis nalgas para ves si la inspiración de Missy para hacer un buen trabajo había sido demasiado severo.

 

“Señorita, azota a tu sissy con esta paleta, ahora ten cuidado de mantener tu ritmo”

 

“Si, mistress” respondió Missy sumisamente aunque sentí un ligero tono de alegría de que pudiera darme algunos golpes en lugar de simplemente entregarle a la mistress varias palas.

 

Ahora bien, algún jugador incondicional podría considerar que la raqueta de ping pong es demasiado común o mansa pero para mi en manos de una dominatriz experta, duele lo justo, Missy me dio una palmada un poco más fuerte de lo que me hubiera gustado pero sabía que sería una sesión corta así que podría soportarla.

 

Missy me había estado golpeando en una nalga de mi trasero y luego en otra, la mistress le dijo que debería mezclar las cosas y no ser tan predecible y luego le quito la paleta para demostrado.

 

Los golpes de la mistress no solo fueron aleatorios en cuanto a donde aterrizaron sino también en número de intensidad, podría recibir dos golpes en la nalga izquierda de mi trasero seguidos de un golpe punzante en ambas nalgas, seguido de cuatro golpes ligeros y uno fuerte en la derecha, fue fácil perderse, mi mente se desconecto de todo excepto de que me azotaba con su paleta.

 

Luego acaricio ligeramente mi trasero con la cara de goma de la paleta en círculos lentos, explicándole a Misssy que eso no solo le daría al sumiso algo de tiempo para recuperarse del dolor para poder soportar una sesión mas larga, sino que también le daría un descanso para que la sesión no fuera un entrenamiento tan intenso.

 

Después de otra ráfaga de golpes aleatorios, la mistress me ordeno que adorara sus botas sabia que esta era otra táctica que permitía continuar una sesión tomando un descanso en la actividad física, mientras al mismo tiempo permitía a un sumiso disfrutar de su fetiche por las botas de tacón alto y la mistress tenía una colección de botas deliciosa.

 

El cuero negro era suave y cálido bajo mi lengua, cuando me ordeno lamer los tacones no levanto el pie del suelo así que tuve que acostarme de lado detrás de ella para lamer lentamente los altos tacones de aguja de abajo hacia arriba, sabia que missy estaba cerca pero la mistress rara vez me hacia lamer esos gastados botines.

 

“Señorita consigue otra paleta” le ordeno, escuche a Missy caminar hacia el gabinete mientras yo seguía adorando los tacones de aguja, “Ese no, es demasiado severo”, corrijo la mistress y me pareció escuchar a missy dar un suave resoplido de decepción, después de tomar algunas malas decisiones la Mistress camino hacia el gabinete dejándome allí en el suelo, tomo una paleta de una abatida missy una cosa delgada de madera con una sola hilera de grandes agujeros redondos, y la volvió a colocar en el gabinete, luego saco una pequeña paleta negra con forma de cepillo de pelo antiguo, desde mi punto de vista no podía decir si estaba hecha de cuero o caucho, la mistress hizo girar a missy por el hombro y le golpeo las nalgas expuestas con dos fuertes golpes en cada nalga de su trasero.

 

Me emocione al escuchar a missy jadear de dolor después de cada golpe y estoy seguro de que se sintió humillada al ser azotada frente a mí, entonces para mi sorpresa la mistress le entrego la paleta a Misssy.

 

“Ahora recuerda, al azar y contrólate” instruyo, luego me ordeno que volviera a colocarme en el potro

 

Los azotes que siguieron fueron ciertamente mas aleatorios pero no muy restringidos, los golpes ligeros fueron pocos y aun así un poco pesados, se que me han azotado con esta pala antes, pero no recordaba que me doliera tanto.

 

Aunque trate de mantener la calma y el silencio al poco tiempo me encontré dejando escapar breves gruñidos cada vez que la paleta aterrizaba en mi trasero desnudo, entonces fui consciente de que me estaba excitando sexualmente, mi polla intentaba hincharse dentro de los límites de mi dispositivo de castidad, algo que no sucedía durante una sesión desde hacía tiempo.

 

“Ya es suficiente” grito la Mistress, agradecí que los azotes hubieran terminado, al menos por ahora, para mi sorpresa la mistress me dijo que me parara en un rincón y mirara hacia la pared.

 

“Tienes que aprender a mantenerte bajo control, jovencita” le regaño la mistress a Missy mientras me subía las bragas y luego caminaba hacia un rincón de la habitación, Missy murmuro una respuesta que no pude oír, quizás fue un comentario inteligente, porque la mistress le ordeno que se inclinara sobre el extremo del potro, ella resoplo en protesta y pronto estaba llorando de dolor cuando escuche la paleta golpear firmemente su trasero.

 

Sabiendo que la Mistress estaba de espaldas a mí me atreví a mirar por encima del hombro, Missy se retorcía, las puntas de sus tacones se levantaron ligeramente del suelo mientras la empujaba firmemente, sin embargo todo termino rápidamente y tan pronto como la Mistress dejo de azotarla se giró para mirarme.

 

Estaba seguro de que ella me vio apartar la mirada rápidamente y un poco preocupada de que pudiera enfrentarme a un castigo real, en lugar de eso me dijo que iba a pedir el almuerzo en un lugar al final de la calle.

 

“Missy, muéstrale el menú y toma su pedido” dijo la mistress

 

Cogió el menú de comida para llevar muy gastado que estaba junto a al ordenador portátil y con rudeza me lo puso en la mano, era un local de sándwiches no era parte de ninguna franquicia, la había visto unas manzanas de la calle al entrar y salir del edificio, pero nunca había comido allí.

 

Aunque había un taburete bajo y acolchado junto a la pequeña mesa del ordenador, Missy opto por no sentarse, su trasero rojo brillante recién azotado se veía increíblemente caliente cuando inicio la sesión en lo que supuse era el sitio web del lugar de sándwiches.

 

El dije que quería un sándwich de filete con patatas fritas.

 

“Los aros de cebolla son muy buenos, deberías comprarlos en su lugar”, me dijo

 

“Quiero patatas” insistí

 

“Sissy te lo digo, realmente deberías coger los aros de cebolla” insistió Missy

 

“Quiero patatas” repetí con más énfasis

 

“Dejen de discutir o les daré a ambos una firme paliza” interrumpió la mistress, “Señorita, pídele patatas fritas, sissy vuelve al trabajo.

 

No mucho tiempo después de eso, estaba limpiando los gabinetes en el pequeño rincón del área de descanso cuando escuché que se abría la puerta de la oficina, era missy aunque al principio no la reconocí porque estaba completamente vestida, vaqueros descoloridos, una sudadera con el nombre de un colegio comunitario local en el frente y deportivas.

 

“Voy a recoger los sándwiches, pero primero ¡Te voy a dar una paliza en el trasero!” alrededor de su cintura llevaba un acho cinturón de cuero negro que empezó a desabrocharse, “!Quítate tu estúpido vestido de chica!” ella ordeno, me quede allí sin poder moverme estaba sorprendido y también asustado.

 

Me dio la vuelta y abrió con brusquedad la cremallera de mi uniforme

 

“Dije que te lo quitaras, y quítate estas estúpidas bragas”, gruño, “Me metiste en problemas con la mistress la ultima vez que estuviste aquí, estaba a punto de ganarme mis botas altas, ¡Ella me lo quito, perra sissy!”

 

Mi uniforme, delantal y bragas estaba amontonados alrededor de mi tobillos y estaba temblando, Missy me empujo sobre el mostrador y empezó a azotarme con su cinturón.

 

Nunca en mi vida me habían azotado con un cinturón aunque cuando era niño tuve amigos que ocasionalmente se enfrentaban a ese castigo y lo temían, el dolor era mucho peor que el de la fusta y no solo sentía el dolor, también sentía su ira, los azotes probablemente no duraron tanto como parecido pero me encontré sollozando y luego suplicando clemencia, se suponía que misericordia era la palabra de seguridad, Missy dejo de azotarme pero luego me arrastro por un oreja hacia la ventana, mis ojos todavía estaban borrosos por las lagrimas y no estaba seguro de que iba hacer, luego saco unas esposas del bolsillo y me ato al radiador debajo de la ventana.

 

“No vas a correr escaleras arriba y delatarme a la mistress mientras yo no este”, dijo para girarse e irse

 

Mi cuerpo todavía temblaba y las lágrimas seguían fluyendo, me arrodille en el suelo junto al radiador, desnudo excepto por mi dispositivo de castidad y mi sujetador de encaje rosa, con los pechos acolchados ahora empapados de sudor, solo llevaba uno de mis zapatos el otro se había quitado cuando me obligo a quitarme la ropa.

 

Al mirar las esposas parecían autenticas esposas policiales, no las típicas de juguete sexual con pestillos de liberación de seguridad, la habitación estaba fresca y deseaba tener algo que taparme, me sentí avergonzado de haberme metido en esta situación y comencé a llorar de nuevo.

 

El tiempo paso lentamente, esperaba que por alguna razón la mistress bajara a revisar mi trabajo y descubriera que Missy me había azotado pero no sucedió, finalmente regreso con varias bolsas de papel grandes que contenían el almuerzo, dejo mi comida y bebida en el mostrador y luego saco la llave de las esposas del bolsillo de sus pantalones.

 

“Has estado llorando como niña has arruinado tu maquillaje, tienes que arreglar eso de inmediato antes de ir a comer, No se te ocurra delatarme a la Mistress” me advirtió, “Considérate afortunada que no te deje esposada a este radiador con un plug en el trasero” luego salió de la oficina.

 

Al ponerme el uniforme, vi que mi reparación rápida de esta mañana se había soltado, estaba bastante seguro de que podría volver a llorar y realmente no quería arreglarme el maquillaje todavía, sin embargo probablemente vendría otro cliente en un rato así que este era el momento de sacar mi bolsa de maquillaje del casillero.

 

Me maquillé en el pequeño baño de mujeres del segundo piso, hay un pequeño estante junto al fregadero para dejar el bolso y el tarro de crema, mirándome en el espejo mi uniforme rosa con volantes, los viejos azulejos de color rosa pálido de la pared del baño me sentí tonto, realmente había disfrutado en travestirme, pero Missy me había hecho sentir culpable por ello de alguna manera me lo arruino al menos por un día, ¡Esa pequeña perra!

 

Cuando regrese a la oficina y saque mi almuerzo de la bolsa, vi que en lugar de las patatas fritas que había pedido, Missy me había traído aros de cebolla, resultaron ser realmente buenos pero cuando termine jure de algún modo de vengarme, cuando reanude la limpieza se me ocurrió un plan.

 

Espere hasta que escuche al siguiente cliente entrar por la puerta y subí las escaleras para luego subir al piso superior después de cambiarme en el vestuario, luego espere unos diez minutos mas para estar seguro de que habría una sesión en marcha, en el vestuario abrí la venta y mire hacia el estrecho callejón de abajo, la colilla de missy tenía que estar ahí abajo, en la acera pero no la vi, tal vez le había dado un buen golpe con los dedos el lugar de dejarla caer, aun así estaría allí abajo e iba a recuperarla, ahora pensé en quitarme el maquillaje y ponerme mi ropa normal, salir por la puerta principal pero dejarla ligeramente abierta con algo, pero eso llevaría demasiado tiempo, salir por la puerta principal con mi uniforme de sirvienta podría atraer la atención no deseada, así que tampoco era una opción.

 

Al final del pasillo hay una gran ventana con unos pocos escalones hasta el alfeizar y afuera hay una escalera de incendios de metal anclada al costado del edificio, la venta se abre fácilmente, mire la pequeña zona de aparcamiento de abajo, mi viejo coche estaba allí junto con algunos de otros coches, pero todos estaban desocupados, nadie de las tiendas del primer piso salió a fumar por la puerta trasera, los edificios circundantes sus ventanas traseras estaban en blanco, vacías o cerradas durante el fin de semana.

 

Volví momentáneamente al armario del conserje, colgado de la pared enrollado había un grueso de cable de extensión de color naranja brillante, colgándomelo al hombro salí a la escalera de incendios, las finas suelas de mis zapatos se sentían un poco inseguras sobre la rejilla metálica de la escalera, desde el rellano de metal fuera de la venta bajé un corto tramo de las escaleras hasta un segundo rellano, aquí había una escalera que bajaba hasta el suelo, pero estaba elevada y se articulaba hacia abajo al caminar sobre ella, nunca la había usado una de estas antes y solo las había visto en películas y programas de televisión, di mis primeros pasos cautelosos hacia los escalones inclinados, la escalera empezó a bajar lentamente y con sorprendentemente poco ruido a pesar del fuerte oxido, me detuve en el último escalón, quitándome el pesado cable de extensión de mi hombro, lo desenrolle comencé a atar el extremo a la base de la barandilla, sabiendo que la escalera tenia un contrapeso y que volvería a subir una vez que yo bajara, me quedaría atrapado afuera del edificio, tener una cuerda para bar la escalera hubiera sido perfecto pero no tenía ninguna pensé que podía improvisar con el cable de extensión.

 

El alambre grueso era difícil de atar y realmente no se podía hacer un nudo apretado, lo volví a atar con un nudo doble, al bajar la escalera inferior deje que el cable se deslizara entre mis manos mientras la escalera se elevaba va del suelo, no estaba seguro de que tan largo era el cable y temía que se me escapara de las manos terminando colgando fuera de mi alcance, pero eso no sucedió, el extremo del cable de extensión colgaba a unos metro del suelo.

 

Sintiendo que me había tomado mucho tiempo arreglando la escalera, entre directamente al callejón solo entonces pensé que debería haber echado un vistazo por la esquina del edificio antes, no importo, nadie estaba allí, mientras los coches pasaban por la calle, era poco probable que me vieran.

 

De pie debajo de la venta del vestuario comencé a buscar la colilla, había algunas en el suelo, sin embargo todas estaban desgastadas y ninguna estaba manchada con el pinta labios de Missy, la búsqueda parecido durar una eternidad pero al fin encontré una colilla con la impresión del distintivo pinta labios negro rojizo de Missy, de alguna manera reboto y aterrizo parcialmente escondido detrás de un bajante en el edificio del otro lado del callejón, la recogí con cuidado y regrese a la escalera.

 

El mundo se había mantenido firme en las escaleras como estaba planeado, regrese al interior de la ventana del segundo piso y devolví el cable de extensión sin incidentes, pensando que había tardado demasiado, deje la colilla en un estante alto del armario del conserje y volví a mis tareas.

 

Esperé hasta que el siguiente cliente estuviera arriba y que pasara un tiempo para asegurarme de que su sesión había comenzado, con la colilla en la mano subí las escaleras lo mas silenciosamente que pude hasta el tercer piso, la puerta del rellano estaba cerrada con llave como se esperaba, pero sabia que había una llave escondida debajo de una maceta de plástico a un lado.

 

La Mistress tiene un apartamento espacioso que ocupa todo el tercer piso, esta completamente amueblado y tiene algunos de sus artículos personales pero se que solo se queda aquí unas pocas noches a la semana, normalmente limpio y aspiro aquí todos los días que le sirvo.

 

Fui a su dormitorio en la parte trasera del apartamento, tiene un baño privado con una pequeña ventana, la abrí unos centímetros y coloque la colilla en el alfeizar a la vista, seguro que no estaba permitido fumar en el edificio, si Missy hubiera sido pillada en el vestuario del cliente dudo que su castigo fuera severo, sin embargo dudaba que se le permitiera usar el baño privado de la Mistress por lo que fumar allí será un delito grave, era una pena que probablemente no estaría presente para presenciar el castigo, cerré el apartamento con llave y regrese a mi oficina para limpiar.

 

Quizás solo faltaba una hora antes de que me fuese y a medida que pasaba el tiempo pensé en los agujeros de mi plan para meterla en problemas, había estado tan obsesionado planeado como entrar y salir del edificio sin ser detectado que no pensé en cuan creíble le parecería a la Mistress mi montaje.

 

Incluso si Missy fumara un cigarrillo en el baño privado no sería tan descuidada como para no tirar la colilla al inodoro o tirarla por la ventana, la Mistress tendría que saber que estaba tratando de tenderle una trampa y quien sabe que efecto tendría eso en mí.

 

A menos que hubiera fumando en el baño privado en algún momento de hoy, una vez confrontada por la Mistress seria obvio para Missy que había intentado incriminarla, estará encantada de volver a azotarme el trasero, estaba pensando seriamente en volver al apartamento y tirar la colilla por la ventana pero entonces tanto la Mistress como Missy entraron en la oficina, aunque estoy seguro de que salte visiblemente la Mistress me dijo con calma que continuara pasando la aspiradora mientras inspeccionaba el conjunto de oficinas.

 

Missy se quedo parada junto a la puerta del pasillo con una expresión amenazadora en su rostro ¿Habían terminado las sesiones del día y ambas ya habían hecho una parada en el apartamento? Intente mantener la calma pero sentí que mi nivel de ansiedad aumentaba, la Mistress volvió a la habitación e hizo una lenta inspección, finalmente dijo que mi trabajo era satisfactorio y que debía seguirla escaleras arriba para ayudar a Missy ordenar el espacio de juegos, subió lentamente las escaleras pensando que mi plan para incriminar a Missy podría haber fracasado y que podría estar entrando en alguna sesión de castigo, la lentitud era agonizante, la Mistress iba a la cabeza por supuesto le seguía Missy y yo era el último.

 

La Mistress llevaba unas diferentes botas hasta los muslos, eran de cuero negro con elaboradas costuras en azul oscuro que se arremolinaban hasta las altas cañas, también note que el trasero de Missy desnudo excepto por la estrecha franja de PVC negro brillante encajada entre sus nalgas, tenia algunas pequeñas ronchas rojas como si hubiera recibido algunas lamidas de la fusta de la Mistress, no hay pruebas suficientes de una sesión de castigo grave.

 

Fue entonces cuando me di cuenta de que si la Mistress tenía la intención de castigarme probablemente descubriría algunas ronchas en mi trasero aun visibles después de los azotes que Misssy me había dado ese mismo día, eso me consoló un poco, pensar que tal vez tendría la oportunidad de explicar mi motivo de venganza y pedir perdón, o al menos indulgencia.

 

La Mistress nos llevo a una gran zona abierta en el ultimo piso, había estado parcialmente en construcción durante el tiempo que había trabajado para ella y servía como una especie de mazmorra de uso general, había algunos muebles de bondage, varios látigos y paletas colgados en la pared, una silla antigua recabada con un acolchado de vinilo rojo brillante y pintura plateada metalizada servía como trono en una plataforma baja elevada en una esquina de la habitación, varios pares de botas y zapatos de tacón alto estaban esparcidos alrededor de la base del trono, látigos y paletas parecían estar esparcidos al azar, la última sesión de aquí había sido algo intensa posiblemente con más de un sumiso.

 

“Missy guardara el calzado y el equipo, Sissy barreras el piso y limpiaras los muebles”

 

“Si, Mistress” respondimos ambos en voz baja, luego ella salió de la habitación

 

Missy me lanzo una mirada helada, luego se acerco al trono y comenzó a recoger zapatos y botas, estaban en unos estantes abiertos a un lado.

 

El suelo de la habitación es de tablones anchos de madera que necesitan urgentemente un acabado, aunque el piso parecía limpio, las grietas y hendiduras siempre contenían arena y polvo, por lo que barrer requería mas esfuerzo y tiempo de lo esperado, los dos trabajamos en silencio, esperaba que ella hiciera algún tipo de amenaza susurrada o charla basura, pero en lugar de eso periódicamente lanzaba miradas rápidas a la puerta del pasillo como si pensara que la Mistress podría estar escuchando para asegurarse de que estábamos trabajando y no charlando.

 

Cuando termino de su trabajo se arrodillo frente al trono vacío, termine poco tiempo después, aunque no estaba seguro de que hace a continuación, arrodillarme junto a Missy parecía lo correcto.

 

“Hemos terminado, Mistress Tori”, grito Missy

 

Ella apareció rápidamente, debía haber estado parada a la vuelta de la esquina con la esperanza de pillarnos hablando, sus botas de tacón alto sonaban maravillosamente mientras caminaba sobre el suelo de madera y luego tomaba asiento en su trono.

 

“Adoren mis botas, chicos”, ordeno

 


Estaba muy feliz de adorar sus botas y podía sentir los puntos arremolinados con mi lengua mientras le daba largas y lentas lamidas al eje, era extraño estar literalmente codeándose con Missy mientras ella también adoraba la otra bota, ella tenía una técnica diferente a mí, una rápida serie de ligeros besos, me hizo preguntarme si la Mistress prefería eso y tal vez debería usar eso en un futuro.

 

“Sissy, puedes irte” dijo la Mistress.

 

“Gracias Mistress” respondí suavemente y me levante para irme, cuando salí de la habitación Misssy todavía adoraba sus botas, al bajar las escaleras recordé lo que pensé que eran todos los fallos de mi plan para incriminarla por fumar, me detuve en el rellano del tercer piso y mire la maceta de plástico donde estaba escondida la llave del apartamento, quizás podría entrar rápidamente y coger esa colilla de la ventana, sin embargo si la Mistress bajara las escaleras y me sorprendiera en su apartamento estaría jodido, por supuesto que podía deslizarme por su escalera de incendios y bajar al segundo piso de esa manera, aunque estaba bastante seguro de haber cerrado la ventana de escape del segundo piso.

 

¿Debería hacerlo o simplemente dejar que mi plan original quede en marcha? Mientras estaba en el rellano con la mente acelerada, supe que estaba perdiendo un valioso tiempo.

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