Una vez hace me enamore de una braga de esas de látex que
llevan puesto un dildo incorporado, mi perversión y deseo hizo que la comprara,
como no sabia donde hacer la llegar pues en ese momento aún vivía en casa de
mis padres, decidí que me lo llevaran al trabajo, yo era el responsable del almacén
así que todos los paquetes fuesen de quien fuese los recibía yo.
Al cabo de unos días llego el tan esperado paquete… me lo
llevé al almacén de la segunda planta que allí nadie va, pues una zona de
archivos viejos, lo abrí y allí estaba con ese tacto de látex…mmmm…. Pero el
dildo lo veía enorme.
Intente ponérmelo sin ponerme esa braga y que no había
manera, intente lubricarlo con la boca pero ni eso, así que desistí hasta la día
siguiente
En casa, mire por los armarios y encontré un pequeño bote
de vaselina para zonas intimas seguramente mi madre lo Devia utilizar para
lubricar algunas zonas, así que me lo lleve.
Ya en el trabajo busque una escusa para volver al archivo
del segundo piso, había escondido esa braga dildo en una zona de difícil acceso
y que seguramente nadie miraría allí, lo busque y lo encontré que ganas tenia
de ponérmelo.
Unte con mucha vaselina el dildo y el primer intento fue
bastante satisfactorio, vi que entraba muy bien con cuidado y con tranquilidad
seguramente conseguiría pénemelo por completo, así que fui a ello.
No se que pensé, seguramente era las ganas de probarlo o
no sé, me quite los pantalones, me quite los calzoncillos y me puse esa braga
dildo, antes de ponérmelo bien opte por volver a ponerme los pantalones, con
paciencia entro totalmente la sensación que tenia era de tener mi culo lleno
por un objeto extraño también me excitaba mucho, aun no me había acostumbrado a
ello, cuando oí subir alguien las escaleras, rápidamente me subí los
pantalones, me los abroche e hice que estaba trabajando en una estantería.
Entro un compañero diciendo que bajara que se tenia que
ir a un almacén de la ciudad a buscar una pieza y que le siguiera, me quede
aterrado, no tenía tiempo de quitármelo y tampoco de hacer nada, así que le seguí
sin antes escodar mis calzoncillos en un rincón de una estantería.
Bajar las escaleras ya noté que la situación seria peor
de lo que pensaba, pues ese objeto extraño de mi culo se movía, me sentía
incomodo y excitado al mismo tiempo, después por donde pasaba parecía que todo
el mundo sabía que lo llevaba puesto, me sentía avergonzado.
Después de que me diera la dirección me subí a la
furgoneta, aquello se clavo mas adentro me tomo un tiempo arrancar la
furgoneta, mi respiración era más rápida, el trayecto de ida y vuelta fue una
odisea cada bache, bulto o algo en el firme de la carretera sentía que entraba
más dentro de mí.
Mi polla empezó a crecer y sentirme cada vez mas
excitado, finalmente volviendo me quedaban pocos kilómetros para llegar note
que me corría, sin un orgasmo como nunca lo había sentido, salto chorros de semen,
suerte que era de látex y no mancho los pantalones, pero sentía como todos mis
bajos estaban húmedos y pegajosos.
Cuando llegue al trabajo dije que tenía que subir a
acabar lo que había empezado, me lo quite limpie todo, restos de semen en mi
cuerpo y restos de heces en el dildo…lo guarde en una zona que creí que nadie
miraría.
A cabo de unos días volví y la prenda no estaba, me pasé
unos días mirando a todos mis compañeros para ver si podía saber quien se la
había llevado o incluso mi mente pensaba que alguno lo llevaba puesto, nunca
mas la volví a ver.
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